Pagué caro el ser tan caliente
Despuiés de perder mi empleo y tras una temporada sin sexo un desconocido me aborda en plena calle haciéndome una proposición indecente. La necesidad de dinero y mi calentura harán el resto.
Saludos a todos los lectores de esta página, me llamo Sandra y quiero contaros la desagradable experiencia que sufrí hace unos meses. Para presentarme os comento que tengo 20 años, vivo en Madrid y cuando sucedió esto trabajaba de camarera en un bar. El dueño, don Braulio, era un salido que nos pedía a las camareras que fuéramos ligeritas de ropa según él para atraer a más clientes aunque en el fondo babeaba viéndonos en minifalda. Me eligió para el puesto porque cumplía todos los requisitos que consistían en tener buen culo, tetas grandes y tontear con los clientes para sacarles más dinero. Me considero bastante agraciada físicamente además me encanta ponerme ropa sexy, sobre todo con amplios escotes que dejen ver mis enormes tetas, que provocan las miradas de cualquier hombre en la calle. Soy bastante abierta en el tema del sexo y no me importa en absoluto acostarme con otras personas aunque no sean mis novios ni los conozca, de hecho el fin de semana pasado no pude salir por estar resfriada y mi cuerpo me pedía sexo ya.
El día en que sucedió todo salí a la calle como cualquier día a las 8 de la mañana. Iba vestida con una minifalda vaquera que dejaba ver mis largas piernas y unos zapatos de tacón. Por arriba llevaba un top muy escotado. Como todos los días pasé al lado de unos obreros que estaban trabajando en una de las muchas zanjas con las que nos tortura el alcalde de Madrid.
-Dime donde está tu ginecólogo para chuparle el dedo
-¡Con ese culo debes de cagar bombones!
Puse mala cara pero en el fondo sus comentarios soeces y groseros me agradaron y me pusieron caliente.
Cogí el metro y 20 minutos después me encontré frente al bar donde trabajaba. Abríamos a las ocho y media y el dueño ya estaba dentro. Cuando entré noté algo raro en su mirada.
-Hola don Braulio que tal
-Hola Sandra, precisamente tengo que hablar contigo
-Usted dirá
-Mira, como sabrás la situación del bar no es muy buena, la crisis económica se está dejando notar y últimamente no tenemos mucha clientela.
-¿Y?
-Pues me temo que voy a tener que despedirte, no puedo seguir pagando un sueldo más si quiero que el negocio salga a flote
Sus palabras cayeron como una bomba en mí.
-Mire don Braulio, si tenemos clientes es por los babosos que vienen a verme el culo mientras les pongo un carajillo o un cubata todos los días.
-Lo se Sandra pero como te digo no puedo mantener esto abierto con un sueldo tan alto
-Pero si es un sueldo de mierda y usted lo sabe- mentí pues el sueldo no estaba mal
-No insistas, a partir de hoy no trabajas más en este bar
El muy cabrón me había echado a primeros de mes para no pagarme el mes entero, ¿cómo iba a pagar el alquiler de la casa?
Para vengarme aproveché y le di un bofetón en toda la cara
-Esto por todas las veces que me has mirado las tetas, viejo verde
-Vete de aquí y no vuelvas, putón verbenero, si en el fondo te gusta
Estuve tentada de tirarle una botella pero me contuve, salí del bar llorando, me encontraba sin trabajo, sin dinero (tengo que reconocer que me lo gastaba en ropa y caprichos) y no sabía como iba a llegar a fin de mes. Entré en otro bar para tomarme una tila y tranquilizarme. Buscaría otro trabajo de camarera, aunque sabía que nunca encontraría uno con un sueldo como el de antes, la verdad es que por mucho que dijera estaba bien pagado aunque tuviera que aguantar a los clientes pesados y babosos que querían meterme mano. Ya estaba más tranquila y salí en dirección a la estación de metro. Quería volver a casa y relajarme cuando con el rabillo del ojo vi a un chico que se acercaba a mí con una cámara en la mano.
