Padres forzosos X

Aquí averiguamos que pasó en el baño de arriba. Contado por el hermano que falta

PADRES FORZOSOS X

Lo que pasó en el cuarto de arriba mientras yo follaba con dos de mis hijos. Contado por Stephan. Él único de mis hijos con el que no he follado…. ¿Todavía?

Mi padre salió del baño rozándome la cadera con su polla dura.

Si que es verdad que nos hemos visto desnudo alguna vez, sobre todo desde que llegaron hace nada mi tío y Joy. Pero en estos días, demasiado. Parece que no tenemos ropa en esta casa. Pero, como sabéis, tres adolescentes en pleno apogeo sexual y hormonal. Un separado desde hace años, un soltero acérrimo y mi padre, abandonado hace relativamente poco y sin vida sexual desde antes de esto. Sólo podía suceder esto. Una hecatombe de desnudez, sexo y guarreo extremo. Y más siendo todo hombres. Ninguna mujer con la que sentir pudor en ningún momento.

Sigo contando lo que pasó.

Mi padre me rozó la cadera al salir, me la dejó llena del précum que soltaba.

-          Joder con mi padre. ¿Quién lo diría? Con lo modosito que parecía, que creo que la única vez que folló con mi madre fue cuando se quedó embarazada. Y así pasó, tenían que aprovechar los espermatozoides en fecundar. ¿Cuándo se iban a ver en otra? – los tres nos echamos a reír

-          No te rías de tu padre, capullo- dijo mi tío también riéndose.

-          ¿Y tú? – le dije

-          Yo nada – y seguía partiéndose la caja lo que hacía que su polla se balanceara con el rebote de su cuerpo al reírse

-          Por cierto, ¿os queda mucho? Hemos quedado en dos horas en el centro y sino no me da tiempo a prepararme.

-          No, ya salimos, pero métete si quieres. Cabemos los tres de sobra. Lo único bueno que hizo tu padre con tu madre, aparte de teneros, fue comprar ésta pedazo de casa que parece una mansión – dijo Joy echándose a un lado.

Me terminé de desnudar, aunque sólo llevaba el slip y me metí en la ducha con ellos. Es verdad que era grande, pero no para que tres tíos estuvieran dentro sin rozarse. Así que, si no chocaba mi brazo con el de alguno, era polla con polla, culo con culo o culo con polla.

Lo que hizo que con el roce y el no roce mi polla comenzara a crecer.

-          Joder, sobrino. Menuda tuneladora tienes entre las piernas – dijo mi tío echando mano de mi rabo ya bastante duro

-          Y que lo digas – corroboró Joy – Y buenas pelotas – dijo palpándomelas como el que sopesa una fruta madura

-          ¿No habéis tenido bastante con el polvazo que, según vosotros, habéis echado antes de que llegara mi padre?

-          ¿Cómo que según nosotros? ¿No te lo crees? – dijo mi tío realmente menospreciado

-          - A ver, ya tenéis una edad y no hace mucho que os habíais montado una bacanal con el pizzero, que de echo ahora nos regala algo cuando vamos, como para que hace un rato, tan poco tiempo después tuvierais las armas cargadas- les dije echando mano, sin llegar a tocarles las pollas a mi tío y nuestro amigo.

-          Pero mira lo que dice el imberbe virgen este- le dijo Joy a mi tío.

-          Si , ya le he oído. Esta juventud se cree que el sexo lo han inventado ellos. Chaval, lo que hacéis ahora lo hacíamos nosotros casi antes de quitarnos el chupete. Lo que pasa que ni se decía, ni se subía a rrss.

-          Si, sí… mucho mucho, pero vamos. Mirad. Me corrí hace menos de 5 horas y ya la tengo lista para apuntar, disparar y matar – dije agarrando la polla desde mi base haciendo que dispara con ella a cada uno de los dos.

