Our Law

Nate y Alice, amigas ¿o algo más?

Los Angeles, California

-¿ya se enteraron? Oí que se enfrentaron en la corte

-¡si! Fue estupendo, es como si dos meteoros chocaran

-vamos, no creo que haya estado tan…

-por favor Rogers, fue magnífico, ambas… las mejores abogadas de la ciudad, enfrentadas…

-¿y quién ganó?

-bueno, debido a las contundentes pruebas de ambas partes, el juez decidió dar un lapso de un mes, antes de seguir el juicio

-entiendo que es solo una custodia

-si, por eso, dio un mes al padre para demostrar que está apto para tener la mitad de la custodia de su hija

-entonces no ganó nadie

-aún – se comentaba en los pasillos del bufete “Port_Coll”, el mejor en toda la ciudad, no solo por su accesibilidad sino por la amplia gama de respetables y prestigiosos abogados que en el se encontraban, ¿las dueñas? Nada más y nada menos que las mejores, las más difíciles de vencer en cualquier caso, Nate Porter, y Alice Collins, ambas egresadas del mismo colegio, de la misma universidad, de la misma clase… años de conocerse las hacía mejores amigas…

-¿y donde están ahora?

-escuché que fueron a almorzar, ese caso debió ser agotador

Justo en la costosísima alfombra de un costosísimo pent house en la zona trendy de la ciudad, se encontraban las abogadas de aquel prestigioso bufete, Alice gemía mientras sus descontroladas caderas se movían con rapidez, Nate mientras tanto intentaba sujetarla por sus muslos, su lengua no paraba de entrar y salir de la vagina de su compañera de trabajo y actual rival, Alice, sujetaba con firmeza el oscuro cabello de Nate y la acercaba más, gemía muy alto

-Nate… no pares… ¡no pares! – esas no eran precisamente sus intenciones, Nate sonrió con lujuria e introdujo dos dedos en la húmeda vagina de Alice, se acercó a la cara interna de sus muslos y los besó acompañando aquellos besos con unas lamidas rápidas, luego se acercó al clítoris ya erecto y lo succionó presionándolo un poco con sus labios en el camino, cosa que hizo a Alice dar un respingo para luego tensar todo su cuerpo y liberar dicha tensión con un potente gemido producto del gran orgasmo que la invadía - ¿en qué piensas? – dijo luego de un rato, ambas recostadas al sofá mirando a la chimenea

-le doy vueltas al caso…

-hey, olvidaste la regla número uno de este lugar…

-creí que no había reglas – rió

-si las hay… número uno: nada de trabajo aquí

-¿número dos?

-no puedes fumar sola – ambas rieron, Nate tomó su cajetilla de cigarros y le colocó uno a Alice en la comisura de sus labios, lo encendió cuidadosamente y luego ella también encendió uno para si misma

Alice recorría ya la edad de los treinta y dos, elegante y discreta, con un cuerpo no muy torneado pero bien definido, una tez blanca que lucía bien con cualquier ropa, unos senos casi perfectos, solía quejarse de su tamaño, unos ojos verdigrises que resaltaban con su ondulado cabello rojizo claro, en su espalda unas pecas hermosas, Nate se divertía contándolas o al menos haciendo el intento, a los trece su padre la descubrió besándose con una chica en el internado para niñas cuyo nombre no diré, así que decidió cambiarla a una escuela mixta donde conoció a Nate

-¿a qué hora tenemos junta? – preguntó Nate

-a eso de las tres, ¿por qué?

-quería pasar por un bocadillo antes

-podemos ordenar algo

-quería sushi… - dijo en medio de un puchero, a lo cual Alice respondió con una sonrisa

-igual podemos ordenar, así no tenemos necesidad de movernos de aquí

-¿por qué no querrías moverte de aquí?

-porque son contadas las ocasiones en las que podemos venir – dijo recostándose a Nate, esta sonrió

Nate, un año menor que Alice, era un poco diferente, sus brazos, abdomen y piernas perfectamente torneadas demostraban su afán por los ejercicios, su cabello negro semi corto era un rasgo que delataba sus inclinaciones, además de su estilo al vestir, sus senos perfectamente formados aunque no muy grandes, tenían una firmeza única, ¿su piel? Bueno, tostada, herencia familiar, sus ojos cafés siempre embriagaban a Alice cuando se quedaban mirando fijamente luego de una ardua noche de trabajo

-¿todo bien con George? – preguntó Nate ya sentada a la mesa esperando a que Alice sirviera los rolls

-mmm digamos que si, ¿qué tal todo con Amanda?

-no lo se… ella quiere algo que yo no

-niños – dijeron al unísono

-George quiere eso también, no soy la típica mujer que desea un hogar

-la típica casa, el típico jardín, hasta el perro y las parrilladas de vecinos – ambas rieron

-esta es mi vida ¿sabes? Ganar casos

-aún no ganas – aclaró Nate

-lo se – rió – pero, el punto es que, me divierto bastante como estoy ahora, mi vida es mi trabajo… además de tener sexo con mi mejor amiga – Nate rió

-corrige hermosa, te gusta que tu mejor amiga te haga experimentar los mejores orgasmos que has tenido

-si… jajaja, tienes razón

-apuesto a que ni siquiera George ha logrado que grites su nombre como yo hago que grites el mío – dijo llevando un california roll a su boca, Alice enmudeció y se sonrojó, en realidad nunca había tenido intimidad con George, pero a los ojos de Nate si, pues si lo sabía era muy seguro que acabaría riendo hasta mas no poder

-veo que te sientes muy confiada – rió tratando de disimular lo que pensaba

-lo estoy Darling, lo estoy – dijo riendo y tomando otro california roll, amaba el sushi

-y bien, si Amanda quiere niños y tu no… ¿qué piensas hacer?

-no lo se… lo único que nos mantiene juntas es el buen sexo, ella es… wow

-¿ah si? Invítala un día – Nate se ahogó al escuchar esto, levantó la mirada y vio a Alice extenderle un vaso de agua…

-¿en serio? ¿un trío? – dijo emocionada

-no seas tonta… no estaría con otra mujer que no fueras tú, mucho menos tu novia

-vamos… no digas esas cosas en broma Al

-vaya que te lo creíste – dijo riendo – iré a ducharme, debemos estar en la oficina a eso de las dos y media

-¿qué hora es?

-poco más de la una, pero debemos estar listas

-está bien, mejor nos duchamos por separado

Alice optó por un conjunto de falda y saco, a juego… una falda un tanto entallada ya que Nate adoraba verla mientras planteaba un caso a la junta, era gris con leves líneas negras en ella, unas medias panty de seda y sus tacones D&G

-¿así estoy bien? – dijo mostrando su maquillaje a Nate, esta sonrió y asintió, esta optó por lo sencillo, pantalón de lino negro, zapatos de vestir, una camisa blanca manga ¾ y una corbata negra delgada, arregló su cabello lo mejor que pudo y buscó su maletín

-¿en tu auto o en el mío?

-quiero ir en el mío, George se molestará si ve que me llevas otra vez

-¿y?

-no quiero lidiar con el ahora

-está bien – se dieron un apasionado beso de despedida, Nate se calentó más de lo debido y alzó a Alice con cuidado, cuando esta se percató empujó levemente a Nate

-oye… debemos irnos – sonrió

-si, bien… ya nos vamos – cada una subió a su auto… Alice a su Volkswagen Passat 2014, un majestuoso auto azul eléctrico, mientras que Nate arrancaba ya en su Dodge Nitro negra

Llegaron al bufete y caminaron juntas como siempre por el pasillo, ante los ojos de los demás no eran mas que un par de buenas amigas, cada una se fue a su oficina

-un mokka por favor – ordenó Nate a su asistente, habían llegado unos cuantos minutos antes así que tenía tiempo para relajarse

-llama a George y ponlo en mi línea – dijo Alice a la suya pasando de largo, en eso el teléfono sonó – es veloz – dijo riendo

-hola – escuchó, era Nate

-hey, ¿qué haces llamando? Estamos a unos pasos de distancia

-prefiero esto, ya hago suficiente ejercicio

-estás demente

-claro que si – rió recostada a su sillón, jugando con su pelota anti-estrés

-el señor Philips en la dos – dijo la asistente de Alice asomándose por la puerta de la oficina

-vaya, pero si es el señor seriedad al otro lado del teléfono

-no le digas así – rió Alice

-¿prefieres Mr Little winner?

-shut up…

-bien bien, me comportaré… solo recuerda la junta – Alice rió bajo antes de colgar

-hola amor…

-¿qué hay princesa?

-lo de siempre… trabajo

-con respecto a eso, quería saber si te gustaría distraerte esta noche, hice reservaciones en un buen restaurante… solo tu y yo

-ahm… - giró y vio el gran calendario pegado a su cartelera… esa noche estaba sin ningún tipo de compromiso… desgraciadamente – si, será perfecto – dijo fingiendo una sonrisa

-de acuerdo, paso por ti a las….

-siete, saldré a eso de las siete

-vale, ahí estaré

Nate terminó su café, y empezó a leer unos archivos, trabajo trabajo…

-con permiso señorita Porter, la señorita Lake está en la línea

-pasa la llamada, atenderé

-hola bombón

-bellíssima, siempre es un placer escucharte

-ya lo se cariño, ¿cómo estás?

-un poco entumecida, además me duele la espalda

-¿por qué? Creí que estabas acostumbrada a hacer ejercicios

-si… lo estoy – rió para sus adentros – a qué debo el placer de tu llamada

-pues… esta mañana me dejaste un poco mal ¿sabes? Creo que deberías compensármelo

-Claro, tú solo dime como

-vamos a cenar, y luego yo invito el postre

-¿mousse de chocolate?

-lo que quieras amor

-de acuerdo, salgo a las siete y voy por ti

-¡besos!

-toc toc – dijo Alice tocando a la puerta de Nate a la par que entraba - ¿lista para la junta?