-¡Hola! Trabajo para un programa de televisión ¿tienes un segundo?
-No tengo mucho tiempo, lo siento
Seguí mi camino pero él no se daba por vencido y me seguía. Me giré hacia él, la verdad es que era un chico de mi edad bastante atractivo, se notaba que iba al gimnasio.
-Perdona, ¿qué haces grabando?
-Nada, te digo que es para una televisión, son solamente un par de preguntas y ya está
-¿Si te contesto me dejas de seguir?
-Claro que sí, si va a ser muy corto.
-Vale, ¿para que televisión trabajas?
-Se llama SierraTV, es una televisión local que emite en el noroeste de la Comunidad de Madrid
La verdad es que no la conocía, pero tampoco veía mucho la televisión.
-Bueno venga hazme las preguntas
-Vale, tú ¿qué opinas del sexo? -Pero tú de que vas chaval ¿eres un pervertido o que? ¿Te crees que voy a contestarte a preguntas de ese tipo?
-Bueno perdona si es una entrevista sobre los hábitos sexuales de los españoles, es que según una encuesta del CIS las mujeres tenían relaciones sexuales dos veces al mes como mucho
-Eso no hay quien se lo crea-solté sin darme cuenta y me arrepentí al momento
-¿Te parecen muchas o pocas?
-Quiero decir que en esas encuestas las mujeres siempre tienen miedo de decir la verdad por si las llaman putas
-Vale me gusta lo que dices, ¿entonces a ti te gusta el sexo?
No se que hacia contestando a ese chico pero al verdad es que me había calentado un poco y mi hambre de sexo me empujaba a seguir contestando
-Pues si, claro que me gusta, como a todo el mundo
-¿Tienes novio?
-No
-¿Y cuándo fue la última vez que lo hiciste?
-Mira no se de que va vuestra televisión pero si esperáis que os conteste a eso vais listos
-Bueno perdona era por saber la frecuencia, es para contrastar esa encuesta con la realidad, mira si quieres tu contesta a mis preguntas y luego cuando la editemos te tapo la cara, venga contéstame
-Pues fue hace dos semanas
-¿Y no tienes ganas?
Me puse roja pero mi calentura iba en aumento.
-Pues sí, claro
-¿Y como te gusta que te lo hagan?
-Mira, basta ya, creo que te estás pasando
-Perdona pero es que según la encuesta la mayoría de las españolas estaban aburridas del sexo con sus novios o esposos, por eso te preguntaba si tú te consideras innovadora en esto del sexo, ¿utilizas muchas posturas?
-Bueno, sí, la verdad es que la postura del misionero me aburre bastante
-Ajá, ¿y qué opinas del sexo con desconocidos?
-Es como una fantasía para mí- en ese momento noté como mi depilado chochito empezaba a mojarse lenta pero imparablemente
-Te voy a proponer saber por cuanto dinero te lo harías conmigo
-¿Me estás ofreciendo dinero por acostarme contigo?- me pareció pasar a mayores
-Te ofrezco 300 euros
-Bueno mira me voy que tengo prisa y he tenido un mal día- eché a andar en dirección al metro
-Espera, espera, te doy 400
-No, mira, pasa de mí, me voy
-Venga dime tú una cifra
-Un millón de euros
-Te doy 500 mira aquí los tengo
Mi giré y vi uno de esos billetes de 500 euros morados, era la primera vez que veía uno. Instintivamente alargué la mano para cogerlo.
-Espera, espera-dijo él apartando la mano
Me puse roja por la prisa que me había dado en coger el dinero
-Solo quería ver si era real- dije ruborizándome
-Mira esto no es para el programa, yo esto no lo voy a emitir, es solo para mí
-Mira, no sé, ¿te das cuenta de lo que me estás proponiendo?
-Si es solo pasar un buen ratito juntos
-No se, es que me parece muy fuerte
Se metió la mano en el bolsillo de atrás del pantalón y sacó un billete de 100
-Venga 600 euros, no me digas que no te vienen bien
La verdad es que sí, me daba para pagar el alquiler de ese mes y comprarme ropita.