Mis dos compañeros de bañera se miraron, y como en un acuerdo tácito y sin palabras, dejándome a mi en el medio, mi tío agarró a Joy del cuello acercándole a él y se fundieron en un beso que ni en las mejores pelis porno había visto. Yo desde esa distancia, un pelín más bajo que ellos, por altura, veía que sus lenguas jugaban queriendo, y entrando en la boca del otro. Me había convertido en el centro de este bocadillo y pude notar ambas pollas duras, calientes y algo pegajosas chocando contra mi cuerpo. Tenía la de mi tío rozando mi ingle y la de Joy rozando mi culo cerca de mi raja. Tenía que aceptar que para ser unos vejestorios ( en plan coña comparando que yo tenía sólo 18 años ) estaban en su apogeo sexual, o al menos, en una época muy caliente y para disfrutar.

Estando ahí en medio no me quedó otra, o mejor dicho, no me apetecía otra cosa que agacharme y meterme esas dos espadas de carne en la boca. Ninguno se dio cuenta hasta que no sintieron como sus dos capullos se juntaron dentro de mi boca.

-          Buuuaabbbbfffff…- gritaron los dos a la vez y bajaron la vista hacia mí

Yo seguí mamando como si conmigo no fuera la cosa, pero los miraba. Me encontré con sus ojos lascivos mirando mi cara y como de mi boca entraban y salían sus dos capullos que se besaban dentro de ella.

Pajeaba ambos falos a la par que con mi lengua lamía ambos prepucios como perro bebiendo agua. Y en parte, estaba bebiendo lo que iba saliendo de sus pollas. Ya que el cabrón de mi tío, para sorpresa mía, y también excitación, comenzó a mearme en la boca. Al que siguió Joy.

Dejé sus pollas y comencé a acariciarme el cuerpo , usando sus meadas como si fuera una crema que me echaba después de la ducha.

Mi tío se inclinó y me besó, pero antes me lanzó un lapo a la boca que hizo que mi ojete se abriera de par en par.

Joy me cogió de los sobacos y me puso de pie.

-          Ahora vas a saber lo que son dos vejestorios follando. Y eso que no hace ni media hora que nos hemos corrido aquí mismo.

-          Demuéstramelo – le dije retándole

-          Ahora lo verás – me dijo agarrándome del pelo, dándome la vuelta hasta apoyar, algo brusco, mi cara contra la pared de la ducha y darme un azote en el culo que me dejó su mano tatuada varios días después. – Me follé hace media hora al tío y ahora voy a reventarle el coñito al sobrino. ¿Entendido?

En vez de sentirme mal, enfadado o perplejo, me sentía muy cachondo. Mi polla había llegado a una dureza muy diferente hasta el momento. En ninguna de las pajas con mis amigos o hermanos o las veces que he follado, he sentido esta excitación.  Está claro que me queda mucho por aprender, pero parece que tendré buenos maestros.

Apoyó todo el peso de su cuerpo sobre el mío haciendo que el frío de la pared contrarrestara con el calor de mi cuerpo. Mi polla me dolía por la presión ejercida del peso de mi cuerpo y la dureza de la pared. La polla de Joy, mucho más grande que la de cualquiera de los que conocía, estaba dura y palpitante queriendo entrar en mi culo.

-          Espera bruto- le dijo mi tío- habrá que dilatarle un poco

-          ¿No nos dijo que éramos unos carcamales?

-          Si, pero ya sabemos que es un niñatillo sin experiencia, apenas. Hay que demostrarle y enseñarle como se hace

Dijo esto apartando un poco a Joy de mí, aunque seguía ejerciendo la presión de mi torso contra la pared y podía sentir su aliento en mi oreja. Me comía el lóbulo, el cuello, me escupía en la cara y algunas gotas llegaban casi a mi boca. Unas las recogía él con su lengua y otras hacía lo mismo, yo mismo.

