Pablo y Gonzalo

Un chico tierno y delicado se ve relacionado con un soldado homofobico.

¡ PABLOOOOOOO  YA LEVANTATE VAS A LLEGAR TARDE !  - Mi madre mi fiel despertador de todas las mañanas-

Este día no era como los demás, era el principio de mi último semestre en la universidad y también empezaría a trabajar por fin podía dedicarme a la enseñanza y porque no a independizarme de mis padres.

Mientras me desperezaba estirándome como gato y limpiando las lagañas de mis ojos, me disponía a entrar a ducharme.  Me sentía feliz, contento conmigo mismo sonreía porque la vida me  había tratado bien, contaba con unos buenos padres que me apoyaban en cualquier situación,  yo lo adoro mucho pero a veces me sofocan haha.

En la ducha pensaba  como sería mi  primer día de trabajo,  como serian mis alumnos.

Metí mi solicitud de empleo  para una  campaña de alfabetización organizada por el ejercito de mi país (México)  no me hacia muchas ilusiones, pues mi entrevista fue desastrosa.

Cuando estoy nervioso tiendo a hablar demasiado, a veces terminan por callarme  haha  pero  al mes de esa entrevista me llamaron para laborar con ellos, pues yo feliz.

Casi no desayune dure siglos bañándome,  un pan tostado un café que me tome en segundos y con la bendición de mis padres, que me deseaban un  buen primer día de trabajo así comencé mi jornada.

Por suerte llegue a la hora presentándome con el Coronel Castillo, él era el encargado del programa de alfabetización en ese cuartel donde me asignaron a trabajar.  No puedo negar tenía mis nervios, no sabía a qué me enfrentaría.

El Coronel me veía de pies  cabeza,  un silencio incomodo mientras revisaba  mi curriculum.

-          Debo advertirle que es un grupo numeroso, algo difícil espero que pueda lograr buenos resultados.

-          No se preocupe Coronel, trabajare muy duro y ya tengo experiencia con alumnos problemáticos.

-          Pues Bienvenido-  Con un fuerte apretón de manos  y con la indicación de dónde dirigirme se retiro.

Al entrar en esa aula improvisada, me encontré con 50 personas  un grupo disparejo que oscilaba  de los 16 hasta algunos de casi 30 años. Me enfrentaba con la resistencia, burlas lo de siempre pero poco a poco los fui domando, mucho trabajo y algo de cansancio pero fui logrando resultados.

En cierta ocasión cuando les di un receso, yo estaba hambriento  entonces fui a la cafetería del cuartel bueno más bien comedor colectivo.  Al entrar me tope con grupo de soldados riéndose a carcajada suelta. Sin prestar atención alguna me dispuse a comer en un lugar apartado de ese gran comedor.

Estaba devorando una hamburguesa con papas, cuando siento las miradas, eran  esos soldados riéndose a mis espaldas.

-          Ya viste que maricon -   con burla  murmuraba un soldado.

-          No entiendo porque nuestro coronel  deja que esos  maricas  estén acá-   Fueron sonoras sus risas.

-          Mejor hubieran contratado a una vieja, que a ese  gay-  Ese soldado lo dijo en voz alta  y observándome para cerciorarse de que lo escuchara.

Yo ya estaba acostumbrado a esos insultos pues a lo largo de mi vida me había enfrentado a ese tipo de patanes, yo solo los ignoraba no quería gastar mi energía en darle importancia a gente idiota.

Seguía las burlas,  entonces opte por ponerme audífonos y escuchar música de mi móvil  mmm algo de coldplay  me ayudara.  No los escuchaba pero podía sentir la mirada de un soldado en particular, no dejaba de observarme.

Era alto muy moreno, fornido, como muy trabajado de gym pero no tenía pinta de matarse horas en gym,  cara de maloso.  Me resultaba atractivo, mmm pero otro imbécil homofóbico.

Termine de comer y pues ya era hora de volver con mi grupo.

Así pasaron los meses en donde me topaba con ese soldado yo solo le sacaba la vuelta, me incomodaba  su mirada  y sus insultos hirientes  a mis espaldas.

