Pagando por sexo (2)

Mi esposa quiere tener sexo con otro hombre, yo estoy de acuerdo pero la condición es que tengo que estar presente...

Pagando por sexo Capitulo 2

La cita para encontrarnos con Raúl estaba ya formalizada par el próximo miércoles, faltaba una semana exacta y se me iba a ser eterna, por supuesto que a Inés más.

Solamente de platicar lo que podría suceder, mas bien lo que sucedería con Raúl nos calentaba sobremanera, y yo casi me venia al escucharla cuando me daba todos los detalles de como se iba a coger al chico, esto por supuesto me producía una calentura muy grande y una erección muy firme, ella se mojaba como nunca y me rogaba y casi me ordenaba, que le mamara su mojado y delicioso chochito hasta hacerla acabar en mi boca solamente después de haber acabado ella me permitía penetrarla diciéndome "ahora si méteme la verga, imagínate que estoy llena devenida, gózame mi amor ," le metía mi verga bien dura bien y no tardaba ni un minuto para alcanzar un orgasmo muy intenso.

Como comprenderán mis lectores que se acercan a mi edad, yo no iba a resistir, ni iba a tener la energía necesaria cogiéndome a Inés a diario por una semana, y llegaría al encuentro hecho una lastima, Inés lo entendí también y llegamos a un acuerdo, no nos tocaríamos para nada ni hablaríamos del cercano encuentro. Me dedique a jugar golf, a comer sano con muchos mariscos, atrabajar con ahínco y los días pasaran uno a uno.

Por fin llego el ansiado miércoles y las cuatro de la tarde recogimos a Raúl en un centro comercial, íbamos en mi camioneta Toyota Sienna, que muy amplia y cómoda, nos dirigimos a un Motel, cercano que es muy accesible y de los de más calidad de esta ciudad. Los Moteles en México están diseñados para entrar directamente a la habitación desde la cochera, no hay que registrase, ni nada de eso, es un sistema civilizado, practico y muy discreto, una asistente espera en la entrada, te dice el numero de habitación y ella va detrás del auto para en cuanto entras a la cochera corre un cortina y nadie se entere que estas de visita, la habitación esta arriba de la escalera comunicado con una escalera al fondo de la cochera.

Pague a la asistente y le pedí unos refrescos para la pareja y un whisky-soda para mi, mientra tanto la pareja subía la escalera y desparecían detrás de la puerta de la habitación. Como venia manejando y cuidándome del intenso trafico no pude observar bien a Raúl, solo vi a un chico joven, delgado, muy moreno y de facciones agradables, casi no cruzamos palabra en el corto recorrido al Motel, el chico, aunque se veía calmado, creo que estaba nervioso, pero yo mucho mas que el. La que tomo las cosas con mucha calma fue Inés.

A los pocos minutos llego la asistente con los refrescos y mi whisky y subió a entregárselos, vi que Raúl salía a recibirlos, ya sin camisa, lo vi pero solo un instante. Corrían los minutos lentamente yo trataba de no pensar en lo que estaba sucediendo en la habitación, me resistía a imaginármelos a los dos mamando y cogiendo. Por fin una hora y diez minutos mas tarde salio Raúl, ya vestido y con una sonrisa me dijo, "Lo felicito, Inés es una mujerincreíble, ya esta lista para recibirlo", solo le dije gracias y subí a la habitación y aquí comienza una experiencia inolvidable, que jamás se me borrara de la mente.

La habitación estaba en la penumbra a media luz, Inés estaba desnuda recostada en la amplia cama, mi primera impresión fue el intenso olor a sexo que se respiraba, era una combinación de perfume de mujer con aroma de néctares de vagina de hembra y semen de hombre, este ultimo mucho mas penetrante que el mío. Mientras me desnudaba, Inés me relataba su experiencia con palabras suaves pero muy calientes, "Es un hombre muydelicado para hacer el amor, sabe como cuidar a una mujer y hacerla gozar, nada exigente y se toma mucho tiempo en sus caricias y besa de maravilla, mama increíble, me hizo acabar en su boca, como bien sabes que gusta me hacerlo, goce como hacia tiempo no gozaba, tuve varios orgasmos ", yo tenia curiosidad de que me contara con detalle como se la había cogido, si se vino mucho, cuantas veces y así por el estilo, dime le pregunté "Como tiene la verga de grande y gruesa, ¿mas que yo?, Inés se sonrío y me dijo, "no te enceles, si la tiene mas grande y gruesa pero no mucho mas" , les he de confesar que mi verga es muy normal en cuanto a tamaño se refiere, solo 16 centímetros, osea del promedio general, me continuo dando detalles mientras yo la acariciaba y le besaba sus pechos los pezones los tenia rígidos, así se le ponen cuando anda bien caliente.

