Pagando por sexo (5)

Mi esposa desea tener sexo con un hombre, yo estoy de acuerdo, pero tengo que estar presnete

Pagando por sexo Capitulo 5

En el capitulo anterior relate con lujo de detalles el segundo encuentro con nuestro chico Raúl y todo lo que sucedió, no omití nada, mi relato fue sincero y verdadero en todos sentidos, Algunos de mis cuatro lectores estarán pensando que mis tendencias hacia el chico de nuestros encuentros rayan el la homosexualidad y sobre esto me gustaría hacer unos comentarios, reflexiones, consideraciones y conclusiones. Después de haber platicado largo y tendido sobre este delicado tema con mí esposa Inés, los encuentros con el chico y ver a mi esposa poseída por un hombre me motivaba mucho en cuanto morbo se refiere, no creo que nada mas me caliente de esta forma, quizá verla hacer el amor con otra mujer me cause un morbo similar, o también llegarla a ver coger con dos hombres al mismo tiempo, en fin que los pensamientos son muchos y muy variados. Pero una cosa es la fantasía y otra la realidad, me preocupaba un poco ver que cada vez que cumplíamos una fantasía ya ambicionábamos probar otra cosa, también me inquietaba el sentir cierta atracción hacia el chico, posiblemente envidia y celos, por ser lo que el es, joven, bien dotado y sin ningún complejo, cuando platique esto con mi esposa, ella no vio nada raro en esta conducta y me dijo con esa viveza y mucho sentido femenino; "…no te preocupes por esas tonterías, claro que sientes atracción por el chico, eso es normal y no creo que te afecte para nada sin un día te decides a tocarlo, acariciarlo, masturbarlo e inclusive mamarle la verga, eso no te hará ser menos hombre, solo estarás satisfaciendo una normal y sana curiosidad, a mi no me importa el que tu lo llegues a hacer , es mas me calentaría mucho el ver cono le mamas la verga a Raúl, no creo que a el le interese ni le guste la penetración anal, eso estoy segura de que a ti eso no te gusta ni te atrae, por eso no me preocupo, pero casi estuviste a punto de probar verga la otravez,¿te acuerdas…? Sentí y vi tus deseos de que querías acariciar al chico, tocarlo, agarrarle la verga y mamársela, eso no me lo podrás negar porqué lo sentí y lo viví contigo, pero, mi amor, te lo juro, a mi no me importa…"

Pasaron varios días desde nuestro ultimo y calientísimo encuentro con el chico y mi esposa y yo nos habíamos reservado tanto sexualmente como de platicar sobre este encuentro con el objeto de no mermar mi fuerza sexual y que conservara mi vigor para el próximo encuentro, el cual lo comenzamos planear varios días mas tarde, para ser precisos una muy quieta tarde de domingo, cuando reposábamos ya solos los dos en nuestro departamento después de una opípara comida que tuvimos en el club con nuestros amigos de mucho tiempo, Berta y su esposo.

Antes de comer, ya en el club y con la agradable compañía de nuestros amigos, me tome varios tequilas, al igual que los demás y obviadamente que durante la comida y sintiéndome mas confiado por el efecto del alcohol, me dedique a observar detenidamente a Berta que estaba sentada a mi lado, que bella es, ojos grandes claros, pelo ondulado corto, labios carnosos, dientes perfectos y además muy simpática, esto me llevo a visualizarla mentalmente, imaginándomela cogiendo con el joven Raúl, así como visualizarla como le mamaba la verga y otra serie de escenas eróticas y calientes, tales de como tendría sus orgasmos, que le diría en sus momentos mas calientes al chico y también de como yo me la cogería y la mamaria hasta hacerla acabar en mi boca, todo esto mientras platicábamos de cosas triviales, por supuesto que estos pensamientos me produjeron una erección que me duro largos minutos y a la que Inés puso un abrupto final, al darse cuenta de cómo estaba y evitar que no yo no fuera a cometer una indiscreción con Berta o con su esposo, al que tenia enfrente de mi en la mesa. La mujeres nos dan veinte vueltas en cuanto a ocultar los sentimientos y pensamientos delante de otras gentes, tienen esa innata habilidad para llevar la plática o las situación hasta donde ellas quieren, por eso Inés puso punto final a mis calientes pensamientos y mis miradas ya un tanto descaradas que tenía hacia Berta, exclamando: "Por favor Rafael cuéntanos con todo detalle el negocio ese de construcción de miles de casas al que te al que te están invitando y podrías ganar muchísimo dinero " Eso puso un final total a mis fantasías eróticas con la guapa Berta, y regrese a la tierra de sopetón, perdiendo de inmediato mi erección, y sin más remedio que enfrascarme en una plática totalmente diferente a mis intimos pensamientos eróticos. Así paso todo el resto de la comida, explicando y contestando las diferentes preguntas de nuestros amigos y de Inés, las cuales eran muy bien formuladas y me llevaba tiempo el contestarlas y el concentrarme en lo que estaba diciendo.