-claro… vamos – sonrió

En la junta se discutió sobre el caso que venía ejecutándose, se plantearon procesos y posibles veredictos, se habló del plan caritativo, defensores para personas de bajos recursos, muchos accionistas estuvieron en contra pero la voz cantante la tenían Alice y Nate, así que no hubo mucho q objetar

-voy a alistarme, tengo un cita con George – dijo Alice mientras caminaba junto a Nate por el pasillo

-que se diviertan – sonrió esta – yo sacaré a Amanda

-si las salidas son aburridas nos encontramos a las once en el departamento

-diez

-nueve y media

-hecho – cada una fue a su oficina, contaban con un pequeño closet donde guardaban ropa para esas ocasiones, además de un baño personal con ducha… Alice salió antes, un vestido color vino, con un escote tentador en la espalda, y un corte diagonal de derecha a izquierda en las piernas, unos tacones de gamuza negros igual a los accesorios, llevaba su cabello atado en una coleta, salió primero ya que George había llegado

-por favor dile a Nate que me fui – le dijo a su asistente, subió al auto de su novio quien encendió el auto y comenzó a conducir

Nate salió de su oficina arreglando su camisa, azul con las mangas abriertas, un pantalón negro y unos zapatos casuales del mismo tono de la camisa, arreglaba su cuello mientras salía de su oficina

-la señorita Collins se fue – dijo la asistente

-gracias – sonrió esta lamentándose por no haberla visto antes de partir, de seguro se veía hermosa, salió y caminó al estacionamiento, vio el auto de Alice allí aún, rió y subió al suyo, luego de quince minutos estaba frente a la casa de Amanda, la joven de cabello castaño caminó confiada al auto de su novia, usaba un vestido de jean, muy coqueto, un suetercillo blanco tejido, unas sandalias bastante cómodas y el cabello suelto, semi ondulado – hola preciosa – dijo antes de estamparle un beso a su chica – te ves fantástica

-pues tu no te ves nada mal, ¿A dónde iremos?

-a un lugarcillo nuevo, según dicen es lo más popular hasta ahora

-de acuerdo… vamos

-permíteme – dijo George halando la silla para que Alice se sentara

-gracias – sonrió – que amable

-por favor… siempre lo hago

-lo se – rió esta vez

-¿qué quieres ordenar?

-preguntemos que recomiendan

-para esta noche tenemos una paella valenciana preparada justo frente a su mesa – dijo el mesero

-paella… se oye bien

-tráigala por favor, mientras tanto una botella de vino no estaría mal

-enseguida – Alice sonreía mientras miraba a George, este hablaba de su trabajo, era pediatra, tenía todo tipo de anécdotas con respecto a niños que iban a su consultorio, lo observó detenidamente a los ojos, esos hermosos ojos azules… era lo único que le atraía de el, no tenía un cuerpo perfecto… pero sus ojos, era lo único a lo que podría llamarle perfección, no estaba enamorada tampoco… era una pequeña excusa para que su padre dejara la insistencia con los hombres, de pronto llegó un olor extraño… un perfume fuerte, conocido ya por ella que le revolvió los pensamientos e hizo que un escalofrío recorriera su cuerpo, quiso voltear al momento pero eso la delataría

-¿este es el restaurante? – preguntó Amanda

-sip, pasemos… - Nate había notado la presencia de Alice y George, decidió pasar por un lado no tan visible pero sin embargo para el agudo sentido del olfato de Alice, no fue difícil percibir su olor, ese perfume que la caracterizaba, Nate escogió una mesa casi frente a la de Alice, ellas se veían pero sus parejas se daban la espalda

-cuéntame amor, ¿ganaste el caso?

-no, aún no… defiendo al padre, el juez dio un mes para ver si el cumple con los requisitos, necesito conseguirle un trabajo… una casa que pueda servir de hogar…

-¿ganarás mucho dinero con el?

-no, es un caso caritativo

-insisto en que es una pérdida de tiempo y dinero

-¿por qué? Es bueno ayudar a otros

-si… tienes razón, lo siento, ¿qué vamos a comer?

-yo quisiera una ensalada para empezar

-de acuerdo, también yo

Alice miraba con curiosidad hacia la mesa de Nate, se sonreían de vez en cuando, luego de la comida George insistió en pedir una tarta de manzanas como postre, se la comerían ahí aunque Alice no quería comer ya

-señorita, ¿quiere algún postre? – preguntó una mesera a Nate en medio de una seductora sonrisa, de lo cual tanto Alice como Amanda se dieron cuenta

-¿tienen mousse de chocolate?

-no… pero puedo pedir que le preparen un poco si gusta

-¿por qué harías eso? – preguntó Amanda

-porque la señorita quiere mousse… no es problema – dijo la chica extrañada

-¿no es problema dices? te tomas muy en serio tu trabajo, ¿Qué quieres de propina? Ella podría llevarte a la cama… acabas de complacerla con lo del mousse…

-Amanda baja la voz – le dijo Nate en un susurro

-¿Quién está gritando? Ah… ahora dirás que hago el ridículo

-de hecho si lo haces – respondió Nate mirando fijamente a Amanda

-bien… me largo, así evitarás la vergüenza – se levantó, tomó su bolso y se marchó

-ehm, tiene unos cuantos tragos de más… el mousse para llevar por favor

-de acuerdo – dijo la chica apenada dando la vuelta y caminando a la cocina, Nate miró a Alice quien trataba de contener las risas y fingir que le prestaba atención a George, Nate se levantó… metió sus manos en los bolsillos y caminó hasta el baño

-entonces, el pequeño Matt no quería una inyección, pero lo convencí ofreciéndole una paleta… fue muy tierno

-si, es tierno amor… ¿me disculpas? Debo ir al tocador

-adelante princesa, te espero aquí

Alice sonrió, se levantó y caminó pausada hasta el baño, le parecía mas lejos de lo que en realidad era, al entrar esperaba encontrar a Nate, pero no la vio, en eso escuchó el cerrojo de la puerta, volteó y sonrió

-no queremos interrupciones ¿verdad?

-¿cómo sabes que no estoy aquí solo para lavarme las manos?

-porque ya lo hubieras hecho, sin necesidad de tomarte el tiempo de buscarme

-mmm, muy cierto – dijo acercándose a Nate

-ese vestido te sienta maravillosamente

-lo se… no quise que me vieras antes de tiempo

-estás… bellísima – dijo Nate acercándose más y acariciando a Alice desde sus mulsos hacia arriba haciendo énfasis en sus glúteos, la miró a los ojos y sonrió, Alice se acercó a ella y susurró en su oído mientras desabotonaba su camisa:

-no llevo nada debajo

-no lo creo – dijo riendo, Alice tomó la mano de Nate, levantó un poco su vestido e hizo que la tocara para luego suspirar al sentir el roce de los dedos de su compañera en sus labios mayores, Nate no aguantó mucho más, alzó a Alice y la sentó en los lavabos, se colocó entre sus piernas y acarició su rostro… para luego acercarse y besarla con suavidad, Alice correspondió el beso gustosa, le encantaba sentir el sabor de los labios de Nate, enredó sus dedos en el corto cabello de su compañera y lo haló un poco, cosa que le exitaba a Nate y obviamente Alice lo sabía, Nate deslizó las mangas del vestido de Alice hacia los lados, se encontró con sus senos desnudos, dio un par de besos y los sostuvo con sus manos para apretarlos un poco mientras lamía entre ellos, Alice empezó a liberar suspiros pesados, atraía mas a Nate, esta por su parte buscó los rosados pezones para lamerlos y mordisquearlos, al mismo tiempo que masajeaba los senos, succionó uno con fuerza a lo que Alice respondió con un gemido fuerte, empuñando el cabello de Nate haciendo que esta liberara un exhalo de excitación, metio una de sus manos por debajo del vestido de Alice, esta a su vez metió su mano por entre las piernas de Nate, bajó su cremayera y la metió entre el pantalón, buscando con desespero su vagina, Nate gimió suave e imprimió un beso en la frente de Alice, esta sonrió y se fundieron en un húmedo beso

-la cuenta caballero? - preguntó el mesero a George

-ah, si.. Solo espero a mi novia - sonrió entregando el dinero - está en el tocador

-entiendo - dijo el camarero, George esperó un par de minutos más mientras lo pensaba… Luego decidió ir

-paremos.. - dijo Alice excitada a mas no poder, sentía los dedos de Nate apoderarse de su clítoris, y su respiración pesada en su cuello, Nate daba leves mordiscos y lametazos, sonreía...

-ehm, Alice.. Estás ahí? - preguntó, Alice y Nate rieron bajo, se besaron nuevamente.. - Alice? Creo que está cerrado...

-enseguida salgo George - dijo riendo, luego de arreglarse bien la ropa salió a su encuentro mientras que Nate esperaría unos minutos, se miró al espejo recostada con ambas manos a los lavabos.. En eso entró la camarera que la había atendido hacía un rato

-oh... Mil perdones

-descuida

-su mousse está en su mesa... Mi turno terminó - dijo sonriendo seductora, Nate rió un poco e hizo señas a la chica para que se acercara

-me divertí contigo - dijo George mientras conducía

-si, también yo.. - respondió Alice viendo por la ventana, trataba de calmarse, de respirar con tranquilidad

-vamos a mi casa o a la tuya? - Alice lo miró de pronto

-para?

-no lo se.. Quisiera... Avanzar un poco en nuestra relacion.. Son dos años

-y?

-como que y...

-ehm.. - de pronto su teléfono anunciaba un mensaje de texto, era Nate diciendo que pronto iría al departamento - George por favor déjame aquí, tengo algo que hacer

-pero.. No falta tanto para tu casa, mejor te dejo allí - Alice lo pensó.. Era mejor si George creía que estaba en casa

-de acuerdo.. - al llegar ella bajó rápido y casi no se despidió, George no hizo mucho caso.. Sin embargo, pensativo regresó a su casa

Nate dio un par de besos más a la chica, quien aún respiraba rápido, la ayudó a bajarse del lavabo y arregló su ropa mientras esta volvía a la tierra

-oye… despierta – dijo levantando el rostro de la chica y sonriéndole

-puedo… ¿puedo tener tu número?

