Pagando por sexo (4)

Mis esposa desea tener sexo con un hombre, yo estoy de acuerdo, pero tengo que estar presente...

Pagando por sexo Capitulo Cuatro

Continuando con mi relación o aventura, basada esta, en hechos reales y verídicos, que había dejado incompleta en el Capitulo Tres, deseo pues, relatar con todo detalle lo que continúo ocurriendo esa tarde en un Motel de mi ciudad natal, Guadalajara, Jalisco.

Después de haber visto a mi amada esposa, mamar verga, después ser ella mamada y penetrada por Raúl, (que como se acordaran, mis queridos lectores, este chico solamente tiene 22 años, mi esposa 50 y yo 58) y acto continuo después de haber sido cogida por el chico, fue penetrada por mi, quedamos exhaustos, tanto Inés, mi esposa como yo, ambos habíamos tenido sendos e intensos orgasmos, el chico, con la fuerza y vigor de su edad, no mostró ningún agotamiento, ni físico ni mental, en cambio nosotros dos, estábamos honestamente afectados, ya que por primera vez mi esposa cogía con un hombre joven, cumpliendo así con la fantasía que muchas veces habíamos tenido de ver a mi esposa ser penetrada por otro hombre delante de mi.

Dormitamos un rato largo, ya mas descansados, Inés se levanto de la cama, diciendo: "me voy a lavar bien y tomar una ducha, estoy escurriendo de venida de ustedes dos". Efectivamente al levantarse y ponerse en posición vertical, el semen que aun tenia adentro de su vagina, le broto escurriéndose por sus muslos, fue una escena, muy erótica se me quedo grabada en mi mente y tiempo después, cada vez que recordaba el semen brotando de entre sus labios vaginales de Inés y bañando sus muslos, me venia una erección.

Nos quedamos Raúl y yo solos, tendidos en la amplia cama y recostados en la cabecera de esta, ambos totalmente desnudos, esto me producía cierta aversión, toda vez que nunca antes había estado a solas con un hombre desnudo en una cama y junto a el. Raúl creo que sentía lo mismo, y nos daba un poco de pena, aunque tengo la certeza de que ambos somos totalmente heterosexuales. Para romper el hielo, ya yo que nunca había tenido una conversación con Raúl, solamente habíamos cruzado unas cuantas palabras, comencé diciéndole, "Mira Raúl lo que ha pasado y pasara entre nosotros tres, quedara para siempre entre nosotros, yo se de tu absoluta discreción y tu puedes contar con la mía, sin embargo te quiero hacer unas preguntasque quiero que me las contestes con toda franqueza y sin inhibiciones"

A lo que el me respondió, con todo respeto y educación, que no habría ningún problema y que trataría de contestarme lo mejor posible todas las preguntas que le hiciera yo, comencé preguntando:

"Dime, ¿te gusta mi esposa, te calienta, realmente la gozas?, o solamente lo haces por que es tu profesión u oficio el cogerte a señoras mayores que tu y es a lo que te dedicas en tus ratos libres, además de estudiar tu carrera"

Yo tenia mucha curiosidad si es que realmente estábamos con un hombre que satisfacía sexualmente a mi mujer, pero sin gustarle hacerlo, o si disfrutaba del sexo con Inés, esto me traía algo inquieto, El chico me respondo así,

"Mire usted don Rafael, su esposa desde que la conocí, me agrado, me gusto mucho, tanto su físico como su personalidad, le voy a confesar que es la mas guapa de mis amigas señoras, ecepto la señora Berta a la usted bien conoce y son ellas dos mis amigas preferidas, no se realmente cual me gusta mas de las dos, ambas tienen su virtudes, estando mas buena y de mejores nalgas, muslos y senos la Señora Berta, pero también le debo decir que gozo mas a la señora Inés por la presencia de usted, cuando nos ve y observa con mucha atención como me la cojo y como me mama la verga. Nunca antes había hecho un trío y menos con el esposo presente, esto es lo que realmente me calienta, que me vea usted coger y además me gusta mucho y siento un gran morbo verlo a usted gozar a su esposa, después de habérmela cogido yo y además de dejarla llena de mi venida".

