Otro día en su vida (2)
Andrea comenzo a pujar mientras yo apretaba su mano como si fuera yo quien tuviera al bebe dentro de pronto escuche un llanto, era nuestro bebe.
Aqui les dejo, la segunda parte de mi tercer relatos...gracias por seguirme leyendo.
Luego cambiamos su padre me abrazo a mí, su madre a ella, Estábamos demasiado contentas esa noche al irnos a dormir nos costo quedarnos dormidas por la euforia de lo recién vivido. Volvimos a nuestra casa ese domingo y ella dijo que tenía que ir hablar con mi mamá sobre lo nuestro, Yo no estaba muy convencida pero ella siempre encontraba la manera de hacerme cambiar de opinión. Esa semana paso lenta, Las dos llenas de trabajos universitarios no teníamos tiempo para la otra y eso hacia que las noches sean nuestro único momento para las dos pero eso jamás apago nuestro amor, incluso lo hizo más fuerte ya que al extrañarnos por las noches no hacíamos mas que decirnos cuanto nos necesitábamos y nos amábamos...
El día viernes por la tarde.
Andrea: ¿estás lista para ir el sábado donde tu mamá?
Catalina: si, ya estoy preparada para contarle todo.
Andrea: si quieres te tomas mas tiempo, se que no puedo apresurarte con esta decisión.
Catalina: no mi amor, tengo que hacerlo pronto…Además tiene que aceptar que si quiero una vida, la quiero a tu lado.
Andrea: te amo, sabes que te estaré apoyando- abrazándome por el cuello-.
Catalina: y es lo que mas me da coraje para contarle todo, saber que estarás conmigo mi amor– Besando sus labios-.
Llegamos a mi casa mi mamá nos recibió cariñosamente nos invito una taza de café llegando la tarde le dije que teníamos que conversar sobre algo muy serio, me miro preocupada.
- M. Catalina: ¿sobre qué hija?
La mire unos segundos a los ojos como tratando de decirle todo con la mirada pero eso solo aumentaba mis nervios y su curiosidad.
- Catalina: estoy en pareja, estoy amando inmensamente a esa persona y ya no puedo seguir ocultándote que la dueña de mis sentimientos es una mujer… Es Andrea mamá
Ella no espero nada y se levanto de su silla comenzó a gritarme espantada.
M. Catalina: no puede ser, yo no te críe para que estuvieras con una mujer. Dios creo al hombre y la mujer para que estuvieran juntos y no es de otra manera. sal de mi casa, no quiero verte nunca más… Desde este instante dejas de ser mi hija, a menos que te separes de esta mujer ahora mismo.
Catalina: no, Dios creó al amor antes que al hombre y la mujer… Jamás dejare a mi mujer, por que escúchame bien la amo… y la amo con todo mi corazón
Cerro la puerta en mi cara, pero no fue eso lo que me dolió sino que su desprecio. Andrea tomo mi mano y me subió al auto, llegue llorando a casa solo me fui acostar Andrea me abrazaba y me acurrucaba en su pecho tratando de calmarme, pero no dejaba de llorar. Esa fue mi rutina durante ese fin de semana… llorar y llorar desconsoladamente. El lunes fui a clases pero ese tipo de cosas no se olvida hice mi día normal, mi rutina agotadora hizo que ese tema quedara alejado de mis pensamientos, seguimos yendo a la casa de los padres de Andrea hasta que acabamos el segundo año, ahí fue que decidimos casarnos, llevábamos 6 años de relación, estábamos listas para casarnos.
Les contamos a sus padres y ellos estaban fascinados con la idea, al punto de que su madre peleo con Andrea por quien organizaría la boda, yo solo me reía y dejaba que las dos discutieran.
Los meses continuos fueron maravillosos, conocí a su familia completa y todos aceptaban nuestra relación muy bien, su mamá me queria como si fuera otra hija y su padre también.
Faltaba 1 mes para nuestra boda y ella tenia que ir a elegir el vestido, yo nunca fui muy femenina que digamos así que usar vestido no iba conmigo, preferí vestirme como lo haría un novio y el papá de Andrea me ayudo a elegir un traje... Andrea era muy detallista y cada cosa tenía que estar perfecta, por lo tanto andaba demasiado preocupada de cada cosa de la boda.
Por fin llego el día, yo solo quería verla.
La noche anterior su madre nos había echo dormir en piezas separadas y no me la había encontrado en todo el dia por tanto estaba loca por verla y ahí estaba yo, vestida de traje frente a su familia y el cura esperando a que la mujer de mi vida apareciera.
