Pablo y Gonzalo 2

Te recomiendo leer Pablo y Gonzalo `` Mi primera vez `` :)

En camino a mi casa seguía pensando y pensando,  que hice mal?  Para  que me desechará como basura.  Mientras el taxista me hacia conversación, no pude evitar el soltar una s lagrimas realmente me dolió la frialdad de Gonzalo.

Seguía sumergido en mis pensamientos que no me di cuenta que ya estaba frente a mi casa, me había olvidado completamente de mis papas. Me van a matar por no avisarles donde estaba, y ahora que les invento? ,  pues yo no acostumbraba a llegar a esa hora.

Mientras le pagaba al taxista,  agarre fuerza para enfrentarme a mis padres hahaha, a veces  son algo estrictos con la hora de llegada.

Al entrar en mi casa me topo de frente con mi madre.

-          Estuvo buena la fiestecita no-   me lo decía con  un tono apacible y sonriendo.

-          Hijo el desayuno está servido, oye no vino katy contigo?

-          Mmm no mami-  le respondí con sumo cuidado, no quería metar la pata.

-          Yo pensé que si venia, como me llamo ayer de que te ibas a quedar a dormir en su casa.

-          Bueno  tu padre y yo nos vamos  unas horas jiji  no nos esperes amor- se despidió dándome un beso en mi cabeza.

Yo seguía desconcertado, aun no me lo creía que salí bien librado y todo gracias a Katy. Es un amor la adoro mucho, siempre esta cubriéndome las espaldas. Pero aun así no le contare lo de Gonzalo, no vale la pena lamentarme, lo hecho, hecho esta y punto.

Tengo que bañarme y  dormir eso necesito.

Dormí como 4 horas, mis sueños me transportaban a esa noche. Una y otra vez me veía mamando golosamente la verga de Gonzalo, no pude evitar despertar y empezar a tocarme.  Estaba negado a pensar en el pero lentamente me fui masturbando muy rico mientras no dejaba de meterme un dedo, pero yo quería mas, por eso  metí otro más, que rica sensación pensaba en las fuertes enculadas que me dio gonzo, ahhhh  papito que rico.

Así en la oscuridad de mi habitación logre empaparme de mi propia leche.

Llego el lunes y volver a mi trabajo, en el  fin de semana  pasado puse mis ideas en orden y ya di por olvidado  mi rollo sexual con ese soldado.  Los días seguían avanzando sin sobre saltos, claro de vez en cuando me lo topaba pero hacia como que no lo había visto o simplemente me ponía mis audífonos  para perderme en la música.

Días después cuando  di un descanso a mi grupo, estaba hambriento pero no quería ir al comedor del cuartel, sabía muy bien que él estaría ahí con su bola de amigos. Pero qué diablos  que se lo jodan.

Al entrar inmediatamente pude escuchar las risas y gritos, era Gonzalo sentado en la mesa,  rodeado por su pandilla de amigos. No hice caso y como siempre fui a pedir mi comida para comerla  en un lugar algo apartado de esos locos.

-          No te imaginas lo que es comerse un culito virgen-  era gonzalo presumiendo su hazaña.

-          Una putita muy culoncita, de pensarlo ya se me paro la verga-  Se agarro su paquete mostrándolo a sus amigos.

-          Pinche gonzo, tu siempre agarrando los mejores culos, ya cabron presenta a la puta- Era Rodrigo uno de los amigo de Gonzalo.

Francamente estaba asqueado de ellos, me disponía a irme de ese lugar.

-checa esto, ya viste el lunar que tiene en la nalga- era Gonzalo con su móvil, se lo estaba mostrando a esa pandilla de idiotas.

  • Es como un corazón no?  Preguntaba uno de los soldados.

Me quede helado, porque yo tengo un lunar en mi nalga es casi un corazón, mi madre lo tiene en la espalda y yo lo herede.

En qué momento me tomo esa foto, estaba furioso, pero no quería delatarme, me debía a mi mismo no le des importancia, retírate y olvida esto.

-          Haha  bola de perros yo no comparto mis putas .

No quise seguir escuchando más tonterías, me fui a mi grupo.

En el aula…

Me serene un poco, y sin pensarlo ya faltaban  5 minutos para salir. Solo les daba  las instrucciones de lo que sería su tarea y listo a mi casa a dormir.

-          Adiós maestro, que descanse- Era Joaquín uno de mis mejores alumnos.

-          Descansa, nos vemos mañana.

Mientras recogía mis cosas y me cercioraba que no olvidaba nada, siento  la presencia de alguien.

-Hola maestro-  era Gonzalo saludándome en tono burlón.

-Hola y adiós- le respondí secamente.

-A dónde vas chiquito.

-Que te jodan idiota-  se lo grite, sin importarme que alguien nos escuchara.

Quería largarme pero él se puso en la entrada del aula, impidiéndome el paso

-Que pasa bb, estas enojada porque les hable de ti?-  se reía el muy cabron.

