Otra vez Daniela

Hace algún tiempo escribí sobre una amiga mía que también se llamaba Daniela, escribí sobre sus inicios en la infidelidad pero sobre todo sobre su despertar sexual, recién me contó sus novedades, su marido igual de pendejo, y ella cada vez más puta.

Hace algún tiempo escribí sobre una amiga mía que también se llamaba Daniela, escribí sobre sus inicios en la infidelidad pero sobre todo sobre su despertar sexual, por azares del destino dejamos de vernos porque ya no vivimos en la misma ciudad.

En su momento así la describí:

“ella es casada, pero por lo que me ha comentado su marido es realmente un pendejo en la cama, es el único hombre con el que ha estado y simplemente no conoce un orgasmo.

Por lo que me dice ella se siente muy apasionada y siente que se moja mucho, pero su marido simplemente no la alcanza a satisfacer, su verga es muy pequeña y padece de eyaculación precoz, ella se da cuenta que le gusta cuando se lo hacen más intensamente pero justo cuando su marido se lo empieza a hacer así y ella empieza a moverse y participar más, pues simplemente él se excita más y termina rápidamente, con ello constantemente se queda con las ganas

La situación en vez de mejorar empeora, hay falta de comunicación y conforme pasa el tiempo la frustración se incrementa, con ello cada vez es menos tolerante con el marido y comienza a verle otras deficiencias, de esta forma lo ve hoy como un hombre inseguro y falto de carácter.

Mi amiga es realmente muy guapa, tiene senos pequeños pero firmes, pero lo mejor que  tiene es un cinturita muy pequeña y unas nalgas casi tan grandes como las mías, la diferencia es que ella es más recatada que yo, usa prendas entalladas pero no a mis niveles, además pues ella no gusta mucho de captar miradas lascivas o que le hagan comentarios pasados de tono”

En su momento escribí sobre la primera vez que le puso el cuerno a su marido con un macho vergón y dominante, a partir de ahí, Daniela se operó lo senos, con ello se puso más buena y más sexosa, ya que su cintura y sus caderas seguían siendo admirables

En materia sexual duró poco tiempo viendo a su amante, eso pudo dejarlo con relativa facilidad, lo que ya no tuvo vuelta atrás fue su espíritu de puta, una vez que salió la fiera que llevaba dentro ya no pudo volver a contenerse, entendió lo frustrante del mal sexo y decidió no volver a pasar esas carencias.

Lo que tampoco pudo dejar fue a su marido, por una u otra razón siguió con él, así que para poder seguir con él en la cama, debió de encontrar quien calmara sus deseos fuera del lecho matrimonial.

Daniela mantuvo o mantiene amantes esporádicos, según sus palabras sólo busca una buena verga de vez en cuando, cuando la situación le es propicia, cuando el tipo le encanta, pero sobre todo cuando las ganas de coger son demasiadas o cuando por azares del destino descubre una buena verga, cuando se da este último caso, cuando por alguna razón roza o siente un buen pedazo de carne, su deseo se incrementa al máximo y no pueda parar, una buena verga es su afrodisíaco más grande.

Sigue sin conocer orgasmos mientras su esposo la penetra, con su marido solo conoce los orgasmos orales o cuando se masturba, el pobre tipo nada sospecha de esto, Daniela ha desarrollado una maestría en materia de fingir orgasmos

Daniela no es abiertamente puta; según ella, le pone los cuernos a su marido dos o tres veces al año, pero cuando lo hace lo aprovecha al máximo, no gusta de tener amantes regulares porque el tenerlos en el pasado no le generó buenas experiencias, según ella estos encuentros son solo sexuales, pretende siempre separar las cosas, cada vez que se decide a la infidelidad el encuentro será meramente sexual sin incluir sentimientos en la ecuación.

Ella se casó muy jovencita, justó cumplió 14 años de casada y ahora mediados de sus treintas, está más buena que nunca, más hecha mujer, mas sexosa, mas llena de curvas.

Su condición económica si bien no es de pobreza tampoco es de abundancia, lo poco que se ha podido construir en el patrimonio se ha logrado gracias a que mi amiga es muy trabajadora y ha conseguido crecer en el trabajo; su esposo víctima de sus inseguridades, navega en la mediocridad en el amito laboral; no solo en la cama es poco capaz y falto de carácter.

Daniela me platica que un día se dio cuenta que al convertirse su cuerpo en objeto de deseo, al llenarse de curvas, al generar una anatomía tan sexosa, varios hombres se acercaban a ella para bajarle los calzones, varios quería llevarla a la cama pero ninguno quería llevarla al registro civil, muchos le pedían acuéstate conmigo pero ninguno le dijo divórciate y cásate conmigo.

Temerosa de quedarse sola y al tener familia, un día decidió ser práctica, ver lo poco bueno de su pareja quedarse con él, esforzarse en la vida, sacar a su familia adelante y a su manera ser feliz, como no podía engañar a su cuerpo caliente y cachondo, su felicidad también pasaba por darle a su marido de manera esporádica una puesta de cuernos digna de la mejor película porno

El marido era muy religioso y tenía muy pocos amigos, no era nada sociable,  no sólo era de verga corta, también era de cortas palabras, tal vez por esa personalidad había sido designado al departamento de compras dentro de la pequeña empresa donde trabajaba, en ese departamento era un comprador junior que apenas se daba a notar.

Su personalidad seria y poco social aunada con su estricta moralidad, le ayudaban en su trabajo, lleno de vendedores listos para motivarlo a comprarles, el tipo nunca comprometía sus labores, o dejaba seducir y se comportaba siempre bajo fuertes principios éticos.

A pesar de ello generó una cierta relación con un vendedor foráneo, como el marido de mi amiga era un comprador junior pues el vendedor tampoco tenía mucha jerarquía en su trabajo.

