Padre quiere cuernos e hijo le ayuda (II)

Mi padre tenía que enterarse de que tanto mamá y yo sabíamos que él era consiente de que sus amigos se querían coger a mi madre y de que manera se enteró, de eso y más.

Al día siguiente fuimos al dentro comercial a comprar varias prendas íntimas para ella entre las que figuraban tangas, cacheteros, ligueros, medias de red, ligas, corsets y de más.

En casa, estando solos, tal y como ella misma lo había dicho, era simplemente mi mujer, en público éramos madre e hijo, con mi padre en muchas ocasiones continuábamos con nuestra actitud íntima pues si no llegaba con sus amigos, llegaba solo pero ebrio, había ocasiones en las que ni notaba que mi madre dormía en mi cama.

En tres meses mi madre había dormido pocas veces con el y muchas más había terminado con la vagina llena de mi semen.

Una de las cosas que había cambiado fue el físico de ella pues había ingresado a un club de yoga el cual le había sentado bien, lamentablemente para ella, "bueno, no tanto", además de mi, los únicos en notar las mejoras en su físico eran los amigos o invitados de mi padre además de los vecinos, realmente todos menos mi padre, el seguí embriagandose.

Tres meses después de que mi padre llevará a su cuñado, la empresa para la cuál trabaja dio una fiesta dado a su buen recibimiento en un país de Sudamérica, está se dio en un salón de fiestas dentro de un conjunto turístico dedicado a la charrería, a esta fiesta estaba invitada toda la familia de cada empleado o por lo menos de quién deseara llevarla.

En nuestro caso fuimos los tres, mi padre, mi madre y yo, en el caso de mi madre y yo no estábamos llendo con agrado pues era muy probable que nos encontramos a varios o al total de tipos que habían intentado acostarse con mi madre, pero los reproches y malas maneras de mi padre terminaron por hacernos aceptar acompañarle.

Apenas llegamos a la resepcion y mi familia llamo mucho la atención, no me fue sorprendente, mi madre era un imán de miradas en la calle y en aquella fiesta no había razón para que fuera la ecepcion, había vestido un pantalón legguing negro, una blusa blanca sin mucho escote y un pequeño saco negro, además de unos zapatos de tacón de 7 centímetros, mi padre había previsto para ella un mini vestido, pero al preveer cualquier eventualidad mi madre desecho la idea rápidamente, además de que su maquillaje no era completo apenas llevaba los labios con gloss transporte y un poco de rubor aún así nada cambiaba el hecho de que fuera hermosa de manera natural.

Nos sentamos en una mesa redonda, Mi padre, mi madre a lado de el y yo.

No tardó mucho en llegar una mesera dejando el primer platillo y preguntando si se ofrecía algo.

Mi vista se distrajo en ver a las otras mesas buscando si habían servido bebidas embriagantes pero mi objetivo no fue conseguido pues llamo mi atención la voz de un hombre que saludaba por lo cual volteé hacia enfrente percatandome de que dos hombres se sentaban frente a nosotros.

  • Buenas tarde Fernando - dijo el primero.

Un tipo más o menos de 1.70 metros, cinco centímetros más que mi padre y yo, este era moreno claro.

  • Buenas tardes señora - continuo saludando.

  • Como habíamos quedado amigo, esperamos que nos la pasemos muy bien está velada - advirtió el segundo tipo, más bajo de estatura y más moreno que el anterior.

Rápidamente sentí esa alarma en mi ser, algo que me decía que el "pasarnos la bien" se refería a algo con mi madre, puesto que era la frase típica de los amigos Demi padre cuando iba a tomar a casa.

Gran parte de la tarde solo se habló de sus asuntos de la oficina, alguna que otra novedad de algún tipo o mujer, cosas buenas y malas, hasta que se prendieron las iluminaciónes del lugar ya que la obscuridad de la noche hacía imposible la vista, en ese momento uno de los meseros se acerca con una botella de whisky.

  • Les parece si brindamos con un whiskito? - Preguntó el segundo tipo

  • Valla que si hace falta - dijo el primero.

Y mi padre les apoyaba con un.

  • Pues ya se estaban tardando.

Mi madre preocupada por lo que pudiera pasar jalo discretamente el saco de mi padre, al voltear hacia ella, mi madre le hace señas con el dedo diciendo un "no".

