Paisaje de un amor II
Paisaje de un amor II - ¿Quién eres? Pregunte nuevamente- alcanzando a ver lo que parecía un cuaderno de dibujos entre sus brazos, lo apretaba contra su pecho. ¿Acaso eres familia del Sr. García? Esperando nuevamente alguna respuesta pero nada sucedió me tenia nerviosa la situacion nun
Paisaje de un amor II
- ¿Quién eres? –Pregunte nuevamente- alcanzando a ver lo que parecía un cuaderno de dibujos entre sus brazos, lo apretaba contra su pecho. ¿Acaso eres familia del Sr. García? Esperando nuevamente alguna respuesta pero nada sucedió… me tenia nerviosa la situación nunca antes le había visto por aquí y su aspecto me causaba un poco de desconcierto…
Era una… su aspecto era en una mezcla entre niña y mujer de mi estatura muy trigueña y con la piel muy sucia al igual que su vestidura toda rasgada, mas allá de esos hermosos ojos marrones semi ocultos tras los dorados mechones de sus cabellos que se movían suavemente con el viento… había algo, había algo en su mirada que no lograba descifrar; algo que me era familiar pero…
- ¿Que… que haces? Espera, no te vayas así… -decía- mientras le veía alejarse rápidamente.
Pero que estoy haciendo aquí parada, no puedo dejar que se vaya.
Salí tras ella… y vaya que no fue fácil era muy veloz.
- Detente, no te hare daño solo quiero saber quien… solo quiero saber quien eres –gritaba- mientras corría tras ella, recorrimos una distancia aproximada de 50mts.
- No voy a parar hasta que te detengas- dije- al tiempo que pasaba por el lado de un barranco, pero, por más que gritaba de su boca no salía ni una sola palabra… solo corría.
- Aaaaaaaaaaaaay!, son mis propias palabras y los dolorosos golpes que recibía mi cuerpo mientras caía por el barranco lo ultimo que recuerdo, hasta que…
Abrí mis ojos mientras sentía unas suaves caricias sobre mi cuerpo. Nuestras miradas se encontraron y en un acto casi inconsciente levante mi mano derecha para acariciar su rostro y comprobar que aquello no era un sueño (sentí un poco de dolor) ella real… era la chica que antes huía de mi… y su mirada, esa mirada que llegaba recién no me permitía apartar la mía de ella.
- ¿Que ha pasado? –dije muy bajo- ella por su parte continuaba sin pronunciar palabra (solo trataba de limpiar mi cuerpo, que estaba desastrosamente sucio). Me sentía cansada, pero, necesitaba saber que había pasado, trate de levantarme pero sentía mucho dolor; solo alcance a subir un poco la parte superior de mi cuerpo y ella poso sus manos sobre mis hombros y me empujo en forma un tanto tosca hacia atrás, logrando con esto que me acostara nuevamente.
- ¿Qué estas haciendo? ¿Por qué me trajiste aquí? –pregunte- solo la vi alejarse.
Ahora que voy a hacer, estoy en este lugar… ¿Qué es este lugar? Conozco bien estas tierras y no recuerdo haber estado antes aquí (era una especie de cueva) alcance a ver varias cosas que me hicieron pensar que este era su hogar y quizás no vivía sola.
Nuevamente se acercaba, ahora con algo en sus manos… reconocí mis cosas, si, lo eran. Tomo la manta y mientras me cubría le agradecí porque sentía algo de frio. Que chica mas misteriosa sino le hubiese tocado juraría que esto viendo un fantasma.
- Dime algo… ¿sabes algo de mi caballo, le has traído también? pero que tonta, no me va decir nada. ¿será que es muda? Y yo…
¡Pobre Lienzo! Ha de estar asustado, extrañado, hambriento y yo aquí sin poder hacer nada. De nuevo esa mirada se poso sobre mi y algo me decía que no debía preocuparme que todo estaría bien y no me quedaba de otra mas que pensar que seria así. El agotamiento empezaba a ejercer mas poder sobre mi y sin poder evitarlo fui cerrando mis ojos… cayendo en un profundo sueño.
Había un par de niñas, ambas muy pequeñas aproximadamente de cinco o seis años. Yo… una de las niñas era yo, y de la otra niña no lograba ver su rostro. Jugaban a las escondidas entre los arboles, el sitio me era familiar. Eran las tierras de mi familia.