-ahm, te lo daría pero, mi celular se descompuso – la joven bajó la mirada de nuevo con algo de tristeza – pero… hey, toma mi tarjeta, es de donde trabajo – dijo buscando en el bolsillo de su pantalón su billetera y sacando una tarjeta para dársela

-¿eres Alice?

-no, Nate… un placer – sonrió, miró la hora… ya era poco más de las diez, dio un beso a la mejilla de la chica, se arregló su ropa y salió del baño, pagó la cuenta, tomó el mousse y salió al estacionamiento

-¿qué debería ponerme? – dijo Alice en voz alta, revisó su clóset y vio sus vestidos… luego recordó algo y abrió una gaveta en especial, sacó una caja blanca con un escrito arriba: “un obsequio para tu cumpleaños que usarás en el mío” esa caja llevaba ahí más o menos seis meses, pasó allí tanto su cumpleaños como el de Nate, debido al trabajo esa nota no pudo cumplirse, la abrió y sonrió aún más… lo dejó sobre la cama y fue a vestirse, Nate entró al departamento descubriéndose sola aún, llevó el mousse a la cocina y lo dejó enfriar, fue a ducharse y a cambiarse de ropa interior y camisa, usó el mismo pantalón, buscó champaña… y la dejó en la hielera, caminó a la sala y encendió el enorme televisor pantalla plana de 62 pulgadas, enseguida sintonizó el canal deportivo mientras Alice llegaba

Esta, al estar lista, se puso un poco de perfume en su cuello, en sus muñecas y en sus senos, Red Eyes, el favorito de Nate, subió a su auto, se miró en el retrovisor y arregló un poco la pintura de sus labios, para luego arrancar a su encuentro

-bueno George… es el problema de estar con alguien que quiere llegar virgen al matrimonio – dijo mientras bajaba del auto – pero, ¿Cómo saber cuando querrá casarse? – volvió a preguntarse, cuando iba a cerrar la puerta notó algo en el asiento del copiloto, era la cartera de Alice, volvió a subir y a encender el auto, se dispuso ir a su departamento

El timbre sonó y Nate fue a abrir, fue una sorpresa encontrar a Alice parcialmente recostada a la pared y cerrando el paso con su otra mano apoyada en el otro extremo, sonreía con una ceja levantada, llevaba un vestido corto negro, a media pierna, sin mangas, debajo se veía lo que parecían ser unas medias de malla, llevaba unos tacones, sombra en sus ojos, resaltaban bastante, el cabello suelto y una sonrisa solo de labios… matadora

-¿si? ¿qué desea la señorita?

-deseo entrar… y poner sus ideas de cabeza abogada

-¿ah si? – Nate sonrió y vio de arriba abajo y viceversa a Alice – adelante, póngase cómoda – tras decir esto ambas pasaron, Nate cerró y aseguró la puerta, caminó a la cocina a buscar dos copas y la champaña… - ¿gusta un poco?

-si por favor – respondió acercándose a la barra de la cocina, Nate sirvió la champaña y ambas la bebieron de un trago sin perderse de vista

George había llegado al edificio de Alice, subió y tocó el timbre un par de veces sin obtener respuesta, la llamó al teléfono de la casa y lo escuchó sonar sin nadie que atendiera, llamó al celular y lo escuchó en la cartera, estaba dudoso… hacía poco la había dejado en casa ¿A dónde había ido? Quizás había regresado al restaurante, bajó al estacionamiento y no vio su auto, subió al suyo y fue al restaurante

-mmm, te ves fantástica… envidio a ese vestido – rió Nate

-no lo envidies Darling, pronto estará en el suelo, y tú serás lo que lleve encima – Nate se ahogó con la champaña tras escuchar esto, Alice rió y dio un beso a su mejilla, Nate le quitó la copa a Alice y dio un suave beso a sus labios, dejó las copas en la barra y la alzó, Alice rodeó la cintura de Nate y reanudaron el beso, el deseo en ambas poco a poco fue aumentando, Nate recostó a Alice a la pared y atacó su cuello con besos y mordiscos suaves, Alice recostó su cabeza a la misma y cerró los ojos agudizando el resto de sus sentidos, suspiraba y temblaba, Nate empezaba a besar la parte que sobresalía de sus senos, sonrió al oler aquel perfume que le encantaba, Alice comenzaba a dejarse llevar cuando de pronto abrió los ojos y recordó su plan para esa noche – espera – dijo con la respiración entrecortada – hoy es mi turno – dijo sonriendo, Nate la vio con desconcierto…

-no… descuida – respondió para luego acercar su rostro de nuevo a su cuello, Alice la detuvo por su frente

-bájame… ahora – dijo sonriente

-pero…

-ya – levantó la ceja, Nate la bajó con cuidado, Alice se veía ahora un poco más alta producto de los tacones – siéntate en el sofá

-espera… ¿qué intentas?

-solo siéntate – de nuevo Nate obedeció, Alice se arrodilló sobre la alfombra, abrió las piernas de Nate y sonrió al verla… sabía que Nate no era fan de dejarse tocar – relájate

-Al… no creo que… - Alice colocó un dedo sobre sus labios

-shhh, no haré nada…al menos aquí – se levantó de nuevo y sacó un pañuelo de entre sus senos, vendó los ojos de Nate y con cuidado la llevó a la habitación principal, bajó las luces a modo de que la vista fuera tenue

-Alice…

-¿podrías calmarte?

-vale – dijo riendo, no veía absolutamente nada, no sabía que esperar, Alice se acercó a ella y empezó a desabotonar su camisa, aunque Nate trató de impedirlo Alice continuó, besó su cuello a la par que la atraía, deslizó sus manos por debajo de su camisa y acarició su espalda, Nate liberó un suspiro y arrugó sus cejas… Alice rió y pasó sus manos hasta su abdomen donde poco a poco fue deslizándolas hasta abajo, rozó con sus dedos los huesitos de su cadera, Nate liberó un gemido suave…

-ops… uno de tus puntos débiles – sonrió con cierta malicia

-fuck… - rió Nate, Alice se deshizo de su camisa y la empujó a la cama, se quitó el vestido en silencio a modo de que Nate no sospechara nada, se sentó sobre ella y tomó su mano - ¿qué harás ahora?

-solo relájate, pero recuerda que no puedes ver – ambas rieron, Alice guió la mano de Nate por sus muslos, esta sintió la textura de las medias de malla… despacio Alice fue subiendo la mano hasta sus glúteos, Nate apretó un poco aprovechándose – no, yo te guío… - dijo Alice

-sabes que es injusto – Alice se agachó un poco para besar a Nate

-demándame – sonrió, luego llevó la mano de Nate a su abdomen

-¿qué llevas? – preguntó esta tratando de quitarse la venda pues sintió una tela extraña

-aún no – rió – detuvo a Nate, llevó su mano hasta sus senos…

-ok, suficiente – dijo esta riendo y retirando la venda de sus ojos, Alice no lo impidió… era demasiada tortura ya, cuando Nate logró ver se quedó asombrada, Alice llevaba un conjunto negro extremadamente sexy, además que aún llevaba sus tacones, sus senos parecían que iban a explotar de lo abultados que se veían, justo entre ellos se encontraba un lazo rojo, Nate sonrió pues reconoció el regalo de cumpleaños que no se había usado – te ves mejor de lo que esperaba en el – dio acariciando los senos de Alice por sobre la tela del conjunto

-sorpresa – rió Alice sonrojada mirando las manos de Nate quien sonrió…

-vaya que es una grata sorpresa – dijo antes de acercarse al cuello de Alice y dar un beso suave, pasó sus manos hasta su espalda y la acarició lentamente hacia abajo, apretó sus glúteos un poco y los separó

-mmm, no – Alice volvió a empujar a Nate hacia la cama, detuvo sus manos y levantó su sujetador…

-¿por qué no?

-porque ya dije que hoy es mi turno

-pero…

-otra objeción y me iré

-vale vale no dije nada – rió, Alice se bajó de Nate, desabrochó su pantalón y se lo quitó de un tirón, acarició sus muslos y dio leves besos en ellos, subió por su abdomen mordisqueándolo y se detuvo en su ombligo para simular una penetración con su lengua, cosa que descontroló por momentos a Nate haciéndola gemir, deslizó su bóxer hacia abajo mientras jugueteaba con su lengua entre sus senos, Nate quien había cerrado sus ojos, empezaba a gemir bajo… sus gemidos eran diferentes a los de Alice, eran mas graves y pesados – Al… - esta no hizo caso, levantó un poco a Nate para terminar de remover su bra y comenzar a besar sus senos, a morderlos con suavidad y a succionar sus pezones los cuales respondieron rápidamente poniéndose como roca, Alice los masajeó un poco mientras bajaba de nuevo con besos por su abdomen

-mmm, hace tanto tiempo no hacía esto – rió, usualmente era Nate quien hacía, muy pocas veces se dejaba llevar, y la única a la que le permitía eso era a Alice, esta bajó despacio y besó la pelvis de Nate, acarició su cadera y la atrajo un poco

-creo que… llevas demasiada ropa – dijo esta en medio de un gemido, Alice rió

-haré algo antes, ya luego me desvistes – tras decir esto dio un beso a la vagina de Nate, un largo y prolongado beso a sus labios mayores como si de su boca se tratase, los haló y presionó, con la punta de su lengua hacía círculos entre ellos, Nate empezaba a gemir un poco más alto aunque si Alice quería lograr lo que se había propuesto esa noche (hacerla gritar) debía ser un poco más imaginativa, subió de nuevo hasta el cuello de Nate, dio un par de besos allí y subió hasta su oído – date la vuelta – dijo en un susurro, Nate pensó en rehusarse primero, pero luego obedeció, una vez dando la espalda a Alice esta comenzó a llenarla de besos, su nuca, su cuello, su espalda… acarició los glúteos de su amiga y los besó también, se detuvo y miró un pequeño lunar en uno de ellos, el izquierdo para ser precisos – había olvidado que lo tenías – rió y depositó un pequeño beso en el, separó sus piernas y se acostó boca abajo entre ellas y observó de cerca su vagina – que hermosa – dijo sonriente

-hey…

-está bien, disculpa – Alice se dedicó únicamente a besar los labios mayores de Nate, metió su lengua entre ellos y la penetró despacio, lamió sus paredes internas haciendo que esta temblara y gimiera, metió un dedo en su vagina y subió despacio hasta su nuca la cual besó mientras dejaba que su dedo hiciera y deshiciera, Nate era apasionada pero… tardaba un poco para llegar, así que Alice hizo que volviera a girar, para bajar a su vagina y separar sus labios, lamer y chupar su clítoris al tiempo que la penetraba, con su otra mano pellizcaba suavemente un pezón, Nate gemía pausado, colocó sus manos en su frente y cerró sus ojos con fuerza, mordió su labio inferior indicando que el orgasmo estaba cerca, Alice sonrió y se levantó, se quitó la pequeña tanga que traía el conjunto

-¿qué haces? – dijo Nate jadeante y un poco molesta pues le faltaba tan poco… ¡y ella simplemente se detuvo!