Era inútil mi padre hizo caso omiso.

  • Me acompañas al sanitario cariño?

  • Claro má.

Salimos del lugar con rumbo hacia el servicio.

  • Que hacemos? Tu padre ya va a empezar a tomar y seguramente estos van a intentar algo.

  • Solo se me ocurre no separarme de ti.

  • Pues no nos queda de otra, esperemos que no ocurra nada, espérame un momento que necesito entrar al sanitario.

A eso llega un chico, algunos años menor a mí o eso aparentaba su cara.

  • Oye tu papá es Fernando?

  • Si por qué?

  • Es que te habla.

Con mucha molestia y estimado que mi madre apenas había entrado, decidí ir para ver qué era lo que quería.

Al llegar donde el lo encontré arrastrando palabras, junto a el estaba solo el primer tipo.

  • Me hablabas?

  • Si, para que acompañarás a Enrique a comprar otra botella de whisky.

  • Pero estaba esperando a mamá en el sanitario.

  • Ella puede venirse sola, que no?

Sin decir más salí hacia los sanitarios y aquel chico tras de mi.

  • Andan raros estos, no crees? - decía Enrique tras de mi.

  • Por que lo dices?

  • Por que mi papá me dijo que está noche cobraría algo que le debían y que para ello necesitaba que estuviera contigo en plan de distraerte, la neta se me hace muy raro.

  • Quien de los dos es tu papá?

  • Ninguno de los dos, mi papá es Gustavo, acabamos de llegar.

  • Voy a ir por mi mamá al sanitario de mujeres, vienes o te adelantas a la tienda?

  • Te acompaño si quieres?

  • Va.

  • Entonces no sabes que se traen en manos?

  • Creo saber, y tú mamá?

  • Mis papás son separados y hoy me tocaba quedarme en casa de mi papá, por eso vine con el.

  • Entiendo.

Al dar vuelta en una esquina antes de llegar a los sanitarios pude ver a mi madre con el segundo tipo, parecían estar platicando con normalidad, este tipo estiraba la mano para tomar la de mi madre, esta tenía un vaso del cual bebía, la mano derecha de mi madre paso de su cabello hacia su costado dejando al tipo con la mano estirada, aún así mi madre empezó su andar hacia la parte derecha del salón donde se encontraban todos, detrás de ella aquel tipo la siguió.

  • Sígueme en silencio - dije a Enrique.

  • Que pasa?

  • Algo que quizá conteste tu duda.

  • Ese chaparro, no es amigo de nuestros padres?

  • Si.

  • Mira va con una tipa, crees que vallan a..?

No contesté.

Me era raro que mi madre hubiera seguido a aquel tipo, así que pensé que quizá había algo más que yo no sabía.

Estuvimos siguiéndolos por poco tiempo hacia una zona poco o nulo movimiento.

Derrepente este tipo sujeta a mi madre de la mano y ella voltea rápidamente.

  • Sabes te ves más buena de lo que pensaba.

Ella quedó callada, mientras este tipo la empezaba a besar y manosear, detrás de ellos apareció otro más, no espere a ver qué sucedía, corrí hacia ellos con planes de golpear lo más que me fuera posible.

  • Que pasa? - preguntó Enrique detrás de mi.

  • Dejenla - grite con irá y miedo.

El tipo que recién había llegado se interpone entre mi madre, el otro tipo y yo.

  • Puta madre - gruñe el que recién llegaba - Nosotros si nos vamos a cobrar - dijo para si mismo.

Lo que me había dicho Enrique y las palabras de este tipo hacen eco en mi mente y me hace detener cerca de el.

  • De que hablas? que se tienen que cobra?

  • Papá? - Se escucha tras de mí.

  • Enrique, que hacen aquí, llévate a este por favor.

  • Dejen a mi madre, que mierda detienen que cobra con ella.

  • De esto hablabas cuando decías que hoy ibas a cobra algo?

Aquel tipo se veía desconcertado.

El segundo tipo solo mantenía sujetada a mi madre.

  • Díganme que se tiene que cobrar y yo les pago, pero dejen a mi madre en paz.

