Padres forzosos IV ( la fiesta )

Dejamos al pizzero de lado para saber que ocurre en la fiesta de la piscina

Padres forzosos IV ( La Fiesta )

Llegaron corriendo y gritando a casa del vecino. Aún siendo los que más cerca viven fueron los que más tarde llegaron. Allí ya había un gran número de chicas y chicos, de entre los 18 y los 20 años gritando, jugando, hablando, bebiendo... Y entre ellos se encuentra Steven. Inconscientemente, mi hijo D.J , le había buscado desde que llegaron a la zona del patio donde estaba el gentío. Y allí le vio, de espaldas. Esa espalda de gladiador, morena, que acababa en una cintura estrecha en comparación con el volumen del resto del cuerpo y engalonada en un culazo , redondo, respingón y duro ( y sabía que también depilado ) envuelto en un speedo blanco, casi transparente con la humedad que le provocaba el agua de la piscina , de la que intuía que acababa de salir por las gotas que resbalaban desde su pelo hasta el suelo.

  • Han llegado los trillizos- gritó una de las chicas que les habían visto entrar y salió corriendo hacia ellos, acompañado de otras 2 chicas más. Las tres, con un bikini tan pequeño, que como se descuidaran dejaban al aire hasta el apellido.

Las tres, como unas " grupis " hicieron un corro alrededor de mis hijos y les abrazaron. Dos de ellos se dejaron seducir por estas hormonas femeninas andantes, pero el tercero en discordia tenía los ojos, y la mente, perdida en el horizonte. Pero encontró su presa, cruzó la mirada con Steven, que sonrió . Y cuál anuncio de dentífrico alumbró la penumbra que recaía sobre su mente.

Las tres chicas intentaron llevarse  a mis hijos hacia la piscina, pero D.J permaneció inmóvil . Vio como si compañero se acercaba hacia él , sonriendo, moviendo ese cuerpo de adonis embutido en ese bañador , en el que cabía  poca cosa, incluido su cuerpo.

Le abrazó, pudo sentir cada milímetro de sus músculo abrazándole. Sentir la humedad de su cuerpo mojando sobre el suyo, y sobre todo, sentir ese bulto que se aplastaba contra su paquete embutido en el suyo. Tuvo que hacer mucho esfuerzo para controlar la erección que comenzaría en breve a hacer acto de presencia.

  • ¿ Qué pasa compi ? - le dijo Steven a mi hijo con su sonrisa perenne- ¿ Son estos los que te pillaste al final ? - le preguntó acariciando su cadera y dándole la vuelta para ver cómo le quedaban desde todos los ángulos- Te quedan bien, pero si hubiera sido blanco como el mío, te quedarían mejor por tu color de piel.

  • Si te dijera por qué tuve que comprarme estos, no te lo creerías- le dijo mi hijo riendo, parece que se estaba tranquilizando más.

  • ¿ Los manchaste de lefa, no ?- le dijo acercando su boca al oído de este- No te preocupes, alguna vez me ha pasado. Es una putada si no te queda bien , pero bueno, no es el caso- le hizo este comentario al ver la cara de sorpresa de mi hijo.

No podía creer, que este chico, tan cortado en los vestuarios, le hablara de esta forma y le pusiera de tal manera que le hiciera dudar de su sexualidad. No tenía ningún problema con los homosexuales, había coincidido con varios a lo largo de no muy larga vida, pero no era homosexual. O eso creía. Nunca, en todos los años de deporte, de vestuarios, de fiestas de piscina que acaban casi en orgías....había sentido nada , lo más mínimo, por un tío. No siquiera envidia por una polla más grande, pero ... Tenía que dejar de pensar en ello si quería disfrutar la fiesta.

Ambos se fueron a la piscina, donde vio a sus hermanos tonteando con dos de las chicas que habían ido a saludarles. La tercera en discordia, miraba a D.J como cordero degollado a ver si llamaba su atención.

Mi hijo se acercó a ella y le pasó el brazo por los hombros dejando la mano cerca del pecho de esta, que al contrario de molestarse hizo un movimiento sutil para ocasionar el roce " fortuito ". Ambos rieron y mi hijo aprovechó para agarrarle bien la teta.