Después de practicarles algunos exámenes al grupo con el que había trabajado alrededor de 6 meses, obtuve buenos resultados casi todos  aprobaron las pruebas de conocimientos, algunos de ellos ya sabía leer y escribir.  Me sentía complacido y mucho más cuando el Coronel me felicito y me avisaba que renovaba mi contrato por un año más en dicho programa de alfabetización.

Fueron muchas veces en las que me seguía topando con ese soldado, por ahí me entere  que se llama Gonzalo pero todos le decían gonzo, seis años mayor que yo y con novia con fama de tetona y zorrona.

A mis 23 años  aun era virgen pues  no había conocido a nadie que me inspirara confianza para dar ese paso.

Llego el mes de Diciembre y sus festejos antes de la navidad, en el cuartel tenían fama de organizar grandes posadas y por estar trabajando ahí se me incluía en los festejos.

No tenía muchos ánimos de asistir a la primer posada que se organizaba pero el Coronel me insistió y no pude decirle que no.

Días después  en la noche estaba alistándome con la ayuda de mi mejor amiga katy, ella era un amor conmigo, sabía muy bien que soy gay y pues con ella no tenía ningún secreto.

-          Chaparrito estas hecho un galán-  mi amiga chuleándome como siempre.

-          Katy tú no te quedas atrás estas para comerte haha, en serio gracias por acompañarme a la posada.

-          De nada y ya sabes que tengo debilidad por los hombres con uniforme.

Antes de irme me di un último vistazo en el espejo, contemplaba  mi cara, mi cuerpo.

-Vanidoso ya deja de verte jiji, que llegaremos tarde.

Llegamos  por fin, me sentía muy agusto en compañía de katy  ya no me sentía como el marginado del colegio.  Esta noche la voy a pasar muy bien, esa será mi actitud.

La verdad  que me la pase súper mi amiga y yo bailamos como locos,  me atreví a tomar alcohol y disfrutar.

-          Pablito-  con un codazo me saco de mi ensueño mi amiga katy.

-          Que pasa? -  le gritaba   a mi amiga, pues la música esta a todo lo que da y solo así podíamos escucharnos.

-          Un morenazo no te quita los ojos de encima,   lo conoces?

-          Donde que no lo veo?-  yo sospechaba quien era, pero quería cerciorarme, trataba de buscarla entre el montón de gente.

Un uniformado se  acerca  a nuestra mesa, invitando a bailar a katy.

-Te dejo Pablito el deber  me llama jiji.

-Ok diviértete y pórtate bien hee haha

Me quede solo en la mesa,  ya me disponía a retirarme cuando  se sienta  Gonzalo  en mi mesa.

-Se te ofrece algo?  Le pregunte de la peor forma.

  • Disculpa es que te vi solo y pensé que sería bueno hacerte compañía te veo algo solo.

  • No necesito compañía, además vengo con una amiga-  le respondía  de mala gana.

  • jeje eso veo pero ella la está pasando bomba con mi amigo, y conociéndolo no creo que la veas en buen rato.

-Si es así, pues me retiro.

Trate de levantarme pero los tequilas y  esos cuantos vodka que tome hicieron efecto, iba a caer, pero gracias a Gonzalo que me agarro de mi cintura evite hacer el ridículo como un borracho.

-          Gracias-  le susurre en el oído, estaba  visiblemente apenado por mi estado.

-          No hay porque agradecer para eso estamos, pero mejor siéntate y charlemos, así se te pasa la borrachera haha.

-          Ok.

Pues nunca imagine que estuviera charlando tan agusto con gonzo, así se llego la madrugada. Mi amiga  fue a buscarme para irnos, pero Gonzalo se ofreció a llevarme a casa,  entonces  me despedí de katy y me quede charlando con Gonzalo.

Eran las 5 am, prácticamente gonzo y yo éramos mejores amigos, compartíamos el gusto por la natación y por mi cantante de pop favorita  Christina Aguilera.

En el camino escuchábamos  get mine get yours, me encantaba bailar esa canción en la intimidad de mi habitación.

