Padres forzosos VII ( Steven, Immy y un vouyerista
Los amigos de los trillizos se quedan solos y disfrutan de sus cuerpos, pero no estarán sólos. Un vouyerista les pilla en la distancia
PADRES FORZOSOS VII ( Steven, Jimmy un vouyerista )
Los tres hermanos después de ese beso donde unieron más que sus labios, se despidieron de sus amigos y volvieron a su casa.
Fueron directos al sótano. Aunque aún no lo tenían del todo apañado tras la mudanza de los nuevos habitantes de la casa, tenían una cama de matrimonio y sábanas para poder dormir juntos, abrazados y desnudos para descansar los cuerpos y las mentes.
Lo que habían descubierto, y hecho, esta noche no se podía dejar pasar de hablar ni de pensar, y había sido demasiado.
Mientras tanto, en casa del vecino, Steven y Jimmy se quedaban solos después de haber despedido a todos los invitados.
- Tienes buen trabajo de limpieza, ¡eh! -le dijo Steven al anfitrión
- No te preocupes. Mañana tranquilamente lo recojo, y de la limpieza a fondo se encarga el chico de la piscina, que hace de todo.
- Genial, entonces. Aún así, si quieres mañana vengo y te hecho una mano para que se te haga más ameno.
- No hace falta que vengas a limpiar, pero si quieres venir o si te quieres quedar a dormir, no hay problema.
- Por mi ok. No tengo nada que hacer mañana ni tengo que volver a casa.
- Pues yo de momento me voy a meter en la piscina un rato, que a estas horas es cuando mejor se está – dijo Jimmy quitándose el bañador y tirándose de cabeza
Steven le imitó y despojándose del mini bañador que llevaba se lanzó junto a su amigo al agua.
Se apoyaron de espalda a la piscina apoyando los codos y la cabeza en el borde, uno enfrente del otro, elevando las piernas hasta sacar los dedos por fuera del agua. Con esta postura, ambos rabos quedaban a ras de la superficie del agua, bamboleándose con el movimiento rítmico del agua.
- Que a gusto se está así. Podría tirarme toda la vida – dijo Steven
- Y que lo digas, tío. Ahora sólo me faltaría una putita lamiéndome las pelotas
- ¿Y un putito no te valdría? - le respondió acercándose poco a poco hasta él.
Jimmy hizo fuerzas para sentarse en el borde con las piernas separadas y dentro del agua viendo como su nuevo “amigante” se acercaba nadando con ese culazo de piedra saliendo del agua.
La oscuridad de la noche sólo era rota por la claridad de la luna, haciendo que tuvieran una intimidad mágica donde volver a disfrutar de sus cuerpos.
Steven, una vez al lado de su amante, le acarició las piernas llevando las manos hasta acariciar las ingles y dando con los nudillos en la piel sensible de sus pelotas. Este, al recibir el roce de un cuerpo diferente al suyo, sintió un escalofrío que le recorrió desde las pelotas hasta la cabeza pasando por el perineo y el ojal. Instintivamente llevó la cabeza hacia atrás y dejó escapar un suspiro de placer.
Steven viendo que tenía a su amigo a su placer, acercó la boca a las pelotas y comenzó a lamerlas cual perro muerto de sed. Estas rebotaban contra el borde la piscina, haciendo que la mezcla de temperatura entre la boca del amigo, el frío del borde, el aliento….la polla en menos de un minuto estuviera apuntando a la luna que les alumbraba. Agarrando la polla con una de sus manos apuntó a la boca de Steven y este la engulló de golpe. Se la metió tan rápido y tan hasta el fondo, que a Jimmy le fallaron las manos y calló de espaldas contra el césped.
Había comido pollas hace media hora pero parecía que llevara meses sin llevarse una a la boca. Le olía a polla y leche de la corrida de hace un rato, lo que hacía que se la comiera con más ganas y más ansias.
- Jooooder, sigue sigue. Menuda boca que tienes. Y si, tenía una putita a mano- dijo Jimmy entre gemidos
- Así me gusta, cabrón, que disfrutes. Cuando quieras tendrás mi boca en tu rabo
- Calla y come- dijo llevando la mano a la cabeza de este para apretarle y siguiera comiendo- Hooooostiiiiiiias !- vociferó- Como sigas así me voy a correr enseguida
- Ni se te ocurra. Quiero que me preñes
Jimmy irguió el cuerpo para mirar al mamón que tenía a sus pies, bueno, a sus pelotas.
- Para , para…- le dijo Jimmy poniéndose de pie de golpe.
- ¿Qué pasa? – le dijo algo asustado
- Nada, que me meo
- ¿Dónde vas?
- Pues a mear al baño, ¿estás tonto o qué? -le dijo con cara de no comprender
- Échamelo encima, tío. No sabes como me pone eso
Jimmy se giró algo extrañado, cuando descubrió a Steven desnudo y de rodillas, apoyando hasta el culo en el suelo esperando la meada.