Tenía el pecho de esta chica en su mano, pero su mente y su vista estaban mirando a Steven, el cual estaba justo enfrente, sentado en el borde de la piscina, abierto de piernas con los pies dentro del agua. Este le sonrió y le hizo un gesto de la cabeza para que mirada su propia entrepierna.

Mi hijo miró abajo y vio que tenía una erección bastante llamativa, el capullo luchaba por salir del bañador y ni corto ni perezoso, se lanzó al agua. Quedando muy cerca de su amigo.

  • ¿ Cómo te ha puesto Sofi, no ?- le dijo Steven agarrándose el paquete haciendo que mi hijo mirada en esa dirección.

  • Si, tío. Menudas tetas tiene. El tamaño perfecto para apretarlas mientras se la metes a lo perrito- le siguió el juego mi hijo

  • No sé de tamaños de tetas en las manos- le dijo este mirando al grupo que tenía enfrente , sin dar importancia al comentario que acababa de hacer

  • ¿ Entonces....?- no terminó de hablar mi hijo

  • Sí, soy gay. ¿ Te sorprende ? - le dijo algo molesto- ¿ No es de lo que habláis a mis espaldas ? ¿ No es lo que quisiste comprobar cuando te metiste en el probador conmigo ? ¿ Perdiste la apuesta o lo elegiste tú mismo ?

Mi hijo se quedó petrificado ante tal disparo de preguntas con veneno. No sabía que hacer. La polla se le quedó enanísima dentro del agua. Iba a articular palabra , cuando su mente se tranquilizó, pero fue tarde. Su amigo ya se había levantado y cogiendo su ropa se metió en la casa.

Salió corriendo detrás de él . Le dio tiempo llegar casi a alcanzarle en el salón, donde sin vergüenza ninguna se acababa de quitar el bañador y le pilló inclinado , con todo ese culazo dispuesto a hacer disfrutar a cualquier tío que lo necesitara.

Una ligera duda pasó por la cabeza de mi hijo, pero la desechó tan rápido como le vino. Se lanzó a su amigo, habiendo recuperado al 100% su erección al verle, y le abrazó.

Lo único que separaba su polla como un hierro candente del culazo de su amigo era la tela finísima del diminuto bañador. Le agarró de la cintura, abrazándole, sintiendo como el calor de los dos cuerpos hacía casi evaporarse el agua que aún resbalaba .

Steven, como quién no quiere la cosa, apretó su culo contra el rabo duro de mi hijo. Y este , por respuesta se lo sacó del bañador notando en su capullo todo el calor que desprendía el agujero de su compañero de equipo.

Mi hijo le empujó más contra él, si es que eso era posible. Su polla entró entre los musculados muslos de Steven, provocándole un gemido placentero al sentir la piel de su amante rozar su sensible capullo.

Steven miró hacia atrás, quería encontrarse con la cara de su amigo, le vio ligeramente un ojo y vio en ellos; duda, miedo, ganas, preguntas....pero también deseo.

Se giró de golpe sentándose en la parte trasera del sofá. Por primera vez en esta situación se ven de frente. Ambos desnudos, calientes, con las mismas ganas que dudas de dar o no dar el paso.

Mi hijo se termina de quitar el bañador y se acerca lentamente a su compañero de equipo, la poca luz del salón hace una situación romántica, aunque solo se piensa en sexo.

El cuerpo fibrado, desnudo y depilado de un joven de 18 años se acerca haciendo bambolear un rabo duro y caliente , marcando a su vez el glúteo en casa paso. Hasta que siente las piernas de Steven rozando las suyas. Ambos tiemblan, en su cuerpo se ha cambiado el agua por gotas de sudor. Un paso más y ambas pollas se rozan.

Un rayo de placer recorre los dos jóvenes cuerpos. Ambos, como en una coreografía elevan los brazos para tocarse. Steven agarra el culo de su primer amante y amasándolo como su fuera la base de una pizza lo empuja hacia él. Le mira a los ojos, con dudas. No sabe si será una apuesta o una broma de los demás del equipo, pero no se quiere quedar con la duda.

  • ¿ Seguro ? - le pregunta temiendo una negativa en la respuesta.

Mi hijo se lanza a su boca como única respuesta. Ambos comienzan una guerra de lenguas, en la que seguro que no habrá ningún perdedor.

