Pago por amor (3)

El tercer capitulo del relato.

Bueno tercera parte de "pago por amor". Gracias por leer este relato y pedir que siga escribiendo las demás partes.

El sábado, fue un día normal y corriente, por la mañana se puede decir que no hice nada, estuve viendo la tele, y jugando al ordenador. Por la tarde quedé con mis amigos y para mirar a ver donde íbamos esa noche. La tarde me paso bastante rápida, ya que nos divertimos bastante, lo que no podía quitarme de la cabeza a Alberto. Ya en casa, antes de cenar, oigo que suena el teléfono era él. Yo: sii?

Alberto: hola macizorro que tal estás?

Yo: muy bien y tú que tal guapísimo.

Alberto: yo bien. Te iba a decir, hoy sales de marcha no?

Yo: si.

Alberto: llegarás muy tarde? Lo digo para saber a que hora quedamos mañana.

Yo: pues cuando quieras, aunque llegue tarde no me gusta despertarme muy tarde, no se a ver, como muy pronto sobre las 10.

Alberto: pues sobre las 10:30 o 11 te va bien?

Yo: si, claro.

Alberto: bueno si llegas mas tarde porque estas cansado o algo no pasa nada, tu me envías un mensaje y ya esta.

Yo: vale, no habrá problema.

Alberto: Una cosa, tienes más boxers como los de ayer?

Yo: mmm si, quieres que lleve puestos uno de esos.

Alberto: jejeje si.

Yo: pues tu tranquilo que me los pondre.

Alberto: vale guai.

Yo: bueno entonces nos vemos mañana en tu casa.

Alberto: si, te esperare impaciente.

Yo: yo estaré igual. Venga un beso tío bueno.

Alberto: Otro para ti, adiós guapeton.

Colgamos. Me fui a duchar antes de cenar, y a dejar las cosas un poco preparadas para esta noche. Después de cenar me preparé y cuando llegó la hora de irme cogí el coche y me fui. Preferí llevar yo el coche, así no bebía alcohol y así al día siguiente no me dolería la cabeza ni nada.

Bueno la noche estuvo bastante bien. Primero fuimos todos a una zona donde van muchos jóvenes de nuestra edad a beber, el famoso "botellón". Cerca había bastantes bares y discotecas. Nosotros fuimos a una discoteca y allí pasamos el resto de la noche. Llegue a casa sobre las 5:30 de la mañana, así que tenía menos de 5 horas para dormir. Puse la alarma del despertador a las 10.

Sonó la alarma del despertador y con la mano la apagué. Pensando que me tenía que levantar pasaron los minutos. Al final cuando me di cuenta ya eran las 10:20, así que me levante con prisa y me fui a desayunar. En el desayuno vi a mis padres que estaban prepagándose para irse. Me dijeron que iban a comer a casa de unos amigos y que antes iban a dar una vuelta por el centro de la ciudad y a tomar algo, me preguntaron que si quería ir con ellos. Les dije que no que ya tenía planes. Después de desayunar me fui a preparar la ropa que me iba a poner, busque unos boxers como los del otro día, lo que estos eran de color azul celeste y el elástico azul oscuro. Me fui a duchar porque estaba un poco sudado y olía un poco mal de la discoteca. Mientras me duchaba mis padres se fueron. Me puse a pensar en Alberto mientras me duchaba y se me puso la polla un poco morcillona pero me controlé mis emociones y acabe de ducharme y fui a mi habitación a vestirme.

Me puse los boxers, un pantalón vaquero, una camiseta de manga corta un poco pegadita y una sudadera de tela fina con cremallera en la parte de adelante, ya que hacia un poco de fresco. Me peine un poco, me puse colonia y me fui a coger el coche. Aunque antes de salir, cogí una bandolera que tenía y allí metí algunas cosas como la cartera, las llaves, los preservativos y cogí el bote de aceite para el cuerpo que usamos la otra vez.