Ya solos y tranquilos en nuestro apartamento, mi esposa me llamo la atención sobre mi casi indiscreta conducta hacia Berta, por supuesto que sabia lo que yo había pensado y sentido, diciéndome, "Mira Rafael lo que esta pasando entre Berta y Raúl, que ya son varias semanas de relación, ella sabe de nosotros y el chico, esto es entre ella y yo solamente, por favor no cometas el error al darle a conocer a Berta que ya sabes de su relación con el chico, no vayas a arruinarlo todo, le puede costar muy caro a ella por los celos del baboso de su marido, así es que jamás vuelvas a portarte de esa manera…además podrías truncar los planes que tenemos para que tu te la llegues a coger y después hacer un cuarteto con el chico…"

Acepte mi error y le prometí que jamás se repetiría, pero le pedí que me contara como iban los planes para tener el cuarteto con Raúl, que le había platicado, cuanto sabia de nosotros y de nuestros encuentros con el chico y demás detalles y además le rogué que me contara lo que me había dicho en el Motel, cuando me menciono que me tenia un sorpresa. Inés comenzó diciéndome que Berta sabia absolutamente todo y todos los detalles de lo que habíamos echo con Raúl, que yo ya sabia de su relación extra-marital y la sorpresa, si fue una real sorpresa para mi, nunca me imagine lo que me iba a contar acerca de Berta y ella.

Mi esposa y Berta se conocen desde hace muchos años, es mas desde solteras y muchas veces han viajado juntas y se siguen viendo dos o tres veces por semana, saben todos sus secretos mas intimos, sus deseos, sus fantasías, sus amores y sus odios, en fin, saben ambas todo de todo. Inés me aclaro que lo que me iba a contar de ellas dos, no emitirá yo un prejuicio, ni adelantar vísperas. Comenzó su relato remontándose a varios meses atrás cuando ella y Berta estaban platicando solas en nuestro apartamento una tarde tranquila y sin interrupciones, su platica se fue hacia los temas sexuales, de que les hacia falta a ellas, Berta le dijo que su esposo casi no se la cogía y cuando lo hacia la dejaba caliente y tenia que recurrir a su "consolador", que era un vibrador eléctrico en forma de pene de unas 7 pulgadas y de un grosor regular, que había comprado en Miami en su ultimo viaje, era el ultimo grito de tecnología, ya que tenia varias velocidades de vibración, estaba fabricado con un material que era muy similar al del ser humano y que siempre lograba unos orgasmos muy intensos con su moderno aparato.