`` Baby you pretend that things ain't what they seem

All this tension on titling just exactly what we should be

Now I don't mind us being some kind of casual thing

Listen all I want to do for now is have you come and take all of me, can

Can you put your hands my waistline

Want your skin up against mine

Move my hips to the baseline

Let me get mine, you get yours

Hang a please don't disturb sign

Put my back into a slow grind

Sending chills up and down my spine

Let me get mine, you get yours

If you see me with a man

Understand that you can't question me

The feelings that you caught ain't my fault can't help your jealousy

If you can handle the fact that

What we have has got to be commitment free

Then we can keep this undercover lovin' comin', hidden' underneath the sheets

Underneath the sheets

Can you put your hands on my waistline

Want your skin up against mine

Move my hips to the baseline

Let me get mine, you get yours

Hang a please don't disturb sign

Put my back into a slow grind

Sending chills up and down my spine

Let me get mine, you get yours ``

Christina Aguilera.

Estaba tarareando la canción que no sentí cuando paro su auto.

-                    Dónde estamos? – le pregunte preocupado.

-                    No tengas miedo, solo quería hablar un ratin antes de dejarte en tu casa.

-                    Ok, pues hablemos.

-                    No sé cómo decirte esto mmm nunca pensé que llegaría a esto y mucho menos con un hombre, mmm  me gustas mucho-  estrujaba sus manos mientras me lo confesaba.

Me quede en silencio, no me esperaba esto y menos de la persona que prácticamente era mi principal detractor.

-                    No dices nada mmmm. Estaba visiblemente contrariado.

-                    Gonzalo es que me dejaste pensando y no sé que responder.

Estuvimos unos minutos en silencio, hasta que el rompió el silencio.

-                    Te voy a demostrar lo que me gustas chiquito.

Se acerco  y sin más me planto un beso, al principio no sabía qué hacer, pero poco a poco fui entregándome que besos tan cálidos y dulces,  que rica sensación. No quería que dejara de besarme.

-chiquito que dices si te quedas un rato en mi casa, anda yo se que quieres.

  • Ok pero solo un rato.

En minutos estábamos en su casa besándonos fogosamente, ni yo mismo me reconocía, quería mas lo dejaba que me tocara que hiciera lo que él quisiera conmigo.

-nene mira como me tienes- me mostraba su bulto que casi hacia una carpa en sus pantalones militares.

-nenito hermoso, anda sácala de su encierro.

Deje de besarlo para incarme, con desesperación quería quitarle el pantalón, el me ayudo, ya solo quedaba el bóxer el cual se lo baje hasta los tobillos. Inmediatamente salto su verga que choco con mi nariz  mmm que sensación el olor que desprendía.

Primero la tome con mi mano para sentirla que dura y caliente estaba, no me pude resistir a darle unos besitos, el solo me sonreía.

-                    Métetela en tu boquita amor, pero no uses los dientes, es como si chuparas una paleta.

Yo seguí sus instrucciones cuidando de no morderla,  tenía un sabor diferente algo que nunca había probado pero me gustaba, me gustaba el saborcito salado mmm.

-que rico mi vida, sigue, ahora quiero que te la frotes en tu carita que disfrutes de mi verga.

Yo estaba muy caliente se la lamia, me la metía en mi boca para succionar su cabeza, ya no necesitaba indicarme que hacer.

Mientras le chupaba su verga (polla, pinga ) también le daba lengüetazos a sus huevos que eran muy grandes.

Yo seguía comiéndosela a mis anchas, simplemente estaba  como vicioso no me cansaba de su olor y su rico sabor.

-bebe, vamos a mi cama, acá no esta tan cómodo.

-ok.

Cuando me iba a levantar, el me ayudo y pues me cargo hasta su recamara.

En sus ojos podía ver el deseo y algo más que no pude descifrar.

-                    Quítate toda la ropa, quiero verte desnudo-  su voz sonaba algo autoritaria.

Me desnude con cierta pena, pero lo hice, el me sonreía complacido.