La pareja estaba por cumplir años de casados y más por casualidad que por otra cosa por primera vez en muchos años hicieron un plan para celebrarlo, Daniela y yo hemos mantenido una cierta relación a la distancia y en nuestra mas reciente conversación me ha platicado una experiencia que creo que vale la pena contarse, con la autorización de mi amiga, a partir de aquí trasmitiré las palabras de Daniela, esta es su historia:

“Era viernes por la noche, por extraño que parezca mi marido había salido a tomar algo con un amigo suyo, no recordaba cuando había sido la última vez que eso había pasado.

Disfruté mi soledad, había sido una semana muy pesada, en la soledad de mi habitación, me tomé una copa de vino y me relajé bastante, recostada en mi cama encendí mi computadora y entré a la página donde escribe mi autora favorita mi amiga Daniela, encontré un nuevo relato y al instante mi pezones notaron su presencia, al darle click al link con el artículo creo que mi conchita ya estaba húmeda y mis pezones duritos.

La ocasión para mí se había convertido en especial, entonces decidí darle la importancia que merecía, subí la botella de vino a la habitación me serví una copa y me vestí para la ocasión, fui al vestidor y me puse mi conjunto de lencería más sexy que tengo, era un conjunto de una sola pieza de color negro y rosa, transparente y con tanguita.

Justo el conjunto me lo había regalado algún amante que tuve y lo había usado con regularidad con algún otro macho que me había sacado lo puta, lo usaba en ocasiones especiales, lo había usado incluso alguna vez con el pobre pendejo de mi marido y como era de esperarse el pobre inútil apenas al verme salir con él estaba a punto de venirse, si normalmente no aguanta en estos casos apenas pudo meterla para cuando ya había terminado.

En fin el atuendo no era para mi marido, era para mí, para sentirme puta mientras leía, para trasladarme a la intimidad del relato, para ser yo la protagonista.

Estaba enganchada con la historia y me urgía vestirme como zorra, llenar mi copa de vino, leer y tocarme.

Me cambié de ropa, me vi al espejo y me encantó lo que vi, mi cintura pequeña, mis grandes nalgas y mis nuevas tetas, me sentí sexy y poderosa, sabía que con una sola movidita de culo podía tener fila de cabrones queriendo entrar a mi cama, pero por ahora la noche me pertenecía solo a mí, a mi calentura, a mi vino, a mi lectura y a mi cuerpo.

Ya caliente comencé la lectura, cuando la protagonista cedía ante los encantos de un perverso y anciano doctor yo ya estaba ardiendo, luego cuando el vejete le bajaba la calentura a la puta delante de un marido dormido, yo ya estaba a mil, me tocaba con frenesí y la protagonista de la historia y yo prácticamente terminamos al mismo tiempo, victimas cada una de nuestra calentura y morbo, como un par de putas gemimos y gritamos:

-          Mmmmm ahhhhhh ohhhhhhh ayyyyyyyy¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

Terminé delicioso, para entonces ya habían pasado algunas horas, después de mi orgasmo, duré un rato tendida en la cama recuperándome, luego me recompuse y me fui a cambiar, dejé mi atuendo de puta y me puse mi pijama de señora casada de lo más normal y poco sensual.

Fue cuestión de minutos para cuando llegó mi marido ahogado de borracho, cosa bastante sencilla ya que como casi no toma, con muy pocos tragos se pone mal, así que pues llegó como se esperaba bastante tomado

A diferencia de varias personas que al tomar se ponen cachondos mi marido literalmente se muere en la cama cuando esta bebido, así que de lejos lo oí llegar acostarse y roncar casi al instante, al día siguiente despertó tarde y con una cruda espantosa, de por si no le gusta salir los fines de semana, ese día tuvo el pretexto ideal para quedarse encerrado en casa.

Yo por mi parte salí todo el sábado y lo dejé sufriendo su miseria, llegué tarde y para entonces ya dormía, así que fue hasta el domingo cuando crucé alguna palabra con él.

El domingo desayunamos juntos, en la plática mi marido me contó sobre su salida con su amigo, en la conversación el tipo le informó que en un par de semanas se iría de vacaciones a la playa.

El plan era rentar una casa por un fin de semana largo aprovechando un puente, irían tres amigos con sus respectivas parejas, el amigo le contó que uno de los amigos no había podido asistir y que había una habitación disponible por si mi esposo quería asistir.

El tipo le hizo saber a mi esposo que podía asistir solo o que si tenía alguna compañía femenina podía invitarla ya que había mucho espacio y el plan era con mujeres y fiesta. A mi esposo le pareció raro el comentario porque en varias ocasiones la había comentado al amigo que él  era casado.

Fiel a su estilo de inseguridad y falta de ánimo de aventura rechazó la invitación, además le parecía poco ético el convivir a ese extremo con un vendedor, tenía miedo que esto pudiera comprometer su ética como comprador.

En eso último tenía un punto, pero mi esposo era tan decente que es imposible que algo así cambie sus valores en la empresa; creo que si era una realidad que la invitación tenía un cierto sentido de beneficio laboral para el vendedor, para empezar no creo que mi marido sea el mejor de sus amigos y además le ofrecía no pagar hospedaje porque ese ya estaba pagado, con ello el costo del viaje se reducía de manera importante haciéndolo bastante accesible para nosotros.

El fin de semana señalado coincidía con nuestro aniversario de bodas, así que, a diferencia de mi esposo, a mí la idea no me pareció nada descabellada, por el contrario me resultaba bastante atractiva.

Así que de inmediato animé a mi esposo a aceptar la invitación, lo conozco y sé que diría que no hasta que prácticamente lo obligara a hacerlo, me hablo de la problemática de pedir vacaciones, le dije que era puente, me cuestionó sobre quien cuidaría a los niños, le llamé a mi madre y accedió a hacerse cargo, me habló del costo, le informé que yo lo pagaría.

Acorralado no sabía cómo salirse del problema, después de tantos años, sé perfectamente cómo tratarlo, así que ahí mismo entré a internet y me dispuse a comprar los vuelos, luego le di el teléfono y lo hice llamarle a su proveedor, además lo hice poner el altavoz para cerciorarme de sus palabras:

-          Este sí, soy yo como estas?