-¿Y que tengo que hacer?
-Pues sexo, un ratito, y ya está, luego cada uno se va por su camino
Estaba calentísima, sentía mis flujos brotar de mi coño ante la sola idea de follar a cambio de dinero con un desconocido que además era bastante atractivo. Fue en ese momento cuando di mi brazo a torcer.
-Ok pero esto no sale ¿no?
-No tranquila, esto es solo para mí, luego lo borro. Ahora si te parece vamos a mi casa, está a cinco minutos de aquí. Toma tu dinero
Cogí los 600 euros y los guardé en mi bolso. Fuimos caminando hacia su casa, en el trayecto me entraron algunos remordimientos pero la necesidad del dinero y sobre todo la necesidad de sexo fueron más fuertes, y acabé entrando en calor.
-Bueno y como lo vamos a hacer
-Pues lo normal, en la cama, un par de posturitas, y ya
-Pero cuantas veces
-Pues no se una mamada y un polvo
-Pero nada de correrse dentro, utiliza condón
-Claro mujer, tranquila, ¿pero por detrás no te apetece?
-Mira estás loco si crees que lo voy a hacer por ahí, además no lo he hecho nunca.
-Bueno tranquila, si no quieres no se hable más, aunque todas las mujeres con las que lo he probado me han asegurado que les gusta
Llegamos a su casa y subimos en el ascensor, mi coño estaba al rojo vivo por la sensación de ser una puta y ante el temor de que este hombre fuera en realidad un loco. Me di cuenta de que ni siquiera le había preguntado su nombre. Metí la mano en el bolso y agarré un spray anti violadores que me compré hace poco. Abrió la puerta y entramos en su casa, era bastante espaciosa y limpia, avanzamos por el pasillo y llegamos a su habitación. Lo que más me llamó fue el enorme espejo situado frente a una cama de matrimonio. Fue al ver la cama cuando me entraron remordimientos ante lo que estaba a punto de hacer. Él se dio cuenta.
-Tranquila, a todas os pasa lo mismo, pero en cuanto empiezan se les olvida todo, además te voy a tratar muy bien ya verás
-Quiero que apagues la cámara, quiero verlo
-Mira, tranquila, le quieto las baterías, ¿ves?
Dejó las pilas en una mesa
-Bueno ahora vete al baño si quieres para prepararte, me gustaría que salieras en ropa interior, yo te espero aquí
-Vale ahora vuelvo
Entré en el baño y me quité el top y la minifalda, me quedé con el sujetador y el finísimo tanga que llevaba, me miré satisfecha en el espejo ante mi escultural cuerpo. Decidí no quitarme los zapatos de tacón para darle más morbo a la situación. Mis miedos iniciales se habían esfumado y ahora solo quería echar un buen polvo.
Cuando salí me lo encontré desnudo sentado sobre la cama. Estaba para morirse, tenía un cuerpo perfecto muy trabajado en el gimnasio, con unos pectorales y unos abdominales marcadísimos. Pero lo que más me llamó la atención fue su pene, tenía unas dimensiones colosales mucho mayores que el de cualquier chico con el que hubiera estado antes. Era grueso y muy ancho, y eso que no estaba en erección todavía.
-Estas perfecta y señaló la cama para que me sentase en ella
-Ahora déjate llevar
Me quitó el sujetador y metió su cabeza entre mis pechos, cuyos pezones tardaron pocos segundos en ponerse erectos y apuntar al techo de la habitación. Los lamió y no pude evitar soltar un primer gemido, metió la mano por debajo de mi tanga y comprobó que mi chocho estaba depilado.
-Está depilado eh?
Estaba depilado e inundando de la excitación, me quité el tanga y metió un dedo que entré sin problemas en mi delicado chocho. Con la boca me mordía los pezones y con el dedo me masturbaba por lo que no tardé en alcanzar un magnífico orgasmo, la verdad es que al chico se le veía experimentado en estas lides.