-Ven- golpeaba la cama para que fuera a su lado.

-Quiero comerte ese culito tan rico que te cargas bb.

  • No tienes una puta idea de lo que deseaba tenerte así, no te imaginas todas las veces que me hacia la paja pensando en ti.-  me lo susurraba al oído de forma lasciva

En esa habitación sencilla y con poca luz, fui perdiendo mis miedos y me fui entregando a ese hombre. Mientras que el me chupaba mi culo, lo alternaba mordiéndome mis nalgas y a veces dándome nalgadas,  me gustaba, el sentir su lengua metiéndose por mi ollito me daba escalofríos yo solo quería que siguiera.

No sé en qué momento sentí una presión, al principio me incomodo, me estaba metiendo un dedo jugueteando con mi ano, pero se sentía rico, quería más.

Mucho tiempo se aboco a chuparme el culo, mientras yo no paraba de chupar su verga y sus huevos. Y lamer sus muslos peludos.

-                    Creo que ya estás listo bb,  de aquí no vas a salir vivito.

-                    Queeee ?  -  No era tonto sabía lo que seguiría, por eso tenía miedo.

-                    Tranquilito chiquito no haremos nada que tu no quieras, jamás te haría daño, menos a ti-  me tranquilizo y me colmo de besos.

El se acostó y me invito a sentarme en sus piernas, confié en él y así lo hice. Me abrazo tiernamente mientras nos besábamos sentía su verga muy caliente chocando entre mis nalgas yo a veces se la agarraba frotándola entre mis nalgas así estábamos con ese jugueteo.

-                    Amor me dejaras meter mi cabecita en su culito, solo en la entrada, prometo que solo eso haremos, veras que te gustara mucho-  me lo decía con un tono suplicante casi inaudible.

-                    Bueno pero no haremos nada más  papi ok?

-                    Te lo juro chiquito hermoso.

Me agarro las nalgas abriéndolas, yo tenía que agarrar su verga y juguetear con mi ollito, se sentía sabroso, a veces me sentaba en ella con libertad, así estábamos en ese juego sabroso que me tenía a mil.

-                    Ahora ábretelas bien chiquito yo quiero frotar mi verga con tu  rico culito.- me ordenaba Gonzalo.

-                    Así mi rey, ves que rico se siente y tú que no querías jugar chiquito.

-                    Que ricoooo papiiiii sigue, sigue no paressss ahhhhh-  yo suplicándole que siguiera.

En un momento me tenia abrazado tan fuerte que no podía moverme, estaba sentado en su verga y el hacia más presión, cada vez más fuerte, en un instante agarro mis caderas presionando que me sentara más en su verga, me quejaba me dolía esa presión, sentí que entraba su cabeza. de su pene.

-Dejameeee que me duele,  me dueleeeeeeeeeeee – le suplicaba con angustia, pues sentía dolor.

El no quería escucharme, seguía metiéndola y yo sufriendo,  lo rasguñe, hasta lo mordía.

-CALMATEEEEEEEEEEEEE CON UN CARAJO- Me grito enojado.

El seguía penetrándome, hasta que por mismo pude sentir que me la había metido toda, se quedo un rato sin moverla. Ya no me dolía.

-Ves que ya no te duele, hasta tu pillin (polla, pene, verga) hasta paradito.

-Eres un animal Gonzalo- estaba enojado con él.

-Ahora quiero que te hagas la paja mientras te rompo el culito, así vas a empezar a gozar.

Hice caso y pues empecé a masturbarme mientras él seguía taladrándome en forma pausada, ya no sentía esa molestia me empezaba a gustar en un rato sin quererlo yo mismo me estaba moviendo con cadencia para sentir más a fondo su rica verga.

-                    Papi dame mas, rómpeme mi culito, mmm ahhhhhh soy tuyo- se lo decía de la forma más afeminada posible, me volví una gata en celo.

-                    Soy tu macho putita no se te olvide-  me agarro la cara con fuerza para que lo viera a los ojos.

-                    Siiiiiiiiiiiiiiiiii papi   soy tuyaaaaa m rey.