Esta conversación llevo a las dos calientes señoras a contarse mas intimidades y fantasías, que las acarreo a calentarse mucho e Inés le pidió que le mostrara como usaba su vibrador, que le fascinaría verla tener un orgasmo, sin mas se fueron a nuestra cama y como Berta traía el aparato en un elegante estuche de piel roja, similar a uno de Cartier, por lo cual nunca nadie sospechaba lo que contenía, si es que lo llegaban a ver en su bolsa, procedieron a desnudarse y así comenzó una relación entre ellas, que sin ser lesbianas para nada, se dieron placer entre ellas de una forma calientísima y que me estaba poniendo de a mil al escuchar a Inés contándome sobre su primer encuentro sexual con Berta. Me contó como una cosa llevo a la otra, fueron los detalles de cómo su amiga la inicio en esta deliciosa práctica, los que me pusieron tan caliente que ya no podía con mi erección y le roge que a mi esposa que me dejara cogérmela, ella me ordeno que me esperara, se desnudo completamente y procedió a demostrarme el uso del consolador eléctrico de Berta, que se lo había prestado con el único fin de darme mi una exhibición. Yo nunca había visto, en vivo, un aparato similar, es una verga perfecta, con sus venas definidas, me recordó mucho el pene de Raúl, era como si le hubiesen tomado un molde de su verga al chico, tenia el mismo tamaño y grosor, Inés se lo metió en la boca y lo mamo mostrándome el arte de mamar verga, poco después se abrió de piernas y se lo introdujo en su bien mojada vagina, haciéndolo vibrar, en pocos minutos alcanzo el orgasmo y fue entonces que me dejo penetrarla, como estaba yo al máximo de calentura y había tenido la verga parada un buen rato, me vine en menos de un minuto de haberla penetrado, con el consiguiente disgusto de Inés, que quería seguir cogiendo… Mi esposa disgustada por mi pobre actuación, ya no me quiso seguir contando nada sobre Berta y los planes para llegar a tener nuestro encuentro. Solamente me expresó que ella pasaría una gran vergüenza con su amiga si así me la iba a coger, yo también me preocupe por no poder alargar el coito. Al día siguiente fui a ver mi urólogo quien me receto una pomada que me deberla untar en la parte inferior del pene y en el frenillo con el objeto de disminuir la sensibilidad y poder coger por un periodo prolongado antes de llegar al orgasmo. (Esta pomada se usa principalmente para disminuir la comezón por piquetes de mosco y otras irritaciones, es muy recomendado su uso para evitar la eyaculación precoz)

Esto se lo conté a Inés esa misma noche y le encanto que hubiese tomado esa decisión y para probar la eficiencia de la pomada se expreso de esta forma: "para calentarte rico te voy a detallarcomo esta Berta de su cuerpo y que le gusta hacer para gozar con un hombre ", y así fue su relato "… tiene unas piernas y nalgas preciosas, duras y paradas, los muslos son su mejor parte, el vientre lo tiene casi plano, esta depilada completamente en su pubis, sus labios vaginales son diferentes a los mios, los tiene un poco abiertos, su clítoris es mas grande que el mío y se localiza fácilmente además lo tiene súper sensible, o sea que la puedes mamar con mas soltura y mas rico que a mí, ella te ira indicando como hacerlo, lo que mucho le gusta es que le besen y le mamen su anito, lo tiene rico y también muy sensible, yo ya se lo mame y le metí la lengua en su rico hoyito, esta mas apretada que yo en cuanto a su vagina, pues le hicieron una cirugía, hace ya algún tiempo, para hacerla mas estrecha, pues al tener sus hijos la desgarraron un poco de esa parte, eso el lo que mas le gusta a Raúl, la estrechez de su vagina, que inclusive estando ella bien lubricada con sus fluidos le aprieta la verga de una forma exquisita, esta es su mejor parte. No le gusta que le toquen mucho los senos, ya ves que los tiene operados, le tienes que mamar los pezones con delicadeza, También le gusta la penetración anal de vez en cuando, cosa que a mi, como bien lo sabes, no me gusta del todo, Raúl si la ha penetrado por allí, pero por su insistencia y calentura, me dijo que la lastimo un poco por el grosor que tiene la verga del chico, pero solo lo hace para darle gusto y muy ocasionalmente, contigo no tendrá ese problema…y no creo que te niegue su anito, si se lo pides con delicadeza y oportunamente, para recibirte con las debidas precaucione higiénicas, porque es igual de delicada que yo, en cuanto a la higiene y limpieza se refiere, ya veras como la vas a gozar muchísimo…eso si, mama verga súper bien, creo que mejor que yo, como lo ha afirmado Raúl…"