Quise recompensarlo y agarré su miembro, que ganó tamaño a una velocidad pasmosa hasta alcanzar más de 20 cm., apenas podía abarcarlo con la mano de lo grueso que era. Me lo metí en la boca poco a poco hasta que cupo todo, era perfecto, nunca antes había tenido un aparato semejante en mi boca, comencé con la mamada a un ritmo muy suave mientras que con mis dedos acariciaba sus inflados testículos. Una cosa que a todos los chicos con los que había estado excitaba era hacer la mamada con las manos atrás como si estuviera esposada y mirándole a los ojos así que no dudé en probarlo con él y a juzgar por las caras que ponía también le gustó, seguí mamándosela un par de minutos más hasta que dio muestras inequívocas de que iba a correrse, fui mala y cuando noté que su leche corría por su pene lista para eyacular le sujeté la base del miembro para retrasar la eyaculación unos segundos, son técnicas que he aprendido a base de mucha experiencia. Finalmente lo liberé, saqué el pene de mi boca rápidamente y lo puse apuntando a mi cara. Dio un rugido y soltó una riada de semen en cinco o seis chorros que ante mi sorpresa saltaron no solo sobre mi cara sino también sobre mi pelo, el cuello y mis tetas, en mi vida había visto una corrida tan increíble.
-Que zorra estás hecha, nunca me habían hecho una mamada así. Me limpié con un poco de papel higiénico y comprobé asombrada como aquel rabo seguía tan erecto como al principio, abrió el cajón de la mesilla y sacó una caja de condones, tamaño extragrande, y se puso uno, estaba listo para el asalto. Me puse a cuatro patas para recibir esa verga gigante, me metí el dedo en mi chorreante chocho y me lo llevé a la boca para excitarlo aun más. Puso mis manos en mi culo y procedió a penetrarme, yo tenía miedo de que ese aparato no entrase en mi coño pero estaba tan lubricada que poco a poco entró hasta el fondo, estaba tan caliente que solo sentir como su pene había llegado hasta el fondo de mi coño me provocó el primer orgasmo de la larga serie que iba a venir. Pronto empezó un mete-saca frenético, yo me vi reflejada en el espejo y me sorprendí por la cara de zorra que tenía pero la verdad es que ese hombre no paraba de arrancarme orgasmos uno detrás de otro.
A los diez minutos de folleteo cambiamos de postura, me tumbé en la cama, puse mis piernas alrededor de su cuello y seguimos follando a toda máquina, sus cojones chocaban contra la entrada de mi encharcada cueva mis gritos se tenían que oír en todo el edificio, encima el muy cabrón tenía mucho aguante estuvimos haciéndolo casi tres cuartos de hora agotadores en los que no paraba de follarme, ¿de donde había sacado tanta resistencia? llegué a perder la cuenta de las veces que me corrí pasado el tiempo mi semental cerró los ojos, apretó los labios, me clavó la polla hasta lo más profundo de mi coño y se corrió entre alaridos.
Quedamos rendidos y sudorosos en la cama disfrutando del magnífico polvo que acabábamos de echar.
-Esto hay que repetirlo
-Ahora te ha gustado eh...
Fui a ducharme y él se quedó un rato más en la cama, cuando salí del baño me lo encontré tocando el espejo.
-¿Qué haces?
Él se llevó un susto tremendo.
-Nada, es que creo que está torcido, será que se habrá movido después del terremoto que hemos sufrido jajaja
Me dio su teléfono y quedamos para vernos otro día, aunque él no aprecia tener el mismo interés que yo. Cuando entré en casa me di cuenta de que se me había olvidado devolverle el dinero por que la verdad es que la que tendría que haber pagado era yo.
Durante los días siguientes no paraba de rememorar ese magnífico polvo y tras esperar dos semanas, para que no pensara que estaba loca de ganas de volver a verle, volví a llamarle, pero para mi sorpresa el número de móvil que me había dado no existía. La verdad es que me molestó pues no quería dejar de disfrutar de ese semental.