Agarraba mis caderas con fuerza arremetiendo con fuerza yo solo gritaba, gemía, que goce, nunca pensé que se gozaba tanto con el sexo .

-                    Te voy a llenar tu culito con mi lechita caliente- me lo decía, mientras me mordía mi cuello y mi oreja.

-                    Préñame papitooooooooooooo.

-                    Hay te va mi lecheeee ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh- rugía Gonzalo mientras me la clavaba sin piedad.

Sentía  un calor en mi culito, casi al instante tuve un rico orgasmo que me dejo muerto,  estábamos tan cansados que nos dormimos así muy abrazados y húmedos.

A la mañana siguiente desperté solo,  pensé que había sido un sueño pero lo vi salir del baño vestido con ropa casual.

-                    Vístete rápido, que tengo cosas que hacer-  me tiro mi ropa a la cama.

-                    Andaaaaa, carajo que no entiendes.

Yo estaba desconcertado, no era el mismo de ayer, sentía que quería deshacerse de mí.  Ahora entiendo solo quería sexo, ya lo consiguió y  solo quería desecharme.

-                    Gonzalo no te preocupes, no necesitas dejarme en casa, yo puedo tomar un taxi y así te evito molestias- se lo decía con un nudo en la garganta, no quería llorar.

-                    Qué alivio, pues vístete que ya necesito irme.

Así sin más yo estaba en el taxi rumbo a mi hogar. Que estúpido fui, me maldecía por ser tan tonto y confiado.

En camino a mi casa seguía pensando y pensando,  que hice mal?  Para  que me desechará como basura.  Mientras el taxista me hacia conversación, no pude evitar el soltar una s lagrimas realmente me dolió la frialdad de Gonzalo.

Seguía sumergido en mis pensamientos que no me di cuenta que ya estaba frente a mi casa, me había olvidado completamente de mis papas. Me van a matar por no avisarles donde estaba, y ahora que les invento? ,  pues yo no acostumbraba a llegar a esa hora.

Mientras le pagaba al taxista,  agarre fuerza para enfrentarme a mis padres hahaha, a veces  son algo estrictos con la hora de llegada.

Al entrar en mi casa me topo de frente con mi madre.

-          Estuvo buena la fiestecita no-   me lo decía con  un tono apacible y sonriendo.

-          Hijo el desayuno está servido, oye no vino katy contigo?

-          Mmm no mami-  le respondí con sumo cuidado, no quería metar la pata.

-          Yo pensé que si venia, como me llamo ayer de que te ibas a quedar a dormir en su casa.

-          Bueno  tu padre y yo nos vamos  unas horas jiji  no nos esperes amor- se despidió dándome un beso en mi cabeza.

Yo seguía desconcertado, aun no me lo creía que salí bien librado y todo gracias a Katy. Es un amor la adoro mucho, siempre esta cubriéndome las espaldas. Pero aun así no le contare lo de Gonzalo, no vale la pena lamentarme, lo hecho, hecho esta y punto.

Tengo que bañarme y  dormir eso necesito.

Dormí como 4 horas, mis sueños me transportaban a esa noche. Una y otra vez me veía mamando golosamente la verga de Gonzalo, no pude evitar despertar y empezar a tocarme.  Estaba negado a pensar en el pero lentamente me fui masturbando muy rico mientras no dejaba de meterme un dedo, pero yo quería mas, por eso  metí otro más, que rica sensación pensaba en las fuertes enculadas que me dio gonzo, ahhhh  papito que rico.

Así en la oscuridad de mi habitación logre empaparme de mi propia leche.

Llego el lunes y volver a mi trabajo, en el  fin de semana  pasado puse mis ideas en orden y ya di por olvidado  mi rollo sexual con ese soldado.  Los días seguían avanzando sin sobre saltos, claro de vez en cuando me lo topaba pero hacia como que no lo había visto o simplemente me ponía mis audífonos  para perderme en la música.

Días después cuando  di un descanso a mi grupo, estaba hambriento pero no quería ir al comedor del cuartel, sabía muy bien que él estaría ahí con su bola de amigos. Pero qué diablos  que se lo jodan.

