Otra vez en casa de mi primo

Esta vez la cosa iria mas lejos y a mi me va gustando mas y mas.

Otra vez con mi primo

En mi primer relato conté lo que había pasado un día en casa con mi primo, pero la historia no acabo allí puesto que yo fui muchos mas días a su casa, y siempre acabe igual con su polla y en mi culo y su leche en mi boca, pero no solo eso me hizo muchas otras cosas….

-Hola primo- me dijo- o mejor dicho esclavo-

-hoy me toca ser a mí el rey-

-venga si disfrutaste siendo el esclavo siempre has sido un perro y eso no lo puedes cambiar tu eres el esclavo y ya esta-

No iba a discutir ya dije que soy un chico muy complaciente acepte ser esclavo, además tenía razón me gustaba serlo disfrutaba cumpliendo ordenes.

-vale seré yo el esclavo pero luego cambiamos-

-si si luego cambiamos pero ahora desnúdate esclavo-

-si mi amo-

Me quite toda la ropa y me arrodille como apto de sumisión sin que el me dijera nada, empezaba a gustarme mucho ese juego me encantaba ser su esclavo y cumplir ordenes. Pero ese día la cosa llegaría bastante lejos.

-Para empezar quiero que te metas esto en el culo-

Dijo sacando un consolador de una bolsa.

-¿de donde has sacado eso?-

-de un sexshop pero cállate y metetelo imbecil-

Lo cogí intente meterlo pero no entraba me escupí en una mano y pase la saliva por el culo después chupe el consolador para humedecerlo y lo intente entraba un poco pero dolía muchísimo.

-no puedo me duele mucho-

-yo te ayudo ven aquí-

Me puse en el sofá a 4 patas el agarro el consolador y me lo metió de un solo golpe hasta el fondo de mi culo. Sentí como si me rompieran en dos el dolor era enorme el consolador había llegado a mis entrañas de un solo golpe.

-muy bien ahora quiero que lo lleves ahí metido hasta que yo te diga ¿esta claro esclavo?-

-si, amo-

-muy bien pues ahora quiero que vayas a hacer la cena y me la traigas pero solo cenare yo de momento así que trae solo mi plato-

Fui a la cocina lo único que tenía que hacer era freír unas patatas y un poco de lomo lo cual era muy sencillo si no fuera por la mezcla entre placer y escozor que me producía tener mi culo completamente lleno por un consolador. Con mucho esfuerzo por la mezcla de sensaciones conseguí hacer la cena para mi primo pero no lograba entender porque yo no cenaba con él pero tarde poco en entenderlo.

Le lleve la cena se la puse en la mesa con una coca cola y un trozo de pan y fui hacia el sofá para sentarme mientras el cenaba.

-¿Dónde vas?-me dijo antes de que yo pudiera llegar a sentarme-yo no te mande sentarte, quiero que te arrodilles bajo la mesa y me comas la polla mientras yo ceno perrito-

Por fin iba a poder meterme su polla en mi boca la verdad que llevaba toda la semana con ganas de chupársela, en casa se me hacía la boca agua solo de pensarlo. No dude ni un minuto me metí bajo la mesa y con la boca, ya que la ultima vez se enfado por que use las manos, baje su cremallera desabotone su calzoncillo y saque su polla empecé lentamente a lamerle el tronco mientras notaba como su polla crecía y llegaba a su máximo tamaño.

-así no se hace trágatela entera esclavo- agarro mi cabeza y me introdujo su polla me marco el ritmo con la mano luego me soltó y yo mantuve ese ritmo e intentaba meterme todo su tronco en la boca cuando no me entraba más aguantaba sin poder apenas respirar luego me la sacaba me entraban arcadas y me aceleraba por no poder respirar. La sensación para mi era inmejorable además de chuparle la polla a mi primo, cosa que me encanta, tenía un consolador en el culo que me estaba dando un gran placer.

De repente me agarrazo la cabeza aguantándome fuerte contra su polla y se corrió en mi boca su leche fue directamente a mi garganta y me atragante pero no me quedo más remedio que tragar ya que su polla en mi boca impedía que pudiera escupir.

-ufff… lo has hecho bien perrito espero que te haya gustado tu cena ahora regoje la mesa puta-

Ya no le quedaban insultos para decirme pero ese último me gusto, puta, eso me gustaba así era como me sentía y él debió notarlo porque así me llamo casi todo el día.

Cuando acabe de recoger

-vamos al baño tengo otra sorpresa para ti puta-

-metete en la bañera-

-¿nunca te has preguntado que se siente siendo un water? Pues ahora lo vas a saber jeje-rió

-¿Qué?-pregunte sorprendido pero antes de poder decir nada un chorro de orina salio de su polla y fue a parar a mi cara. Luego se detuvo.

-abre la boca-

-no, me vas a mear la boca-

-ábrela y cállate veras como te gusta puta-

La abrí y un chorro fue a parar a mi boca

-traga-

Trague y me dio una gran arcada pero lo controle. Esto lo repitió un par de veces meando en mi boca y yo tragando después se empezó a mear por mi cara y mi pelo y chorreando por todo mi cuerpo.

-¿Qué te ha gustado?-

-No-metí ya que la sensación si me había gustado aunque el sabor era horrible

-no importa a mi si y lo repetiré cuando quiera. Ahora sal de ahí-

-¿puedo ducharme?-

-No, todavía no. Ponte a cuatro patas y apoya tu cabeza en el suelo-

En esa posición empezó a sacar el consolador de mi culo muy lentamente dándome una sensación de placer inmejorable cuando todo salio y mando apoyarme en el lavabo y me metió la polla de un empujón en el culo y empezó a bombearme, impresionante solo hacía unos minutos que se había corrido en mi boca y ya tenía otra vez su polla dura. Me empezó a bombear cada vez más duro subiendo el ritmo durante unos diez minutos después me levanto sin sacarme la polla del culo y me llevo a la habitación .

-ponte en cuatro patas en la cama, como el perro que eres-

Una vez me subí volvió a metérmela duro marcando un ritmo alto tanto como en el baño. De pronto bajo el ritmo me dio la vuelta y se corrió en mi cara manchando desde mi frente hasta la comisura de mis labios.

-no te limpies quiero que lo dejes secar en la cara-

Volvió a meterme el consolador- quiero que duermas con el dentro y no te lo quites en toda la noche-

Dijo esto y se fue a la cama, detrás fui yo oliendo a orina, con su leche en mi cara y un consolador en mi culo que me impidió dormir en toda la noche ya que cada vez que relajaba mi ano este se cerraba y el consolador me hacía daño. Pase la noche pensando y todo lo que me paso aquella noche y lo que me gustaba ser su esclavo o su puta como el quisiera llamarme.