Pablito y yo (Parte 2)

Ya era hora de que ocurriera

Siempre he dicho que tener secretos te hace mas fuerte. Ocultar información al resto de la gente, es lo mas sensato que puedes hacer.

Y mas aun si estas implicada con uno de tus compañeros de trabajo.

Había pasado una semana desde aquella videollamada que me dejo con ganas de mas. Mucho mas.

Coincidí varias veces en el trabajo con él, pero por cosas del destino, teníamos diferentes horarios, por lo cual solo nos veíamos una hora al día como mucho.

Y ya no digamos de hablar por teléfono. Cuando él salia de trabajar ya era

la una de la mañana

y yo a esas horas ya estaba dormida, ya que muchas mañanas tenia clase en la universidad a primera hora

de la mañana

.

Así que misión imposible.

Entre al trabajo un poco desanimada. Fui directa a la oficina a ver los nuevos horarios que habían publicado.

Busque me nombre. Bien, un fin de semana libre. Al fin la vida me sonríe. Aunque sea un poco.

Busque a Pablo. Le habían dado el mismo fin de semana que a mi. La vida me sonríe por partida doble.

Cogí el teléfono y le escribí.

“¿Adivina quienes comparten fin de semana?”

En lo que esperaba a que me respondiera me fui cambiando para entrar.

Me plantee comprar otro conjunto, ya que esperaba cobrar dentro de dos días.

En ese momento me sonó el teléfono.

“Al fin... Ya estoy deseando que llegue”

Sonreí y entre a trabajar sin responderle.

Tres horas después, cuando salí, tenia otro mensaje de él.

“Ese sábado te espero en mi casa

a las 21

. Yo me encargo de todo. Céntrate en llevar uno de tus conjuntos, Valen.”

“Me encargare de llegar sana y salva. Ya estoy deseando que llegue”

“Como te enseñe yo mis ganas...”

Ya me estaba calentando y solo habíamos dicho dos palabras.

“Estoy deseando verlas en directo.”

Y con esas me fui dirección al coche, para irme a casa. Tengo muchas ideas y espero cumplirlas todas.

Los días pasaron sin mas. Pero en mi mente ya estaba todo preparado para ese sábado.

El día antes de la cita teníamos el mismo turno, y tenia preparado un juego para disfrutar ambos y para crear un poco de tensión. Le había dicho que llegase dos minutos antes, que le tenia que contar algo.

Y ahí le vi aparecer, sonriendo. Vino directamente hacia mi, mientras me guiñaba un ojo.

-Hola, Andrea

-Hola Pablo.-le dije mientras jugaba con lo que le tenia que dar dentro del bolsillo.

-Cuéntame eso tan importante que no podía esperar hasta mañana.

-Que directo. Ni un que tal, ni nada...-le dije para picarle un poquito.

-Tengo que decir que me pica mucho la curiosidad.

Sonreí. Lo saque del bolsillo y acerque mi mano a la suya mientras le miraba a los ojos. Su sonrisa desapareció en cuanto noto como mi mano le dejaba algo en la suya.

Agacho la mirada para ver que era.

-Me has dado un mando.-dijo confundido, mientras le encendía y daba a un botón. Se me escapo un pequeño gemido.

Inmediatamente me miro.

-Joder, Valen, esto me acaba de poner a mil.- mientras aumentaba un poco la intensidad- Hoy nos lo vamos a pasar muy bien.

Apagando el mando, abrió la puerta de los vestuarios y entramos a cambiarnos sin decir nada mas, pero sonrientes por el juego tan interesante que teníamos entre manos.

La primera hora transcurrió sin ningún... sobresalto. De vez en cuando le miraba a la espera de que se diese por aludido y decidiera dar a algún botón. Pero nada, solo sonreía y seguía trabajando como si nada.

Me empece a enfadar. Yo quería jugar y él simplemente reía. No.

Pablo en un momento se fue a la trastienda y le segui con la excusa de mirar uno de los paneles.

-Pablo, dame el mando.

-Hombre... ¿para que te voy a dar el mando?- me dijo con tono gracioso. Pero yo no estaba para bromas. Estaba enfadada.

-Para darselo a alguien que seguro, lo va sacar mas...- y empezo a vibrar. Me calle, mientras soltaba un gemido. Pablo sonrio.

-Vaya, vaya... ¿Que te pasa, Valentina?- dijo mientras se acercaba a mi.

Me empezó a besar el cuello. Muy suave, pero muy húmedo. Como mi coño ahora mismo. Dios mio.

Me agarro de la cintura, y me llevo a un lugar oscuro de ese almacén. En ese momento yo era una muñeca de trapo. Y el lo sabia.

Subió la intensidad del vibrador y yo gemí en su oído. Acerque mi cadera a la suya, en busca de un poco de fricción, en busca de placer, en busca de un orgasmo. Bueno, a lo mejor con uno no era suficiente. Pero ahora mismo lo necesitaba.