En el coche, iba un poco nervioso pero con ganas. Iba escuchando mi música. Miré la hora y ya eran casi las 11. Cuando llegué a la zona donde vivía él, busqué sitio para aparcar. Me costo encontrar uno, hasta que por fin pude aparcar el coche. Me dirigí al edificio de Alberto y cuando estuve en el portal mire el reloj y eran ya las 11:10. Toqué en su piso que el me dijo cuando me llamó. Y me abrió sin preguntar quien era. Yo abrí y entre. Subí por el ascensor ya que era un 4º. Al llegar, me dirigí a su puerta y toqué al timbre.

Al rato Alberto me abre la puerta, estaba solo con una camiseta y unos slips, estaba buenísimo. No podía quitar la vista de sus piernas. Me estaba poniendo cachondo solo de verle así, con esa camiseta tapándole sus partes, solo se le veía un poco su bulto. Y enseñándome sus piernas que eran increíbles.

Alberto: Hola, pasa.

Yo: Hola Alberto, que tal?

Alberto: bien y tu?

Yo: bien.

Alberto: Perdona que no me haya vestido, así es como suelo ir por casa y pensé que te gustaría. Tu, vienes guapísimo.

Yo: No hay que perdonar nada así estas fabuloso, me estas poniendo cachondisimo.

Cerró la puerta y me acerqué a Alberto. Con un brazo le cogí de la espalada y con el otro de una nalga que luego poco a poco fui apretando su precioso culo. Con la mano de la espalda la metí por debajo de la camiseta y fui acariciándole la espalda. El hizo lo mismo conmigo y nos besamos. El besó duró bastante con nuestras lenguas jugueteando entre ellas.

Yo: Ya tenía ganas de verte, me ha parecido eterno un día sin verte.

Alberto: si, a mi también, solo podía pensar en ti y en que llegara este momento.

Le levanté un poco la camiseta para ver su ropa interior. Era parecido al slip que llevaba otro día, también era blanco, pero este tenía un elástico como el mío de color negro. Le marcaba muy bien el paquete que parecía que había aumentado un poco. Me fije en el culo y se le veía muy bien le quedaba perfecto.

Yo: joder, te quedan muy bien a ti los slips.

Alberto: jejeje gracias, a ver tu boxer.

Me cogió del pantalón, y me lo desabrochó, luego bajo la cremallera y me los bajo un poco más bajo del culo. Tenía la polla un poco morcillona.

Alberto: mmmmm, como te marca tío, se nota que se te ha puesto morcillona ehh.

Yo: jejeje sí. Te gusta de este color?

Alberto: si, y me encantan como te quedan. A ver el culo (me giré). Mmm que culito. Quítate los pantalones, quédate cómodo como yo, no pasa nada.

Me quite los pantalones, y me quede solo con la sudadera y la camiseta y los boxers. Fuimos para su habitación y me enseño un poco su casa.

Alberto: No es tan grande como la tuya pero esta bien.

Yo: si esta muy bien, y esta muy bien decorada.

Alberto: si te oyera mi madre seguro que te besaría hasta no parar, con lo contenta que se pone cuando le dicen eso. (los 2 reímos). Deja los pantalones encima de esa silla si quieres.

Dejé los pantalones donde me dijo y aproveche y también me quité la sudadera y dejé también la bandolera y me quedé con la camiseta.

Alberto: que guapo que estas así, me pones muy cachondo.

Yo: y tú a mí también a mí.

Alberto: quieres que ponga un poco de música?

Yo: vale.

Puso un cd de música y mientras mire por su habitación y vi que tenía muchas miniaturas y otras cosas.

Yo: Por qué no me enseñas tus hobbies.

Alberto: vale, mira ven.

Le seguí y me estuvo enseñando las figuras. Son de un juego llamado "warhammer", me contó desde cuando jugaba y con quien, y que él mismo las pintaba y tal. Yo conocía ese juego porque unos amigos míos también juegan. Mientras me enseñaba sus cosas yo le cogia del costado y le acariciaba. Era maravilloso, me gustaba su cuerpo y su personalidad, era el chico perfecto. Me acerqué más a él y me puse detrás suyo. Pegué mi paquete en su culo. Y mis manos se metieron dentro de su camiseta y empecé a acariciar su pecho y su barriga.