  • Dejando escapar el aire de sus pulmones Gustavo dice - está bien te voy a decir, como te puedes dar cuenta tu padre es un cerdo vicioso y en muchas ocasiones nos a pedido prestado para beber y de mil maneras nos a quedado a deber, a quien crees? a tu madre, nosotros lo tomábamos a broma pero el hasta fotos de ella nos a mostrado y... uno no es de madre verdad? así que pues básicamente nosotros ya pagamos por un servicio que tú madre debe de pagar... además de que es una lección para ese cerdo.

  • Mira, no sé cuánto les deba, pero yo les pago, pero dejen a mi madre, ella no tiene la culpa de lo que el haya hecho.

  • No lo creo el lo busco, reprochacelo a el.

Gustavo hecho una mirada a su hijo y dándose vuelta se dirigía hacia mi madre y el otro tipo.

  • No... - gritó Enrique - no lo hagas.

Quedé sorprendido pues pensé que las hormonas de Enrique le harían querer ver cómo se cogían a mi madre, quizá hasta participar.

  • Enrique vete por favor y llévate a este.

  • No papá, no lo hagas.

Podía ver lágrimas en los ojos de Enrique, eso me desconcertada pues si se suponía que a mí era a quien más le debería de afectar ver a mi madre a punto de ser violada.

  • Que te pasa Enrique? cuestionó Gustavo al ver a su hijo llorar.

  • Que a mamá la estuvieron a punto de violarla cuando regresaba del trabajó y a mí me acuchillaron.

La cara desencajada de Gustavo parecía de película de terror.

  • Pero qué dices? cuando sucedió eso? por qué yo no supe nada.

  • Por qué yo le pedí a mamá que no te dijera nada, yo sé que nos dejaste por engañarla con otra mujer y de haber sabido que vendríamos aquí, a... Esto jamás hubiera reconsiderado verte otra vez.

Rápidamente Enrique volteó y hecho a correr y Gustavo detrás de él.

El tipo que sugetava a mi madre, ella y yo quedamos petrificados ante las palabras de Enrique

Sin más palabras me acerque a mi madre quien parecía estar muy pareada, la toma de la mano y nos marchamos de aquel lugar, el tipo solo me quedo mirando pero no dijo nada.

  • Estoy caliente - dijo mi madre en el auto.

  • Que sientes?

Me extrañaba su estado pues no había tomado mucho y cualquier bebida no la pudo haber embriagado tan pronto.

  • Estoy muy mareada y excitada, necesito que me cojas - su respiración era acelerada.

  • Que tomaste?

  • Nada, solo el whisky que tomamos en la mesa.

Con la mirada busque algún motel pero no había nada.

La zona estaba llena de viveros y en tramos estaba lleno de matorrales así que solo espere encontrar un terreno baldío para meternos ahí.

  • Estoy como una puta necesitada de verga.

En cuanto pude me detuve, la tome de la cabeza acercado sus labios a los míos.

  • No, no, solo métemela.

  • Pásate al asiento de atrás.

Rápidamente salí del auto y al abrir la puerta trasera escucho que me habla.

  • José, amor.

Miró al frente del auto y la veo inclinada en el cofre del auto dejando las nalgas paradas, me apresure ir a dónde ella.

  • Sacatela y ensartame aquí.

No tenía que repetirme dos veces la orden, desabroche mi pantalón y lo baje, lo mismo con mi boxer, a ella le tome los legguings e hice lo mismo, su tanga blanca se hizo aun lado, solo lo necesario para que mi verga entrará a su vagina, así empecé las embestidas a mi madre.

  • Que rica verga cariño, me encanta, que deliciosa verga tienes.

Después de varios minutos embistiendola contra el auto dio un gritó fuerte, sus nalgas se hacían hacia atrás empujandome

  • No pares amor, sigue dándome duro.

En ocasiones tenía que sezar las embestidas para evitar correrme, no se por cuánto tiempo estuvimos cogiendo así pero pude contar tres orgasmos de ella.

Imaginé que con todo eso ella tendría suficiente pero apenas le saque la verga y volteó a mamarmela, todo el tronco era sutilmente masajeado por su lengua, sus labios hacían tiernas caricias al glande mié tras que los huevos eran succionados, hasta volverme a poner duro.

  • Ahora si mi amor, métemela de nuevo.