Al entrar inmediatamente pude escuchar las risas y gritos, era Gonzalo sentado en la mesa,  rodeado por su pandilla de amigos. No hice caso y como siempre fui a pedir mi comida para comerla  en un lugar algo apartado de esos locos.

-          No te imaginas lo que es comerse un culito virgen-  era gonzalo presumiendo su hazaña.

-          Una putita muy culoncita, de pensarlo ya se me paro la verga-  Se agarro su paquete mostrándolo a sus amigos.

-          Pinche gonzo, tu siempre agarrando los mejores culos, ya cabron presenta a la puta- Era Rodrigo uno de los amigo de Gonzalo.

Francamente estaba asqueado de ellos, me disponía a irme de ese lugar.

-checa esto, ya viste el lunar que tiene en la nalga- era Gonzalo con su móvil, se lo estaba mostrando a esa pandilla de idiotas.

  • Es como un corazón no?  Preguntaba uno de los soldados.

Me quede helado, porque yo tengo un lunar en mi nalga es casi un corazón, mi madre lo tiene en la espalda y yo lo herede.

En qué momento me tomo esa foto, estaba furioso, pero no quería delatarme, me debía a mi mismo no le des importancia, retírate y olvida esto.

-          Haha  bola de perros yo no comparto mis putas .

No quise seguir escuchando más tonterías, me fui a mi grupo.

En el aula…

Me serene un poco, y sin pensarlo ya faltaban  5 minutos para salir. Solo les daba  las instrucciones de lo que sería su tarea y listo a mi casa a dormir.

-          Adiós maestro, que descanse- Era Joaquín uno de mis mejores alumnos.

-          Descansa, nos vemos mañana.

Mientras recogía mis cosas y me cercioraba que no olvidaba nada, siento  la presencia de alguien.

-Hola maestro-  era Gonzalo saludándome en tono burlón.

-Hola y adiós- le respondí secamente.

-A dónde vas chiquito.

-Que te jodan idiota-  se lo grite, sin importarme que alguien nos escuchara.

Quería largarme pero él se puso en la entrada del aula, impidiéndome el paso

-Que pasa bb, estas enojada porque les hable de ti?-  se reía el muy cabron.

-dejameeeeeeeeeeeeeeeeeeee en paz- le grite una vez más.

Se acerco a mí, y sin poder reaccionar me tenía prisionero entre sus fuertes brazos, tapándome la boca para no emitir ruido alguno.

-Escúchame bien putita,  ya me canse de los jueguitos,  te vas a portar bien o te juro que  te tumbo los dientes de un solo golpe.- me lo susurraba al oído.

Deje de forcejear y por fin me soltó.

-Bueno, pues  te invito a cenar que dices?   Me lo propuso sonriéndome.

-Mira, disculpa lo de la otra vez, entiéndeme  era mi primera vez con un hombre, al verte  en la mañana pues estaba confundido, por eso te eche de esa manera.

  • ok  acepto tus disculpas- le respondí.

-No se diga mas, vamos a cenar chiquito, déjame consentirte y hacer que olvides ese mal rato.

Me miraba con ojos  de ternura, simplemente no pude negarme.

Esa noche llame a mis papas, les dije que había quedado en cenar con un amigo, aceptaron siempre y cuando no llegara muy tarde.

Esa noche me la pase muy bien,  descubrí en Gonzalo a una persona tierna y romántica, algo que no había imaginado. Simplemente  me hacía sentir especial, yo que tengo un corazón de pollo le perdone los incidentes pasados.

Los siguientes meses continuamos saliendo al cine, cenar  hasta me invito al cumpleaños de su madre. Prácticamente estaba embobado por él.

Cuando cumplimos 4 meses de salir y conocernos me propuso ser su novio. Yo estaba en las nubes, no pensé que el sintiera lo mismo,  yo lo quería  un montón y claro que acepte ser su novio.

