Padre y señor mio

Son dos tipos divorciados, que por medio de sus hijos respectivos se conocen y se seducen y terminan cogiendo y quizás amándose. Relato ideal para calentones, pajeros y románticos.

Manejo con cuidado porque llueve en Buenos Aires. Cae una lluvia persistente desde la mañana y hace frío, pero mi ánimo no se ve afectado por el mal tiempo. Estoy contento, después de muchos años puedo decir que estoy empezando a ser algo mas feliz.

Me llamo Martín, soy médico, divorciado, padre de un hijo adolescente muy rebelde, soy hijo único de una señora octagenaria que aún me consiente, socio en una clínica de medicina privada , amante del cine francés, alto castaño bien formado ojos color miel como dicen los mariquitas jóvenes, y entre otras cosas, jugador de tenis, militante de centro izquierda, 0 RH negativo, descendiente de búlgaros, y gay.

Hasta hace un tiempo, mi deseo por los varones había sido la causa de mi fracaso matrimonial, . el motivo de mi retracción, la causa de mi soledad. Era y quizás es, una cruz que cargaba con dificultad, una condición que me separaba del resto de mis amigos y colegas, supuestamente normales.

A pesar de mi divorcio, nunca dejé de estar muy cerca de mi hijo , que ya entrado en la edad del pavo o adolescencia , me sigue creando preocupaciones, asombrando, enterneciendo. No es fácil explicar lo que siento por mi hijo, solo lo resumo diciendo que lo amo con toda el alma. Pero es un amor que a veces me hiere, me duele , todo nos une pero hay algo que nos separa, porque no podemos ser amigos y no quiero de ninguna manera que conozca mi condición sexual.

Ustedes dirán que es un error, que debiera "salir del closet" pero salvo a mi , a quién le serviría? A mi hijo , lo desequilibraría. A mi ex, no le serviría porque sabe que nuestro fracaso no es culpa de ella y ha rehecho su vida y tiene un par de hijos con su nueva pareja. A mi madre, menos pues no me entendería y por ahí se culpa por algo que ella consideraría terrible....

Como dije antes no quiero que mi hijo lo sepa , aunque siempre me pregunta porque soy un ermitaño y no rehago mi vida..

Mi hijo tiene una amiga, Belén, de esas amigas que sólo se tienen a los quince años. Casi se visten igual, hablan igual, a veces los confundo cuando los veo de lejos, y ambos para su tranquilidad y quizás para la mía, son absolutamente heterosexuales y exitosos con el otro sexo. A veces sospecho que son amigovios pero no lo dicen.

Conocí a Susana , la madre de Belén, en primer año del secundario de nuestros hijos pero nunca había visto a Ricardo, conocido como Ricky, el padre.

Ricky según me explicó Belén, es un alto ejecutivo de una empresa multinacional de origen norteamericano y estaba siempre muy ocupado, por lo que por lo general no participaba de aquellas actividades de padres e hijos que el colegio tanto estimulaba.

Aquella tarde de sábado me tocaba a mi , ir a buscar a ambos chicos del campo de deportes , y alli me dirigi siendo las cuatro y media de la tarde. Grande fue mi sorpresa cuando advertí la presencia del padre de Belén..

Podrán pensar que miento, pero en ese instante me dije que ese hombre iba a tener importancia en mi vida. No se explicarlo, pero al mirarle, sentí una inmediata atracción que por supuesto debí disimular para salvar las apariencias...

Ricky mide un metro ochenta y dos, pesa unos setenta y seis kilos, es de cabellos negros lacios , tez muy blanca, barba que asoma incluso después de afeitado, ojos azules verdosos, cuerpo de deportista, velludo, piernas largas, y me parece muy atractivo sexualmente.

Es uno de esos hombres que generan la inmediata atención de los demás, pues tiene algo difícil de definir que te calienta, te pone duro el pito, te hace suspirar de deseo, te hace mojar la ropa interior, en suma te pone bien chachondo y morcillón como diría algún español.

Charlamos un rato ese día , y me impresionó como un tipo muy inteligente y sensible. Pero no pasó de eso. Me dijo que tanto él como su ex –mujer (especialmente ella) estaban organizando el cumpleaños de quince de Belén y querían que fuera la mejor fiesta que una chica podría tener.