Alberto: mmm que bien, sigue por favor.

Una mano la dejé acariciando su pecho y pezones y la otra la bajé a sus piernas. Tenía una piel muy suave. Esa misma mano más tardé la llevé a su paquete. Pude notar que su polla se ponía cada vez mas dura. Yo no paraba de sobar todo lo que era su polla y sus huevos, por encima del slip. Mientras hacíamos algunos movimientos para mover mi polla en la raja de su culo, la cual también estaba dura ya.

Alberto: Noto tu polla que ya esta dura, sigue tocándome así por favor.

Yo: como tú desees mi niño. La tuya también esta muy dura ya, me encanta.

Seguimos en la misma postura, sin parar de sobarnos. Yo mientras le besaba el cuello y cada vez que lo hacia notaba como su cuerpo se estremecía y soltaba un leve gemido. Mientras le tocaba el paquete, pude notar algo húmedo, ya le salía un poco de líquido preseminal. Entonces Alberto se giró y se puso de frente a mí.

Alberto: Joder como se te ha puesto la polla de dura, y se marca todo en ese boxer.

Yo: es que tu culo es maravilloso, y bueno tu polla tanto por igual.

Se pegó a mí, y nos besamos un rato, mientras aproveché para tocar ese culo que me encantaba, claro esta que metí las manos por dentro del slips para tocarlo mejor.

Alberto: Hoy quiero ser tuyo, hoy tiene que ser especial.

Yo: claro, y yo seré tuyo también.

Alberto: Bueno pero tendrá que ser más tarde, quiero hacerlo como ahora, tocarnos, y jugar. Para divertirnos más.

Yo: vale, estas morboso hoy eh.

Alberto: si jejeje.

Yo: vale como tú quieras mi niño. Te gusta que te llame así.

Alberto: si, guapísimo.

Pusimos la televisión, y echaban una serie que nos gustaba a los dos. Nos tumbamos en su cama. Él medio girado y yo detrás con mi polla en su culo y acariciándolo mientras veíamos la serié. Se estaba super bien así con mis manos acariciándolo por dentro de la camiseta y por su paquete. No estábamos haciendo sexo y era una experiencia que me encantaba, que me calentaba un montón. Solo el tocarnos y acariciarnos.

Alberto: te gusta la comida china?

Yo: si por?

Alberto: podemos pedir en un chino que nos traigan la comida.

Yo: vale.

Alberto: bueno pues luego llamamos.

Yo: Alberto, me pones a mil, te gusta como te toco.

Alberto: si lo haces genial.

Entonces se giró un poco y nos empezamos a besar como desesperados. Alberto se puso sentado encima mia, con su culo encima de mi polla mientras nos besábamos. Paramos y se quitó la camiseta. Pude ver que llevaba el colgante del otro día. Empezó ha hacer movimientos con su culo en mi polla. Y se acercó a mi oido.

Alberto: te gustaba el colgante no?

Yo: si, te queda genial.

Alberto: tengo ganas de una buena mamada, que te parece?

Yo: una magnifica idea.

Sin esperar más Alberto me quitó mi camiseta y quedamos los 2 en ropa interior. Luego me empezó a sobar mi polla por encima del boxer. Mi polla estaba lo mas dura posible. Alberto cogío el borde del elástico y sacó un poco de mi polla. Se acercó y besó la punta de mi polla. Yo empecé a gemir, mi polla super dura y al sentir sus labios tan suaves me puse cachondisimo. Me la acabó de sacar y la empezó a lamer de abajo hasta arriba. Yo no paraba de gemir de gusto. Era maravilloso. Me acabó quietando mi ropa interior, y seguido empezó a chuparme los huevos mientras me pajeaba mi polla. Yo estaba en un éxtasis de gusto. Cuando sin esperármelo noto como se mete casi toda mi polla de golpe en su boca y empieza a chupar como un desesperado. Arriba y abajo veía la boca de Alberto con mi polla dentro de su boca. Yo no podía más, era la mejor mamada que me estaba haciendo. No iba a tardar en correrme.