-no pierdas el control – rió Alice, se acomodó entre las piernas de Nate y comenzó a rozar su vagina a la suya, Nate gimió suave, miró a Alice y sonrió, la dejó allí… solo siguiendo sus movimientos con su cadera, Alice gemía alto, se acercó más al mismo tiempo que aceleraba los movimientos de su cadera, ambas ya cansadas gimiendo a mas no poder, un par de segundos mas y el orgasmo les llegó a ambas al mismo tiempo, Alice cayó sobre Nate, jadeantes sonreían, Nate abrazó a Alice y besó su frente… - se que no te gusta – dijo Alice luego de que ambas estuvieran un buen rato en silencio – solo me provocó

-estuvo bastante bien – dijo Nate acariciando su espalda

-¿en serio?

-si… has cambiado… esa posición fue nueva, ¿Dónde la aprendiste? – Alice enmudeció, su rostro se puso casi igual a su cabello

-vi… vi un par de videos – Nate rió un poco, levantó el rostro de Alice y la besó

-pues funcionaron muy bien – Alice sonreía… su corazón latía demasiado rápido, era normal cuando estaba así con Nate, eran mágicos esos momentos

-ahm, Nate…

-¿si?

-hay algo que he querido decirte desde hace mucho

-¿exactamente cuanto? – dijo esta ya con los ojos cerrados

-a lot…

-how much is a lot?

-12 años

-¿tanto?

-creo que más…

-si en doce años o más no lo has dicho ¿qué efecto tendría ahora? – Alice se quedó mirando el rostro de Nate, se había quedado dormida diciendo eso…, frunció el entrecejo y con cuidado se levantó, se quitó el conjunto, se puso uno de los bóxers de Nate y una camiseta, caminó a la cocina y vio el mousse de chocolate en la nevera, tomó un poco y se recostó en el sofá a comerlo… había intentado varias veces decirle a Nate lo que en verdad sentía pero ella siempre se las arreglaba para evadir eso, inconscientemente claro está

Poco más de media hora después Nate despertó por el sonido de su celular, no vio a Alice en la cama pero escuchó el ruido de la ducha, lo buscó en el bolsillo de su pantalón el cual estaba en el piso y contestó

-¿Nate? Hola soy George

-hola George, ¿qué sucede? ¿por qué llamas a esta hora?

-es Alice… no la encuentro – miró hacia la puerta del baño pues casualmente Alice venía saliendo envuelta en una toalla, Nate le hizo señas con el dedo para que no hablara – la dejé en su casa hace unas horas, regresé a llevarle su bolso pero… no estaba, no puedo llamarla a su teléfono porque está aquí… no se que hacer

-ahm, ok, escucha… esto es lo que harás, deja el bolso en mi buzón, yo lo recogeré en unos minutos, estoy con alguien y pues… no sería buena idea que subas

-vale, lo siento… dejaré el bolso

-hazlo, yo me encargo del resto

-gracias Nate… disculpa la interrupción – Nate colgó la llamada, Alice se acercó a ella por detrás

-¿qué pasó?

-George, dejaste tu bolso en su auto

-ah, ¿venía para acá?

-no bebé, nadie aparte de nosotras conoce este lugar

-nosotras y los repartidores de comida

-bueno, nosotras y los repartidores de comida… el cree que estoy en mi edificio, le dije que dejara el bolso en el buzón

-bien – sonrió Alice, caminó al armario y comenzó a vestirse

-¿vas a algún lado?

-no – sonrió colocándose una camiseta blanca la cual con un poco de esfuerzo visual dejaba ver sus pechos – solo quiero recostarme

-¿recostarte? ¿a qué? – rió Nate

-no se, ¿hay algún juego importante hoy?

-mmm, no, pero hay una película de acción que me gustaría ver – Alice sonrió y se abrazó a Nate

-iré por palomitas, ¿o quieres algo de cenar?

-estoy bien así – dijo Nate correspondiendo al abrazo y oliendo su cabello para luego darle un beso, Alice sonrió más y salió del cuarto a la cocina mientras Nate fue a darse una ducha rápida

Alice buscó dos paquetes de palomitas de maíz para microondas, colocó una primero mientras buscaba “el gran tazón”, así le llamaban por su tamaño, era perfecto, lo lavó, lo secó y sirvió el primer paquete, metió el otro en el microondas y se dirigió a la nevera a buscar las bebidas, observó el paquete del restaurante donde estaba el mousse y lo sacó también, lo dejó en la barra de la cocina, en eso Nate pasaba con una toalla en su cabeza frotando su cabello

-¿te lavaste el cabello a esta hora? Podrías resfriarte

-estaré bien… ¿qué hiciste?

-preparé el gran tazón y saqué este mousse que trajiste

-¡ah! Si… iba a comerlo de otra forma pero, podemos hacerlo viendo la película

-define hacerlo…

-ya veremos – rió Nate

Sentadas con las espaldas recostadas al sofá, la luz apagada y el televisor encendido, el gran tazón en medio y el mousse aún en la barra veían “en el foso” una película de acción

-¿A dónde va? – preguntó Alice

-no lo se – respondió Nate tomando un gran bocado de palomitas

-¡por ahí lo van a atrapar! – gritó Alice viendo hacia el televisor

-ya se – respondió Nate comiendo otro bocado

Luego de unos minutos Alice cambió enojada el canal

-sabía que lo atraparían

-¡hey! – rió Nate tomando el control y regresando al canal original – enseguida saldrá, ten calma

-pero…

-ven aquí – rió Nate, Alice se recostó a ella – ¿ves? Te dije que saldría

Luego de apagar todo e ir a lavarse los dientes, nuestras abogadas se quedaron profundamente dormidas

-¿qué tenemos para hoy? – preguntó Nate mientras conducía

-yo tengo una cita con un cliente de una compañía, al parecer quieren demandarlo por acoso sexual

-¿verdad o mentira?

-¿tú que crees?

-bueno, no todos los casos se ganan – rió Nate

-lo se… hey, me quedaré aquí, quiero comprar un libro, me dijeron que en la librería que está en esa esquina lo hay

-de acuerdo – Nate se detuvo – ¿quieres que te espere?

-no, son solo un par de cuadras, llegaré caminando – Nate sonrió, se acercó a Alice y le dio un beso fugaz, luego de q esta bajara aceleró y se perdió entre el tráfico

Nate iba feliz sin duda, efecto causado por haber amanecido en brazos de su pecosa, llegó al trabajo y caminó a su oficina como de costumbre pero, no vio a su asistente así que caminó hasta el cubículo de la asistente de Alice, una señora de unos cincuenta y tantos

-Agness, ¿has visto a Hellen?

-creo que se tomó el día libre – respondió la señora sin despegar la vista de la computadora, a decir verdad Nate no era de su agrado, siempre llegaba con resaca o alguna que otra chica le causaba problemas a Hellen con llamadas de mal gusto – al parecer está enferma

-oh… bueno, ¿serías tan amable de prepararme un moka? Muero por uno… en serio – rió, aquella mujer de cabello amarillo pálido levantó la vista por sobre sus anteojos y miró a Nate

-mis disculpas pero, no soy su asistente – Nate la miró, arqueó las cejas y dejó escapar una risa molesta

Mientras tanto Alice, quien había comprado su libro decidió ir a Starbucks, ordenó un caramel y un moka, caminó por la acera hasta cruzar a la puerta del edificio donde se encontraba el bufete, vio a una chica alta y bronceada, de apariencia latina, su cabello era largo y negro, llevaba unos jeans un tanto ajustados y una blusa blanca semi abotonada

-¿puedo ayudarte?

-ah, estoy algo perdida – dijo la chica – ¿es este el edificio Brown?

-si, este es… ¿qué buscas con exactitud?

-el bufete de abogados Port_Coll

-ah pues, tienes suerte… voy para allá – contestó Alice con una sonrisa

-¿en serio? Muchísimas gracias, verás, tengo esta tarjeta – hizo ademán de mostrarle a Alice, esta al ver de que se trataba respiró hondo, era una tarjeta negra con las esquinas doradas, en el centro decía Nate Porter, y debajo decía en mayúsculas ABOGADA, más abajo estaban unos números de teléfono, Alice cerró los ojos

-bien… - dijo antes de abrirlos – por aquí – caminó con la chica hasta el ascensor y marcó el piso, al llegar guió a la chica a través del pasillo, lo que vieron las sorprendió, Nate discutía arduamente con Agness, ambas tenían la cara roja producto del enojo - ¿qué sucede aquí? – dijo Alice en voz alta

-Al… que bien que llegaste, le pedí a tu amable abuelita que me preparara un moka… y dijo que no era mi asistente

-¡no lo soy! – gritó Agness – soy asistente de la doctora Collins más no suya

-bien, suficiente las dos – dijo Alice, miró al resto de los trabajadores quienes se habían asomado desde sus cubículos a ver que sucedía pero sin atreverse a interferir – cada quien vuelva a lo suyo, este lugar no se mantiene con chismes, Agness por favor tome agua, mida su tensión y si está normal regrese a su puesto de trabajo, Porter… a tu oficina, tenemos que hablar – ambas pasaron a la oficina de Nate quien se sentó en su enorme sillón y le dio la espalda a Alice - ¿qué pasa contigo? Agness es una señora mayor

-por favor… es una…

-¿una qué?