Pablo me cogió el volandas subiéndome a la primera caja que pillamos.

Me agarro la cara y me beso. Me mordió el labio y me miro fijamente a los ojos.

-Lo que daría ahora mismo por comerte el coño. Meter mi polla hasta dentro y sentir como te contraes. Oír tus gemidos. Sentir tu coño mojado. Joder, Valentina.

Paro el vibrador de golpe, haciendo que le mirase mal. Muy mal.

-Pablo, estaba punto de tenerle.

Y le volvió a encender mientras me miraba. Lo subió a potencia media. Me mordí el labio para evitar que medio restaurante escuchase mis gemidos.

Mis piernas empezaron a temblar, anunciando el orgasmo tan deseado. Le mire a los ojos.

-Córrete, Valen. Quiero ver como te corres.

Y fue mi perdición.

Eche la cabeza para atrás y gemí. Pablo me beso. Mis piernas temblaban haciendo que mi coño y su polla se rozasen por encima del uniforme. Esta vez, Pablo gimió en mi boca.

Cuando me empece a calmar, apago el vibrador. Y me miro a los ojos.

-Vaya un espectáculo me acabas de dar, Valen. Solo espero que mañana me le vuelvas a dar, pero esta vez desnuda.

Le mire, sonriente y relajada. Me fije en el bulto que tenia entre las piernas. Me baje de las cajas y me acerque a el. Le toque su polla, muy suave. Sintiéndola entera. Vi como abrió la boca, suspirando muy fuerte.

-Estoy deseando que llegue mañana, Pablo

Y con esas me fui. Sintiéndome mas deseada que nunca.

El resto del día, Pablo le dio al botón en bastantes ocasiones. Atendiendo a los clientes, delante del jefe, mientras preparaba las mesas, cuando hablaba con alguna compañera...

Cuando me iba, me acerque a Pablo para despedirme, ya que el se quedaba una hora mas.

-Te veo mañana, Pablo

-¿No me vas a pedir el mando?- me pregunto mientras fingía limpiar una mesa.

-No, mañana podremos utilizarle un poco.-respondí mientras le guiñaba un ojo.

Al llegar a casa, me fui a la ducha de cabeza. Me saque el vibrador, haciendo que me estremeciera del placer. Suspire. Este hombre, mañana, me volvería loca.

Cuando me levante al día siguiente me puse a estudiar, ya que hasta media tarde no empezaría a arreglarme para la cita con Pablo. Estaba ansiosa y un poco nerviosa.

A las nueve en punto

estaba en la ubicación que me había mandado unas horas antes.

Me había puesto un body negro debajo de un vestido negro, ajustado. Mis piernas se veían mas largas gracias a esos taconazos que me había comprado unos meses antes. El vibrador estaba colocado en su sitio.

Llame al timbre y a los dos segundos ahí apareció el. Vestido entero de negro, con la camisa un poco abierta y una americana que hacia que se notasen todos y cada uno de sus músculos. Ya estaba desando quitársela. Cuando llegue a sus ojos, después de hacer la la revisión, vi que estaba sonriendo. Y sentí como lo activaba. Cerré los ojos de placer.

-Hola, Valen. Espero que mi bienvenida sea de tu agrado.

Asentí como pude.

Me cogió de la mano y me metió dentro de su apartamento. Me empujo contra la pared, mientras cerraba la puerta. Me beso el cuello.

-Te informo que la cena esta servida, pero ahora mismo me apetece comer otra cosa.-me dijo mientras me daba besos húmedos en el cuello.

Le cogí la cara y le bese. Necesitaba sentirlo de alguna manera. Gemía mientras le besaba.

-Sube la intensidad, por favor.-le pedí mientras le miraba a los ojos.

-No, te voy a poner tan caliente que me pedirás que te folle.- me dijo muy seguro de si mismo.

Gemí mas alto. Esas palabras me habían gustado mucho, la verdad.

-Ven.-dijo apagando el vibrador.

Me cogió de la mano y me llevo al salón. La verdad que olía muy bien. Tampoco estaba muy centrada. Ahora mismo necesitaba otra cosa.

-¿Quieres un vino?- me pregunto.

-Si, por favor

Mientras se encargaba del vino observe su apartamento. Estaba muy bien decorado, la verdad.

Vino hacia mi con

las dos

copas de vino. Le agradecí y cuando iba a dar el primer sorbo, lo volvió a activar. Le mire directamente. Sonrió y dio un sorbo a su vaso. Me estaban temblando las piernas y acabamos de empezar. Cuando acabe esta noche no se que va a ser de mi.

Se acerco aun mas a mi, y con la mano que tenia libre, me agarro de la cadera, pegándome a su cuerpo. Sentí su polla, ya dura. Me beso, mientras me echaba el vino en mi boca. Trague, mientras me observaba.