La tome de las piernas y poniendola espaldas al cofre me metí entre sus piernas, sus pies en mis hombros se recargaban y mi mano dirigía mi verga a sus labios vaginales.

  • hummm - ella gemia mientras mi duro pene se volvía a abrir pasos entre sus labios superiores, inferiores y luego sus paredes vaginales.

  • Vuelveme a llenar de leche mi amor.

Tomando más piernas de mi madre en brazos empecé a embestir con bravura, como su pudiera entrar más en ella.

  • Que rico mi niño, mi amor.

La cara de mi madre se desfigurada y en seguida estiraba la mano derecha para tomarme de la nuca y jalarme hacia ella, nuestros labios se unían en besos que quemaban como el agua termal, igual de húmeda, igual de caliente.

  • Ganó aguanto mas voy a eyacular - advertí mientras caía encima de ella.

  • Si mi amor, has lo dentro de mi, lléname con tu leche mi niño.

Estuvimos algún tiempo en el mismo lugar hasta que me incorporé y nos metimos al auto, trate de ponerme el pantalón y la camisa, el resto de ropa lo eche en los asientos de atrás.

Al día siguiente llegó mi padre, ninguno de los tres tocaba el tema de lo sucedido aquella tarde, a las tres semanas mi madre se empezó a sentir mal, el médico diagnóstico mes y medio de embarazo, justo cuando ella me había pedido embarazarla justo la primera vez que habíamos hecho el amor, cuando ella le había hecho creer que habían tenido relaciones, y justo eso le hizo creer con los resultados de laboratorio.

Mi padre se mostró contento con su segundo hijo, concebido por el.

Claro sus borracheras no cesaron y las cojidas de mi madre y mías tampoco.

Es una niña decía el doctor mientras ponía a la bebé en brazos de ella, yo la miraba de lado estando a un costado de mi madre, le acariciaba la frente cómo había visto en películas o vídeos que hacían las parejas.

Mi padre, mal vestido miraba desde el marco de la puerta de aquella habitación.

  • Que linda mi hija - decía mi padre acercándose a nosotros con claras intenciones de abrazar a la bebé.

  • Perdón? Tu, hija?

  • Que pasa? - dijo el con cara de sorpresa.

  • Márchate por favor.

  • Por que? Qué sucede?

  • Esta claro, no? Ella no es tu hija, A cuántos mandaste a qué me embarazaran? A cuantos les diste permiso para que tuvieran sexo conmigo? Esta más que claro que ella no es tu hija, no? Y si, mi hijo sabe que le di las nalgas a uno que si supo ser hombre, no como tú, que permite que otros se cojan a tu mujer o mejor dicho a quien era tu mujer.

Mi padre no sabía que decir, sus labios habían quedado secos y no tuvo más que dar media vuelta y salir.

Había pasado dos meses y no habíamos sabido nada de el, yo había buscado un trabajo con el cual mantenía a mi ahora mujer y a mi hija, aquel día era domingo por la mañana y claro habíamos amanecido necesitados uno del otro.

Apenas habíamos.habierto los ojos cuando ella cruza una pierna el las mías subiendo a mi, su vagina cubierta por una delgada tanga rosaba mi verga semierecta.

  • Te amo cariño - decía coquetamente mientras frotaba su pubis contra el mío.

  • Y yo a ti.

  • No sabes cuánto he disfrutado todo este tiempo junto a ti, viviendo de esta manera, dándonos amor a manos llenas y sin miramientos.

  • Yo también lo he disfrutado a más no poder, y hoy me hace ilucion el tenerte, a ti y a nuestra hija.

  • A mi también, gracias por hacerme mamá... por segunda vez, sabes quiero darte un regalito.

  • Cuál? - pregunte extrañado.

  • Quiero que me hagas la colita.

Esas palabras me facinaban.

  • Estás segura?

  • Si tú no, quien?

Solo pude contestar con una sonrisa.

  • Espérame - dijo mientras se levantaba de la cama, abrió un cajón de su clóset y saco una bolsa negra dentro de ella había un frasco de lubricante y un vibrador delgado.

  • Ahora si mi amor - dijo llevado las cosas en las manos - primero ponme el lubricante y me dilatas con el vibrador, cuando veas que jalo tengo abierto me la metes.