Poco a poco bajaba mis caricias con la lengua mas abajo, al llegar a sus vellos pubícos el olor a semen de hombre era penetrante, Inés mantenía las piernas cerradas, me baje mas y me abrió las piernas, yo deseaba ver de ver de cerca sus labios vaginales, siempre los tiene cerrados, ahora estaban medio abiertos y brillantes por el semen de Raúl, me tomo de la nuca y me acerco aun mas a su vagina, me murmuro pidiéndome, "mámame,quiero sentir tu lengua adentro de mi". Yo a esto me resistí, el semen de Raúl broto del interior de sus vagina y se escurría hasta llegar a las sabanas, viendo esto no resiste mas, me separe y me subí arriba de Inés y le introduje mi verga que estaba a punto de estallar, Inés me pidió que no me moviera, que me tenia que durar mas mi penetración, ella sabia y sentía el mismo increíble deseo de gozar conmigo, nuestra fantasía se estaba cumpliendo, la tenia penetrada con mi verga dura como nunca con su vagina llena de semen de otro hombre, fue una sensación increíble, sin moverme casi me comencé a venir teniendo, yo creo, el orgasmo mas intenso que he tenido en mi vida, Inés gemía de placer y también alcanzo otro orgasmo, según me dijo mas intenso que los anteriores, solo de verme a mi gozar.

Me separe de ella, fue entonces que la combinación de mi abundante semen y el de Raúl, así como lo fluidos de Inés, brotaron de la vagina de mi esposa y escurrían libres hasta quedar en la sabana, ya de por si la tela estaba mojada por las anteriores venidas. El aroma era muy intenso, se podía casi saborear el sexo en la habitación. Me recosté junto a mi mujer y ambos dormitamos como una media hora o poco mas, estábamos, agotados los dos por las sensaciones tan intensas que habíamos tenido en la ultima hora y media, tanto físicas como mentales.

Al cabo de un rato largo se levanto Inés a tomar una ducha, yo me quede recostado en la cama, por fin nos vestimos y bajamos a reunirnos con Raúl en la camioneta, Inés se subió a la parte de atrás de la camioneta donde estaba sentado Raúl, diciéndome, "espérate que yo aun no termino con estehombre", yo me subí al asiento de adelante con mucha curiosidad de lo Inés quería hacer con el joven.

Raúl la recibió con un intenso beso en la boca, que duró mas de una minuto, yo observaba la acción a una corta distancia y podía ver su lenguas como se entrelazaban y se movían en sus bocas, Inés se separo y le ordeno, ábrete la camisa y bájate los pantalones, Raúl procedió a hacerlo y fue, cuando ya tenia los pantalones y su briefs en el piso de la camioneta cuando lo puede observar a detalle, era de cuerpo bastante moreno y sin un pelo en su cuerpo, es muy lampiño y además tenia el pubis y los huevos afeitados, la verga la tenia flácida y no es circuncidado., los huevos no los tiene muy grandes y su escroto bastante recogido, no le cuelgan los testículos. Inés lo estaba acariciando y le comenzó a besar y chupar sus oscuros pezones que pude ver se le pusieron rígidos como de mujer, asimismo le tomo la verga en su mano y lo masturbaba lentamente, pude ver claramente como se le paraba la verga a Raúl y le crecía en las mano de mi esposa, cuando ya estaba dura Inés lo comenzó a mamar, le bajo el prepucio y pude ver la gruesa cabeza de un morado muy oscuro, mi esposa le recorría toda la verga con su lengua y le llego a manar los testículos, lo hacia con mucha delicadeza y con una gran pasión, después se introdujo gran parte de la verga en su boquita y comenzó el vaivén de arriba para abajo, Raúl, para entonces tenia la verga bien parada y durísima, yo lo estaba viendo a unos cuantos centímetros de distancia desde mi posición en el asiento delantero, asimismo oía los ruidos que produce una manada de verga, al rato de mamar Inés se separo y le ordeno, "mastúrbate, quiero que te vengas en mi boca, me avisas cuando te vayas a venir", la mano del muchacho comenzó su trabajo, pero solamente usaba tres dedos de su mano derecha para hacerlo, tal y como se debe uno de masturbar, lentamente sin prisas, al poquito tiempo de masturbarse le broto un gran gota de liquido seminal o de pre-venida, Inés de inmediato acerco su lengua y lo limpio, Raúl ya estaba casi por venirse, lo curioso es que el muchacho no separaba su vista de mis ojos, eso lo hacia, creo yo, ponerse mas caliente y disfrutar mas, a mi me perturbaba un poco cuando me veía con esa intensidad, Inés mientras tanto disfrutaba verlo masturbarse, a veces me obliga a mi hacerlo hasta venirme, creo que le calienta mucho ver cuando un hombre su produce placer el mismo, yo estaba con la verga bien parada al ver esta escena y solo esperaba verlo venirse en la boca de Inés, el no me quitaba la vista, por fin aviso, "Inés me voy a venir, toma mi leche , gózala toda".