Esta conversación me había causado una erección muy fuerte y procedí a untarme la crema en mi verga, hay que esperar unos minutos a que haga efecto, mientra pasaba esto, Inés, ya desnuda y jugando con el vibrador, me siguió contando que para llevar bien los planes del nuestra primera reunion para que yo me la cogiera, ellas dos primero tenían que tener juntas un encuentro con Raúl sin mi presencia, para tenerse mas confianza y disfrutar al chico juntas, esto se llevaría a cabo el jueves próximo por la tarde, y después ella con Berta vendría a nuestro apartamento, para que yo me la cogiera por primera vez, ya habiendo sida ella penetrada por Raúl, y vendría bien llena de semen, por supuesto Inés estaría presente para ver como me la cogía, este pensamiento me dijo que la calentaba mucho, porque el morbo de verme a mi coger con su amiga seria similar como el verla yo coger con el chico. Estuve de acuerdo en todo y solo de pensar de cómo pensar se cogerían al chico las dos calientes señoras, me calentó aun más. Por fin Inés me dejo penetrarla, pero primero, para calentarnos mas, hizo que me introdujera el consolador, la verga artificial, en la boca y lo mamara, ella me iba indicando como hacerlo, diciendo, "…tienes quepracticar en mamar verga para cuando se la manes a Raúl, le produzcas mucho placer…", así me tuvo un rato saboreando la verga artificial, recorriendo el tronco con la lengua, en otras palabras aprendiendo el arte de mamar verga, esta acción me gusto mucho y me calentó aun mas. Al cabo de un tiempo poniéndose ella en la conocida postura de "perrito", le metí la verga en su mojada vagina y comencé el mete y saca, esto lo hice por unos tres o cuatro minutos y no me venia. Lo que me lleno de entusiasmo y cambiamos de postura, poniendo ella sus piernas en mis hombros en la orilla de la cama, y continúe cogiendo, había perdido mucha sensibilidad en la verga por la pomada, a Inés esto le fascino y me lo hizo saber diciendo "…así mi amor así dame, dame verga, que rico coges, dame mas y mas, gózame, hazme acabar, muévete mas, métemela mas adentro, así cojéeme, que rico,…" y otras cosas por el estilo, muy rara vez nos decimos palabras vulgares o insultos, eso no nos caliente, aunque si hay gentes que con las palabras soeces o insultos disfrutan mas el acto sexual.

Seguía cogiéndome a mi esposa sin venirte aun, nunca había durado tanto, pero me di cuenta de que necesitaba mayor y mas estimulación para lograr llegar al orgasmo, se percibió de esto eso Inés diciéndome, "…imagínate que soy Berta y que te las estas cogiendo, recién penetrada y llena de leche de Raúl…" esto basto para poder casi de inmediato venirme riquísimo y de una forma muy prolongada, mas que de costumbre, ¿seria acaso por la pomada? Había estado cogiéndome a mi esposa por unos 15 minutos o un poco mas, cosa inusitada en mi y que no había pasado en mucho tiempo y que obviamente la puso muy contenta y satisfecha, ya que también ella había alcanzado su orgasmo, se porto muy cariñosa, linda, diciéndome; "…ahora si mi amor, estoy orgullosa de ti, duraste mas rato cogiéndome que el mismo Raúl que me penetra durante largo tiempo, y me va a encantar verte coger con Berta, va ser un encuentro delicioso y muy caliente y antes de cogértela, para calentarnos mas sabroso todos, te contaremos lo que hicimos con el chico y que nos hizo a las dos con su rica verga y sus copiosas venidas, veras como la vas a gozar, como nunca te has imaginado…vas a cogerte a Berta bien venida, llena del semen del chico, tal y como a ti te gusta…pero primero le vas a mamar su chochito y su ano…para tenerla bien lista y caliente…."

En eso quedamos y la espera para mi encuentro con Berta y mi esposa, se me hizo eterno, como de costumbre, pero ahora ya tenía yo la seguridad de poder durar en el coito lo que un hombre normal dura y aun más, si es que me comparo con Raúl, cuando se coge a mi esposa Inés. Por fin llego el jueves y ya como a las 8 de la noche, llegaron Berta e mi esposa a nuestro apartamento, yo ya tenia preparados las bebidas, la cama estaba lista solo con la sabana del colchón y sus almohadas, sin cobijas ni otros estorbos.