Apenas terminó sus instrucciones y se puso en cuatro mirando hacia el frente de la cama.

Tome el frasco de lubricante y a dos dedos tome un poco y eche generosamente en su culo abierto a dos manos por ella, el dedo índice acariciaba los pliegues de su culo.

  • Que rico se siente, hummm.

Conforme el lubricante era exparsido mi dedo resbalaba al centro de ese ahugero y aún que al principio me ocupe del borde al final dejé que el índice le entrará, cada que lo hacía se escuchaban, hummm's, ahogados por el colchón de la cama.

  • Así, que rico.

Apenas el esfínter de mi madre dejo de luchar contra mi dedo le comencé a introducir lentamente el vibrador, una barra de acero de 15 centímetros de largo y 2 de grueso, eche más lubricante para ayudar a que el vibrador entrará aún más rápido y fácil.

  • Empujala que no entra.

  • Es que estás muy estrechita.

  • Claro, si soy virgen de ahí.

  • Y que tal lo estás pasando en tu primera vez.

  • No te negaré que siento un poco de dolor pero me fascina la sensación que me provoca.

  • Te gusta?

  • Mucho, no sabes cuánto.

Poco a poco el consolador fue tragado por el culo de mi madre empezando así el mete y saca de este.

  • Un poco más y ahora sí me metes tu vergota.

Estuve metiéndole el vibrador un par de minutos más hasta dejárselo dentro.

Tome el lubricante y lo esparci por lo largo y ancho de mi verga, tome otro poco más y con los dedos lo puse en el orificio abierto de ella.

  • Lista?

  • Si, métemela, ensartame esa rica vergota.

Era clara la extrema excitación de mi madre.

Apunte el glande el su ahugero e imprimí precion en el, apenas la punta entraba.

  • Rompeme el culo mi amor, cógeme como solo tú sabes hacer.

  • Eso quieres?

  • Si, quiero que me sodomises, quiero que me tengas bien enculada.

Una pequeña risa salió de ella para posteriormente decir.

  • Bueno, ya me tienes enculada, estoy perdidamente enamorada de ti, no sabes cuánto, me refiero a que quiero que me tengas bien ensartada por el culito.

En ese momento di una fuerte envestida que le arrancó un fuerte gritó ensordecedor.

Mi verga había entrado en ella, mi madre quedo totalmente callada, de mi parte quedé inmóvil, en parte por no querer lastimarla más y en parte por miedo a que la hubiera lastimado.

Vi a mi madre reponerse poco a poco, pero no pude reanudar mi labor pues se empezaron a escuchar pasos acelerados en las escaleras, no nos dio tiempo a nada cuando la puerta de la habitación se abrió.

En la habitación habíamos Cuatro personas, tres con el alma suspendida en el espacio, sin poder respirar, ni siquiera parpadear podíamos, la sonaja de mi hija nos saco del transe en el que estábamos.

  • Serás tan puta, que hasta tu propio hijo tienes relaciones? y tú tan cerdo que te coges a tu madre?

La irá de mi padre descubriendo a su, aún esposa y a su hijo era evidente.

  • Que haces tu aquí?

  • Vine por mis cosas, pero mira que sorpresita me encuentro.

Yo seguía sin siquiera poder mover los labios, no sentía preocupación o pena del hecho que nos viera, solo era por el que nos haya descubierto.

De la nada saco su teléfono celular.

  • Está me la van a pagar, de esto todos se van a enterar, de eso me encargo yo.

Sus palabras me alarmaron y saque la verga del culo e mi madre.

  • No te pares cielo, sigue dandome duro, cariño, no te detengas por este, poco hombre.

Sus palabras me sorprendían, parecía no enterarse de la gravedad de lo que mi padre acababa de decir.

No me atrevia a seguir culeando a mi madre delante de mi padre, se saco mi verga del culo, se dirgio hacia mi padre y sin más le dio una bofetada.

  • Anda imbesil tomanos fotos, grabamos cogiendo y vendelos o has lo que este de la gana, muéstrale al mundo que mi hijo es más hombre que tú, di a la gente que mientras tú traías a tus amigos para que me la metieran, mi hijo me tiene satiafecha, algo que tú nunca pudiste hacer.

Dio media vuelta y regreso junto a mi poniéndose a cuatro.