Quedamos en comer algún día juntos pero eso no se concretó hasta que un día me llamó por teléfono para invitarme a pasar por su oficina. Quedaba cerca de esa zona de Buenos Aires que fue invadida por los pubs irlandeses y sus "after hours". Por suerte era bastante temprano de modo que no nos molestó ni la música ni la gente.

Cuando llegué a su oficina, la secretaria me hizo pasar a un despacho lleno de espejos y al rato apareció Ricky algo más pálido que la vez anterior y me dijo que sospechaba que Belen estaba embarazada de mi hijo. Al rato llegó Belén muy confundida y les pedí quedarme a solas con ella y me confirmó entre lágrimas que tenía un atraso pero que mi hijo no tenía nada que ver. Se ofendió con su padre, hizo un pequeño escándalo y se fue. El padre me pidió disculpas, no había sido su intención involucrar a mi hijo ni a mi y me dijo sentirse avergonzado de lo ocurrido.

El atraso fue solo eso y Belén no estaba embarazada. Ricky se sentiría muy avergonzado conmigo, por lo que eludía todo nuevo encuentro, por lo que lo invité a cenar. Fuimos a un restaurante muy tranquilo en un hotel de cuatro estrellas, y allí hablamos de lo que había ocurrido y de nuestras vidas. Yo percibía una gran tensión entre nosotros y no sabía a que atribuirlo. Que el tipo me calentaba no había dudas, con esa cara de actor de cine, algo barbudo, su estatura, su elegancia de traje muy bien cortado, sus manos de dedos largos y elegantes, su sensualidad masculina representada por esa voz bien de macho, esos movimientos ágiles y casi felinos de su cuerpo, y esa mirada que me volvía un adolescente.

No quería mirarlo demasiado, me abstuve te dirigir mi vista a sus labios carnosos, a sus piernas largas , a su culo pequeño y elegante, a sus brazos fuertes.

El no se privó de nada. Una vez aclarado lo de su hija, y varias copas mediante, recobró la calma de la primera vez y comenzamos a hablar de todos los temas, y su mirada me pareció intencionada y provocadora en un momento y por debajo de la mesa creí sentir su pierna empujando la mía.

Cuando la conversación llegó a nuestra situación de pareja actual, el me dijo que no pensaba volverse a casar.

Estoy podrido de las minas (mujeres) , sabés.

Tan mal te fue con tu mujer? Pregunté

Un desastre - contestó- nunca debí haberme casado, agregó.

No naciste para el matrimonio? Pregunté no sin preocupación.

Por lo menos no para el matrimonio con mujeres - agregó y soltó una carcajada-

Y con hombres? - Interrogué siguiendo el tono jocoso abierto por su risa-.

Es una alternativa , contestó con total franqueza y ya sin reírse..

El tono de la conversación transitaba caminos peligrosos cuando miré el reloj y vi que eran las cuatro de la tarde. Estaba caliente con el tipo, este coqueteaba conmigo desde su metro ochenta y dos y su sensualidad elegante, yo no me atrevía a tomar ninguna iniciativa , no pasaría nada pensé, solo me dolerían los huevos por no hacer nada.

En el momento que me vió consular el reloj, comenzó a mirarme profundamente sin decir nada, era un mirada provocativa que no decia nada o que lo decía mucho. Yo le devolví la mirada por un largo minuto pero no pude evitar desviar los ojos de los de Ricky.

El movimiento de su pierna ya no resultó casual y mi pija comenzó a latir como mi corazón desesperado. Nos seguimos mirando en silencio y en un momento el llamó al mozo y pretendió pagar la consumición, a lo que me opuse. El desistió y una vez que el mozo me devolvió la tarjeta de crédito , Ricky me dijo algo que me cayó como una bomba aunque no fue inesperado: - Entonces yo pago el telo..... En otras palabras me estaba invitado a un albergue transitorio para parejas. El también quería pija. Mi pija .Quería coger, garchar, follar, culiar o sea era tan puto como yo..

Subí a su auto y el arrancó con velocidad hasta una calle casi suburbana, y entramos a un albergue transitorio, yo algo afectado por ser esta mi primera vez en un lugar así con otro hombre , y el perfectamente acostumbrado parecía.

Llegamos al cuarto asignado , que era de lujo con hidromasaje y espejos, y una vez cerrada la puerta , me abrazó y nos besamos en la boca. Fue un beso sin lengua, un beso de película del 40, un beso caliente de dos hombres adultos , solos , necesitados de afecto, calientes y carenciados de sexo y amor.

