Paciente 113 (2)

El tratamiento de Kiriakov da sus frutos, y los seguirá dando

Estaba claro que mi nuevo tratamiento funcionaba. Estaba claro que me podía follar a quien quisiese y eso me creaba, creanme o no, una ansiedad tremenda. Despues de probar con la dependienta hasta donde podía llegar no sabía como seguir y con quien continuar.

Miles de caras y gente conocida pasaba por mi mente sin poder aclararme ni poder decidirme.

Me tumbé en el sofá mientras la televisión encendida hablaba sin parar. En ese momento me di cuenta, en ese momento la vi

El partido de tenis acababa de empezar y la mejor tenista española jugaba la primera ronda del prestigioso torneo, que además era en mi ciudad. Tenía que conseguirlo, nadie dijo que fuese fácil pero Kiriakov me dio ventaja. Subí el volumen y cada golpeo de pelota mi sonrisa se iba haciendo más y más fuerte y mi polla estaba cada vez más gorda. Tuve que pajearme para saciar el calentón que me estaba dando. Tenía un plan.

Temprano estaba en las pistas, los tenistas comenzarían a entrenar pronto y, con un poco de suerte, lo conseguiría. La fortuna volvía a sonreirme ya que al verla aparecer me di cuenta que no se dirigía a las pistas de tenis. Iba a correr a las pistas anexas y sí, llevaba su movil y sus auriculares conectados. La seguridad era importante y no pude acercarme a más de 20 metros. Sus mallas eran deliciosas, no tenía mucho pecho o parecía ya que la ropa de deporte no ayudaba en ese menester. Subí a la grada mientras daba vueltas a la pista. Mierda! no accedía el dispositivo, tenía que acercarme más. En un despiste de la seguridad conseguí acercarme casi hasta la valla, lo suficiente para captar su dispositivo y conectarme, después rápidamente subi a la grada de nuevo y comencé. No cabía en mi de gozo, lo había conseguido. Ya puedo manejarla.


Acababa de ganar en primera ronda, la rival fue asequible, estoy cerca de ser la número uno y no voy a parar, necesito este torneo. Seguía corriendo pero algo captó mi atención. Era muy temprano y me alteró la presencia de un viejo en la grada. Una fuerza interior me llevó a pararme en la zona donde el estaba. Me acerqué a la valla y paré. Me puse a estirar mis músculos en esa zona. Mi cuerpo estaba muy acalorado. Joder que me pasa, estoy perdiendo la concentración con un viejo jubilado gordo en medio del torneo más importante.

Me miraba con mucha lujuria y mi mente me venció. Comencé a estirar mostrando mi culo a ese tipo. Me estaba calentando y lo estaba calentando. Al fin y al cabo no lo volveré a ver, acaba con esto y vete.

Me dirigí a los vestuarios para agarrar mis cosas y comenzár a entrenar con la raqueta. No podía parar de pensar en el puto viejo, estaba empezando a mojarme. NO! no puede ser. Mi lucha interna era inexplicable. No me lo podía sacar de la cabeza, yo, que siempre había sido la que nunca perdía la concentración. Llevaba mucho tiempo sin sexo, demasiado deporte, torneo y entrenamiento. Soltera y sin mis necesidades cubiertas. Vale! pero un viejo? no podía ser.

Enfrascada en mis pensamientos llegó mi entrenador. Golpeó la puerta del vestuario e indicandome su reloj me dijo que era momento de irse. Me quedé quieta.

T: Escucha, ahí arriba en la grada está un primo lejano de mis padres le puedes indicar que a mediodía venga al hotel y comeremos juntos

E: No creo que sea buena idea, mañana vuelves a jugar y necesitamos concentración

T: Por dios! si solo es comer con un pariente.

E: De acuerdo


Me seguía riendo para dentro cuando vi llegar al ayudante del entrenador con un papel con el nombre del hotel.

AY: Buenas señor, no sabía que era usted pariente de la chica, me dice que comen en el hotel a la 1

  • Muchas gracias a usted, muy amable. Allí estaré

Eran las 12:45 cuando llegué a la recepción del hotel. Pregunté por el restaurante y me senté. Con mi dispositivo seguí jugando.


Estaba delante del espejo y no me lo podía creer solo pensar en volver a ver la mirada del viejo me estaba poniendo muy cachonda. No podía bajar así al restaurante, todo el mundo me vería, querrían alguna foto. Despues de la ducha me estaba vistiendo. Tenis, mallas y camiseta de tirantes. Algo en el fondo de mi me dijo que no me pusiera sujetador. Joder, que caliente estaba.