Me puso algunas condiciones, nuestro noviazgo debía ser solo de dos y en secreto, me alegaba que por su trabajo y entorno machista la pasaría fatal si se enteraran de aquello. Yo solo lo colme de amor y comprendí su situación.

Desde ese momento me entregue a Gonzalo en cuerpo y alma, nunca pensé que llegaría a sentir esa necesidad por alguien.  Incluso  teníamos relaciones en el mismo cuartel, algo  impensable en Gonzalo, pero la adrenalina y el deseo pesaban más.

Unas semanas después…

Mis padres se disponían a ir a una boda fuera de la ciudad, me dejarían solo dos largos días. Lo primero que hice fue llamar a mi novio para que pasara las noches conmigo.

En menos de una hora ya tenía a mi novio metiéndome mano,  le gustaba morderme el cuello, chuparme los pezones y sobre todo su fascinación el comerme el culito, podía pasar un largo rato ahogado entre mis nalgas.

-          Me encantas putito, me tienes con la verga dura, tócala para que veas lo que te vas a comer.

-          Papi y es toda para mi?  - le preguntaba a sabiendas  que conocía muy bien la  respuesta, pero siempre me gustaba  escucharlo de sus labios.

-          Es toda tuya bebe,  cométela mi rey, saca la lechita de papa.

No necesito repetirlo dos veces, yo estaba entregado comiéndosela golosamente, su aroma, su sabor me tenía enviciado.  Antes de sacarla me gustaba  sentir su dureza y morderla por encima de sus pantalones, me prendía con solo tocarlo o sentir una caricia, me entregaba  a él sin reserva alguna.

Esto fue el común denominador de nuestros encuentros sexuales, que con el tiempo se hicieron tan frecuentes, que tuve que presentarlo a mis padres como un amigo al que conocí en el cuartel donde trabajo.

Dos meses después….

A regañadientes me acompaño Gonzalo  al centro comercial que habían inaugurado hace poco, me moría por ir. Invite  también a katy (mi mejor amigo y cómplice) pero ella se excuso de mala manera,  gonzo y katy  no se  llevaban bien.

-          Perdona que te lo diga Pablito pero ese novio tuyo es un imbécil de primera.

-          Katy no necesitas ser tan grosera con él,  es un amor, es que no te das tiempo a conocer lo lindo que es.

-          Pablito no me da buena espina, además es un puto simio encabronado,  no sé que le ves,  es tan poca caso a tu lado.

-          No quiero pelearme contigo eres mi mejor amiga, pero él es  mi novio, no quiero que hables pestes de Gonzalo en mi presencia.

-          Ok Pablito es cosa tuya, pero me importas mucho, no quiero que sufras-   Me abrazo y con eso terminamos de discutir.

Estaba pensando en esa última pelea  que tuve con mi amiga.

-          Hey, heyyyyyyy, te estoy hablando- me gritaba Gonzalo.

-          Perdón, es que estaba  pensando haha-  me dio pena estar en mi burbuja.

-          Terminemos con esto que no me siento agusto comprando ropa  contigo-  Gonzalo estaba visiblemente fastidiado.

-          Ok  gruñón  :D  no tardare, deja ir al probador para ver cómo me quedan estos jeans, te llamare para pedir tu opinión haha.

Me fui al probador  de caballeros,  por fin después de varios intentos  me pude meter estos vaqueros, que ajustados están,  mi cola ( culo, trasero, nalgas)  se ve muy bien, pero demasiado gay haha, digo para mis gustos.

-          Gonzoooooo ven, quiero tu sabio juicio- le gritaba.

-          Ven estoy en el  probador 6, no tardes, que casi no puedo respirar con estos vaqueros haha—seguía  gritándole, pero no entraba a mi cubículo.

Cuando estaba a punto de salir, siento que alguien abre la puerta de mi probador.

-          VAYAAAA, mira a quien nos encontramos al  mariconcito-   era Rodrigo unos de los amigos de Gonzalo, me miraba de pies a cabeza de forma libidinosa.

-          LARGATEEEEE-  intente cerrar la puerta en sus narices, pero fue inútil, el era muy fuerte.