-          Bien y ti, como te fue con tu esposa, no te pegaron??

-          Este no, no pasó nada me fue bien

-          Ah que bueno, a tus ordenes

-          Sabes que ehhh, me preguntaba si todavía está abierta la invitación, digo si se puede

-          Si claro, te animaste?

-          Si

-          Oye y vas solo o acompañado

-          Ehh acompañado

-          Mira tan serio que te ves, que bueno que te animaste, y tu mujer??

-          Aquí está conmigo

-          Ahhh entonces hay que llevar la fiesta en paz, me quieres hablar luego

-          No, no hay problema

-          Bueno entonces te apunto para el viaje

-          Si

-          Recuerda que es en plan de fiesta para que no te vayas a sacar de onda

-          Si, si, además nos hace falta una escapadita

-          Si a todos nos hace falta

La verdad me llamaba mucho la atención el plan, convivir con otras parejas, ir a la playa, salir de fiesta, además me gustaba mucho la idea de que hayan hecho énfasis en que el plan era de fiesta, era lo que más necesitaba, algo diferente, muy distinto al tipo de vida y diversión que solemos tener; tenía incluso la esperanza que víctima del ambiente tropical mi maridito sacara la casta y por fin me diera una cogida al menos aceptable, como dicen por ahí, la esperanza es lo último que muere.

Así que durante las siguientes semanas me preparé para el viaje, dieta rigurosa, sesiones extensas de ejercicios, y hasta uno que otro tratamiento para corregir una que otra imperfección, quería verme espectacular y lucir mi cuerpo en la playa sin la menor preocupación

Además compré ropa para la ocasión, vestiditos cortitos, blusas chiquitas y escotadas y varios trajes de baño, todo muy sexy pero sin exagerar.

Llegó la fecha esperada y para ser sincera estaba hecha un cuero, me encantaba mi cuerpo y estaba decidida a mostrarlo durante ese fin de semana

Desde el primer día pude notar como mi vestido corto y escotado captó miradas en el aeropuerto de salida y en el de llegada, la cosas empezaba bien y esto aumentaba mi autoestima para seguir exhibiéndome el resto de los días.

Llegamos  a la casa y estaba muy bien montada, de esas que se rentan en internet a un precio muy atractivo y directamente a los dueños, fuimos los últimos en llegar, ellos habían llegado desde la mañana y nosotros estábamos llegando ya entrada la tarde.

Entramos directamente sin que nadie nos abriera y apenas al traspasar la puerta escuchamos música y risas, justo el ambiente que nos habían avisado que existiría.

Nos dirigimos a la alberca y al vernos llegar un tipo, moreno, alto, maduro y un poco pasado de peso salió a nuestro encuentro, supuse que era el proveedor de mi marido y no me equivoqué.

Todos estaban en la alberca, cada uno con su pareja muy juntitos y haciendo relajo, el amigo de mi esposo tuvo que salir del agua para recibirnos. Tomó una toalla y se dirigió a saludarnos y darnos la bienvenida.

Al verme el tipo me devoró con la mirada, prácticamente saludó a mi marido sin mirarlo, al saludarme me dio un beso en la mejilla y así medio mojado me dio un abrazo

-          Woow amigo que bien esta tu vieja

Me sorprendió un poco el comentario y la confianza con que lo dijo más ante el hecho de que nos acabábamos de conocer,  a pesar de ello no le di mucha importancia, a sabiendas que eran de una región diferente del país donde pueden ser más confianzudos, a las copas que traía encima, o tal vez el ambiente festivo que nos avisaron que habría de existir.

-          Gracias, te presento a mi esposa Daniela

Al escuchar esto su semblante cambió  y me dijo:

-          Tu esposa? Ahhh ok, mucho gusto señora

En eso toma a mi marido del brazo y me pide permiso para platicar con él un momento, a pesar de que me sorprende la petición, no tengo problema con ello y se alejan un poco de mí, yo tomo asiento y a lo lejos sonrío y saludo al resto del grupo que seguía divirtiéndose de lo lindo en la alberca.

Los pocos segundos que estuve ahí, pude veros a todos en actitud muy cariñosa, las chicas llevaban trajes de baños muy pequeños, no podía verlos completos porque estaban las muchachas estaban bajo el agua, pero en eso una de ellas salió del agua para tirarse un clavado y pude ver que portaba una minúscula tanga que dejaba todo su bello trasero al descubierto.

También pude notar la diferencia de edades entre las chicas y los señores, todas eran jóvenes y de buenos cuerpos, en tanto que todos los tipos tenían más o menos el porte de nuestro anfitrión

Para entonces ya sospechaba lo que a los pocos minutos mi marido me confirmó, estas chicas no eran esposas, eran novias, amantes o putas, daba lo mismo; pero lo que era una realidad es que el plan no era con esposas, era una escapada de unos tipos cachondos y desmadrosos que con cualquier pretexto habían dejado a sus esposas en casa.

Mi marido terminó su conversación y me llevó a nuestro cuarto ahí me explicó lo que pasaba y que yo ya sospechaba, me dijo que con la borrachera que se cargaba no le entendió a su amigo de que se trataba el plan y el muy pendejo asumió que el viaje era con esposas.

Me dio mucho coraje, no por la situación sino por la estupidez del pendejo de mi marido, era un inútil que ni eso podía hacer bien

-          Este mm, si quieres nos vamos a un hotel

-          Ni pensarlo, ya hicimos el presupuesto y no puedo gastar más, además la casa está a toda madre y no voy a desperdiciar el fin de semana, nunca salimos, así que si quieres que sea tu puta, tu puta seré

-          Daniela no hables así por favor

-          Hablo como se pega la gana pendejo, y no me digas muchas cosas porque ahora estoy muy molesta contigo

-          Si amor está bien

Había decidido quedarme, la verdad no tenía problema, no iba a amargarme mis vacaciones, el lugar estaba divino, la playa hermosa y casi nunca salgo, además la situación tenía hasta sus puntos a favor, no tenía que cuidarme de agradar a un grupo de esposas y podía vestirme como lo tenía planeado sin la mayor preocupación, por más sexy que me vistiera, no creía poder competir con los atuendos que seguramente llevaban esas chicas, nada más de entrada yo no traía un traje de baño como el que les vi a ellas.