Yo: siii Alberto así, ahhh, dios me voy a correr siii.

Alberto, siguió chupando como un desesperado, entonces mi polla se puso tensa. Alberto en ese momento se la sacó de su boca y la empezó a pajar sin parar y a chuparme los huevos, yo gemí como nunca y empezó a salir chorros de semen de mi polla mientras yo gemía como un loco. Se llenó mi barriga de semen al igual que mi pecho y un poco que había llegado a mi cuello. Pero mi barriga estaba toda repleta de semen. Alberto fue a mi polla y chupó los restos de semen que quedaban en mi polla. Yo mientras no paraba de respirar fuerte y recuperarme de esa gran sensación.

Cuando me recuperé pude ver a Alberto con cara de satisfacción al igual que la mía. Miré mi barriga y estaba toda llena de chorretones de semen.

Alberto: luego dices que tu no te corres tanto y mira.

Yo: es que entre el calentón de antes y la pedazo de mamada que me has hecho, ha sido increíble. Lo mejor.

Alberto: me alegro que te haya gustado. Es lo que quería.

Yo: ahora déjame probar tu polla no?

Alberto: claro.

Sin yo moverme se acerco a mi cabeza y me plantó tu paquete en la cara, y me restregó un poco la polla por la cara.

Alberto: Te gusta?

Yo: claro.

Alberto: Sácala que tiene ganas de salir.

Antes de sacarla lamí un poco por encima del slip y mordisquee suavemente. Luego le baje un poco el slip y su polla salió disparada mirando el techo. La lamí un poco desde abajo hasta arriba y Alberto me estremeció.

Le baje más los slips y salieron sus huevos, los cuales chupe uno detrás del otro, mientras empecé a pajear su polla.

Yo: quítate el slip.

Se quitó el slip y me puso otra vez la polla en mi cara, yo la empecé a lamer por todo hasta que me la fui metiendo poco a poco en la boca. Alberto cada vez iba gimiendo mas y mas. Yo lo agarré del culo con una mano en cada nalga e iba marcando el movimiento a la vez que se lo estrujaba y si podía le tocaba con un dedo el ano. Alberto cada vez gemía más, estaba entrando en éxtasis. Su polla ya me entraba entera en la boca y yo cada vez chupaba más rápido. El calor iba aumentado, los gemidos se aceleraban cada vez más y el volumen de ellos también.

Alberto: Sigue si, sigue, me encanta, sii, ya viene ya viene.

Al decirme eso me la saqué de la boca y la empecé a pajear, Alberto se hecho un poco para atrás y a la vez para arriba, no le dio tiempo a colocarse del todo, cuando mientras yo se la estaba pajeando empezó a soltar chorros de semen como un poseso y a gemir muy locamente. Un chorro me cayó en la cara y los otros por el pecho. Abrí los ojos ya que lo que me cayó en la cara lo tenia por alrededor de la boca y ví a Alberto soltando lo que aun le salía. Le cogí de la polla y lo acerque otra vez a mi, y se la chupé otra vez con los restos de semen que tenía. Cuando acabé él se hecho a un lado y nos quedamos mirando.

Yo: Joder, debo parecer el hombre de leche.

Alberto: ajjajaja, si algo parecido. Espera.

Con sus dedos me ayudo a chupar el semen que tenia por al lado de mi boca. Yo con un dedo mió cogí un poco de mi semen de mi barriga y se lo di a él.

Alberto: bueno voy a por papel para limpiarte que hay demasiada leche.

Me ayudo a limpiarme.

Yo: ha sido genial hoy, menudas mamadas.

Alberto: si ha sido fantástico.

Él salió un momento de la habitación, yo me quede sentado en la cama viendo la tele. Al rato entró él y se sentó al lado mía. Se tumbo un poco encima mía, y yo le pase la mano por detrás.

Alberto: Espera que me coloco así me acaricias el culete.

Yo: jejeje, vale.