Llamé a recepción y les dije que mandasen subir a mi habitación a mi tio que me estaba esperando para comer y que ya pediríamos nosotros la comida arriba.

Pasaron cinco minutos y oí la puerta. Era el. El corazón me iba a mil y mis colores ya se me subieran a las cejas. Abrí y el viejo estaba del otro lado. Mirandome con lujuria. Me hizo la radiografía, de arriba a abajo y de abajo a arriba. Yo seguía callada e inmóvil.

  • Puedo pasar?

T: Si pase, señor....

  • Señor no. TU Señor

Eso me puso más cachonda aún. Quería tirarmelo. Me aparté para que pasase, su olor no era erótico pero era viril y con eso me llegaba. Cerré la puerta.

T: Quiere comer algo mi señor, pediré al servicio que traiga.

  • Tengo delante mía a la número 2 del tenis mundial, además me parece que estas muy mojada asique te voy a follar. Yo, jubilado, gordo y feo te voy a follar a tí pero no porque yo quiera es que tu me lo vas a pedir

Mi cara era un poema, tenía razón, que asco. Algo alteró mi cabeza que asentía en todo lo que decía.

  • Trae tu culo aquí

Me acerqué al viejo y cuando sus manos tenían alcance abrazó mi culo y empezó a sobarmelo por encima de las mallas como un vicioso.

  • Tus mallitas te hacen un culo espectacular, voy a comerlo todito. El culo de la mejor tenista lo tengo yo para mi a que si?

T: Si!

Me estaba calentando más si cabe, mi culo era suyo y a mi se me escapó un gemido porque ya iba a entregarme a ese viejo.

  • Joder que cachas, muévelas

Empecé a mover el culo de arriba a abajo mientras el se desnudaba con mucha prisa y muy alterado

  • Sacate las bragas y vuelvete a poner las mallas.

Obedecí, me saque las mallas y las bragas, dejando ver mi coño depilado para luego volvermelo a tapar poniendo las mallas de nuevo. El viejo se acercó y volvió a palparme el culo y ya también el coño mientras me beso con una lengua gorda. Era su presa, estaba gastando mucho tiempo en preliminares y yo no podía más. Empecé a pasar mi mano por su pecho desnudo y la otra por su culo peludo. Me separó mis pechos de la camiseta y empezó a mamarlos

  • Pensé que eran mas pequeñitos, cuando le das a la pelota no botan tanto como ahora. Decía mientras me los movía de arriba a abajo. Su polla estaba levantada y empecé a acariciarla pero el me apartó mi mano.

  • Te dije que tendrás que pedirlo

Me acerque a el y al oído le dije

T: Follame

  • Comemela primero guapita

Estaba a cuatro patas en la cama y el levantado dejaba la polla preparada para mi boca. Aún vestida me la metí en la boca y empecé a comerla. El sexo oral no era mi especialidad, y muy torpemente fui haciendo lo que podía. El se apartó, vino por detrás y con mucha violencia me saco mi malla, se abalanzó sobre mí y encima mía me penetró por primera vez

  • Ahí la tienes

T: joooder menos mal, dame duro tio

  • Mojadísima estás, en la televisión pareces una mojigata.

T: Mojigata? te vas a enterar viejo gordo

Le empujé, me subí encima de él, me meti su polla en mi agujero y empecé a cabalgar como una puta. Mojada como estaba entraba y salía con una velocidad endiablada

T: Te vas a correr fuera verdad

  • Donde tu me pidas potrilla

T: Dios que follada me estas pegando tio, comeme las tetas joder

  • Traelas muñeca

Me comía las tetas me sobaba el culo y yo le follaba cabalgando, la escena era tremenda. Rápidamente me empujó y se corrió encima de mi ombligo. Se tumbó exhausto en la cama

T: me tengo que ir a entrenar cerdo, pide lo que quieras de la habitación y toma, este es mi teléfono privado

  • No creo que te llame puta, puedo tener a la tía que quiera y tu eres una mojigata

Me puse rabiosa, me estaba enfadando, me volvía hacia el y empecé a mamarle la polla de nuevo mientras esbozaba una sonrisa el muy cabrón. La llamada de mi entrenador a la puerta me hizo sacarme la polla de la boca

T: En cinco minutos estoy abajo! le grité

  • Hasta pronto monjita me dijo mientras abría mi puerta y salía para entrenar, sin bragas y con un top nada más en la parte de arriba, empitonada perdida

La dependienta de la tienda y la mejor tenista del mundo, dos de dos, el método Kiriakov me tenía en la cumbre, era libre y poderoso.