-vamos… solo quería que por favor me preparara un café, se negó de una manera terrible

-aquí tienes tu café – dijo Alice colocando el vaso sobre el escritorio  - espero le des una disculpa a mi secretaria – dijo caminando hacia la puerta, al abrirla vio a la joven, la había olvidado con todo lo sucedido – pasa – dijo amablemente la pelirroja a lo que la morena respondió con una sonrisa – Nate, esta chica te busca – Nate giró de nuevo y miró a la joven

-¿si?

-¿no me recuerdas verdad?

-ehm, lo siento pero no, ¿Quién eres?

-por favor… - dijo Alice – iré a mi oficina

-no, espera – dijo la chica – si pudieras quedarte serías de ayuda – Alice la miró y luego miró a Nate, se sentó en uno de los sillones frente a esta y la chica cerró la puerta para hablar con mas privacidad – verán, conocí a la señorita Porter en un bar

-clásico – resopló Alice, Nate carraspeó y miró a la chica

-continúa

-bien, ella estaba un tanto ebria… mucho, a decir verdad, yo estaba trabajando allí como mesera, le serví un par de tragos, ella me dio muy buena propina y me sonreía de vez en cuando – se sonrojó tras decir esto – en fin, llegada la madrugada se levantó como pudo y sacó unas llaves, supuse que se iba pero no podía dejar que se fuera así, estaba muy mal para conducir, pedí un taxi y mientras esperaba busqué en su billetera algo que me indicara donde vivía, aunque solo encontré esta tarjeta, dijo que me la quedara por si necesitaba algo

-¿y luego? – dijo Alice con un tono molesto en su voz

-la llamó una amiga y le dije donde estaba

-ah si… - dijo Nate – fue cuando tuviste que ir a buscarme a aquel bar de la sexta – rió

-no es divertido – dijo Alice - ¿qué necesitas en realidad?

-hay un hombre que me acosa, dejé mi trabajo en el bar hace unos meses, entré como mucama en una casa de familia, pero… el señorito de la casa me molesta, siempre intenta manosearme… tocarme – dijo haciendo un gesto de asco – dijo que si le comentaba a alguien el haría que me despidieran, no tengo dinero para pagar un buen abogado

-espera – dijo Nate poniéndose de pie y metiendo sus manos en sus bolsillos mientras caminaba hacia adelante - ¿hizo algo además de tocarte?

-abusó de mi – dijo la joven – ahora tengo mes y medio de embarazo – Nate se recostó a su escritorio como acostumbraba a hacer

-¿por qué no fuiste con la policía?

-si fui, pero el se las arregló con un soborno, no me creyeron… el dice que yo coqueteaba con el jardinero, cosa que es mentira, así que planeo demandarlo pero como dije antes, no tengo dinero para un abogado – Alice miró a Nate, su rostro se había tornado serio

-¿qué tienes pensado hacer con el bebé?

-no voy a abortar si eso piensa, el no tiene la culpa

-buena respuesta – sonrió Nate – bien, me haré cargo personalmente de tu caso, crearemos una buena demanda – cruzó sus brazos – y por supuesto que ganaremos – respondió con una sonrisa, Alice la miró, respiró y sonrió para luego levantarse y salir de la oficina

-espere – escuchó detrás de si – gracias por mostrarme el camino – dijo la joven sonriente

-de nada, estás en buenas manos – respondió Alice también con una sonrisa, se dio la vuelta y entró a su oficina, se sentó en su sillón y lo reclinó un poco

-el señor Phillips ha llamado tres veces – dijo Agness por el intercomunicador

-si llama déjalo en espera por favor – dijo Alice, aún no sabía que decirle sobre su desaparición

-bien – dijo Nate – primero que nada necesito saber tu nombre

-Carmen – respondió esta – Carmen Andrade

-bien Carmen, ¿qué edad tienes?

-26

-de acuerdo – Nate tomó todos y cada uno de los datos de Carmen – no dejaremos que ese tipo se salga con la suya, cuando termine con el haré que te pague una pensión de por vida, no tendrás que volver a trabajar, y tu y tu hijo podrán vivir bien

-muchísimas gracias – respondió Carmen – aunque no tengo dinero para pagar por su servicio

-no te estoy cobrando, bien, tengo tu número de teléfono, te llamaré para avisarte cuando sea oportuno entregar la demanda, ve con calma, esta semana te estaremos avisando - Nate acompañó a Carmen hasta la salida quien se marchó no sin antes darle un abrazo a Nate

-por favor despídame de su novia, no alcancé a hacerlo yo

Nate sonrió y estuvo a punto de contradecirla cuando muy en sus adentros le gustó como sonaba eso

-está bien, le daré tus saludos… cuídate – Nate caminó de regreso por el pasillo hasta su oficina, se sentó y comenzó a apretar su pelota antiestrés, llamó a Alice por teléfono

-¿diga?

-creo que hice mi buena acción del día

-vaya suerte… sigo escondiéndome de George

-¿aún no sabes que decirle?

-obviamente no

-mmm dile que regresaste al restaurante… y que luego volviste a tu departamento

-lo he pensado pero suena poco creíble, se preguntará por qué no lo llamé

-entonces dile que te secuestraron los marcianos

-ah, si… esa idea es mejor – rieron – le diré que fui a tu departamento

-no deberías, para que no subiera tuve que decirle que estaba con alguien

-entonces diré que me quedé con Agness… ya que no tenía la llave de mi departamento para entrar

-excelente… ahora dile a mss. Arrugas que te cubra

-enseguida – rió y colgó, marcó a Agness y explicó el plan aunque no dijo donde había estado realmente, la mujer accedió, con muchas dudas pero lo hizo, al fin y al cabo era su jefa

-cariño, por fin pude dar contigo – dijo George del otro lado del teléfono

-lamento si te tuve preocupado

-descuida, dime… ¿estás bien?

-si, lo estoy… al notar que había perdido mi cartera fui al restaurante… y luego a casa de mi asistente, preferí quedarme allá ya que no traía las llaves de mi departamento

-¿y por qué no llamaste?

-no lo se, estaba preocupada por mis cosas George, no tenía tiempo para pensar en nada más

-bueno, cuando lo tengas… llámame – tras decir esto colgó la llamada, Alice respiró y colocó el teléfono en su lugar

Ya a mediodía Nate salió en su auto hasta un restaurante cercano, había sido citada por Amanda

-¿qué quieres? – dijo sentándose

-hablar de lo que pasó anoche, lo estuve pensando, le di muchas vueltas al asunto la verdad y llegué a la conclusión de que no quiero perderte, así que si te disculpas haré como que nada pasó – Nate la miró con desconcierto

-¿disculparme yo?

-lógicamente, por tu culpa reaccioné de esa forma

-te equivocas, reaccionaste así solo porque eres una celópata, nada pasó

-bien, entonces… creo que hemos llegado hasta aquí, no quiero estar con alguien que…

-adelante, lo mismo digo – Nate se levantó, y caminó hasta su auto, se sentó a pensar… tomó su teléfono y llamó a Alice - ¿qué vas a almorzar?

-no lo se, estaba pensando en ordenar algo, aunque todo es muy rutinario – rió

-te pasaré buscando a la oficina, iremos por algo no tan rutinario

-¿Cómo qué?

-se me antoja un hot dog, de esos que preparan en Long Beach – Alice lo pensó por unos segundos

-está bien, estaré esperando abajo – Nate rió, encendió su auto tras colgar y fue a buscar a su amiga

-había olvidado lo bien que sabía un grasoso hot dog – Nate rió, ya iba por el segundo – por lo visto tu también

-nada mejor que esto – rió, luego de comer decidieron ir a caminar por un parque cercano, Nate llevaba las manos en sus bolsillos

-¿pasa algo? Te noto seria y eso es raro en ti

-jajaja, no puedo ocultarte nada – rió – terminé con Amanda – dijo rápido

-oh… ¿fue por lo de anoche?

-quería que yo me disculpara

-mm, no voy a opinar – rió Alice

-¿qué paso con George?

-no lo se pero algo me dice que estaré acompañándote en la fila de la soltería muy pronto – Nate sintió una alegría profunda, la idea de que Alice fuera su novia aún le rondaba en la cabeza, pero no quería precipitarse -se me antoja un helado… pero ya deberíamos regresar

-no… está bien, podemos quedarnos

-pero debes hacer lo del caso de la chica…

-se lo asignaré a Rogers – sonrió

-Nate – dijo Alice luego de otro rato caminando – anoche te dormiste – rió

-no fue intencional… fue tu culpa

-¿ah si?

-si, ya sabes como soy – Alice rió, tomó la mano de Nate y caminó junto a ella, regresaron al departamento que tenían en común, Nate besó a Alice despacio, con dulzura, ésta a su vez rodeó el cuello de Nate quien se limitó a cerrar la puerta y a atraerla más hacia si por su cintura, se amaron despacio, Nate retiró con besos y caricias las ropas de Alice mientras que esta hizo lo propio con Nate y la desvistió lentamente también, se tumbaron en la cama a besarse, a acariciarse y a oler sus cuellos, sentir sus respiraciones, Nate tomó la iniciativa y besó el cuello de Alice a la par que masajeaba sus senos, ésta suspiraba y comenzaba a respirar de forma agitada, un gemido fuerte se escuchó en la habitación pues Nate comenzaba a trabajar en la zona baja de Alice, lamía sus labios mayores y los apretaba suavemente, introdujo dos dedos en ella y comenzó a moverlos una vez estuvieron dentro, Alice gritaba y apuñaba la sábana a la par que Nate subía a besar sus pechos, los mordisqueaba suavemente para luego encontrarse besando detrás de las orejas de la pelirroja, jugando con su lóbulo o besando sus labios con intensidad, Alice colocó su mano sobre la de Nate indicando que deseaba sentirla más, ésta no se hizo esperar, aceleró sus movimientos y empezó a frotar su entrepierna al muslo de Alice, liberaba gemidos pesados, tanto una como la otra comenzaron a mover su cadera con rapidez, gemían fuerte y se tensaron hasta que el orgasmo les llegó al unísono

Alice estaba recostada al pecho de Nate, miraba el rostro de la morena y sonreía, acariciaba sus mejillas…

-me haces cosquillas

-creí que estabas dormida

-no… estoy bien – rió y miró a Alice, ambas estaban sonrientes, sus piernas estaban entrelazadas al igual que sus manos, Nate abrazaba a Alice hacia si con su brazo derecho, Alice reposaba con su brazo izquierdo sobre Nate, se miraban  en silencio, el sueño fue venciendo a Alice quien poco a poco fue cerrando los ojos - ¿Al? – dijo Nate haciendo que Alice abriera los ojos

-¿si? – sonrió

-creo que… podría enamorarme de ti – Alice miró a Nate, su corazón se paralizó por un instante, se acercó a Nate y la besó despacio

-te has tardado – rió, Nate no comprendió bien pero también sonrió

-¿a qué te refieres?