-          Buscabas a Gonzalo no? -   Me quede helado, no supe que contestar.

Gonzalo estaba con unas playeras, rumbo al probador que yo estaba.

-          Hola Gonzo-   Rodrigo saludando  burlonamente.

-          Creo que este marico te busca haha-   Seguía Rodrigo con su mala leche.

-          Ni una mierda,  tu sabes Rodro que  no me mezclo con maricones-  Gonzalo  carcajeándose fingidamente,  parecía tomate de tan rojo que se puso al ver a Rodrigo.

-          Gonzalo, QUE MIERDA TE PASA? -   Le grite sin contener el llanto.

-          Ya déjame en paz maricon, siempre andas siguiéndome,  yo solo estaba comprando ropa y tu andas siempre detrás de mí. Ya  no insistas, a mi no me gustan los maricones.

-          HAHAHAHA, que malo eres Gonzalo  hahaha-  Rodrigo disfrutando de esto.

-          Maricon, te vuelves  a acercar a mí, y juro que te rompo los huesos-   Gonzalo con mala cara, amenazándome.

Me desconcertaba esto, no podía evitar llorar, contemplaba  a  lo lejos como partían  Gonzalo y Rodrigo. Estaba destruido, traicionado por el que creía mi amor.

Pablo te lo mereces por estúpido y confiado, tú mismo sabias que esto podría pasar. Acaso creías que con amor cambiarias la naturaleza de Gonzalo hahaha

Además te creíste ese cuento barato de que rompió con su novia, solo para estar contigo,  hahaha das risa,  puto y encima romántico,  no tienes remedio.

Calla maldita conciencia,  no quiero saber nada, CALLAAAAAAAAAAAA.

Me seque las lagrimas,  calmándome un poco, no quería hacer mas el ridículo.

-Katy podrías venir por mi? trate de sonar neutral, no quería ponerme en evidencia.

-Pablito te pasa algo?

Me puse a llorar no pude seguir fingiendo, le conté todo.

Paso una semana, yo seguía triste. Pero decidido a concentrarme en mi trabajo, mis amigos y mi familia. No quería saber nada de Gonzalo.

Fueron varios los mensajes a  mi móvil o correos electrónicos, disculpándose o  tratando de componer la relación   ya  con mi cabeza bien fría, solo fui sexo y nada más.

En el cuartel, varias veces me topaba con él, a veces quería usar la fuerza para obligarme a charlar. Pero pasaba de él, para mí ya estaba muerto, solo sentía asco.

Una noche en la que por fin llegue a mi casa,  cuando estaba por meter la llave en mi puerta, veo una sombra acercarse.

-          Pablitooo, por favor escúchame, necesito que me escuches-  era Gonzalo algo alcoholizado, apenas entendía sus palabras.

-          Con un carajo lárgate o mando llamar a la policía, para que vengan a recogerte borracho-   se lo dije con todo el desprecio que venía cargando en estas semanas.

-          Mi amor, no me hagas esto, estoy muy mal, te quiero pablitooo, perdóname, soy una puta mierda- llorando como niño, todo acongojado.

-          Sabes que es más patético?  un borracho llorón,  LARGATE O TE MANDO ECHAR A LA POLICIA.

-          Mi amor te quiero, te quiero pablitooo-  seguía llorando.

Saco una rosa casi sin pétalos de lo guardada que la tenia.  Unos instantes me conmovió su dolor,  pero nooo que se joda el muy cabron.

Tome la flor, a él se le ilumino la cara.

-Sabes  que regalar una flor a un hombre es de lo mas maricon-  se la arroje a la cara con desprecio.

  • Lárgate de acá, no quiero volverte a verte, yo no me llevo con reprimidos y menos con mierda como tú.

Abrí mi puerta y sin importarme sus lágrimas, entre a mi casa. Un rato estuvo tocando a mi puerta  sollozando mi nombre, daba pena el hombre, pero ya no creía  sus cuentos.

Continuara……

No te olvides de valorar y comentar mi relato, eso me motiva a seguir escribiendo  :D

Skype:  acerosupreme.