La otra niña se ocultaba ingenuamente detrás de un pequeño árbol, seguramente pensando no seria vista por mí… yo reía tapando mi boca con mis manos para que no se percatara de mi presencia, camine despacio hacia ella tratando de no hacer ruidos. Se me salió una risita al mirar que ella se paraba muy derecha, pero, aun así el pequeño no la ocultaba lo suficiente pues yo seguía viéndole. Cuando estuve a un par de pasos de su costado…
- ¡Aja! Te encontré –grite- mientras le tomaba por el brazo. Ella se sorprendió dando un pequeño salto que acompaño con un paso hacia atrás, cosa que le hizo tropezarse y caer al suelo llevándome consigo. Por fin veía su rostro, parecía una muñequita, el estar sobre ella me permitía apreciar de cerca lo linda que se veía con su dorado cabello que se había desordenado quedando un mechón sobre su cara… nuestras miradas se mantenían fijas una sobre la otra, sin pronunciar palabra, sin hacer el mas leve movimiento. Hasta que…
Ella sin previo aviso me dio un tierno, inocente y rápido beso en los labios, si ella me había besado y nuestras miradas eran de sorpresa ante la situación, nuestros corazones latían apresurados y yo no entendía lo que pasaba me sentía… diferente… me sentía como despertando a un nuevo sentimiento como mirando algo que antes no pude o no era capaz de apreciar. Me levante y le tendí mi mano para ayudarle a ella también y aun después de seto nuestras manos se mantenían unidas, ninguna soltaba a la otra… caminábamos en silencio, alguna vez nuestras miradas se encontraron y nos regalamos una sonrisa de complicidad. De pronto… escuchamos voces, era la voz de mi padre y hablaba con alguien mas, se acercaban mas y cuando les pudimos ver efectivamente era mi padre que venia con… mi padre venia con el Sr. García, nos miraron con enojo y nos tomaron a cada una por la mano separando las nuestras que aun se mantenían unidas. De parte de ellos solo regaños (ambas nos habíamos escapado a jugar en le campo, cosa que era normal en nosotras siempre lo hacíamos y ellos siempre terminaban en lo mismo), de parte de ambas no salía ni una sola palabra… solo miradas que se desvanecían en la distancia que nuestros padres imponían. Así se repetía una y otra vez el momento de la separación, el momento de nuestra separación.
Desperté, si. Había estado soñando pero era mas un recuerdo que se ocultaba tras la mascara del sueño. Le busque con la mirada hasta que le vi acostada sobre el suelo… un sentimiento de dolor me invadió, yo muy cómoda (no tanto, pero seguro era mejor que dormir en el suelo) y ella pasándola tan difícil allí. Alcance a sentarme a pesar del dolor y despacio me levante y acerque hasta ella inclinándome a su lado.
A pesar de su descuidado aspecto se le veía tan linda dormida… y por lo que veía a ella no le incomodaba dormir allí así que no me atreví a interrumpir su sueño y solo busque la manta y cuando me incline para cubrirle… se movió logrando con esto que su vestido(lo que al parecer fue alguna vez) subiera un poco mas brindándome una mejor vista de sus aunque sucias muy bellas piernas su posición se hizo un tanto extraña y me saco una risita(boca abajo con una de sus manos debajo de su cabeza y la pierna izquierda estirada, mientras que la derecha la tenia flexionada… tanto, que su pie estaba a la altura de su rodilla izquierda). Fue solo una breve sonrisa ya que…
Tu cabello tiene el color del suyo… es del color del cabello de Ada esa niña que con ese beso y a pesar de mi edad despertó en mi un amor que me enseño a definir el sentimiento mas bello “el amor”, un amor que sin conocer motivos y antes de empezar nos fue negado, un amor que fue tan frágil, fue solo “un amor de regalo para el alma” porque nunca supe que fue de ella … luego del día de nuestro beso jamás le volví a ver… fueron tantas las interrogantes, fueron tantas las esperas, fueron tantas las búsquedas sin resultado las que agotaron mi esperanza y mi mente se empeño en mantener bloqueado esos recuerdos todo este tiempo me lo impidió (no pude contener un par de lagrimas escaparon de mis ojos)… pero que ahora en forma de sueño me muestra con una intención que desconozco ese instante que…
Seque mis lágrimas y le cobije, luego me aleje lentamente de su lado. Necesito saber algo de ti, quien eres… algo… cualquier cosa- pensaba- mientras buscaba entre sus cosas tratando de no hacer ruidos, debe haber algo que me diga lo que tus palabras no pueden o no quieren. Vi debajo de alguna cosas el cuaderno que antes traía, lo abrí y… ¿Zandra Rodríguez? (decía en la parte inferior derecha de la primera hoja al igual que en las siguientes) –sorprendida- es mi letra, es mi cuaderno… ¿Cómo es que ella lo tiene? dirigí mi mirada hacia ella, aun dormía y de nuevo observe el cuaderno. Son mis pinturas, pero… como… -recordé entonces que había perdido muchos de mis cuadernos al igual que otras cosas que utilizaba para pintar de forma misteriosa, siempre en el campo. Jamás imagine que ella… yo… un momento… ¿Qué es esto? No recuerdo haber hecho estos, son muy, muy buenos pero no les habría olvidado – nuevamente le mire - están muy bien trabajados pero… definitivamente no son míos, definitivamente no lo son… manteniendo mi mirada sobre ella –pensaba- definitivamente esto reafirma mi posición al pensar que mas allá de las propias no existen limitaciones y mas allá de la impartida hay una enseñanza tan natural que nos permite a través de diferentes manifestaciones mostrar una delicada belleza que es capaz de rebasar la excelencia y aun cuando cada persona tenga un modo libre y característico de pensar el hecho de apreciar esa expresión sensible y noble de otro ser humano logra crear un puente… una conexión que se extiende a muchos.
Ahora le veía inquieta al parecer su sueño le perturbaba… se acurrucaba y cruzaba sus brazos como dándose un abrazo; pero, era mas como protegiéndose de algo… como si algo o alguien le acechaba y ella trataba de esconderse en ella misma… me acerque aun con el cuaderno en mis manos y como pude me senté a su lado, sentía la necesidad de protegerle de alejar eso que le atemorizaba. A la vez que….