-nada – sonrió Alice – yo también podría enamorarme de ti

-¿en serio? – sonrió Nate ampliamente

-sip – asintió Alice, Nate se acercó a ella y la besó, de pronto se quedó callada - ¿pasa algo?

-tengo hambre – rieron

-¿qué hora es?

-mm – Nate se dio la vuelta para ver la hora en el despertador de la mesita de noche – es tardísimo, son las siete – volvieron a reír

-estás muy bromista hoy – Nate atrajo a Alice y dio un beso a su frente

-¿qué quieres comer?

-no lo se… ¿ordenamos algo?

-no me provoca nada de fuera

-¿y que te provoca? – Nate sonrió de forma pícara – hablo de comida – rió Alice dando un golpecito a su hombro

-mmm, ¿y si comemos en algún restaurante?

-dijiste que no te provocaba nada de fuera

-si pero… acá no hay comida, y tenemos que alimentarnos de alguna forma

-está bien – rió Alice - ¿A dónde quieres ir?

-no lo se… vamos a arreglarnos

Alice fue la primera en levantarse, entró al baño y pasó directamente a la ducha, Nate se sentó a esperarla… pero prefirió hacer algo más, Alice sintió los brazos de la morena rodearle la cintura desde atrás, la atrajo hacia si y posó su mentón sobre su hombro lleno de pecas

-ahorraremos agua – rió, Alice volteó  y la miró dudosa pero divertida, se ducharon juntas, fue divertido ver como Nate hacía esfuerzos por besar a Alice y recostarla a la pared

-tenemos que ir a comer algo

-ya no tengo hambre – decía, Alice arrugó la nariz y entrecerró sus ojos

-vamos… tenemos tiempo después

Al salir, Alice vestía un jean un poco ajustado, una franelilla blanca y unas zapatillas, Nate por su parte usó un jean holgado, una chemise azul oscura con unas delgadas líneas blancas y unos converse corte bajo azules también, subieron al auto y se condujeron por la ciudad

-¿A dónde iremos?

-¿Qué se te antoja?

-¿sushi?

-te pregunto yo a ti – rió Alice

-bien… ¿a ti que se te antoja?

-no lo se… hoy comimos hot dogs, quizás deberíamos ir por algo mas saludable, no hay por qué comer tanta chatarra - Nate rió

-decídete por favor… quiero comer algo rápido y volver a la cama contigo – Alice se sonrojó y se ahogó con una risa

Luego de comer unos deliciosos kebabs, nuestras abogadas regresaron caminando hasta el auto, Nate miró de reojo a Alice y luego a su mano, tragó saliva y la entrelazó a la suya, Alice la miró desconcertada aunque el gesto le había encantado

-¿y esto?

-ehm, si quieres te suelto…

-¡no! Está bien – rió Alice, antes de volver al auto Nate se colocó frente a ella y tomó sus manos, la miró directamente a los ojos

-Al… yo, es decir… tu…

-te entiendo – sonrió Alice – por mi está bien

-¿en serio?

-si, pero tendrás que comportarte, no quiero que mi novia tenga amantes

-me portaré bien – rió Nate, atrajo a Alice por su cintura y la besó despacio sujetando su rostro con su otra mano

-vaya vaya – escucharon, Nate levantó la mirada y Alice volteó, George las veía recostado a un auto negro – así que era por esto… por esto no tenías tiempo – dijo metiendo sus manos en sus bolsillos, Nate se colocó delante de Alice a modo de protegerla

-George – comenzó diciendo – podemos discutir esto

-¿discutir que Nate? ¿el hecho de que te coges a mi novia a mis espaldas?

-¡George! – dijo Alice – no tienes que hacer esto

-eres increíble Alice… apuesto a que con ella no tuviste problemas… “oh no George, quiero esperar hasta que nos casemos, no tendré sexo antes del matrimonio” – rió tras decir esto – bueno, realmente las lesbianas no tienen sexo… hace falta un pene para eso – Nate apretó un puño – oh, mil perdones… ¿tienes un pene oculto en algún lugar Nate? Quizás sea uno de plástico – tan rápido que ni George o Alice se percataron, Nate se abalanzó sobre George y le dio un fuerte golpe en su mejilla haciendo que este perdiera el equilibrio y se resbalara hasta el suelo, Alice se puso más pálida que de costumbre, Nate miró a George

-¡levántate! Ponte de pie… no voy a golpearte estando en el piso imbécil… ¡levántate!

-Nate… no – dijo Alice en un susurro, George se levantó sobando su mandíbula, se acercó a Nate y la empujó por sus hombros

-¿te ofendí? Vamos… pero si todos aquí somos amigos… debo reconocer algo Nate, lograr que Alice se acostara contigo… es un premio muy valioso… en estos años conmigo, ni siquiera un beso

-una basura como tú no los merece – dijo Nate, justo antes de recibir una bofetada en su mejilla izquierda la cual dejó sentir un desagradable calor, tropezó pero Alice la sostuvo

-¡ya basta por favor! No la lastimes

-me das asco Alice, ¿qué pensaría tu padre? Te alejó de este tipo de personas… y ahora estás tan infectada como ella

-el único enfermo aquí eres tú, ¿cómo puedes hablar así? Si desde un principio notaste que no te quería debiste dejar la relación, tu eres quien me da asco – George levantó de nuevo su pesada mano pero esta vez iba a golpear a Alice, aunque Nate no lo permitió, se puso en medio y recibió una segunda bofetada, esta acabó por romper su labio, George intentó darle un puñetazo pero Nate lo detuvo y lo miró a los ojos

-más te vale que te largues George – apretó su muñeca lo mas fuerte que pudo mientras decía esto – si no te vas, llamaré a la policía, ya fue suficiente

-esto no ha acabado

-eh, señorita Porter… ¿todo bien? – escucharon, era Dann, el chico encargado del restaurante, había escuchado los gritos y apenas pudo desocuparse corrió al estacionamiento, vio la pequeña escena y decidió ayudar a las chicas, ya la morena era frecuente en el restaurante y muy buena clienta

-no Dann, el señor ya se iba – dijo mientras soltaba la muñeca de George

-como dije, esto no se ha acabado – George subió a su auto y se fue, Alice y Nate cayeron sentadas en el suelo mientras lloraban, Nate abrazaba a Alice fuertemente hacia si y besaba su cabello, Dann las ayudó a ponerse de pie y las invitó a pasar aunque estas se negaron, fueron al departamento… era mejor estar ahí pues George no conocía su ubicación

Al llegar ninguna de las dos pronunció palabra alguna, Nate se sentó en el enorme sofá con la mirada perdida hacia el suelo, Alice por su parte fue a buscar unas gasas y alcohol, se arrodilló frente a Nate y levantó su rostro con cuidado

-mírate… estás herida por mi culpa – Nate sonrió, tomó su mano entre las suyas y le dio un beso

-no habría permitido que te tocase, yo estaré bien – unas cuantas lágrimas comenzaron a brotar de los ojos de Alice, Nate las secó cuidadosamente

-lo siento tanto Nate – dijo llorando, Nate la abrazó y besó su frente

-estoy bien, de verdad

-es que… - continuó llorando y se abrazó a Nate, poco a poco acercaron sus rostros y se dieron un tierno beso

-¡auch! – exclamó Nate y ambas rieron

-lo siento, traje esto para limpiar la herida

-¿alcohol? No… mejor uno con sabor

-¿vodka?

-vodka

Al día siguiente el silencio reinaba en el auto de Nate, ninguna de las dos se atrevía a pronunciar palabra alguna, eventualmente Nate miraba de reojo a Alice quien mantenía la mirada fija en la carretera

-me quedaré aquí – dijo Alice luego de un rato

-¿por qué? ¿otro libro?

-no, desayuno…

-podemos ir juntas

-está bien… creo que necesito estar sola un rato – sonrió, se acercó para besar a Nate y vio su mejilla derecha un tanto morada – lo lamento tanto Nate

-descuida, no duele tanto como parece – sonrió

-aun así, no debió golpearte

-si no te cubría te habría golpeado a ti… no lo iba a permitir – Alice sonrió, besó la frente de Nate y despeinó su cabello antes de pronunciar la frase mas peligrosa conocida hasta ahora

-te amo – Nate la miró con asombro y la misma Alice se sorprendió luego de un par de segundos, se dio la vuelta y bajó del auto – te… veo en la oficina – dijo antes de cerrar la puerta y marcharse, Nate se quedó viendo hacia la ventanilla hasta que un fiscal de tránsito fue a multarla por estar mal estacionada

Alice caminó hasta un pequeño establecimiento, se dirigó hasta la fila y esperó, luego de unos cuantos minutos llegó hasta la caja, miró la pantalla y vio las opciones de compra

-no compres los florentinos, son malos - escuchó detrás de si

-¡Carmen! - dijo Alice sonriendo - ¿cómo estás?

-más o menos - sonrió de lado

-¿por qué? ¿pasó algo?

-pues, me tuve que ir de casa de mi amiga, llegaron unos familiares suyos así que...

-es terrible, ¿dónde te estás quedando?