Mi esposa se introdujo la cabeza de la verga del chico y vi como este se movía un poco al sentir el orgasmo que le venia y vaciar su semen en la boquita de mi esposa, Inés recibió su venida, el chico gemía de placer al sentir el orgasmo, pero no me separaba la vista, eso a mi me ponía de a mil, verlo como se venia en la boca de mi esposa y sentía su orgasmo. Inés al recibir la venida no se la trago , la conservo en su boca, y el espectáculo que me brindo fue lo mas caliente que he visto en mi vida, separo su boca de la verga del chico, abrió bien la boca y el abundante semen lo deposito el la cabeza de la verga de Raúl, el semen le escurría por la verga hasta los huevos, mi esposa se separo del chico, se acerco a mi, me toma la cabeza y me planto un bebo profundo en mi boca, pasándome parte del semen del chico, esto me causo una sensación increíble, indescriptible fue el placer de probar el semen de un hombre, yo tenia la verga de fuera, en mi mano izquierda y con esta acción, sin siquiera agitarla un poco comencé a venirme de una forma muy intensa, mi semen se desbordaba de mi verga y me caía en la mano y en el asiento del auto, fue estupenda y larga mi venida. Inés se me separo cuando sintió que ya me había venido. El chico observo toma esta escena y después nos dijo que la había disfrutado muchísimo, que era de lo más caliente que había visto en su vida.

Procedimos a limpiarnos el semen derramado con un pañuelos de papel que siempre traigo en la camioneta y después de vestirse Raúl, emprendimos el regreso para llevarlo al centro comercial donde había dejado su auto, durante el camino de regreso mi esposa se le recostó en su hombro y parecía que fueran novios, creo que Inés se estaba enamorando un poquito del chico, al llegar al centro comercial le entregue un sobre con sus honorarios y nos despedimos, quedando de volvernos a reunir en quince días.

Llegando a nuestro apartamento, me tome un whisky bien cargado, Inés su bebida de costumbre que es vodka, platicamos del encuentro y de cómo habíamos gozado los dos, mi esposa aun estaba caliente por la mamada riquísima que le dio al chico y se quito las pantaletas mojadas y comenzó a masturbarse allí mismo en la sala del apartamento, lo hizo suavemente hasta alcanzar el orgasmo, por supuesto que yo la he visto muchas veces masturbarse y sabe hacerlo muy bien, es un vicio que tiene desde joven darse placer a si misma. Yo estaba agotado, fueron dos orgasmos muy intensos que tuve esa tarde, tarde que nunca se nos olvidara.

Desde ese día nuestra vida sexual cambio radicalmente fue el parte aguas para bien de nosotros. Al otro día hicimos el amor riquísimo recordando los detalles de nuestro primer encuentro con otro hombre y además planeando lo que íbamos a hacer en unos días cundo la vería coger con Raúl.

El encuentro que tuvimos, ya los tres juntos con el chico, será el próximo capitulo, les platicare con todo detalle lo que hicimos y las nuevas experiencias sexuales que ambos tuvimos.