  • Anda mi amor, enseña a este maricon como un verdadero hombre le da verga a su mujer y tú... Sigue grabando quizá aprendas algo de un verdadero hombre, de un macho.

Con verdadero coraje el gritó, "Puta cerda".

  • Ja, ja, ja. Si soy una puta y tú un cerdo marica.

Mi madre tomo mi verga apuntando hacia su vagina, a mi solo me vasto empujar un poco para penetrarla.

  • Dame la mejor cogida de mi vida mi amor, cógeme como solo tú sabes hacer - decía ella.

  • ...

-Dame fuerte por el culo amor.

No la hice esperar, saque mi verga de ellae inmediatamente la dirigi a su culo, pude notar un poco de sangre de cuando la había desvirgado analmente, pero la situacion ameritaba cogermela duro.

Mi padre maldiciendo aventó su teléfono hacia nosotros pero este chocó contra la pared, salió de la habitación y mi madre hecho a reír.

  • Tenemos que cambiar la chapa de la puerta si no esté valla a querer entrar cuando se le de la gana.

Mi padre era un verdadero imbesil y el mismo había buscado que mi madre le pusiera los cuernos, sea por haber dejado su cuerpo como ofrenda a los préstamos para emborracharse o simplemente por meter a hombres que se querían coger a mi madre a casa, yo simplemente había dado a ella lo que ella quería y esto no solo era sexo, si no un hombre que velará por ella, que la valoraba y la bebé que ella tanto quería.

Las arremetidas contra el culo de mi madre siguieron y cada vez me apretaba más la verga, era la sensación más placentera que pudiera excistir y ello me hizo acabar llenando su culo de caliente esperma.

  • Que rico se siente tu leche ahí, mi amor.

  • Sabes dónde me gusta dejarla?

  • No lo se, quizá en mi útero?

  • Así es.

  • Igual a mi me encanta como me dejas chorreando la concha, pero primero déjame probar esa rica leche.

Apenas hecho una mirada a mí, tomo mi verga y se la metió en la boca.

Mi madre si que mamaba a conciencia, chupando y succionando, llebaba de un lado y a otro de su boca, daba pequeños mordiscos suaves y ligeramente como una experta.

Metía y sacaba mi verga de su boca llenándola de saliva, se saco mi verga de la boca para empezar a mamarme los huevos, de las comisuras de mi madre escurrían hilos de saliva mientras que con labios, lengua y dientes me proporcionaba placer a diferentes maneras hasta que sin poder contenerme me corrí en su boca.

Tragó y tragó semen para luego abrir la boca, pude ver como gruesos hilos de esperma colgaban de los labios, nuevamente volvió la boca a mi verga esta vez para dejarme la limpia, pero por el roce de sus labios con ella provoco que se me volviera a parar.

  • Ahora sí mi amor, lléname la concha de leche, dame una buena cogida.

Aparte sus piernas y abrazándome así torso embesti su vagina, un.

  • hummm - salió de su boca en forma gemido acompañado de un profundo suspiro.

Fuertemente la sujete con el brazo izquierdo, con la mano derecha ataque a su clítoris el cuál estaba hinchado de éxtasis sexual.

En la habitación solo se podían escuchar los gemidos y jadeos de mi madre y míos, en ocasiones estos eran atravesados por el sonido de la sonaja demuestra hija.

Las embestidas que le daba eran fuertes, la excitación metenia hipnotizado, me tenía exhorto a no dejar de penetrarla y sobre todo hacerlo con total locura.

Con un gritó se abrazo a mi con fuerzas, sus labios buscaron a los míos y con un beso ahogo aquel gritó.

Mientras llegaba mi corrida que la sentía cerca, acerque mi cara al pecho de mi madre, las acaricie con la cara, mientras que de momentos metía a mi boca sus pezones, ella amorosamente metía sus dedos entre mi cabello hasta que termine por llenarle de leche la vagina.

Estuvimos alrededor de una hora más descansando sobre la cama hasta que el hambre, nuestra y de la bebé nos hizo levantarnos, salir de casa y vivir una vida como pareja, olvidándonos de que la vida había elegido enviarnos a la tierra con dos vínculos que nos mantenía juntos, el sanguíneo y el de la pasión.

De mi padre solo supimos que se había mirado a otro estado.