Así que ya resuelta le dije a mi esposo que nos pondríamos nuestros trajes de baño para integrarnos a la fiesta, no tuvo objeción alguna y no podía tenerla.

Liberada y decidida opté por usar el traje de baño más sexy que llevaba, lo había empacado para una ocasión especial o para el final del viaje, después de ver lo que llevaban las otras chicas, mi traje de baño era de lo más decente pero era lo mejor que podía hacer para no desentonar tanto.

MI traje era más corto que un bikini normal pero no llegaba a ser una tanga, digamos que una parte de mis nalgas eran visibles pero no se veía demasiado.

Nos integramos a la fiesta y el amigo de mi esposo nos presentó con todos, la verdad es que fueron de los más amables, todos tratamos de hacer de cuenta que no había pasado nada y disfrutar del viaje, además nosotros éramos una pareja de una ciudad distinta a la de ellos y era muy probable que nunca volviéramos a vernos, eso facilitaba mucho las cosas para comportarnos con la mayor naturalidad.

Poco a poco fuimos entrando en ambiente, la verdad las chicas se estaban portando muy bien conmigo, se veía que ya eran amigas, no sé si consecuencia de otros viajes o se conocían de antes, pero tenían una excelente relación, además como era natural su actitud hacia el sexo era más abierta de lo que estoy acostumbrada a ver con mis amigas.

Tomaban a la par de los hombres, decían groserías y cachondeaban abiertamente con sus machos, al pasar las horas la actitud era cada vez más desinhibida en un momento dado al quedarnos solas tuvimos la siguiente conversación

-          Que buen cuerpo tienes Daniela

-          Gracias, favor que me hacen, mas viniendo de ustedes, todas tienen unos cuerpazos

-          Pues más nos vale, es nuestro instrumento de trabajo¡¡

-          Si¡¡ sin eso no comemos¡¡

-          Deja tu que no comemos, no cogemos¡¡

Risas y más risas y comentarios llenos de doble sentido y morbo, la verdad me la estaba pasando muy bien con esas chicas, sería acaso que yo también deseaba ser una puta?

-           Dani por qué no usas un trajecito más chiquito, muestra todo lo bueno que tienes

-          Este es el más chico¡¡

-          Mm eso se arregla fácil, nosotras traemos muchos; todos son tangas ehh¡¡

-          En serió?? No sé si me atreva

-          Atrévete aquí todos estamos en confianza, además si no es ahora cuando sería?, estas en ambiente ideal, y tienes el cuerpo para mostrarlo

-          Si verdad, bueno si me animo les digo

-          Si claro pero tómalo en serio, nosotras mismas queremos ver ese culazo que te cargas¡¡

En eso regresaron los hombres y seguimos la fiesta, en total éramos 4 parejas, de las cuatro chicas 3 éramos morenas y una rubia.

Estuvimos todavía un rato en la alberca, al caer la noche ya estábamos algo cansados por el viaje, preparamos algo de cenar y nos acostamos relativamente temprano.

Ya instalados en la habitación mi marido se puso cariñoso, yo la verdad es que con los tragos, la fiesta y el entorno con las chicas estaba de muy buen ánimo, la verdad es que si estaba bastante calientita y dispuesta.

Mi esposo se subió encima mío en posición de misionero, poco a poco me fui calentando cada vez más, luego de un rato le pedí cambiar del posición, me monte en su pequeña verga y empecé a moverme de manera más intensa, al poco rato ya estaba haciéndolo más duro, cosa rara sentía que estaba cerca del orgasmo, esperaba entonces que mi maridito tuviera el aguante necesario para hacerme terminar

-          Ahhhh ahhhhh mmm

Cerca del orgasmo lo irremediable pasó y mi pareja terminó sin que yo hiciera lo propio, a pesar de ello la verdad es que estaba yo muy cerca, así que lejos de sentir frustración, seguí masturbándome mientras hacía que mi amante me mamara las tetas, en cuestión de segundos tuve por fin un orgasmo

-          Ahhhhhhh ayyyyyy ohhhhh

La verdad es que estaba satisfecha, para el entorno que suelo tener con mi marido este inicio de vacaciones era prometedor, esperaba que en los próximos días yo fuera capaz de mantener esa calentura que me permitiera terminar más rápido y que por su parte mi esposo pudiera aguantar unos minutos más, entonces tal vez y solo tal vez podría tener un sexo pleno con él.

Ambos estábamos cansados por el viaje, así que en minutos ya estábamos listos para dormir, fiel a su costumbre mi marido cayó como piedra, yo me quedé un rato despierta, no sin antes percatarme de que en varios lugares de la casa se escuchaban gemidos, era una realidad que todas las parejas iban a lo que iban y esa noche ese casa estaría llena de sexo.

La verdad es que sabía que distaba mucho de tener al mejor amante, pero por esa noche estaba contenta, una vacaciones en un lugar hermoso, fiesta, amistades y orgasmo, todas esas cosas no eran fáciles de obtener, así que en vez de pensar en lo que no tenía, pensé en lo mucho que había logrado esa moche, sonreí y me dispuse a dormir.

Dormí plácidamente por varias horas, sin embargo como a las 4 de la mañana tuve que levantarme al baño, nuestra habitación no tenía baño propio así que salí al pasillo a uno de los baños comunes, al caminar por el pasillo y pasar por una de las habitaciones, escuché los gemidos de una mujer:

-          Mmmm, otra vez cabrón? No tienes llene?