- Venga, no te hagas de rogar. Seguro que alguna vez has querido hacérselo a alguien
- La verdad es que sí, pero no pensé…
- Pues no pienses y venga
Se acercó a su amigo y cogiendo la polla, aún dura, desde la base y apuntando a la cara de su nueva puta, comenzó a dejar escapar el líquido caliente que salía de su falo. Steven, caliente como estaba, abrió la boca y dejó que el primer chorro cayera directamente en su boca.
Jimmy, al ver que se desperdiciaba demasiado líquido en el suelo se acercó más, quedando muy cerca del retrete humano en el que se había convertido su amigo, aprovechando este para agarrarle del culo y empujar su cuerpo hasta meter toda la polla en su boca.
La meada chorreaba por su boca convirtiendo la imagen en una fuente humana.
Al acabar, Steven , se puso de pie y se lanzó a comerle la boca a su “amigante”, el que de primeras le esquivó
- ¿Me acabas de hacer la cobra?
- Joder, tío, que me vas a besar después de haberte bebido mi meada
- ¿Y?
- Pues que tú lo habrás hecho más veces pero para mi es la primera
- Yo era virgen hasta esta noche
- ¿En serio?- dijo Jimmy muy sorprendido
- Claro, ¿te crees que es fácil ser de pueblo, futbolista y gay?
Jimmy no se lo pensó y se acercó a compartir su propio sabor de la boca de Steven.
Comenzaron a besarse como locos, juntando esos dos mástiles duros que luchaban como espadas la una contra la otra. Brazos fuertes y esbeltos que se convirtieron en tentáculos acariciaban cada mm del cuerpo de su amante.
Steven cogió el rabo de Jimmy y llevándolo como coche teledirigido le acercó y le tiró a una de las hamacas que había en el patio. Se sentó a horcajadas sobre este dejando el falo duro metido entre sus cachetes. Notaba el capullo caliente y húmedo rozando la raja entera. Rozando ese agujero que pedía ser penetrado.
Dos cuerpos mezclaban sus babas, su sudor. Se besaban con pasión, pasaban la lengua por la boca , el mentón, el cuello dejando pequeñas marcas que dejaban escapar gemidos de placer.
Suena un azote, y luego otro. Ahora a dos manos dejando marcado los 10 dedos en los glúteos redondos, duros y lampiños de su amigo. Al contrario de molestarle, con cada azote eran más fuertes los gemidos de este.
En una de estas, que tenía la boca muy cerca del oído le susurró:
- Te voy a follar, putita. Vas a ser mía esta noche.
Se miraron a los ojos y estos hablaron.
Le levantó agarrado a su cuerpo con las piernas de este abrazando sus caderas. Se notaba el entrenamiento de ambos. Esas dos columnas que tenía como piernas hacían las fuerzas suficientes para mantener en vilo a su putita y poder llevar ese capullo hambriento de carne a su destino.
Apuntó con una mano notando el calor que desprendía y de una estacada fue hasta el fondo.
- Ooooohhhhh, síiiiii….- gimió tan fuerte Steven al sentirse taladrado que seguro que lo habrían oído los vecinos.
Y no se equivocó del todo.
En la ventana de la casa de al lado, Jessie se había despertado para ir al baño y al escuchar gemidos se asomó a la ventana y vio una imagen que le hizo, instintivamente, llevarse las manos a las pelotas.
Los dos amantes se tumbaron en el suelo, la posición de misionero, tan clásica pero especial y placentera.
Las piernas de Steven abrazaban la cadera de Jimmy contra su cuerpo, el cual , con sus brazos duros apoyados en el césped al lado de los hombros de su compañero de equipo, embestía como un animal poseído.
- Siiii, jooooder. Toma polla, zorra. Toma poooollaaa – gritaba como un energúmeno taladrando el culazo de su amante
- Dame más, por favor. Sigue follándome, tío – su amigo, tan masculino en el campo gemía y gritaba como una auténtica puta. Pocas tías gemían como él lo hacía
Zas, zas, zas….sonaba la música de ambos cuerpos chocando, disfrutando el uno del otro.
Suspiros, gemidos, insultos, el choque y el roce de los cuerpos es lo único que rompía el silencio nocturno en este jardín.
Mientras en la casa de los trillizos, el tío Jesse seguía asomado a la ventana masajeando, ya más que acariciando, su ya durísimo pollón.
Estaba gozando mucho terminando el calentón que se había quedado a medias hacía unas horas. Agarraba su falo desde la base y tiraba de sus pelotas creándole unas sensaciones que cada vez disfrutaba más con los tíos, dejando casi de lado a las mujeres.
Fue a su maleta y cogió un pequeño “PLUG”, el que con un poco de lubricante de su propia boca al lamerlo, se lo metió de un solo impulso en ese culazo duro que era la envidia de muchos y muchas.
Tuvo que morderse el labio inferior para silenciar el gemido que salía de sus adentros y no despertar a su familia. Ya había tenido demasiado enfrentamiento esta noche.
