Pagando las cuentas

Me han despedido de mi trabajo, mi casero viene a cobrarme la renta y solo le puedo pagar de una forma

Económicamente, me va como el culo, el día de hoy me acaban de despedir, uno de esos idiotas que me envidiaba porque mi culo era más grande me hizo la vida imposible, hablo mal de mí con el jefe, lanzo por toda la oficina el rumor de que yo tenía herpes.

Aun debo la cuenta del departamento donde me estoy quedando, me he atrasado un mes, no me queda casi nada de dinero para comer, comprarme ropa, movilizarme, sinceramente no sé qué hare.

Llegue a mi departamento, trate de evitar al casero a toda costa. Con mucho esfuerzo lo logre, comí algo ligero y me puse a ver televisión. Ha sido un día pesado necesito relajarme. Fui a mi carpeta privada y cogí una de mis películas porno gay favoritas, me quite los pantalones y cogí mi consolador rosado. Mientras veía como el negro dominante de la película besaba apasionadamente a su pareja, yo con una mano me dedeaba el culo y la otra la tenía metida en mi boca.

Llegado al momento del clímax del video, el negro metió su enorme polla en el culo de su amante blanquito, yo inmediatamente metí el consolador en mi culo y no pare hasta tenerlo bien adentro. Conforme miraba el video, seguía dándome placer en mi culo, lo metía y sacaba, luego hacia movimiento circulares con el dildo. Deseaba que todos mis problemas se fueran a la mierda y solo estuviera ahí un negro que me encule sin piedad.

De manera que me había quedado dormido en el sillón, me había sentado por completo sobre el consolador y este se había metido en mi culo, pero yo no me había dado cuenta.

Desperté y lo primero que oí fueron golpes bruscos en la puerta, era el estúpido de mi casero que venía a cobrar la renta, no podía evadirlo más, me puse mi bata y fui a abrir la puerta.

Raúl, mi casero, era un ser desagradable, era alto, gordo, siempre me miraba las piernas y el culo, en especial cuando usaba shorts cortos, siempre lo captaba masturbándose en el mostrador del hotel, y en ocasiones me decía, la siguiente: se la dedicare a tu hueco, un ser desagradable realmente.

Raúl: y bueno, ¿ya tenemos la renta para el día de hoy?

Yo: Lo siento Señor Raúl, tendrá que esperar una semana más hasta que me paguen…

Raúl: francamente ya me estoy cansando de esperar, llevas casi 2 meses ya, tendré que obligarte a que cojas tus cosas y te largues

Yo: Por favor señor Raúl se lo imploro deme unos días más

Raúl: No hay forma en que me pagues, además ya sé que te despidieron

Yo: Yo encontrare la forma de pagarle

Raúl: O por supuesto que lo harás…

En ese momento Raúl toco mi pierna, acarició mis muslos mientras dirigía su mano a mi trasero, trate de quitar su mano, pero era muy insistente.

Raúl: si quieres quedarte esta noche debes dejar de poner resistencia…

No me quedaba de otra, el señor Raúl y yo nos dirigimos a la habitación, desafortunadamente fue más fácil para él porque estaba en bata y podía obtener su cometido fácilmente.

Me pidió que me ponga en 4 sobre la cama, y levanto la parte de la bata que cubría mi culo; “tienes un culo enorme, rico, jugoso y enorme, justo como a mí me gusta”. Con sus enormes manos cogió mis nalgas y las sacudió, las estrujo y les dio palmadas, mi culo era suyo, lo estaba apretando a su antojo y yo no podía hacer nada al respecto, en el fondo una parte de mi estaba disfrutando mucho.

Mientras apretaba y jugaba con mis nalgas el consolador que tenía dentro de mi iba saliendo lentamente.

Ummm veo que eres una perrita muy golosa-el tipo cogió el consolador y decidió usarlo para que me siga prendiendo de placer. El sujeto tenía razón, yo era una perrita muy golosa, estaba en 4 y estaba disfrutando mucho como mi casero mi follaba con un consolador.

De algún modo se engancho el consolador al pantalón, con ambas manos abrió bien mi ano y me embistió duro con el consolador, solté gemidos, ya para ese punto era evidente que me estaba gustando que ese hombre jugara con mi culo, mientras me embestía me daba nalgadas y me acariciaba la espalda.

No quería decirle que realmente lo estaba disfrutando, me estaba volviendo loco la manera como me empujaba ese consolidar hasta el fondo, yo estaba babeando, por momentos me era imposible evitar gemir, no quería  que ese idiota supiera que lo estaba disfrutando.

Estuvo buen rato, luego retiro el consolador y con sus propios dedos siguió dándome placer, abrió bien mi ano y metió hasta el fondo lo más que pudo 2 dedos con los que comenzó a moverlos en círculos, en ese momento no me percate que se había quitado los pantalones y se estaba masturbando.