Y nos quedamos así mucho tiempo. Se estaba muy bien, sentíamos nuestros cuerpos el uno al otro. Yo le empecé a mirar y no podía creer que estaba con un chico así. Era el sueño de mi vida. Le miré el culo que estaba tocando y la verdad era lo que yo quería.

Viendo ese magnifico cuerpo se me puso morcillona la polla y Alberto se dio cuenta.

Alberto: Ueep, que la cosa crece, jejejej.

Yo: jeje, si, es que te estaba mirando y claro pues la cosa sube.

Alberto me la empezó a acariciar un poquito, poco a poco con suavidad. Yo mientras seguía con su culito.

Alberto: Que hacemos vamos llamando al chino?

Yo: pues como quieras.

Alberto: Bueno traigo la publicidad que mientras decidimos también tardamos ejeje.

Yo: si venga traelo.

Mientras me puse a mirar un poco por la habitación. Estaba muy chula. Miré un poco las figuras, miré un poco la ropa que tenía en el armario ya que estaba medio abierto. Al rato entró Alberto con la propaganda.

Yo: Te importa si cotilleo un poquito.

Alberto: jajaja no hombre, mira lo que quieras. Yo te voy diciendo los menús y tal.

Mientras él me decía lo que podíamos pedir yo iba mirando cosas. Llegué a una cajonera que intuí que estaría su ropa interior y camisetas y tal. Abrí el primer cajón, y allí estaba su ropa interior, calcetines y esas cosas. Miré la ropa interior y la mayoría eran slips aunque también había algún boxer. Todos eran muy chulos, la mayoría blancos, otros azules, otros con dibujitos, eran muy graciosos.

Alberto: que te parecen?

Yo: están muy chulos, un día te pones uno de estos de dibujitos.

Alberto: jajajaja como quieras, eso me los regalo mi abuela.

Yo: Bueno pues al final pedimos el menú ese que has dicho.

Alberto: vale.

Pedimos la comida al chino y solo faltaba esperar ha que llegase. Cogí a Alberto y me tumbé en la cama con el encima. Le agarré de las piernas y se las atraje un poco hacia a mi. Ósea quedó encima mía, polla con polla, con las piernas digamos como de rodillas, y con el culo en pompa. Nos empezamos a besar y yo a acariciarle por todo. Le cogí de su culo y con un dedo fui tocando su ano ya que su culo estaba bien abierto. Alberto se empezó a mover muy despacio para que rozasen nuestras pollas. Lo hacíamos muy lento, mas que nada para pasarlo bien mientras nos traían la comida.

Yo: mm, esos labios que tienes, y esa lengua.

Alberto: jajaja, tu lengua si que sabe.

Yo: hoy estas calenton calenton eh.

Alberto: si, mucho.

Seguimos besándonos y rozándonos y yo tocándole el ano a Alberto, que eso le estaba gustando mucho. Al rato llamaron. Nos pusimos la ropa interior y Alberto se puso un pantalón corto. Y fue a abrirle al chino para que subiera. Al rato subió el chino, le pago y cogió la comida. Yo fui para la cocina y estaba él colocando alguna cosa.

Yo: le has abierto así al chino?

Alberto: si por? Que pasa?

Yo: nada solo que parece que tienes una tienda de campaña en el pantalón.

Alberto se mira y nos empezamos a reír los dos.

Yo: te importa que este en boxers?

Alberto: no que va, si yo también me iba a quedar con los slips.

Comimos y mientras estuvimos viendo la tele y hablando. Después de comer, recogimos todo, y nos fuimos al salón a ver la tele y a descansar un poco. Allí estuvimos ablando de anoche de donde fui yo de marcha y donde fue él. Me contó que el llegó sobre las 3:30 y tal y que se lo había pasado muy bien. Al rato, ya no decíamos nada y me fije que Alberto se había quedado dormido. Estaba un poco tumbado encima mío. Yo no tardé en dormirme tampoco, había dormido poco ese día y además que no se puede negar uno a la típica siesta española.

Luego me despierto notando que algo me esta tocando y besando. Era Alberto, que me estaba besando el pecho. Lo miré y lo dejé hacer porque me estaba gustando. Se percató de que me había despertado y se acercó a mí y me beso en la boca. Mientras me besaba empezó a rozar su paquete con el mio. Se acercó a mi oreja.