Fue cuando había pasado un mes aproximadamente cuando mi vida cambió radicalmente. Conseguí trabajo de camarera en una discoteca y el primer día vi que algunos hombres me miraban y se reían. Pensé que eran los típicos niñatos que veían a una mujer con buenas tetas y buen culo y se ponían machitos con sus amigos, aunque luego no tuvieran valor para hablar con ellas. El caso es que uno de los que más se reían sacó su teléfono móvil y tras toquetearlo se empezó a reír y se lo enseñó a sus amigos que estallaron en carcajadas. Pensé que me habían hecho algunas fotos y no le di más importancia.
Fue la semana siguiente cuando la situación pasó de castaño oscuro y buena parte de los chicos de la discoteca me miraban y sonreían, algunos llegaban a hacerme gestos obscenos. Estuve a punto de pedirle a uno de los guardias de seguridad de la discoteca que expulsara a aquellos imbéciles pero me contuve por si perdía el trabajo.
La gota que colmó el vaso fue cuando a los dos días vi a un grupo de adolescentes que me señalaban por la calle y se reían, alguno de ellos sacó de su cartera un par de billetes y los agitaba. Fui corriendo a por ellos y les sujeté para que no escaparan.
-Que pasa chavalita que ahora te haces la estrecha
Las carcajadas de sus amigos se oyeron en todo el vecindario.
-Mira niñato o me dices de que cojones te estas riendo o te parto la cara aquí mismo-saqué el spray antiviolador de mi bolso y le amenacé con echárselo en la cara
-Jaja tranquila mujer ¿cuanto quieres por dejarme en paz? te advierto que no tengo billetes de 500 euros, pero alguno de 50 sí
Fue en ese momento cuando até el cabo, ¿como había sido tan imbécil? el mundo se me vino encima, ese supuesto periodista me había utilizado para grabar una escena porno y yo por necesidad económica y porque estaba caliente como una moto había aceptado creyendo que no me grababa. Les pedí a esos chavales que me enseñaran el vídeo, uno de ellos me dijo que se lo había bajado al móvil desde una página web y se ofreció a enseñármelo, mi taquicardia iba en aumento mientras sacaba su móvil y cuando vi el vídeo estuve a punto de desmayarme, efectivamente salía yo follando salvajemente con ese supuesto periodista, la cámara estaba detrás de ese enrome espejo situado enfrente de la habitación que le había pillado manipulando cuando salí de ducharme. Les pedí la dirección de la página web de la que habían sacado el vídeo, me pidieron disculpas pues pensaban que yo era una actriz porno y me comentaron que el hombre con el que había follado era un actor porno relativamente conocido, aunque en el vídeo había editado su cara para que no se le pudiera identificar.
Corrí a casa y me metí en la página que me habían dicho, otra vez más se me vino el mundo encima cuando localicé mi vídeo, no me costó mucho pues era el que más visitas tenía de la página (más de 25.000), para colmo lo había titulado "Una zorrita muy caliente". Encima era de pago así que me tocó pagar 5 euros por verme follando con un desconocido. Duraba una hora y media que comprendía todo, desde la entrevista inicial hasta el polvo en su casa. Me pasé toda la tarde llorando en casa maldiciéndome por haber sido tan inconsciente como para acostarme con un desconocido a cambio de dinero, salí corriendo hasta la casa donde supuestamente vivía ese cabrón y a fuerza de llamar a todos los timbres me abrieron, subí como loca y aporreé la puerta de su casa, todo para no recibir respuesta. Los vecinos, alarmados por el escándalo, salieron de sus casas y me dijeron que por esa casa solo pasaba gente muy de vez en cuando, alrededor de una vez al mes. De esa casa fui directamente a la comisaría de policía a poner la denuncia, para mi sorpresa los policías, haciendo esfuerzos por aguantarse la risa cuando les conté mi caso, me dijeron que si no se le veía la cara iba a ser difícil detenerle, yo les dije que aquel hombre era una actor porno y que no creo que hubiera tantos en España, pero ellos me dijeron que esa clase de delitos suelen quedar sin resolver. Creo que nunca me arrepentiré lo suficiente de mi calentura.