Amabas señoras se veían contentas y satisfechas, pues las dos habían sido bien cogidas y mamadas por el chico, además de que se dieron gusto entre ellas dos, acariciándose, y besándose, antes de tener contacto con Raúl calentándolo al máximo, que primero se cogío a Berta y después, sin perder la erección se cogío a mi esposa, cuando el chico se vino le dejo su chochito lleno de semen, Berta procedió a limpiarla bien del semen del chico manándola y produciéndole con este acto otro orgasmo a mis esposa. Un rato mas tarde y después de mamarme entre las dos la verga al muchacho, este se cogío a Berta en la postura de misionero, siendo estimulado en su ano por los dedos de Inés, que le metió en su apretado chiquito dos dedos bien lubricados, y pudo sentir las contracciones de sus esfínter al llegar el muchacho la orgasmo al orgasmo, volviéndola a dejar la rica vagina de Berta, saturada de su semen.

Sin hacer mayores comentarios, se desnudaron las dos, vi por primera vez a Berta desnuda y me fascino lo vi, esta buenísima y yo también desnudo y con la verga bien parada, (pero ya untado el instrumento con la famosa cremita) me le acerque y le di un profundo y duradero beso en su carnosa boquita, ella me metió la lengua y guiándome a la cama se tendió en ella boca arriba, me abrió las piernas y le pude ver su depilado coño, sus labios vaginales abiertos y muy mojados y brillantes, sin mas me dijo; "…mámane el coño, límpiame del semen de Raúl, te lo traje especialmente para ti, para que goces lamiéndome y mamándome, así házmelo rico, rico, dame tu lengua, cuando yo te diga, te separas y me voy a voltear por que quiero que me manes el ano, y así de espaldas me la vas a meter, y ya veremos después que pasa…no te me vayas a venir rápido, te quiero gozar bien gozado…mucho rato, esta vez me dejo caliente el chico…no me llego a satisfacer del todo…"

Por sus palabras me di cuenta de que esta mujer es mas morbosa que mi esposa y además que le encanta ser la que manda u ordena, a mi me causa excitación especial el que me ordene una mujer que hacerle, rayando mi acción en la sumisión completa ante una mujer. Sin perder un instante metí mi rostro entre los muslos de Berta, percibiendo el aroma de semen masculino mezclado son sus fluidos de ella, y procedí a limpiarle todo si rica vagina con mi lengua, ella me iba indicando donde quería que la mamara, , todo al derredor de su chochito, sus labios vaginales, me pidió que le metiera lo que mas pudiera mi lengua en su vagina y mientras ella hacia esfuerzos para expulsar los restos del semen del muchacho, así duramos un rato, por fin me dirigió hacia su clítoris, que es bastante mas grande que el de mi esposa, y procedí a mamarlo con deleite, Berta gemía de placer, pero antes de alcanzar su orgasmo, me ordeno separarme y se volteo de espaldas ofreciéndome su rico culito para mamarle su ano, ella misma se abrió las nalgas, y me ordeno; "…mámane el ano, méteme la lengua lo mas que puedas, mójame bien el agujerito, después te lubricas la verga y te voy a dejar que me penetres por allí, esto va a ser tu premio…"

De inmediato comencé la rica labor de mamarle el ano, y le metía lo mas que podía mi lengua en su apretado hoyito, para todo esto me esposa, me alentaba diciéndome frase calientes, también ella me lubrico la verga con la crema especial "K", para dejarme listo para penetrarla cuando Berta así me así me lo ordenara, continúe mamando, mientras tanto mi esposa, se fue al otro lado de la cama y comenzó a besar a Berta en la boca y acariciarla por todo su cuerpo, Por fin, después de un ratito de estar mamando, Berta me ordeno; "ya méteme la verga…poco a poco, hasta que la tengas toda adentro…"