-por ahora en un hotel pero, sin trabajo... no podré costearlo - Alice la miró por unos segundos, luego su rostro se iluminó con una sonrisa

Nate por su parte había llegado a la oficina, pasó directamente a la suya y se recostó en su sofá, no había logrado dormir en toda la noche, estaba nerviosa y asustada aunque prefirió limitarse a abrazar a Alice, velar su sueño y cuidarla, cerró los ojos y empezó a sentirse presa del sueño, pasados unos minutos escuchó el cerrojo de la puerta

-¿Nate? - era Alice quien entraba

-hola - dijo sonriendo y girando el sillón - creí que tardarías más

-si... pero mira a quien me encontré - dijo abriendo más la puerta y dejando ver a Carmen

-te trajimos un sandwich - dijo esta sonriente

-gracias - contestó Nate incorporándose - ¿cómo estás?

-bien, gracias por preguntar – Nate sonrió y se dispuso a comer el sándwich

Eran las tres de la tarde en el aeropuerto de Los Ángeles, hacía un calor tremendo, una limusina esperaba aparcada fuera con su respectivo chofer fuera de la puerta del copiloto, al ver su objetivo se aproximó con rapidez, una morena de cuerpo envidiable y voluptuoso caminaba hacia las puertas de salida, llevaba un vestido casual el cual llegaba hasta un poco más arriba de los tobillos, era blanco con leves detalles en negro, usaba unas sandalias blancas, varios aros blancos en uso de pulseras y unos lentes de sol, caminaba arrastrando dos maletas hasta que se percató de la presencia del chofer y las dejó para seguidamente abordar la limusina, una vez el chofer hubo guardado las maletas y se sentara en el asiento del piloto ésta se bajó los lentes hasta la nariz

-puntual como siempre Pascal

-ya me conoce señorita Montéz

-bien… vámonos – dijo volviendo a subir sus lentes

-¿a… donde? – dijo el hombre claramente nervioso, ella lo pensó en silencio por unos minutos

-no hay reservaciones de último momento en esta temporada ¿verdad?

-no…

-está bien, llévame con ella – Pascal asintió

-enseguida señorita

-¿qué planeas hacer? – le preguntó Nate a Carmen quien llevaba ya su segunda taza de té con limón

-no lo se… de verdad es difícil para mi conseguir empleo ahora – Nate miró a Alice quien chequeaba su teléfono con nerviosismo

-aah, bueno… tenemos que trabajar en eso, ehm… Alice, ¿por qué no le das a Agness unas vacaciones? Sería bueno que descanse, así Carmen podría cubrirla por un tiempo – Alice salió de sus pensamientos y miró a Nate

-¿eh? Oh si… ¿puedes comenzar mañana Carmen?

-¿de verdad? Digo… ¿no tiene problemas con ello?

-no, está bien – sonrió Alice – la verdad es que Agness trabaja sin descanso, sería buena idea que se tome unas vacaciones

-listo, problema resuelto – dijo Nate mirando su reloj de muñeca – bien, cinco en punto… me voy –Alice rió

-no hiciste nada hoy

-tu tampoco – dijo guiñando su ojo, Alice se puso del color de su cabello , Nate se levantó y tomó su abrigo y su portafolios - ¿quieres que te espere?

-no, a diferencia de ti yo si trabajo, tomaré un taxi

-está bien, ¿qué hay de ti Carmen?

-oh, si, lamento molestar

-nah, no es molestia – Nate se acercó a Alice y dio un beso a su mejilla – nos vemos bella – salió con Carmen hacia el ascensor y de ahí al estacionamiento, una vez en camino Carmen miró a Nate

-¿qué le pasó en la mejilla?

-un pequeño conflicto anoche, no es nada

-debería ponerse algo, está morada – Nate rió

-no, está perfecta – rió para sus adentros, sonaba un poco loco pero ese morado era un trofeo, luego de dejar a Carmen frente al hotel se puso en marcha a su departamento, mientras caminaba por el pasillo recibió una llamada de Alice - ¿ya vienes?

-no… tengo un montón de papeleo por hacer

-lo se lo se… a diferencia de mi, tu si trabajas – ambas rieron - ¿tardarás mucho?

-no lo se… eso depende

-¿de qué?

-de cuanto me extrañes – Nate rió – ¿qué?

-es que… ese comportamiento cursi no va para nada conmigo

-trabajaremos en ello

-hablando de trabajar, ¿no tienes algo que hacer?

-si si, voy a eso, ¿ya llegaste?

-sip, estoy abriendo la puerta justo ahora – Nate entró y en la alfombra del recibidor vio unas sandalias y un vestido, caminó hasta la sala y ahí estaban dos maletas, una de ellas estaba abierta con un montón de ropa desparramada, regresó para cerrar la puerta con sumo cuidado y caminó dentro una vez más – Alice – susurró – alguien está en mi departamento

-¿alguien? Nate… deberías llamar a la policía

-no, sabré manejarlo… es solo que hay dos maletas en mi sala… - caminó por el pasillo hasta el baño, desde fuera pudo escuchar el sonido de la regadera, abrió la puerta y vio a una hermosa mujer desnuda bajo el agua tibia – holy shit – exclamó

-¿Nate? ¿estás bien? ¿qué pasó? – Alice se levantó de su asiento – llamaré a la policía y la enviaré tu tranquila

-no no, está bien – dijo Nate cerrando la puerta del baño – es… es… puedo manejarlo, de verdad, te llamaré ¿de acuerdo? No llames a la policía – tras decir esto colgó, sostuvo la perilla de la puerta y respiró profundamente, sintió como halaban la puerta del otro lado, unos segundos después soltó la perilla, al abrirse la puerta se topó con la mujer de antes, estaba envuelta en una pequeña toalla blanca su negro cabello mojado se pegaba a su bronceado cuerpo el cual estaba decorado con finas gotas de agua

-¿Nate? – dijo - ¡Nate! – saltó sobre esta rodeando su cuello con sus brazos y sus muslos con sus piernas, Nate retrocedió un poco por el impacto

-Lucía – dijo con dificultad – me estás asfixiando

-ay perdón – dijo bajándose, al hacerlo la toalla cayó de su lugar, Nate enmudeció - ¿qué? No hay nada que no hayas visto ya – dijo colocando las manos en su cintura, Nate sin perderla de vista se agachó y recogió la toalla, tragó saliva antes de extenderla

-pues… te recordaba menos… ya sabes…

-ah bueno, tienes razón, me operé hace unos meses, quería un poco más de confianza en mis senos ya sabes – Nate cruzó los brazos mientras los veía, Lucía tomó la mano de Nate y la colocó sobre uno de sus senos - ¡mira! Son mejores ¿verdad? Mas firmes… se mueven lo necesario – Nate volvió a tragar saliva mientras trataba de alejar su mano

-eh, si… están, muy… muy… muy bien Lucía, te felicito – dijo volviendo a cruzar los brazos – eh, yo… quería preguntarte, ¿qué haces aquí?

-bueno, tengo un par de semanas libres de mi serie de televisión y quise venir a Los Angeles a divertirme

-no, me refiero a aquí… en mi departamento

-verás, no conseguí reservaciones en ningún hotel, y ya que tenía una llave decidí venir, no quise usarla pero como toqué y no había nadie tuve que, además quería bañarme – Lucía miró a Nate de arriba abajo, luego centró su atención en sus ojos y sonrió mientras se acercaba – además te extrañaba – deshizo el cruce de brazos de Nate y con sus manos recorrió desde su abdomen hasta el cuello de su camisa donde deshizo lentamente los botones, Nate la miró y luego la detuvo por sus muñecas

-no deberías estar aquí Lucía…

-pero lo estoy – dijo zafándose – ahora aprovechemos que estoy aquí, y así… totalmente lista – dijo empujando lentamente a Nate hacia la pared y acercando sus labios a los suyos, apenas un leve roce

-¿Nate? – escucharon desde la sala – Nate, ¿Dónde estás?

-Alice – dijo Nate, empujó a Lucía y le extendió la toalla – ve al baño ahora

-pero si ya me duché…

-¡ahora! – Nate se abrochó la camisa y trató de respirar y caminar con naturalidad hasta la sala - ¡cielo! – dijo mirando a Alice - ¿qué haces aquí tan temprano? Pensé que tenías mucho trabajo que hacer

-si pero estuve preocupada, no respondías mis mensajes… además, ¿de quien es todo esto? – dijo mirando las maletas

-es mío – dijo Lucía saliendo esta vez con la bata de baño de Nate

-¿y tu quien eres? – preguntó Alice arqueando una ceja

-soy Lucía Montéz – contestó esta también arqueando una ceja – Nate, ¿Quién es esta carapálida?

-¿cara pálida?

-muy bien suficiente las dos… Alice, ella es Lucía, es una vieja amiga de mi familia… Lucía ella es Alice, es mi… mi…

-soy su novia, eso trata de balbucear

-¿Nate Porter tiene novia?

-si, aparentemente ni ella se lo cree – dijo Alice tomando su bolso de la silla y caminando hasta la puerta

-no no, Alice espera – dijo Nate siguiéndola – lo siento, de verdad… es solo que, no supe que hacer, ella apareció aquí de la nada, lo juro

-no jures nada… - Alice salió del departamento y azotó la puerta, Nate salió tras ella pero se topó con las puertas cerradas del elevador, regresó al departamento y buscó las llaves de su auto

-¿A dónde vas? – dijo Lucía

-a buscarla… tienes que decirle que todo fue un malentendido

-¿de verdad es tu novia?  Nate… si que has cambiado – Nate la ignoró mientras revisaba con la vista los muebles para hallar su maletín – déjala – dijo deteniendo la mano de Nate – dale un poco de espacio, justo ahora no querrá escucharte

-pero…

-ten calma, igual nada de lo que le digas ahora la hará cambiar de opinión – Nate miró a Lucía, y dejó el maletín en el mueble, se sentó cabizbaja, Lucía se sentó a su lado y le dio una palmada en la espalda con suavidad - ¿quieres algo de comer?