-Valentina, esta noche nos lo vamos a pasar muy bien.

Le bese muy suave y húmedo.

-Tengo muchas ganas de sentir esos labios, Pablo.-le dije mientras le miraba a los ojos. Vi como les cerraba mientras jadeaba.

-¿Dónde quieres sentirles, Valen?

Cuando le cogí la mano, abrió los ojos, mientras me miraba expectante.

Le guie a la parte interna de mis muslos, subiendo poco a poco. Le mire mientras jadeaba. Al llegar a mi coño húmedo, vi como se relamía.

-Ahí la quiero, y esa lengua la quiero...-introduje uno de sus dedos dentro, junto con el vibrador, que en ningún momento había parado.-...ahí. Lo quiero ahora, por favor.

Dejo su copa en una mesa que teníamos cerca. Con

las dos

manos me quito el vestido, dejándome con el body y los tacones. Al verme se le agrando los ojos.

Me cogió de la mano y me llevo a su habitación.

Me senté en el borde.

-Valen, túmbate, dejando el culo en el borde,

Hice lo que me pidió. Mire al techo y vi que tenia un espejo. Ahí vi como el se quito la americana y la camisa, quedando su torso desnudo. Ya tenia ganas de besarle.

-Mira todo el rato al espejo. Quiero que veas como te como el coño. Quiero que veas como te corres.

Asentí.

Se arrodillo delante de mi. Sus manos apartaron el body. Y sentí como me besaba el clítoris. Muy suave. Gemí.

Su lengua empezó a recorrer cada centímetro de mi coño, mientras subía la intensidad del vibrador. Joder. Dios mio.

Quería atrasar el orgasmo, pero sabia que era imposible.

Le agarre del pelo. Gimió en mi coño.

Mis piernas ya estaban temblando, necesitaba mas, mucho mas.

-Pablo, me voy a correr.-gemí.

No dijo nada y siguió con su trabajo.

Y me corrí, viendo como me comía el coño y sintiendo el vibrador en su máxima potencia. Gemí su nombre. Mucho.

Intente calmarme, pero Pablo no tenia ese plan. Me quito el vibrador y metió su lengua. Vi como cogía el vibrador y me le colocaba en el clítoris.

Esa imagen me estaba poniendo aun mas.

Me follaba con lengua a la vez que el vibrador bajaba y subía de intensidad, torturándome de una manera deliciosa. Decidí no retrasar nada.

Apreté su cara contra mi coño cuando sentí el orgasmo. Y me corrí.

Mientras gemía sentí como se subía a la cama y se situaba ami lado, mientras sus dedos aun rozaban mi clítoris, haciendo que tuviera espasmos.

-Bien, Valentina, ¿que quieres hacer ahora?

Yo lo tenia claro. Me puse encima de el, y poco a poco fui bajando sintiendo, como echaba liquido por el coño.

Le quite el pantalón y el calzoncillo. Y me lance a por esa polla. Me las trague de una, sin darle tiempo a pensar.

-Joder, Valen, que vas a hacer que me corra.

Lleve la punta de su polla hasta mi garganta, tragando en el proceso. Sentí como le daba un espasmo del placer que le causaba eso.

Me quito y yo le puse un puchero.

-Que aun no me quiero correr, mujer

-Pero quiero tu polla.-pedí con voz de niña pequeña.

-Ya me la comerás mas veces. Ahora necesito meterla.

Y me la metió de una. Eche la cabeza atrás, gimiendo su nombre. Me subió las manos arriba, sin poder moverlas, ya que me las agarró.

Y se empezó amover muy duro, gimiendo en mi oído, mientras le comía el cuello.

Sentí como crecía mi orgasmo. Y también el suyo.

Me miro directamente a los ojos. Sentí tanto deseo en ese momento...

Y en ese momento me corrí mientras sentía su semen llenarme. Sentía como le palpitaba mientras echaba todo dentro de mi coño.

Mientras intentábamos recuperarnos, sentí sus manos acariciarme, intentado relajarme.

Salio de mi y se tumbo a mi lado.

Vi por el espejo como sonreía.

-Bien, Valen, has superado todas mis expectativas. Y ahora tengo un hambre que me muero. Vamos a cenar y a recuperar fuerzas. Que nos espera una noche muy entretenida.

Y esa noche y muchas mas. Y fuimos añadiendo gente. Pero eso ya eso ya historia.


Hola a tod@s, aquí Valen

Me alegro tanto que os gustase el relato anterior,  que he decido adelantar la segunda parte. Espero que os guste tanto como la primera parte, y que lo disfrutéis como lo disfrute yo en su momento.

me encanta que os pongáis en contacto conmigo diciendome los he os gustase que contase! Seguid haciéndolo!!

muchos beso!