Esta larga, franquísima e inteligente y bien explicada respuesta del chico, me causo un poco de admiración, me encontraba ante un joven inteligente, maduro, sensato y además de muy sincero, muy morboso, creo que lo excitan las cosas que salen un poco fuera de lo común. Porque el cogerse a una mujer delante del marido, pues no es muy común, que digamos. Me llamo la atención cuando hizo mención de Berta, la amiga de Inés, con la que hemos fantaseado Inés y yo, en el sentido de cogérmela yo en frente de ella, y aproveche la ocasión para manifestarle a continuación mi deseo de hacer un cuarteto con Berta y de rogarle su ayuda para llevar a cabo esta reunion, también me percate de que ya había hablado de nosotros con Berta, pues la semana pasada se la cogío, como de costumbre, después de haberse reunido con nosotros en este mismo Motel. La conversación continuo en estos términos, "Escucha bien Raúl, agradezco tu respuesta por la sinceridad y franqueza de la misma, creo que eres honesto en tus apreciaciones, y además eres bien caliente y morboso, creo que tu naciste para dar placer, las mujeres te adoran y yo te admiro por tu forma se ser y por el placer que le has brindado a mi esposa, y el que le brindarás, tanto a ella como a mi, porque ya ves como disfruto viéndote a ti penétrala con esa verga que tienes, además de gozar todavía lo que nos falta. Esta no será la última ocasión. Te quiero pedir un favor, ya sabes, y creo que Inés te lo ha comentado, que me gusta mucho su amiga Berta y me encantaría verla coger contigo y después cogérmela y mamarla como ya me viste como lo hago con mi esposa, mi sueño también es ver a Inés con otra mujer, esta seria una ocasión maravillosa para cumplir este sueño, Inés esta de acuerdo y no habrá ningún problema con ella, ¿me ayudaras?, además seria buen negocio para ti ya que recibirías dobles honorarios"

Por la respuesta del chico me di cuenta que ya había platicado este asunto con ambas mujeres y el plan se estaba comenzando a madurar, me respondió, sin ningún titubeo, "Claro que si, a mi me fascinaría poder cogérmelas a las dos juntas, una detrás de la otra, y verlo a usted mamar y cogerse a la Sra. Berta, yo puedo mantener mi erección después de echar el primer palo y continuar cogiendo y venirme al poco rato, eso es, si estoy bien caliente, además las tenemos que convencer a las dos de que se hagan el amor entre ellas, ¿no le encantaría verlas hacer un 69? seria delicioso, pero mejor dejamos de hablar de ellas porque ya estoy teniendo una erección, y no vaya a pensar mal la señora Inés…"

En efecto vi que la verga del chico la tenia casi erecta, para completar este espectáculo, se tomo con la mano derecha su pene y se bajo el prepucio descubriendo su gorda y aun brillante cabeza por los residuos se semen, se masturbo suavemente, esto me produjo una inquietud fuerte, tenia a un hombre junto a mi, a muy corta distancia, desnudo y con la verga parada, no se que intenciones tenia el chico, pero me miraba fijamente a los ojos mientras se tocaba su bien parada verga, yo comencé a sentir los principios de una erección y francamente nunca pensé que ver a un hombre de esta forma y que me estimulara en esta manera. Mi primera reacción fue sentarme en la cama y alejarme un poco del chico, al ver mi reacción, Raúl me dijo, "Mire usted como me he puesto solo de pensar en las dos señoras juntas, esto me calienta mucho, pero no hay problema, ahorita vera de que forma y con que calentura me voy a coger a su esposa…ella va a gozar de esta dura verga…" y descaradamente se la meneó un poco, mostrándome la rigidez que tenia su erección.

En ese momento salio Inés del baño, envuelta en una toalla y al ver que Raúl tenía la verga bien parada y a mí con una semi-erección, curiosa pregunto y medio en broma exclamo, "que se traen ustedes dos, no me vayan a resultar maricones, para eso de vergas paradas estoy yo y solamente yo…"

Raúl se levanto de la cama, y sin decir palabra le dio un beso en la boca a Inés, y se dirigió al baño a ducharse. Al quedarnos solos, Inés me cuestiono porque nos estábamos calentándonos sin estar ella presente, le explique de los planes que estábamos haciendo para poder hacer un cuarteto con Berta y solo por platicar de este caliente asunto nos habíamos excitado, y no por alguna otra razón. Esto satisfizo su curiosidad y me dijo que me tenía reservada una sorpresa para ahorita. La sorpresa era que quería hacer una doble penetración con el chico y yo. Me comento que ya se había preparado desde temprano en la casa, haciéndose un lavado intestinal, para evitar cualquier accidente involuntario y muy desagradable, y que estaba lista a recibirme a mí por atrás, porque Raúl, tiene la verga más grande y gorda que la mía y la podía lastimar. Este plan me encanto, me calentó muchísimo, al salir Raúl del baño entre yo a este para a asearme tomado una ducha.