-no tengo hambre ahora, pero si gustas puedes servirte – Lucía la miró decepcionada, se levantó y caminó por el pasillo hasta las habitaciones, luego regresó, tomó una de las maletas y de nuevo caminó hacia el pasillo, Nate se quedó mirando al suelo por un rato, trató de llamar a Alice un par de veces pero ésta no contestó – hola Alice – dijo a la contestadora – este es mi quinto mensaje, por favor responde… tenemos que hablar, todo esto fue un malentendido, debes creerme… por favor, llámame

-mentirosa – dijo Alice al otro lado del teléfono, pasaba por la cocina cuando escuchó el mensaje en la grabadora, tomó una botella de agua y regresó a su habitación, Nate dejó el teléfono sobre su almohada y comenzó a desvestirse, dejó la camisa y el pantalón en la cesta de la ropa sucia y se colocó una camiseta gris, se acostó boca arriba en su cama y se quedó pensativa mirando al techo

-toc toc – dijo Lucía empujando la puerta - ¿cómo estás? – Nate se sentó y abrazó sus piernas

-he estado mejor

-mm, lamento lo que pasó hoy… debí avisarte que vendría – Lucía cerró la puerta y se sentó frente a Nate

-si… debiste hacerlo – Lucía miró a Nate

-antes solo venía y ya, hice lo que siempre he hecho… sorprenderte, siempre he llegado aquí de esta forma, antes te gustaba…

-antes no tenía novia

-cierto, antes, ya a esta hora estaríamos en medio de algo – Nate la miró enojada

-no te daré lo que esperas… si insistes tendré que pedirte que te marches a primera hora

-bien – Lucía se levantó y caminó hasta la puerta – me iré mañana temprano

Nate se levantó y en cuanto lucía salió le puso el seguro a la puerta, apagó la luz y se acostó a dormir

En la mañana Alice se miró al espejo antes de salir, había escuchado cada mensaje de Nate y había decidido darle otra oportunidad, se colocó su atuendo deportivo y fue a trotar, tomó el atajo del parque y se encaminó al edificio de Nate

-¿ya te vas? – le preguntó Nate a Lucía saliendo del baño

-si, te dije que me iría a primera hora

-no tienes que ser tan drástica… solo quería que mantuvieras tu espacio y dejaras en paz al mío

-está bien… lo siento – dijo Lucía mirando a Nate, se quedaron en silencio hasta que Nate sonrió y se acercó para abrazarla

-hacía mucho tiempo que no te veía

-si… bastante – dijo Lucía correspondiendo al abrazo, a modo de broma apretó los glúteos de Nate quien rió, Lucía se separó del abrazo y corrió  en dirección opuesta, Nate la siguió y le arrojó un cojín, Lucía lo esquivó y tacleó a Nate abrazándola por la cintura y provocando así que ambas cayeran, una vez Lucía se encontró sobre Nate rodeó su cintura con sus piernas y comenzó a hacerle cosquillas

-¡para para!

-ni soñarlo Porter – reían, Lucía sonrió y miró a Nate quien trató de evadir su mirada, poco a poco fue acercándose a Nate hasta besarla

Alice quien había entrado en silencio solo contempló la escena, bajó la mirada y salió, una vez en la calle tomó un taxi y se fue a casa

-¡¿ qué demonios sucede contigo?! – dijo Nate empujando a Lucía

-perdón… ya ya, solo era un último intento, no te alteres

-tengo novia… ya basta de tu actitud, no quise ser grosera pero ya es suficiente, vete por favor

-está bien – dijo Lucía poniéndose de pie – nos vemos Nate

Alice salió del edificio y caminó soportando cuanto pudo las ganas de llorar, se sentó en una banca de la acera y sostuvo su frente en las palmas de sus manos, respiró profundo y cerró los ojos, se sentó recta y volvió a abrirlos… fue entonces cuando vio una limusina salir del estacionamiento del edificio… extrañamente con la ventana baja… vio a la chica de antes, aquella que besaba a Nate… luego de unos minutos escuchó su teléfono sonar

-hola Al… quería saber si… mm ¿sigues enojada conmigo? – Alice no contestó –vamos Al… sabes que solo fue un malentendido

-¿de verdad?

-si…

-tu no me engañarías ¿verdad?

-jamás… yo te amo – Alice rió - ¿qué pasa?

-nada…  tengo mucho papeleo por hacer, te hablo más tarde

-eh… está bien, yo llegaré un poco tarde a trabajar

-no hay problema – dijo Alice antes de colgar, se levantó y tomó un taxi a su departamento

Nate se duchó, se vistió y arregló su maletín… En todo ese tiempo no había recibido ni un mensaje de Alice, pero no se preocupó… Quizás estaba trabajando, a veces eran demasiados casos juntos, en su auto antes de arrancar revisó su teléfono “calma Nate “ se dijo “no pasa nada… ella te lo habría comentado ya” condujo con calma, de hecho hasta encendió su estéreo y cantando en voz baja: as long as i got you y otras canciones llegó al bufete

-¿muchas llamadas? – preguntó a su asistente

-eh no… pero

-bien, tengo entonces algo de tiempo libre… ¿Alice ya llegó? No me ha llamado

-la señorita Collins no está

-¿no está? Bueno… avísame cuando llegue, estaré en mi oficina arreglando unas cosas

-no – se colocó frente a Nate – la señorita Collins no vendrá

-¿a qué te refieres?

-ella recogió sus cosas ésta mañana… Agness ni siquiera vino a trabajar – Nate la miró extrañada

-¿tienes alguna idea de a dónde fue?

-no… intenté llamar a Agness pero no contestó –Nate le dejó el maletín a su asistente y salió a toda prisa del bufete, al llegar al estacionamiento se quitó el saco y acomodó sus mangas hasta un poco más abajo de los codos, subió a su auto y en cuanto estuvo encendido se puso en marcha al departamento de Alice

Alice guardaba un montón de papeles en un portafolios, luego lo aseguró en una maleta, guardó su laptop en otra maleta… su cama estaba llena de ellas, una a una las cerró y salió a la sala con la más importante, aquella que contenía el portafolios y su laptop

-por favor encárgate del resto Agness

-lo haré, al aeropuerto llegarán dos y el resto llegarán en un par de días

-gracias – sonrió, se acercó a la mujer y le dio un abrazo

-espero que… a partir de ahora todo vaya bien mi niña – Alice contuvo un sollozo

-gracias Agness – se separó y tomó su maleta antes de salir

Nate aceleró cuanto pudo esperando llegar para hablar con Alice, necesitaba una respuesta… sabía que algo estaba mal, algo estaba ocultando, al llegar corrió al ascensor y luego al llegar a la puerta del departamento de la pelirroja comenzó a llamar a la puerta, tocó el timbre con desesperación pero no obtuvo respuesta

-¡Alice! Abre por favor… ¡Alice! – la puerta se abrió dejando ver a Agness, Nate la miró con seriedad - ¿dónde está?

-con suerte, ya lejos de aquí

-¿de qué hablas? – dijo empujando levemente a Agness y entrando al departamento, pasó a la habitación y vio las maletas - ¿a dónde va?

-eso ya no es de tu incumbencia Nate, te pediré amablemente que te marches o llamaré a seguridad – Nate rió

-que miedo da la abuelita… - Nate salió nuevamente del apartamento y una vez en su auto llamó a Alice

-¿qué?

-¿a dónde vas?

-confío en que Agness te haya dejado claro que…

-¡¿a dónde vas Alice?! ¿por qué lo haces?

-eso no importa… es mejor, para ambas

-mejor…

-si, tu… no quieres una relación, no puedes mantenerte en una, y yo no puedo estar así

-¿qué te hace pensar que no quiero una relación? Si es por lo de ayer, ya te lo dije… es una amiga y ya se fue, no quise que se quedara Alice, ni siquiera sabía que estaba en mi casa, además no significa nada para mi

-¿por eso la besaste? – Nate enmudeció – eso pensé

-Al… yo no la besé, podemos hablarlo ¿si?

-lo siento Nate, mi vuelo saldrá pronto

-por favor Alice…

-cuídate – colgó la llamada,

Nate miró su teléfono, lo dejó en el asiento del copiloto y encendió su auto, salió del edificio y condujo sin rumbo un rato, luego se puso en marcha a Venice donde se detuvo y bajó del auto, se quitó su corbata y la tiró junto a este, metió sus manos en los bolsillos y comenzó a caminar hacia la arena, se colocó sus lentes de sol y siguió caminando… el lugar no estaba vacío, pero tampoco lleno de personas, caminó en silencio un largo rato hasta estar lo bastante alejada de quienes transitaban la playa, se sentó debajo de un viejo muelle y miró la arena

-maldita sea – dijo antes de comenzar a reír en voz baja – la primera vez que acepto una relación seria y pasa esto – volvió a reír

Nate despertó con pereza, miró de soslayo el reloj de la mesita de noche y arrugó las cejas, de verdad no le agradaba la idea de ir a trabajar un viernes, ya estaba cansada… lo pensó unos minutos más antes de levantarse y caminar al baño, al cabo de media hora ya estaba acomodando el cuello de su camisa frente al espejo, abrió su gaveta donde se encontraban sus corbatas ordenadas en las cajetillas aunque, había una vacía, se extrañó pero luego con una sonrisa volvió su vista a la cama donde estaba una hermosa morena de largos cabellos, dormía con un par de rizos sobre su rostro, se acercó y besó su cuello, el yacimiento entre sus senos y luego subió a sus labios para despertarla con un apasionado beso

-mmm… buenos días – dijo la chica sonriente, se estiró y parpadeó un par de veces antes de ver extrañada a Nate - ¿te vas?

-si – dijo Nate – tengo que trabajar

-pero… no se, creí que te quedarías

-también yo, pero… desgraciadamente recordé que tengo un montón de papeleo que hacer, hay un par de casos que requieren de mi atención – la chica hizo un puchero - ¡pero! Al menos puedo esperar a que te arregles

-¿seguridad interna?

-no sé de que hablas – dijo Nate

-te aseguras de que no me lleve nada – rió la chica sentándose

-mmm… puede ser – Nate estiró el brazo y tomó el extremo de su corbata, la chica la tenía atada a su cuello – la estaba buscando

Continuará