Dos cuerpos enérgicos, rebosantes de testosterona comienzan a tocarse, acariciarse, sobarse. A sentir cosas que nunca habían sentido. Uno por virgen y el otro por una nueva experiencia.

Con los movimientos caen sobre el sofá, casi caen al suelo y ambos comienzan a reír. Pero las risas acaban pronto porque sus bocas, al igual que el resto de su cuerpo comienzan a besarse. Sienten como esos pectorales luchan usando como espadas esos pezones que se han puesto muy duros. Como esos falos, calientes, tan duros como en ningún momento habían tenido ninguno de los dos, juegan chocando contra sus muslos, abdomen. Las piernas parecen unas combas enredadas.

Steven, haciendo eco de su fuerza, coge a mi hijo y hace que sea él el que caiga de espaldas en el sofá. Abriendo las piernas de este, mete las suyas entre medias y vuelve a besarle la boca. Pasa su lengua haciendo surcos por el mentón, se la mete en la oreja ocasionando un escalofrío y unas cosquillas que hace que D.J encoja el cuello. Vuelve a su boca, y baja por el cuello, perdiendo un poco de tiempo en esta zona, llegando a pegar pequeños mordisco que sólo consiguen hacer que de la boca de mi hijo se escapen gemidos de placer que no consiguen esconder.

Se están arriesgando mucho, cualquiera podría entrar en la casa y pillarles, pero les da igual. Más que nada, que ahora no piensan en nada que no sean ellos mismos.

Steven sigue su trayecto, como si fuera un camino que no puedo saltarse. Aprovechando que D.J tiene las manos detrás de la cabeza para no hacerse daño con el sofá, Steven pierde su nariz y su boca en las axilas de este. El único sitio , junto con la polla, donde ha dejado algo de vello.  Le come las axilas, es la primera vez que alguien le hace esto. Ninguna de las chicas con las que ha estado se han atrevido y eso que deseaba que se lo hicieran.

Con la otra mano, empuja la cabeza de su amante masculino más contra su sobaco, llegando a sentir como le clavaba la nariz en el. Al soltar la presión, este continuó el recorrido que tenía estipulado en su mente, y llego a la primera colina, uno de esos pezones que a juzgar por el grito de placer que salió de la boca del dueño tenía que ser zona erógena. Tuvo que ponerle la mano en la boca para evitar que siguiera gritando, porque se dedicó en cuerpo y alma a lamerle las tetillas provocando espasmos en su cuerpo. Lamía el pezón, lo succionaba y lo mordía suavecito tirando de el como si quisiera arrancarlo con cuidado, cuando notaba que un gemido podía salir de la boca de este cambiaba de pezón y repetía la misma técnica. Cuando la respiración tan agitada de D.J le provocaba que debía darle un respiro a sus pezones, continuó bajando por su abdomen surcándolo con la lengua pasando por el hueco de sus abdominales hasta notar el vello que decía que había llegado el premio gordo.

Con su peso , y luego con su mano, había evitado que la polla llevara su postura natural contra el abdomen, quería dedicarse en cuerpo y alma a este manjar una vez hubiera acabado con los entrantes.

Mirando a los ojos a su colega de equipo, comenzó a bajar lentamente la cabeza acercando la boca a su objetivo.

Mi hijo sintió el aire de sus exhalaciones cada vez que estaba más cerca, y más rápidas por la excitación de este. Sin perder el contacto visual, le dio un beso en el capullo haciendo que su boca se llenara de precum. Antes de seguir con el trabajo que tenía entre manos se lanzó a darle un beso en los labios para que probara su sabor. Al separarse las caras un hilo de babas mezcladas con el néctar de su polla mantenía unida ambas bocas.

Steven bajó de golpe hacia la polla, y como todo un experto engulló , de golpe, los casi 20 cmtros de D.J. Los mantuvo un rato en la boca, notando como acariciaba su garganta, hasta que mi hijo le soltó la cabeza, que por inercia había llevado a la nuca de este por el placer ocasionado. Sacó el falo de su boca acompañado de una arcada, muchas muchas babas que empaparon el vello púbico de mi hijo y sus pelotas. Pero no había problema, Steven, como buen conocedor de los placeres masculinos, aunque fuera por pelis pornos y gustos "autoconocidos" , le lamió las pelotas haciendo que esas babas entraran de nuevo a su lugar de origen y pasó la lengua desde estas hasta el capullo, cual helado de hielo se tratara.