-          Si putita para eso te traje para coger¡¡

-          Mm ahh, si pero ya estoy toda madreada, llevamos toda la noche cogiendo, no podemos seguir mañanaaaaa uhhh

-          No puta, te tango ganas ahora y ahora te voy a coger

La habitación correspondía al amigo de mi esposo y la chica rubia, así llegué al baño mientras estaba ahí pensaba como la vida tienes sus caprichos, yo hace unos minutos estaba complacida porque mi marido casi me hacía terminar, y la puta de enseguida quería dormir mientras su amante parecía no tener llene, yo quería un amante que me tuviera despierta toda la noche y tenía uno que no paraba de dormir y ella quería tener un cabrón menos cachondo que la dejara a ella dormir.

Regresé a mi habitación y fue cuestión de segundos para que lo gemidos y los gritos se intensificaran, con el silencio de la madrugada eran mucho más fáciles de identificar.

-          Ahhhh que rico coges cabrón¡¡¡

-          Te gusta puta?

-          Mmmm si, si, pero por favor ya para cabrón, ya no puedo más ahhh¡¡

-          Espera perra que ya estoy por terminar

-          Ahhhh me estas partiendo en dos con esa vergota ahhh ayyyy

Así estuvieron un rato, yo disto mucho de ser de palo, y al poco tiempo he de confesar que ya estaba caliente escuchando como a unos cuantos metros de mí, una pareja se encontraba cogiendo como yo deseaba será cogida.

Me quedaba claro que el amigo de mi esposo tenía un potencia sexual destacable o varios deseos acumulados, del tamaño de su miembro pues tenía dudas, la mujeres solemos mentir sobre ello y creo que más aun cuando expresamente le han pagado de alguna manera a la chica para dar placer.

Así me quedé dormida caliente por lo que acababa de escuchar y por mi naturaleza de hembra cachonda, desperté igual o más caliente, con renovadas intenciones de hacer a mi marido un semental, desperté a mi marido con una mamada de época.

La verdad es que me esforcé en hacerlo bien, algo dentro de mi quería demostrarle a mi marido que era una puta sedienta de verga y que debería de empezar a tratarme como  tal, su verga se puso dura al instante, mientras mamaba realmente me excité bastante así que mientras mamaba empecé a masturbarme, el efecto en mi marido fue el esperado mas no el deseado.

Justo cuando yo llegaba a mi clímax mi marido no aguantó mas y terminó en mi boquita, he de confesar que tuve sentimientos encontrados, por una parte el coraje de siempre de no poder saciar yo mi calentura, pero por otra muy dentro de mi había una satisfacción perversa de demostrar mis dotes como mamadora, además de ser capaz de calentarme al máximo mientras le daba placer a un hombre.

-          Ehh perdón Dani no me pude controlar

-          No te preocupes, no será la primera ni la última vez, vamos a alistarnos

El plan del día era estar en la alberca todo el día, comer en la casa y salir por la noche a cenar y tal vez a alguna disco.

Bajamos a desayunar, estábamos solos, al parecer el resto de las parejas se había desvelado más que nosotros el día anterior.

Terminamos de desayunar y nuestros nuevos amigos brillaron por su ausencia, nos dirigimos a la alberca y ahí estuvimos un rato tomando el sol, conocedora del entorno del día anterior, traté de hacer más corto y más escotado mi traje de baño, a sabiendas que las otras chicas usarían bañadores mucho más atrevidos.

Mi marido se fue a caminar a la playa y yo me quedé sola tomando el sol, me recosté boca abajo, y comencé a leer un libro bastante erótico de la saga de Christian Grey, yo seguí cachonda y el sol y la lectura ayudaban, así que metí mi traje de baño lo más que pude en mi culo, y me despojé de la parte de arriba de mi traje de baño, la intención era mejorar mi bronceado pero la verdad era que quería sentirme más sexy y tener la mayor cantidad de piel al desnudo.

Así pasaron algunos minutos dejé el libro y creo que hasta dormité un rato, en eso estaba cuando sentí la presencia de alguien, volteé la mirada y me encontré con el amigo de mi esposo, estaba parado justo detrás de mi contemplando mi enorme trasero.

-          Hola Dani buenos días¡

-          Hola, cuanto tiempo tienes ahí parado?

-          Unos segundos pero estabas dormida y no quise despertarte, así que me quedé viendo la hermosa vista que se tiene desde aquí.

-          Si el mar está preciso verdad?

-          Si, pero el mar es sólo un elemento más del paisaje

-          Si es cierto, un favor, me pasas por favor el top de mi traje, me lo quité para broncearme cuando estaba sola y me da un poco de pena estar así

-          No te preocupes

Entonces me acercó mi top, y con cuidado me lo coloqué para no enseñar de más, entendía perfectamente el doble sentido de sus comentarios, pero el entorno del viaje era así, además lidiaba con esto diariamente en mi cotidianidad y sabía manejarlo muy bien, es una realidad que en mi día a día, varios tipos intentan bajarme los calzones, y es cierto que a uno que otro lo he dejado hacerlo.

Además era justo decir que la imagen del tipo, gordo, perverso y mal educado que tenía en mi primera impresión había cambiado como consecuencia del día anterior, seguía siendo todas esas cosas, pero era además divertido, pícaro, atento y por lo que escuché en la noche muy sexoso, todos estos elementos en el ambiente en el que estábamos no eran desagradables eran por el contrario bien vistos y hasta necesarios.

Al poco rato nos empezaron a acompañar el resto de habitantes de la casa, la última en bajar fue la chica rubia, por mis adentros creía saber por qué su retraso, después de la desvelada y las cogidas que le habían dado era necesario para ella tener un descanso.

Al parecer esta necesidad de mayor descanso era más fuerte en la chicas, o estaban más acostumbradas a no levantarse temprano, en un momento dado con mi marido aún fuera en su larga caminata por la playa y con las chicas bajando hasta tarde, me encontré sola con todos los hombres haciéndome compañía, la verdad la pasé muy bien en ese rato, yo era el centro de la atención, centraban no solo sus miradas en mi sino toda la conversación giraba en torno mío, mis gustos, pasatiempos, trabajo etc.