El sujeto retiro sus dedos y sin previo aviso metió su pene hasta tenerlo completamente dentro de mí, para él le fue muy fácil, mi culo ya estaba bien dilatado, pero aun así me dolió, su pene no era muy largo, pero si era muy grueso y cabezón.

Con su polla bien adentro de mí, me quito la bata y él también se quitó la camiseta, ambos estábamos completamente desnudos.

Raúl: UMMM…piernas depiladas, caderas anchas, brazos delgados y un culito muy pero muy tragón…sinceramente deberías dedicarte a esto querido (empieza a hacer movimientos circulares con su pene) pero antes veamos la calidad de tu boquita.

De tirón la saca de mi culo, yo me pongo de cuclillas en frente de su gruesa verga, la cogí suavemente y empecé por lamer bien toda la cabezota, la lamí toda, la limpie con mi lengua, lentamente fui recorriendo con mi lengua todo el cuello de su pene, el hombre acariciaba mi cabeza mientras tanto, llegue a la parte de su escroto y trate de metérmelo a la boca para masajearlo con mi lengua, esto hizo que el hombre gimiera levemente.

Nuevamente me puse enfrente de su pene, y lo metí hasta el fondo de mi garganta de un solo intento, el hombre gimió fuerte, comencé a hacer las cosas enserio, me trague bien esa verga, la metía y la sacaba a un ritmo constante, el hombre me pedía que no parase, yo tampoco quería hacerlo, mientras lo chupaba sin cesar acariciaba sus huevos, decidí ir un poco más brusco y chuparla metiendo y sacándolo rápido, de manera que sus huevos chocaban con mi barbilla, estuve así un buen rato hasta que el hombre no pudo aguantar más y soltó un gran chorro de su rica leche caliente dentro de mi boca, no quería sacar el pene de mi boca hasta habérmela tragado toda.

Cuando por fin la saque su polla estaba durísima, más que antes, no fue necesario que me lo pidiese, yo me puse en 4 sobre la cama con la cara pegada al colchón, él se subió a la cama también, se colocó detrás de mí y metió su polla en mi culo, esta vez con la intención de llenarme bien el culo.

El hombre sabía lo que hacía, su gruesa polla me estaba perforando y yo cada vez lo estaba disfrutando más, en un principio la metía y la sacaba entera pero con cariño, no lo podía ver, pero sentí como escogía otra posición y empezó realmente a romperme el culo, esta vez era más brusco. Se oía fuerte como sus muslos chocaban con mis nalgas y como su pene agrandaba el agujero de mi ano, el hombre estaba excitadísimo, me daba nalgadas, me cogía de los hombros, todo era perfecto.

El hombre se dispuso a terminar el trabajo, me arrastro al filo de la cama, con un pie en el suelo y la otra aun en la cama, el de pie, y yo en esa posición me penetro definitivamente con la intención final de rellenar mi culo y así lo hizo, me la metió tan fuerte que no pudo aguantar más y derramo toda su esencia dentro de mí. Ambos estábamos exhaustos, solo nos quedó recostarnos en la cama y quedarnos dormidos

Al día siguiente:

Raúl: Bueno de verdad eso estuvo delicioso, puedes quedarte unos 3 días más

Yo: A partir de ahora tendrá que ser siempre así?

Raúl: Podría ser siempre así si tú quieres, o que tal si piensas en la oferta que te hice

Yo: Prostituirme???

Raúl: Técnicamente sí, pero no le digamos así, tus nalgas son muy pronunciadas y tus caderas muy anchas, varios hombres de este edificio tienen las bolas llenas y necesitan un lugar donde vaciarlas.

Yo: Iré de cuarto en cuarto teniendo sexo con cada hombre…(la idea me gusta)

Raúl: jeje no, veras, tengo un cuarto desocupado en el 3er piso, es un poco oscuro, hay una cama y un baño, ese piso está casi deshabitado así que puede ser nuestro pequeño secreto.

Yo: …

Raúl: en recompensa te dejare que te quedes en un mejor cuarto y te daré una parte de las ganancias, que dices?

Sin duda acepte, pero con la condición de que usara un antifaz para proteger mi identidad.

Raúl había esparcido el rumor por todo el edificio, la acción estaba prevista para dentro de 3 días…yo estaba muy nervioso, Raúl me había dicho que ya tenía 5 citas confirmadas. Pero ya no podía dar marcha atrás, y yo realmente quería hacerlo.

Gracias por leer este relato, lamento mucho no haber escrito en mucho tiempo, tratare de estar más activo, los quiero a todos

Correo: bangsmario@hotmail.com