Mi tío, algo más delicado, pero no mucho más, agarró mis caderas y liberando ligeramente mi polla de la presión contra la pared, llevó mi cuerpo hacia atrás. Primero noté un mordisco en una cacha, luego en la otra. Luego su barba me raspó cada milímetro de piel de mis glúteos. Metió la barbilla en mi raja, y lijó todo mi esfínter con ella. Lanzó un gapo que dio justo en mi agujero. Luego otro, y otro más. Notaba como me resbalaba ese líquido por la raja… Y de repente…Su lengua inundó mi cavidad. Comenzó a besarme el culo como si fuera un morreo. Sentía sus labios, su lengua, sus babas, sus dientes… recorrer todo mi culo. Me lamía, besaba, mordía, devoraba toda la piel de mis glúteos y su interior.

-          Si, tito, sigue, por favor. Estoy muy cerdo por vuestra culpa

-          ¿A sí? – dijo Joy- ¿Ya no somos unos vejestorios que no aguantan dos polvos seguidos?

-          No, no… por favor, folladme ya. Uno, el otro o los dos, pero.. ¡Folladme yaaa! – grité como si me fuera la vida en ello.

-          Ya está preparado para embestirle – dijo mi tío alejando su boca de mi ojal. Aunque se despidió con una lamida desde mis pelotas a la rabadilla y un mordisco antes de sentir que se ponía de pie.

-          ¿Quieres hacer los honores? – le dijo Joy a mi tío

Este asintió sentándose en el pequeño asiento que había dentro de la bañera. Joy, cogiendo mis brazos por la espalda como si estuviera detenido por la policía, me empujó para que, dando la cara a mi tío me fuera sentando sobre su polla.

Sentía como ese falo candente, duro y caliente se iba haciendo camino hasta que su capullo llegó a mi próstata. Nuestro amigo se situó detrás de mí. Sentía su nabo aprisionado contra la zona alta de mi espalda y era él quién controlaba la follada. Me levantaba y bajaba mi cuerpo como si fuera un muñeco haciendo que me follara a mi tío. No sé cuanto tiempo estuvimos así, cuando, de repente… Siento que el cuerpo de Joy se aleja ligeramente de mí y su capullo quiere entrar también en mi culo sin sacar la de mi tío.

-          Relaja nene – me decía este

-          Si, relaja, sobrino. Tranquilo – me decía mi tío antes de comenzar a comerme la boca como un loco poseído.

La polla de Joy iba entrando poco a poco dentro. Mi culo se iba dilatando cada vez más hasta que sentí su pubis rozando justo en mi culo. Se quedaron quietos unos segundos hasta que mi esfínter se relajó suficiente para que el segundo inquilino de mi culo comenzara a moverse cada vez más rápido, y más y más.

Mi tío y yo permanecimos quietos, y era Joy el que estaba follándome como un animal en celo metiendo y sacando su polla casi por completo de mi ojal.

Los tres gemíamos como bestias, de nuestra boca solo salían suspiros, gemidos, bufidos cada vez más fuertes y sin control. La polla de mi tío, aunque no se movía dentro de mí, si que notaba el roce completo de la piel de su amigo. Le estaba pajeando con su polla dentro de mi culo, con lo que sus gemidos se apagaban, solo de vez en cuando, en mi propia boca al besarme.

-          Me corro – dije en los pocos segundos que mi respiración me dejó algo de aire en los pulmones para hablar.

-          No me queda mucho a mi tampoco – dijo mi tío dentro de mi boca

Joy seguía bombeando haciendo que mi polla comenzara a escupir leche a raudales chocando contra el abdomen de mi tío.

Joy, de repente, sacó su polla de golpe de mi culo. Agarró mi cara y un géiser de leche me bañó la cara a la par que mi tío descargaba sus pelotas en mi culo. Caí rendido sobre su pecho y me quedé relajado un rato hasta que mi respiración se tranquilizó.

Mi tío, con cuidado, me levantó. Comenzó a limpiarse el cuerpo, y poniéndose la toalla a la cintura salió del baño en busca de mi padre.

-          ¿Sigues pensando lo mismo? – me dijo Joy secándose le cuerpo mientras me duchaba

-          Para nada – le dije recordando lo ocurrido mientras limpiaba mi polla a conciencia

Se acercó, me dio un pico y un cachete en el culo y salió de camino a su cuarto.