Desde temprano empezaron a tomar, me ofrecieron de beber y yo que estaba decidida a pasarla bien con gusto accedí, ya eran casi las 12 y yo estaba sola con un montón de hombres calenturientos y seguramente infieles, la verdad poco me importaba.

Podía ver como sus ojos se posaban en mi cuerpo y la verdad no me importaba, mis curvas no desmerecían de las de ninguna de sus acompañantes y todos los sabíamos, es más creo que podían ser hasta las mejores, además mi rostro era por mucho más refinado y bello, digamos que mis curvas eran igual de sexosas que las de sus putas, pero mi rostro era de chica bien, mientras que  el de sus acompañantes gritaban verga a gritos, al menos así lo veía yo.

Así que mi ego estaba por los cielos al pensar que cualquiera de los presentes me escogería a mi primero antes que cualquiera de las putas que los acompañaba, tal vez no era cierto pero yo gozaba al pensarlo, si con las putas podía competir, que su trabajo era estar buenas, no quería ni mi imaginarme si me comparaba con sus cornudas esposas que seguro los esperaban en casa.

Para cuando la primera chica bajó ya eran las 12 pm, en cuanto la vi bajar no le di tiempo de integrarse a la conversación cuando la abordé para pedirle que me prestara un traje de baño más adecuado a la ocasión

-          Sigue en pie la oferte de prestarme un traje de baño más chiquito?

-          Claro que si Dani, pero solo traigo tangas, está bien?

-          Si claro, me la prestas entonces?

-          Por supuesto vamos a mi cuarto

Nunca había usado un traje de baño tipo tanga, siempre había tenido esa tentación y creo que esta era la oportunidad y el entorno ideal para hacerlo, quería mostrar mi cuerpo y el hecho que las demás chicas se vistieran como yo me daba el valor de hacerlo, el estar rodeado de mujeres como ellas tenía grandes ventajas y empezaba a dimensionarlo en su justa medida.

Escogí una tanga color plata que me encantó, estaba súper chiquita por todos lados, nunca hubiera pensado en usar algo así en unas vacaciones pero ahora que tenía el ambiente correcto pensaba aprovechar la oportunidad, así que seleccioné el traje de baño más corto que me ofrecieron.

Segura de mi misma bajé nuevamente, para entonces mi marido ya había regresado y conversaba con el grupo, las chicas también habían bajado a excepción de la rubia; las miradas de todos me confirmaron que me veía espectacular, mi marido me miraba con asombro, las chicas con gusto y el resto de los hombres con deseo.

-          Miren a quien convencí de que se pusiera tanga? Poco a poco la hacemos de las nuestras¡¡

La chica mentía no hubo necesidad de convencerme en nada, pero lo hacía para hacer menos evidente mi deseo de exhibirme, se lo agradecí enormemente

-          Woooww

Y todos menos mi marido me chiflaron y aplaudieron, yo por mi parte levanté mis brazos en señal de agradecimiento

-          Vuelta, vuela, vuelta¡¡¡

Entonces la chica me tomó de la mano y me hizo girar, yo estaba encantada mostraba mi cuerpo sin inhibiciones en las narices de mi marido y poco me importaba, al final no reclamó nada y que bueno que no lo hizo, me había llevado a un viaje con putas así que a la tierra que fueres haz lo que vieres, al girar solo escuché silbidos y aplausos

A partir de ahí todo fue alcohol, risas y diversión, la verdad la estaba pasando increíble con mis nuevas amigas, me sentía integrada y liberada, era el tipo de mujeres abiertas al sexo que siempre quise tener cerca.

A pesar de su seriedad y timidez mi marido trató de integrarse y creo que a su manera también la estaba pasando bien, teníamos tan buena fiesta que decidimos dejar para el día siguiente la salida a cenar y a bailar

Ya entrada en copas y con la fiesta encima mi actitud fue más abierta con hombres y mujeres, el contacto físico era frecuente y de la esposa que trataban con excesivo respeto poco quedaba, a pesar de que nadie me había faltado al respeto si me trataban ya con mucha confianza, los hombre me abrazaban, me tomaban de la cintura y en más de una ocasión rozaron con sus manos y con alguna que otra verga mi prominente trasero.

Yo me dejaba llevar, sonreía, tomaba y por qué no decirlo aprovechaba cada momento para mover y mostrar mi trasero y mis tetas a la menor provocación.

Ya entrada la tarde casi al anochecer ya las mujeres estábamos tomadas, todas estábamos en la alberca mientras los hombres bebían en la orilla, una cosa llevó a la otra y en un momento dado todas comenzamos a bailar, poco a poco incrementamos la sensualidad de nuestros pasos y al final ya nos encontrábamos “perrando” descaradamente, todas sacamos nuestros culos fuera del agua y nos dedicamos por varios minutos a mover las nalgas una barbaridad; fue cuestión de minutos cuando los chicos nos prestaban toda su atención y nos animaban a seguir

Mientras subíamos la temperatura con nuestros movimientos, la chica morena que me prestó su traje de baño se acercó a mí, me puso de frente a ella y me abrazó, mientras las dos movíamos el culo al máximo, arrimó sus tetas a las mías y así bailamos, fue cuestión de segundos para cuando ya me besaba delicioso mientras masajeaba suavemente mis tetas, para ese entonces los chicos ya están en éxtasis; mi marido serio y muy tomado, no expresaba algún sentimiento.

Para esos momentos yo ya tenía una calentura de campeonato, duramos un rato más de fiesta, y con la calentura del ambiente, fue cuestión de tiempo para que cada pareja tuviera la necesidad de retirarse a sus habitaciones.