Repitió de nuevo la actividad, engulló de una sola estacada todo el nabo de su amante hasta que consiguió que este arqueara la espalda por el placer y clavar así, aún más, la nariz en su abdomen. Se mantuvo así unos segundos, los suficientes, para aspirar el olor a sexo que emanaba del rabo de su amigo . La sacó , y según lo hizo dejó que cayera sobre el abdomen de este y se tumbó encima. Empapando su propio abdomen de sus babas , ahora mismo, en la polla de su acompañante.

Volvieron a besarse como si fueran dos locos que no saben hacer otra cosa. Sus movimientos se hicieron tan bruscos que cayeron al suelo rodando como una croqueta, pero sin dejar de besarse quedando mi hijo sobre su amante.

Estiró los brazos, quedando su polla apretada contra el sexo de Steven y mirándole a los ojos.

Le cogió las piernas y como si fuera un muñeco de trapo las elevó , haciendo que este quedara solo apoyado con los hombros en el suelo, ayudándose de sus manos para no tambalearse, y de golpe, como si fuera un castigo más que una recompensa, le introdujo la lengua hasta lo más hondo que pudo llegar. Lo devoraba con pasión. Apoyó las piernas en sus hombros para tener las manos libres y poder abrirle las cachas para tener más facilidad para follárselo con la lengua. Separaba la vista de su plato principal y lo observaba. Se quedaba maravillado de la belleza de ese hoyo lampiño, rosadito, suave y palpitante que tenía delante. Y volvía a meter la lengua como si fuera la última comida en el corredor de la muerte.

Esto provocaba cada vez más gemidos y más gritos que salían como una manada de toros que dejas libres.

Volvió a separar la cara del culo de Steven y le azotó tan fuerte, que si no hubieran estado tan cachondos, le habría dolido. Notó que le gustó, aparte de los gritos de placer de su amante , por como palpitaba ese culo en cada golpe. Lo que provocó que se encendiera más y que siguiera azotando este culazo que tenía delante. Dando una de cal y otra de arena, intercalaba la comida de ojal con azotes a este.....

  • ¿¡ Qué cojones pasa ....!?- no pudo terminar la frase. Jimmy se quedó sin terminar la frase al ver a su mejor amigo , de rodillas, desnudo y con su polla mirando al techo devorando el culo de su compañero de equipo.

D.J iba a contestar, y se habría acojonado de miedo por la repercusión que esto pudiera tener en el equipo y en su vida, sino fuera porque al mirar hacia el bañador de su amigo el capullo sobresalía por el elástico.

Steven y D.J se miraron, una ligera sonrisa afloró en sus caras a la vez que se iban incorporando para acercarse al tercer amigo en discordia.

En ese momento, supongo que alterados por el grito del dueño de la casa , un grupo de chavalería, encabezados por los hermanos trillizos que faltaban entraron a la casa. Menos mal, que el sofá era lo suficientemente alto para no ver que estaban desnudos...

  • ¿ Qué pasa ? - preguntó uno de los trillizos.

  • Nada , nada- dijo Jimmy sin querer darse la vuelta para que no vieran el empalme que llevaba- Estos cabrones, que estaban hablando aquí a oscuras y me asustaron los muy hijos de puta. Saliros a disfrutar la fiesta, que no pasa nada

Parece que la excusa funcionó , ya que todos salieron sin mirar atrás.

  • ¿ Y con esto quién de los dos me ayuda ?- dijo Jimmy sacando su manubrio del bañador.

Los dos se arcaron a este y se arrodillaron bajando su speedo por completo. Justo en el momento en el que...

  • Oye, Jimmy, ¿ donde hay más birras ?- preguntó Stephan , otro de los trillizos, justo en el momento en el que el mujeriego de su hermano engullía el rabo de su vecino y amigo.

Mientras en mi casa, mi hermano, mi mejor amigo y el chico guaperas del repartidor comenzaban un " mènage á trois ", donde lo que nos había contado mi hermano de su primera mamada se quedaría en una película para todos los públicos.

Espero que estés disfrutando con las historias de esta familia, donde espero se sigan dando lugar historias morbosas, calientes....e incestuosas ?