Alberto: Que te parece si me haces tuyo.

Yo: lo que tu quieras mi niño. Pero tu también me tienes que hacer tuyo.

Alberto: vamos a mi cama estaremos mas comodos.

Yo: de acuerdo.

Fuimos a su cuarto, puse los preservativos y el aceite en su mesita de noche para tenerlos a mano. Tumbé a Alberto en la cama y le quite la ropa interior, yo me quite la mía y me tumbe encima suya y nos empezamos a besar como desesperados.

Yo: Quiero que me la metas tu primero.

Alberto: vale.

Yo: que tal si pruebo de sentarme encima.

Alberto: como quieras, mientras lo hagamos con cuidado.

Me giré y le puse mi culo a la cara, yo empecé a chupar su polla para ponerla al máximo. Él se hecho un poco de aceite en los dedos y empezó a ponerlos por mi ano y a meterlos poco a poco. Yo empecé chupando la punta de su polla hasta que poco a poco la fui tragando entera. Cuando la tenía ya del todo dura, pare de chupar. Alberto ya me metía 2 dedos. Entonces me giré, y le puse el condón a su polla. También le puse un poco de aceite al igual que en mi culo. Puse mi culo encima de su polla, y coloqué su polla en mi ano. Alberto me cogío de mis costados para ayudarme.

Yo: Preparado.

Alberto: si y tu?

Yo: si voy.

Empecé a bajar y la polla de Alberto empezó a hacer presión en mi culo. Alberto me cogía de un lado y con la otra mano agarraba su polla. Yo fui empujando para abajo y la polla de Alberto iba entrando poco a poco. La punta de su polla entró con facilidad, casi no me dolió. Empuje un poco más y entró un trozo mas de su polla, ahora me dolió un poco más. Poco a poco iba bajando más. Alberto ya me agarraba con las dos manos, solo quedaba un trozo de su polla. Decidí dejarme caer en el último trozo. Así que empuje un poco para abajo y luego deje que la fuerza de gravedad hiciera el resto. Me dolió bastante pero aguante. Su polla entró entera. Alberto gimió bastante. Yo gemí también con locura. Luego poco a poco fui sacando su polla de mi culo y luego metiéndola otra vez, estuvimos haciéndolo muy despacio hasta que mi culo lo aguantara bien.

Luego con el tiempo fui acelerando el ritmo, dando saltos encima de la polla de Alberto. Él me cogío con una mano mi polla y la empezó a pajear mientras el movía su pelvis al compás de mis saltos. Estaba siendo una penetración espectacular. Los dos gemíamos como locos, su polla no paraba de entrar y salir de mi culo. Yo me eché un poco para adelante poniendo mis manos en el pecho de él. No parábamos de gemir. Me puse otra vez recto y empecé a acelerar lo más que podía la penetración. Alberto estaba en estado de éxtasis si parar de gemir y de pasar gusto. Cada vez gemía mas fuerte.

Alberto: siii, siii, así, me vengo, me vengo, siii.

Entonces se corrió en mi culo, claro esta con el condón. El gemido fue bajando poco a poco, yo me tumbe encima de él sin sacarme su polla aun. Los dos respirábamos muy acaloradamente. Nos unimos en un beso muy apasionado.

Yo: que te ha parecido.

Alberto: maravilloso, te ha gustado?

Yo: si mucho, me ha dolido un poco mas que la otra vez, pero ha sido genial.

Alberto: me alegro.

Yo: ahora le toca a ese culito que me gusta tanto.

Alberto: si, hoy tengo ganas.

Yo: pues vamos.

Me saqué la polla de mi culo y quitamos el preservativo, y salio bastante leche, no tanto como antes pero ya era mucha.

Yo: que tal si te quedas tumbado, te levanto las piernas, te apetece?

Alberto: bueno lo podemos probar asi nos podemos ver.