Pasó a la ducha y yo lo vi alejarse alto elegante sexy. Con su diminuto boxer negro apretado a su sexo y a su culo como una segunda piel.

Salió del baño y envuelto en una toalla comenzó a secarse en el cuarto mientras yo pasaba a ducharme. Hasta ese momento habiamos sido casi vergonzosos , dos heterosexuales platónicos, salvo el beso en la boca.

Cuando volví no pude creer lo que vi, era un adonis peludito y caliente, tirado largo como es en la cama king size del hotel, con una pierna larga elevada y torneada a la perfección y la otra estirada sobre las sábanas, una pija enorme entre las dos tentadoras piernas, enmarcada en una escenografía de pelos pubianos muy tupidos, unos huevos tambien peluditos pero enormes, el torso caliente , don dos pezones rojos que daba gusto mirar, y su sonrisa , su sonrisa que me volvía loco.

El encendió el velador de su lado de la cama y yo me fui sacando la toalla que me cubría mientras me dirigía hacia ese macho deseado, a ese monumento masculino que me esperaba con el pecho latiendo a mil, y me acosté a su lado e insólitamente nos abrazamos, algo bien hetero al principio, pero luego el abrazo se hizo mas carnal y mas tierno, un abrazo de dos hombres perdidos que por fin se encontraban.

Luego nos besamos apasionadamente, y mi lengua por primera vez atravesó una boca masculina, una boca envuelta en una barba dura y tupida, y nuestras lenguas se conocieron como dos espadachines en un combate, y nuestras salivas se intercambiaron como dos banderines de equipos que juegan un partido amistoso, y me acarició el cabello y los hombros, y yo llevé mi mano a su corazón y el me dijo palabras dulces que no escuché o que no quiero repetir , mientras nuestras manos recorrían los cuerpos de cada uno , y agarré su pija , su verga enorme y la apreté con fuerza como para comprobar su dureza y el gimió y dirigió mi cabeza hasta ese miembro descomunal , y lamí su cabeza y el tronco de su poronga y lamí sus huevos hermosos y llené de saliva su pubis y el interior de sus piernas, y por fin llevé esa pinga hermosa a mi boca , y el gritó de placer, y levantó sus largas piernas y apoyó sus pies grandes y masculinos en mis hombros.

Se la mamé con tanto placer mientras con ruidos guturales le decía lo mucho que me gustaba, y el empujaba con sus caderas su pija dentro de mi boca como si me estuviese cojiendo y por fin, la sacó de mi boca y depositó su leche en mis cabellos en mi cara en mi pecho en mi cuello

Me subí sobre su cuerpo transpirado y fragante de sexo y pasión , y acerqué mi pija pedigüeña a su boca y el me besó el glande con desesperación y tragó mi pija con pasión inusitada y empezó a chuparme con tanta fuerza que me dolía y se la seguí poniendo hasta que la saqué y terminé sobre sus pezones erectos y muy rojos y sobre los pelos tupidos de sus axilas y de su pecho.

Nos quedamos dormidos y allí se largó a llover. Y esa lluvia que caía era como un remanso en la noche caliente, y el me tomó de la mano y beso mis dedos y yo hice lo mismo con el. Sin palabras fui subiendo mi cuerpo lampiño y suave sobre su cuerpo peludo, sobre su manta de pelos calientes y rizados hasta que llegué a su pubis y levantando mi culo despacito me senté sobre su pija erecta y el grito de gozo y yo grité de dolor , mientras, su pija de padre y señor mío, tocaba a la puerta de mis entrañas, y atravesaba el zaguán de mi culo desesperado para hacerse dueño de mis entrañas de mi alma , de mi goce, ay papito, y yo gritaba y gemía y lloraba, mientras el iba introduciendo su rabo bendito en mi culo tan solitario, y un calorcito de verano, repasaba mis tripas, como un sol infalible y perfecto, el sol que no existía en la calle ni había existido en nuestras vidas.

Y mientras manejo por la avenida bajo la lluvia, siento en mi culo los restos de su leche, el ardor de su fricción, el calor de su pija que es mia , ay padre , ay padre y señor mío.

galansoy

Agradezco mucho todos vuestros comentarios . Escríbanme a galansoy@hotmail.com y si les gustaron mis relatos valórenlos por favor. Gracias y abrazos.