Al salir del baño, me encontré que Inés le estaba mamando la verga al chico, ella sentada en la cama, el de pie frente a ella, me ordeno, "ven mi amor, párate junto a Raúl porque que les voy a mamar la verga a los dos juntos, ya veras que va ser delicioso..." Yo solo tenia la verga medio parada cuando comenzó la acción, me tomo la verga en su manita, mientras le continuaba mamando al chico su bien parada verga, se separo de el y ordeno que me pegara mas al chico para poder mamar las vergas simultáneamente, con esta movimiento y al sentir el contacto con el caliente cuerpo de Raúl, mi erección se hizo completa y muy dura, mi esposa con ambas manos, una en cada verga, junto mi pene al del chico y por primera vez sentí una verga parada tocando y rozado la mía, la diferencia de tamaño y grosor entre la verga del chico y la mía se hizo muy notoria, pero si tengo que confesar que fue una sensación increíble y desconocida la estaba sintiendo cuando me esposa nos frotaba las vergas una contra la otra, fueron unos momentos muy eróticos. Inés se dio cuenta de mi reacción y la muy zorra abrió la boca para recibir las dos vergas juntas, obviamente no le cupieron en su boquita, viendo esta situación, le daba una mamada al chico y otra a mi, ella nos junto las dos vergas nuevamente y nos las restregada una contra la otra, observe que al chico le brotaban unas gotas de pre-venida o liquido seminal, Inés se apresuro a limpiárselas con su lengüita, pero se dio cuenta que ya nos estamos aproximando al clímax los dos y nos ordeno separarnos y que yo me sentara junto de ella en la cama para que viera yo de muy cerca como le mamaba la verga al chico. Obedecí de inmediato y ella me tomo la cara con su mano derecha y me beso en la boca, su lengua se movía dentro y como que me estuviera mamando mi lengua, goce mucho ese erótico beso que tenia un sabor diferente a un beso normal, se separo de mi boca y acercándose aun mas a mi, se metió la verga del chico en la boca, yo estaba a escasos centímetros del instrumento del chico, le dio unas dos o tres mamadas, se saco la verga de la boca y me volvió a besar profundamente.

Inés nos separo de repente, porque se dio cuenta de que esa acción se su parte nos estaba llevando a terrenos desconocidos y peligrosos. Me ordeno que me sentara en el sillón porque ella se iba a coger al chico, le ordeno a este que se tendiera en la cama boca arriba, en esta postura se subió a horcajadas arriba del chico y lentamente se metió la durísima verga en su apretado y muy mojado chochito, se sentó ya con fuerza en la dura verga hasta tenerla toda adentro, y comenzó lentamente el sube y baja, desde mi lugar y muy de cerca veía la verga del joven entrar y salir, fue un espectáculo delicioso, a los pocos minutos, Inés me ordeno que me lubricara bien la verga con el compuesto "K" porque ya estaba lista para recibirme en su anito y comenzar la doble penetración, lo hice sin demora untándome toda la verga con la resbaladiza substancia y asimismo le puse en su ano bastante del compuesto lubricante, introduciéndole mi dedo en su apretado agujerito, Inés me ordeno: "ya métemela, pero con cuidado y despacito, no me vayas alastimar…", yo de rodillas y entre la piernas de Raúl, me acerque mas al culito de mi esposa y tomando mi verga Inés en su mano la apunto hacia su ano y cuando estuvo lista y en su lugar me dijo, " ahora si, empuja para que me entre" , empujé despacio, pero con fuerza y sentí que la cabeza de mi pene penetraba su apretado esfínter, que se resistía a la penetración, a pesar de estar relajada Inés, pero fue cediendo por mi presión y pude sentir que la cabeza de mi miembro entraba a esa maravillosa cueva, continúe introduciendo mi pene ya mas fácilmente al vencer la primer resistencia de su esfínter, asimismo sentí que el penetrarla por el ano, era esta vez muy diferente la sensación de penetración a la de otras ocasiones, cuando hemos practicado la penetración anal, toda vez que en esta ocasión su vagina estaba ocupada por otra verga, " muévete despacio", me rodeno mi esposa, al hacerlo sentí la verga del chico rozando la mía a través de la delgada membrana que existe entre el recto y la vagina de las mujeres y fue una sensación inusitada y única. Raúl no se movía y también sintió mi verga, yo ya estaba listo para venirme, era demasiado, no me podía aguantar mas, sobretodo cuando Raúl que estaba sintiendo lo mismo lo mismo que yo, se comenzó a mover metiendo y sacando su falo, de la apretada vagina y le dijo a Inés , "ya me voy a venir, no me aguanto mas…" Yo me quede quieto y en unos segundos sentí como la verga del chico tenia un espasmo y le corría el semen por su conducto y descargaba su muy copiosa venida adentro de la vagina de mi esposa, continúe sin moverme y aguantando mi clímax, así pude sentir que a Inés se le contraía su esfínter anal, uno, dos, tres, cuatro veces, Inés estaba teniendo un orgasmo fuertísimo y así fue como lo percibí, por las contracciones, fue entonces que metiendo aun mas profunda mi verga en su ano me vine con una sensación fuertísima, como nunca antes la había tenido, fue increíble, por supuesto toda esta acción estuvo acompañada por los gemidos de gusto de los tres, y las palabras entrecortadas de mi esposa, que decía "… así, así, quiero verga, quiero suvenida de los, soy suya, soy su esclava, soy su puta, demen verga, mas, mas, denme su leche los dos, llénenme, gócenme cabrones…"