Le bese primero por todo el cuerpo y él me cogió la polla para pajearmela un poco. Yo le chupé un poco la suya con algún resto que quedaba aun de semen. Alberto levantó un poco las piernas y le abrí las nalgas. Me acerque y con mi lengua le chupaba su hermoso culo y su ano. Alberto empezó otra vez a gemir. Se retorcía de gusto cada vez que mi lengua daba vueltas por su ano o intentaba entrar dentro. Cuando mi lengua ya entraba un poco en su culo. Me puse un poco de aceite en un dedo y le fui metiendo poco a poco hasta que se lo metí entero, luego empecé un mete y saca y dando un poco de vueltas. Alberto me pedía que no parase le estaba encantando. Le metí el 2º y el calor ya estaba muy presente entre nosotros. Así que me puse el preservativo, y le unte también un poco de aceite y lo puse apuntando en su ano, no sin antes ponerme sus piernas en mis hombros. Nos miramos, y entonces fue cuando empecé a empujar. Al principio bien, Alberto gemia de gusto. Cuando entró la punta le empezó a doler, pero me dijo que siguiera. Mi polla entró muy poco a poco y parando a ratos pero entró. La mantuve un rato dentro y moviéndola un rato, hasta que empecé a sacarla un poco y a meterla otra vez. A partir de allí ya no paré cada vez fui mas rápido y cada vez sacaba mas polla y le metía mas polla. A Alberto ya se le habia quitado el dolor, ahora disfrutaba como yo. No paraba de gemir, ahora gemia mas que antes, lo estaba disfrutando al máximo. Mi pelvis se movia hacia su culo sin parar. A veces se oia muy bien el choque de nuestros cuerpos. El calor ya era máximo. Mi sensación increíble, era un culo maravilloso. No iba a aguantar más.

Yo: Alberto me corro, no aguanto mas, menudo culo que tienes.

Alberto: dale mas si, venga córrete.

Aceleré el ritmo lo mas rápido que pude y entonces fue cuando mi cuerpo se arqueo y gemí como nunca. Mi polla saco todo el semen que tenia. Me quedé sin fuerzas y Alberto abrió un poco mas las piernas y caí encima suya. Los 2 respirando casi sin aliento. Le miré y nos besamos.

Yo: Alberto

Alberto: dime

Yo: Quiero que seas mi novio. Que dices? Quieres serlo?

Alberto: (casi sin poder hablar), Sí claro que si, me moría por que me preguntases eso.

Nos besamos otra vez, sin sacar la polla de su culo. Cuando nos cansamos saqué mi polla, ya un poco flácida. Y me quité el condón. Recogimos todo un poco y nos volvimos a tumbar en la cama abrazados.

Yo: te ha dolido mucho?

Alberto: ha dolido pero no para tanto, me lo haces con mucho cuidado.

Yo: te quiero tio, me he enamorado de ti un montón.

Alberto: yo también, abrázame y tócame como tu sabes.

Yo: claro mi niño.

Lo abrace y con una mano le acariciaba el su culito. Mientras él hacia lo mismo. Nos quedamos así mucho tiempo, acariciándonos y besándonos hasta que llego la hora que me tenía que ir.

Alberto: bueno no tardaran mucho mi padres en llegar.

Yo: vale, pues empezaré a vestirme.

Nos vestimos los 2 y nos fuimos para la puerta a saludarnos. Nos dimos un buen beso y un buen sobamiento por todo el cuerpo.

Yo: bueno mi niño o cariño como quieras jejeje.

Alberto: me da igual como te guste a ti. Te quiero un montón.

Yo: yo también a ti. Quieres que esta noche te llame y hablamos.

Alberto: vale. Bueno adiós.

Yo: adiós.

Me fui de su casa y cogí el coche y me fui para la mía. Había sido un día muy especial e inolvidable. Iba en el coche y notaba un poco mi culo dolorido, pero nada comparado con el mejor día de mi vida.

Llegue a casa y después de cenar, llame a Alberto, estuvimos ablando de ese día y de lo que nos habíamos enamorado el uno al otro. Quedamos para el día siguiente comprar sus piezas que le faltaban al ordenador. Ya éramos pareja!