Entro en la habitación y fue como la primera vez que la vi, todo se ilumino, las flores se opacaban por la belleza de mi amada, parecía un ángel en ese vestido, no había mujer más hermosa y perfecta para mí que ella.
Llego a mi lado y solo existíamos las dos y el hombre que uniria nuestras vidas por siempre.
Fue una ceremonia perfecta, y la fiesta tambien para lo unico que me despegue de ella fue para que ella bailase con su padre y yo con su madre luego al revés. Estábamos demasiado felices, nada podía opacar ese momento, solo la tristeza que me causaba el que mi madre jamas aceptara que era feliz al lado de Andrea, que la amaba con mi vida.
Esa noche, nuestra primera noche de casadas decidimos pasarla en donde comenzo todo en la cabaña alejada de la ciudad, fue una noche increíble nos acariciamos con ternura, en cada beso parecía depositar un minuto más de mi vida a sus pies.
Teníamos una vida nueva y todo parecia tan magico, ella estaba enamorada de mí y siempre me lo hacía recuerdo y yo… yo estaba totalmente loca de amor por esa mujer.
Volvimos a la universidad solo nuestros amigos mas cercanos sabian de lo nuestro ya que desde siempre fuimos muy cerradas de nuestra intimidad y muy pocas personas sabian de nuestra tendencia sexual. Terminamos la universidad las dos con muy buenas notas y referencias de nuestros profesores por tanto no fue problema encontrar trabajo, yo comencé hacer clases en un colegio de mujeres donde Andrea era psicóloga, no nos gustaba estar sin la otra por tanto buscabamos trabajos, lugares, pasatiempos en los cuales pudiéramos estar las dos.
Una noche mientras veíamos la televisión, puso un canal donde hacian un seguimiento a mujeres embarazadas, el parto los primeros meses del bebe y cosas así. Ella quedo encantada con la pequeña criatura, y a la mañana siguiente me hizo saber que quería ser madre, yo por supuesto me esperaba eso, lo habia visto en sus ojos la noche anterior, lo conversamos le di a conocer los altos y bajos de tener un bebe pero ella insistía, yo también quería ser madre, pero traía mucha responsabilidad y prejuicios por ser dos mujeres la que criarían a un bebe, pero ella era una niñita muy consentida y un no, no era respuesta, siempre conseguía todo con esos ojitos de ternura y’ termine aceptando su idea comenzamos a investigar sobre la inseminación artificial, ya que obviamente jamas dejaria que un hombre posara sus manos sobre mi mujer. Fuimos a una clinica, lo conversamos con el doctor quien dijo que tenia que hacer una observacion detallada de su ciclo mestrual para poder depositar el semen del donante en su vagina justo cuando un óvulo es liberado. Los primeros dos meses observo su ciclo menstrual y ya al tercero decidio depositar el semen del donante en ella, 2 semanas despues nos enteramos que estaba embarazada, llore de la euforia, existiría una criatura que nos necesitara, que veríamos crecer que cuidariamos las dos, que podriamos amar infinitamente como lo hacíamos nosotras. Comenzaron sus antojos, Fresas y crema era lo que siempre me pedía, por tanto no podian hacer falta en nuestro refrigerador, era eso lo único que me pedía, su apetito sexual también había incrementado considerablemente, estaba durmiendo y en un momento ella me despertaba con sus descarados manoseos en mi vagina, hacíamos el amor hasta que se quedaba dormida, cada noche me pedia que jamas la dejara, que si me fuera de su lado su vida ya no tendría ningún sentido. Su ternura y sus palabras me hacia caer a sus pies como la más inocente del mundo. Pasaron así los 8 meses siguientes y una noche escuche que me gritaban del baño, era Andrea llamándome, corrí para auxiliar a mi amada y la encontre con liquidos bajando por sus piernas me dijo que el bebe ya venía, no habíamos querido saber el sexo del bebe para que fuera una sorpresa cuando naciera… Llegamos al hospital nos atendió la doctora que siguió con nostras todo el embarazo..
Doctora: Andrea, Catalina yo las esperaba en dos o tres semanas mas, pero veo que el bebe esta apresurado por conocerlas…
Entramos a la sala de parto me hicieron ponerme el uniforme característico y la doctora dijo que el bebe ya venía. Andrea comenzo a pujar mientras yo apretaba su mano como si fuera yo quien tuviera al bebe dentro… de pronto escuche un llanto, era nuestro bebe.
Continuara…