-dejameeeeeeeeeeeeeeeeeeee en paz- le grite una vez más.

Se acerco a mí, y sin poder reaccionar me tenía prisionero entre sus fuertes brazos, tapándome la boca para no emitir ruido alguno.

-Escúchame bien putita,  ya me canse de los jueguitos,  te vas a portar bien o te juro que  te tumbo los dientes de un solo golpe.- me lo susurraba al oído.

Deje de forcejear y por fin me soltó.

-Bueno, pues  te invito a cenar que dices?   Me lo propuso sonriéndome.

-Mira, disculpa lo de la otra vez, entiéndeme  era mi primera vez con un hombre, al verte  en la mañana pues estaba confundido, por eso te eche de esa manera.

  • ok  acepto tus disculpas- le respondí.

-No se diga mas, vamos a cenar chiquito, déjame consentirte y hacer que olvides ese mal rato.

Me miraba con ojos  de ternura, simplemente no pude negarme.

Esa noche llame a mis papas, les dije que había quedado en cenar con un amigo, aceptaron siempre y cuando no llegara muy tarde.

Esa noche me la pase muy bien,  descubrí en Gonzalo a una persona tierna y romántica, algo que no había imaginado. Simplemente  me hacía sentir especial, yo que tengo un corazón de pollo le perdone los incidentes pasados.

Los siguientes meses continuamos saliendo al cine, cenar  hasta me invito al cumpleaños de su madre. Prácticamente estaba embobado por él.

Cuando cumplimos 4 meses de salir y conocernos me propuso ser su novio. Yo estaba en las nubes, no pensé que el sintiera lo mismo,  yo lo quería  un montón y claro que acepte ser su novio.

Me puso algunas condiciones, nuestro noviazgo debía ser solo de dos y en secreto, me alegaba que por su trabajo y entorno machista la pasaría fatal si se enteraran de aquello. Yo solo lo colme de amor y comprendí su situación.

Desde ese momento me entregue a Gonzalo en cuerpo y alma, nunca pensé que llegaría a sentir esa necesidad por alguien.  Incluso  teníamos relaciones en el mismo cuartel, algo  impensable en Gonzalo, pero la adrenalina y el deseo pesaban más.

Unas semanas después…

Mis padres se disponían a ir a una boda fuera de la ciudad, me dejarían solo dos largos días. Lo primero que hice fue llamar a mi novio para que pasara las noches conmigo.

En menos de una hora ya tenía a mi novio metiéndome mano,  le gustaba morderme el cuello, chuparme los pezones y sobre todo su fascinación el comerme el culito, podía pasar un largo rato ahogado entre mis nalgas.

-          Me encantas putito, me tienes con la verga dura, tócala para que veas lo que te vas a comer.

-          Papi y es toda para mi?  - le preguntaba a sabiendas  que conocía muy bien la  respuesta, pero siempre me gustaba  escucharlo de sus labios.

-          Es toda tuya bebe,  cométela mi rey, saca la lechita de papa.

No necesito repetirlo dos veces, yo estaba entregado comiéndosela golosamente, su aroma, su sabor me tenía enviciado.  Antes de sacarla me gustaba  sentir su dureza y morderla por encima de sus pantalones, me prendía con solo tocarlo o sentir una caricia, me entregaba  a él sin reserva alguna.

Esto fue el común denominador de nuestros encuentros sexuales, que con el tiempo se hicieron tan frecuentes, que tuve que presentarlo a mis padres como un amigo al que conocí en el cuartel donde trabajo.

Dos meses después….

A regañadientes me acompaño Gonzalo  al centro comercial que habían inaugurado hace poco, me moría por ir. Invite  también a katy (mi mejor amigo y cómplice) pero ella se excuso de mala manera,  gonzo y katy  no se  llevaban bien.

-          Perdona que te lo diga Pablito pero ese novio tuyo es un imbécil de primera.

-          Katy no necesitas ser tan grosera con él,  es un amor, es que no te das tiempo a conocer lo lindo que es.

-          Pablito no me da buena espina, además es un puto simio encabronado,  no sé que le ves,  es tan poca caso a tu lado.

-          No quiero pelearme contigo eres mi mejor amiga, pero él es  mi novio, no quiero que hables pestes de Gonzalo en mi presencia.

-          Ok Pablito es cosa tuya, pero me importas mucho, no quiero que sufras-   Me abrazo y con eso terminamos de discutir.

Estaba pensando en esa última pelea  que tuve con mi amiga.

-          Hey, heyyyyyyy, te estoy hablando- me gritaba Gonzalo.

-          Perdón, es que estaba  pensando haha-  me dio pena estar en mi burbuja.

-          Terminemos con esto que no me siento agusto comprando ropa  contigo-  Gonzalo estaba visiblemente fastidiado.

-          Ok  gruñón  :D  no tardare, deja ir al probador para ver cómo me quedan estos jeans, te llamare para pedir tu opinión haha.