El día siguiente era nuestro aniversario, estábamos a unos minutos de las 12 de noche por lo que estábamos también muy cerca de cumplir un año más como mujer casada, mi mayor anhelo en ese momento era el que de alguna manera mi esposo se convirtiera en el hombre que yo deseaba que fuera al menos por esa noche y me bajara la calentura

Si algún momento era propicio era justamente hoy, estaba ardiendo y no necesitaba mucho esfuerzo para terminar, incluso mi marido con su pequeña y débil verga podía llevarme al orgasmo, al menos así lo pensaba yo.

Al retirarnos a nuestro cuarto, le dije a mi esposo que iba a cambiarme y que regresaba en un rato, entré al pequeño vestidor que estaba contiguo a nuestro cuarto, me puse un conjunto de lencería especial que pensaba usar para ese noche, era súper sexy, corto, tipo tanga y transparente, me retoqué el maquillaje, me puse unos tacones muy altos, me miré en el espejo y me encantó lo que vi, me veía sexy, puta y sobre todo buenísima.

Salí del vestidor con rumbo a la habitación y al encuentro con mi marido que para ese momento se cargaba una borrachera del tamaño de mi calentura, al salir no sé si lo que vi me causó sorpresa, (porque podía esperarlo), lo que si es que pocas veces me sentí tan frustrada y molesta como en ese momento; para cuando salí mi marido dormía plácidamente víctima de la borrachera que se cargaba.

Sabía que no habría manera de que este tipo diera señales de vida hasta el día siguiente, así que vestida de puta me recosté a su lado e hice lo único que venía a la mente en ese momento, masturbarme.

Entonces saqué mis grandes tetas y comencé a acariciarme, poco a poco mis pezones respondieron a mis propias caricias, estaba muy caliente y en segundos estaba muy mojada, en eso estaba cuando empecé a distinguir con claridad el concierto de gemidos y gritos que provenían de la habitación contigua.

Presa de la calentura, estos ruidos solo incrementaban mi morbo y mi deseo, mi cuerpo de puta lleno de curvas no merecía al tipo que dormía a mi lado, merecía un macho perverso y potente como el que seguramente le daba placer a la puta de la habitación de al lado

Víctima de los celos, de la calentura, del morbo o de la curiosidad, me levanté de la cama y con cierta indecisión y temor me dirigí a la recámara de al lado.

A cada paso sentía como mi calentura iba al extremo, mis piernas me temblaban y mis pezones estaban a punto de explotar.

Al llegar al cuarto me coloqué pegada a la puerta para escuchar mejor, lo que escuchaba era una maravilla, el mejor poema al morbo, una mujer sometida a su macho

-          Ahhhh ahhhhh mmmm me vengo cabrón¡¡ que rica la tienes papi¡¡

-          Como le haces cabrón¡¡ que rico coges papito¡¡¡¡

-          Eres un tigre, un macho vergón¡¡¡ te gustan mis nalgas de puta rey??¡¡

Como ya lo había comentado párrafos atrás, la recamara contigua a la nuestra era la del amigo de mi esposo y su puta rubia, este tipo que tan desagradable me resultaba al principio al parecer era muy bueno en la cama o de lo contrario su amante fingía muy bien, poco me importaba, lo mejor para mí era el concierto de sonidos sexuales que yo estaba disfrutando.

De manera natural mis manos comenzaron a hacer su trabajo, me tocaba mi clítoris con una mano y con la otra mis tetas, estaba muy caliente, pero necesitaba más, más calentura, más morbo, mordía mis labios y aguantaba mis ganas de gritar para no ser descubierta.

Entonces decidí dar un paso más, la puerta no estaba bien cerrada, así que con cuidado la empujé un poco y me asomé a ver el panorama, la habitación estaba a media luz así que podía ver lo necesario entre las siluetas que se regalaban el placer que a mí me había sido negado.

Ya agregando al elemento auditivo el elemento visual, el morbo estaba completo, pude ver como el tipo literalmente embestía como toro salvaje a la chica en cuestión, ella estaba en cuatro patas y él la cogía sin piedad mientras ella mordía una almohada víctima de la aplanadora que le está pasando por encima.

Mientras todo esto pasaba yo ya me masturbaba frenéticamente, mi calentura llegó al extremo cuando el tipo sacó su verga y puede verla a media luz, así entre las sombras, vi un miembro grande, grueso, duro como el hierro y con vello púbico prominente, era toda una pieza de salvajismo erótico.

Estaba al límite al ver esa escena, entonces me concentré en ese hermoso pedazo de carne, ya no miraba otra cosa, poco me importaba el enorme trasero de la rubia, sus gemidos o sus nalgas enrojecidas por tantas nalgadas, tampoco importaba el prominente abdomen del tipo, ni el color de su piel o su poco atractivo físico, lo único que importaba era ese hermoso miembro que se asomaba en su entrepierna y que como serpiente enfurecida quería seguir atacando a su víctima.

Entonces el hermoso pedazo de carne se dirigió al culo de la puta, lo cual fue recibido por la chica con sorpresa, negación y súplica.

-          Ya no papi, por el culo no por favor

-          Te le quiero meter por el culo puta

-          Papi, ya estoy toda madreada, yo no aguanto esa vergota en mi pobre culito

Como pudo la chica pudo pedir piedad y sus súplicas fueron escuchadas, así el tipo se tiró en la cama, con su enorme miembro apuntando al cielo y sumido en una inexplicable compasión hacia su joven amante.

Yo entendí que era momento de retirarme, corría el riesgo de ser descubierta, si es que no lo había sido ya, así que como pude me retiré de la puerta, volví a meter mis tetas en el diminuto traje que llevaba y lentamente comencé a recorrer el camino de regreso a mi habitación.

Caminaba prácticamente de puntillas, a llegar al umbral de la puerta de mi habitación, una mano me tomó de la nuca, me jaló el pelo y en un movimiento rápido me hizo voltear la cabeza, como era de esperarse se trataba del amigo de mi esposo, aun con su hermosa verga parada.

-          Se te antojo lo que viste?

-          Mmm, no, no sé a qué te refieres

Mientras esto pasaba, con una mano seguía sosteniendo mi cabello en la nuca, con la otra mano tomó la mia y la llevó a su enorme pene

-          Que si te gustó lo que viste?