Al terminar mi crecido orgasmo caí de bruces sobre la espalada de Inés, ella a su vez se tendió sobre Raúl y así estuvimos varios minutos hasta reponernos, de los intensos orgasmos que los tres habíamos tenido. Por fin nos separamos y quedamos tendimos los tres en la cama, estando Inés en medio de los dos. Llevamos así un ratito, yo estaba exhausto, solo quería descansar y poner mi mente en blanco, pero me asaltaban las escenas tan llenas de sexo y erotismo que hacia unos minutos habíamos gozado los tres. Inés se volteo hacia mi y me dijo muy quedito, suavemente al oído: "te gusto mi amor, ¿se cumplieron tus fantasías? ¿Te dimos placer, el chico y yo?, ya veras que muy pronto vas a cogerte a Berta delante de mi, se te va a cumplir nuestro deseo y fantasía, de eso yo me encargo, y ya se lo que piensas,¿ te gustaría verme hacer el amor a mi con ella?,mamarla y que me mame,¿ verdad que si? pero este no es el momento de platicar de este plan, ya te contare de como le vamos a hacer cuando estemos solos, y te aseguro que te vas a sorprender…"

Esta última frase de Inés me lleno de curiosidad, ¿Por qué había dicho?, "te aseguro que te vas a sorprender", que nueva sorpresa me tenia mi esposa reservada, hasta ¿a donde llegaríamos con esta conducta que estábamos llevando a los limites? al cabo de un rato nos levantamos, y por turnos nos duchamos, nos vestimos con calma, tomado un refresco ellos y yo mi acostumbrado whisky, no hubo muchos comentarios entre nosotros tres ni platica, a lo mejor nos sentíamos un poco cohibidos por lo sucedido, y como ya sabemos todos, después del orgasmo ya no piensa uno igual. Es una especie de cruda moral… Por fin abandonamos la habitación y regresamos a casa, dejando antes a Raúl en el centro comercial para que recogiera su auto, le di su sobre con sus honorarios y nos despedimos sin quedar de vernos en una fecha definida, Inés le hablaría por teléfono, la semana entrante.

Es así como término felizmente este segundo encuentro con el chico, fue mejor que el primero y creo que comencé a descubrir algo que hacia muchos años tenia muy bien guardado dentro de mi más íntimo ser y esto me estaba inquietando. Asimismo me estaba dando cuenta de que mis esposa era una pervertida, y me que me estaba hechizando la situación, pero; ¿hasta donde llegaríamos? ¿Adonde están los limites de lo erótico?, comparando este ultimo punto con lo disoluto o depravado. ¿Habría ya pasado yo los límites de mi masculinidad? Ya les contare mas en el siguiente Capitulo, que será dentro de muy pronto, de cómo y cuando se nos cumplió nuestra mas deseada fantasía y deseo.