Me fui al probador  de caballeros,  por fin después de varios intentos  me pude meter estos vaqueros, que ajustados están,  mi cola ( culo, trasero, nalgas)  se ve muy bien, pero demasiado gay haha, digo para mis gustos.

-          Gonzoooooo ven, quiero tu sabio juicio- le gritaba.

-          Ven estoy en el  probador 6, no tardes, que casi no puedo respirar con estos vaqueros haha—seguía  gritándole, pero no entraba a mi cubículo.

Cuando estaba a punto de salir, siento que alguien abre la puerta de mi probador.

-          VAYAAAA, mira a quien nos encontramos al  mariconcito-   era Rodrigo unos de los amigos de Gonzalo, me miraba de pies a cabeza de forma libidinosa.

-          LARGATEEEEE-  intente cerrar la puerta en sus narices, pero fue inútil, el era muy fuerte.

-          Buscabas a Gonzalo no? -   Me quede helado, no supe que contestar.

Gonzalo estaba con unas playeras, rumbo al probador que yo estaba.

-          Hola Gonzo-   Rodrigo saludando  burlonamente.

-          Creo que este marico te busca haha-   Seguía Rodrigo con su mala leche.

-          Ni una mierda,  tu sabes Rodro que  no me mezclo con maricones-  Gonzalo  carcajeándose fingidamente,  parecía tomate de tan rojo que se puso al ver a Rodrigo.

-          Gonzalo, QUE MIERDA TE PASA? -   Le grite sin contener el llanto.

-          Ya déjame en paz maricon, siempre andas siguiéndome,  yo solo estaba comprando ropa y tu andas siempre detrás de mí. Ya  no insistas, a mi no me gustan los maricones.

-          HAHAHAHA, que malo eres Gonzalo  hahaha-  Rodrigo disfrutando de esto.

-          Maricon, te vuelves  a acercar a mí, y juro que te rompo los huesos-   Gonzalo con mala cara, amenazándome.

Me desconcertaba esto, no podía evitar llorar, contemplaba  a  lo lejos como partían  Gonzalo y Rodrigo. Estaba destruido, traicionado por el que creía mi amor.

Pablo te lo mereces por estúpido y confiado, tú mismo sabias que esto podría pasar. Acaso creías que con amor cambiarias la naturaleza de Gonzalo hahaha

Además te creíste ese cuento barato de que rompió con su novia, solo para estar contigo,  hahaha das risa,  puto y encima romántico,  no tienes remedio.

Calla maldita conciencia,  no quiero saber nada, CALLAAAAAAAAAAAA.

Me seque las lagrimas,  calmándome un poco, no quería hacer mas el ridículo.

-Katy podrías venir por mi? trate de sonar neutral, no quería ponerme en evidencia.

-Pablito te pasa algo?

Me puse a llorar no pude seguir fingiendo, le conté todo.

Paso una semana, yo seguía triste. Pero decidido a concentrarme en mi trabajo, mis amigos y mi familia. No quería saber nada de Gonzalo.

Fueron varios los mensajes a  mi móvil o correos electrónicos, disculpándose o  tratando de componer la relación   ya  con mi cabeza bien fría, solo fui sexo y nada más.

En el cuartel, varias veces me topaba con él, a veces quería usar la fuerza para obligarme a charlar. Pero pasaba de él, para mí ya estaba muerto, solo sentía asco.

Una noche en la que por fin llegue a mi casa,  cuando estaba por meter la llave en mi puerta, veo una sombra acercarse.

-          Pablitooo, por favor escúchame, necesito que me escuches-  era Gonzalo algo alcoholizado, apenas entendía sus palabras.

-          Con un carajo lárgate o mando llamar a la policía, para que vengan a recogerte borracho-   se lo dije con todo el desprecio que venía cargando en estas semanas.

-          Mi amor, no me hagas esto, estoy muy mal, te quiero pablitooo, perdóname, soy una puta mierda- llorando como niño, todo acongojado.

-          Sabes que es más patético?  un borracho llorón,  LARGATE O TE MANDO ECHAR A LA POLICIA.

-          Mi amor te quiero, te quiero pablitooo-  seguía llorando.

Saco una rosa casi sin pétalos de lo guardada que la tenia.  Unos instantes me conmovió su dolor,  pero nooo que se joda el muy cabron.

Tome la flor, a él se le ilumino la cara.

-Sabes  que regalar una flor a un hombre es de lo mas maricon-  se la arroje a la cara con desprecio.

  • Lárgate de acá, no quiero volverte a verte, yo no me llevo con reprimidos y menos con mierda como tú.

Abrí mi puerta y sin importarme sus lágrimas, entre a mi casa. Un rato estuvo tocando a mi puerta  sollozando mi nombre, daba pena el hombre, pero ya no creía  sus cuentos.

Gracias  por los buenos comentarios de mi anterior relato  :D  se los agradezco mucho,  no se olviden de valorar mi relato o comentar ;)   besitos.