Volvió a la ventana donde los vecinos habían cambiado de posición, y ahora en posición de perrito el macho cabrío de Jimmy estaba taladrando a su presa. Con cada embestida un azote acompañaba la metida. Y en un momento, Steven levantó la mirada viendo al vouyerista en la venta. Miró de refilón a su activo haciendo que éste mirada a la ventana. El tío Jesse, en vez de esconderse, les saludó poniéndose de puntillas para que vieran que se la estaba meneando con la ayuda de la peli porno en vivo que estaba disfrutando.
Jimmy dio una embestida más fuerte, seguida de otra más fuerte aún, y otra más , y más y más…Elevó los brazos al aire, en plan victoria, teniendo todo su cuerpo contra el culazo de Steven soltando todo el líquido de sus pelotas dentro de él gimiendo como un toro de miura.
Cuando sintió que sus pelotas estaban vacías, con una señal de “ok”, le dio la señal a Jessie de que se había terminado el espectáculo.
- Aún no ha terminado esto. Yo no me he corrido.
Y poniéndose de pie, agarrando de los hombros a Jimmy para que no se levantara, apuntó su falo duro a su cara y comenzó a llenarlo de leche calentita. Fue tanta la cantidad que salió que casi no quedó mm de piel libre de esperma. Aprovechando la situación se inclinó dando el culo todo abierto y chorreando leche a la visión del vecino, y relamió la cara del dueño de la casa como si fuera la tapa de unas natillas.
Se giró, mirando a la ventana, y se relamió la boca cogiendo todo el líquido que quedaba en sus labios.
Jesse desde la ventana seguía dándole duro con una mano, mientras con la otra apretaba el plug lo más dentro que podía.
Estaba a punto, lo notaba, sentía ese cosquilleo que va desde las pelotas hasta el bajo vientre que es el “chivato” del géiser que estaba a punto de culminar el pajote. Ahí llegaba, se mordía el labio. Lo hacía tan fuerte que sentía que se había hecho un poco de sangre en la boca.
Se giró para no manchar la pared y las cortinas, y justo cuando comenzó la cascada que salía de su capullo, la cual no pudo contener vio a su hermano en el marco de la puerta con el brazo a punto de tocar para pasar aunque estaba abierta, y descargó delante de su hermano por segunda vez en pocas horas.
Danny se quedó paralizado, completo. Su cara, por no esperárselo y su polla porque había despertado al ver la imagen que, desde hace unas horas admiraba y deseaba.
- Per…perdona – dijo Jesse controlando las convulsiones y los gemidos que aún salían de su cuerpo
- No, perdona tú, hermano – dijo dándose la vuelta pero sin irse- venía a pedirte perdón por lo que os dije antes, y encima te pillo así…
- Lo siento. Me levanté y vi a… - se calló queriendo solucionar primero lo de su hermano -pasa, pasa y hablamos, hermanito.
Danny entró a la habitación que ocupaba su hermano y se sentó en la cama. Jesse le imitó, pero al sentarse notó lo que llevaba dentro y se levantó para quitárselo.
- ¿Qué es eso?
- Un plug. Da mucho placer. Ya te explicaré. Aunque viendo esto – dijo echando mano a la polla dura de su hermano - tal vez lo necesites hoy- y le guiñó un ojo- Pero dime, ¿qué venías a decirme?
- Pues eso, que lo siento. No debería haberos dicho eso, pero el ver que mi hijo nos había pillado en ese momento, pues no es muy cómodo
- Tranquilo. No me lo tomé a mal, me dolió no que me lo dijeras, sino que me lo hubieras tenido que decir. La culpa fue mía. Tengo que tener más cabeza.
- No fue culpa de nadie, además, que echando la culpa, todos la tuvimos. Nadie me obligó. ¿Entonces me perdonas?
- Claro que sí, hermanito. Venga un abrazo
Se puso de pie y me obligó a hacer lo mismo. Nos abrazamos . Noté su polla flácida rozando mi pierna, al contrario que la mía que le daba en el abdomen de lo dura que la tenía.
- Joder, no te limpiaste
- ¿Qué quieres? Entraste y te pusiste a hablar, no caí en limpiarme. De todas formas ya la has tenido cerca esta noche
- Anda, límpiate, guarro. Mañana hablaré con Joy y con mis hijos. Me espera un día cojonudo
- Pues de momento relaja lo que tienes entre las piernas, que te va a dar una embolia porque no te circula la sangre, cabrón.
Ambos nos echamos a reír y me fui a mi cuarto. Pasé por el cuarto de Joy. Tenía la puerta abierta y el dormía a pierna suelta, desnudo también. Su polla dura descansaba sobre su abdomen y sus pelotas descansaban sobre el perineo.
Al final va a tener razón Jimmy, y esto va a ser un campo de nabos.
Tengo que bajar esto, dije llevando mi mano al rabo y comenzando una suave paja de camino a mi cuarto. Me siento libre y me gusta.
Ahora sólo voy a pensar en el polvazo que no terminé. Mañana ya me preocuparé en como afrontar la situación con mis hijos.
Mientras tanto los tres hermanos estaban desnudos y abrazados en posición de trenecito en la cama del sótano….