-          No vi na nada te lo juro mmm, solo fui al baño y estoy de regreso

Al decirme esto, sin soltar mi mano sobre su verga, comenzó a hacerme que le acariciara su miembro, así que mientras hablábamos y yo fingía demencia, comenzaba a masturbarlo, con su otra mano el tipo apretó aún más fuerte mi cabello y me acercó a su cara

-          Estas segura que no estabas viéndome coger y tocándote como perra en celo; te gustó lo que viste?

-          Mmmm ya te digo que no sé de qué hablas

Para ese momento ya me había soltado mi mano y eso hacía que  mi manita ya acariciaba y sobaba abiertamente su verga, en segundos empecé a jalársela de manera intensa.

Súbitamente desde mí nunca y sin soltar el pelo, me hizo ponerme de rodillas, me hinqué frente a él y tuve a centímetros de mi boquita esa hermosa pieza morena, grande, gorda y peluda, yo por mi parte no dejaba de acariciarla

-          Y ahora te gusta lo que ves PUTA?

-          Mmm como mme dijiste?

Yo le jalaba la verga con una mano y con la otra me tocaba una de mis tetas mientras estaba de rodillas frente a este imponente macho.

-          PUTA, te he dicho PUTA, porque eso eres, una pinche puta barata que se muere por mamarme la verga

Con esas palabras tan llenas de morbo mi calentura ya estaba en el extremo, por fin podía tener lo que mi cuerpo sexoso merecía, y no iba a dudar en pedirlo o rogarlo como debe de hacerlo una buena puta como yo.

-          Si papito, puedo mamarte la verga?

-          Puedes pedirlo mejor puta, gánate el derecho de tener mi verga en tu boca de sucia perra

-          Papi, nada le daría más gusto a este puta mama vergas, que el que me dejes mamar tu hermoso y enorme pedazo de carne, puedo papito?

-          Puedes zorra

Entonces comencé a mamar, de inmediato lo hice con pasión, nunca lo hice despacio, ni me di mi tiempo, lo hacía desesperada, como si fuera una persona con días sin comer y de repente encuentra comida, justo así, con desespero, con prisa, queriendo llevarse a la boca algo que por mucho tiempo se ha deseado y no se había tenido, como satisfaciendo una necesidad indispensable.

Mientras mamaba tocaba mis tetas, estaba tan pero tan caliente, que estaba fuera de mí, yo gozaba más que él, me tenía al límite, quería que me puteara, quería que hiciera conmigo lo que quisiera y me tratara como lo que soy cuando me caliento, una puta deseosa de verga y de sexo salvaje y morboso

Me tomó de la mano, me hizo incorporarme y me hizo parar, luego me hizo caminar detrás de él, se dirigió a la cama donde dormía mi marido y se sentó en al borde de la cama, justo en el lado donde yo hace unos minutos me recostaba frustrada.

Entendí lo que quería y con el morbo que tenía no iba a ser yo quien contradijera a este macho vergón, me puse en cuatro patas, saqué mi enorme trasero y seguí mamando, ahora si comencé despacio, jugué con mi lengua con su miembro y me concentré en la punta de su verga, ahí moví mi lengua de un lado a otro, luego recorrí con mi lengua su enorme herramienta de abajo hacia arriba, estaba deliciosa, del tamaño justo, me la quería comer, quería tenerla toda para mí, quería que me cogiera sin darme cuartel, me sentía aún más puta que la rubia y yo no estaba dispuesta a pedir tregua si es que esa belleza se introducía en mi interior

Luego aceleré el ritmo, de reojo vi al pendejo de mi marido y no pude dejar de pensar para mis adentros, “ves pendejo lo que provocas por ser tan pendejo e impotente, por fin tengo una verga de un macho, como me gusta y se la estoy mamando delicioso en tu cara pendejo de mierda”

Con todo esto mi calentura estaba a tope, me tocaba mientras mamaba, y en segundos ya tenía un orgasmo delicioso

-          Mmmmm ahhhhhhh me vengo papi ahhhyyyyy

-          Eres una puta

-          Ahhhh si, no sabes que rico ahyyy me encantó, que rico¡¡¡

Seguí con mi trabajo pero ahora con la mano le jalaba la verga con devoción luego le llevaba a mis pechos, la pasaba por mis pezones y al final me la puse entre las tetas, así seguí jalándola, además saqué la lengua y cuando su verga subía le tiraba de lenguetazos como cual perrita tomando agua.

-          Mmm termina papito quiero sentir tu lechiita

-          Ahhhh ahh que bien lo haces zorra, se ve que te encanta la verga puta

-          No sabes cuánto rey, pero me encanta más la tuya papito

No tardó mucho en terminar, chorros de semen brincaron a mi boca, así mientras su verga estaba entre mis senos, una parte de leche la  alcancé a llevarla mi boquita y otra cayo de manera por demás perversa y deliciosa en mis enormes tetas, necesitaba eso, necesitaba un macho que me tratara sin el menor respeto, que me regalara su verga y su leche.

-          Mmm que rica lechita papito

Mientras decía esto me la embarraba en mis tetas

-          Te la ganaste putona, ahora me voy a ir a dormir, y te voy a dejar aquí calientita para que duermas junto al pendejo de tu marido y pienses en cómo le vas a hacer mañana para ganarte mi verga

-          Ok papi, como ordenes

Y así me dejó el muy cabrón, deseoso de su verga, tardé horas en conciliar el sueño, pensando en su delicioso miembro, en lo que sucedería el día siguiente, en la calentura que tenía, me toqué nuevamente antes de dormir, recordando lo morboso de lo sucedido y lo mucho que me había gustado, tenía muchas dudas pero una cosa si tenía muy clara, de alguna manera yo me iba a coger a este tipo, costara lo que costara, y si fuera necesario de frente a mi marido, solo para que viera como se debe coger un macho a una puta".