Mi esposa Inés, tomo mi verga en su manita y la guío al apretado ano de Berta, yo comencé a empujar hasta vencer la resistencia del esfínter anal, metí la cabeza y poco a poco fui metiendo mi verga, estaba tendido arriba de ella, y me comencé a mover lentamente, con un mete y saca delicioso, Berta me alentaba y me ponía aun mas caliente diciéndome, "…así, así, cojéme papito lindo, dame verga, tienes una verguita rica, así, así, dame mas, mas,¡ no te vayas a venir!, quiero tu lechita en mi vagina…"

Duramos cogiendo unos minutos, la crema que me puse en la verga era maravillosa, podía durar con el mete y saca sin preocuparme de venirme, por fin Berta me ordeno; "ya sácamela, límpiate el lubricante de tu vergita y métemela en mi chochito…ya veras lo que te espera…"

Mi esposa procedió a limpiarme bien la verga, con una toallita húmeda, ya bien limpia y bien parada mi verga estaba yo listo para cogerme a la mujer de mis sueños. Berta que se había puesto de espaldas con las piernas abiertas, tomo mi falo en su mano y me guío a su vagina, empuje y no entraba, empuje mas fuerte y por fin pude introducir la cabeza de mi verga, después el tronco entro mas fácilmente, nunca, pero nunca me imagine que una vagina fuera así de estrecha, era una sensación deliciosa, parecía que un puño me apretaba la verga, sentía igual que cuando le rompí el himen a niña de 16 años, ya hace muchos años, era la misma sensación, parecía que el maravilloso chochito de Berta era aun virgen, por supuesto ella se daba cuenta del tesoro que tenia y me comento; "…que te parece mi amor, te gusta mi vaginita, esta apretadita, es toda tuya, ahora si gózame, cojéme y lléname de tu lechita, rica, así, así, dame verga dame mas, mas, ya vente , lléname , dame tu leche, gózame papacito, te quiero sentir como te vienes, ya, ya, ya, vente…"

Ya con el permiso de Berta, quien me ordenaba que hacer, le di tres o cuatro empujones de verga y comencé a venirme como nunca me había venido, fue delicioso y largo, muy largo mi orgasmo, estaba rendido, sentí que perdía mi erección y me separe del tesoro de esa fantástica mujer, nunca me había cogido a alguien tan cariñosa y tan caliente y erótica como esta hembra, además me fascina que ella me de ordenes, que sea la jefa y yo su esclavo

Inés, se coloco entre las piernas de Berta y procedió a lamerle el semen que yo había derramado, la continuo mamando, ahora concentrándose en su clítoris hasta llevarla a un muy fuerte orgasmos, que por las exclamaciones y gemidos de placer, de Berta fue muy intenso. Berta también le ordenaba que hacer a Inés, la fue guiando en su labor de mamarle sus labios vaginales y el clítoris, vi que mi esposa le introducía un dedo en su anito y fue así como la llevo al éxtasis del placer.

Quédanos los tres tendidos en la cama, yo entre las dos mujeres, no hablábamos, solamente se oía la respiración fuerte de todos nosotros, habíamos disfrutado mucho esa sesión de sexo al máximo. Berta fue la que rompió el silencio, y muy cariñosamente me dijo;

"… ¿te gusto mi amor? ¿,te gusto como cogimos?, ya habrá mas oportunidades de hacerlo, una y otra vez, yo te goce mucho, Inés tenia razón cuando me decía que cogías rico y eres bien tierno, me gustas mucho, pero me gusta mas Inés… a los dos los quiero mucho…"

Quedamos que en una semana nos veríamos con Raúl, Berta y yo, Inés, mi esposa no estará presente en este encuentro, como de costumbre me abstuve de cogerme a Inés, reservándome para esta encuentro con la maravillosa y caliente Berta y con el chico, va ser algo fabuloso, pero este encuentro será relatado en otro capitulo, si es que mis cuatro lectores así lo desean, agradezco mucho sus comentarios y trato de ser lo mas explícito en mis relatos, ojala y lo este logrando. Gracias y hasta pronto