Otra vez con Juliancito

Otro encuentro con Juliancito, el sobrino de mi esposo

Juliancito es el sobrino de mi esposo, un muchacho muy guapo, de 18 años. Él se convirtió en mi amante hace algunos meses. Esta es la historia del día que se peleó con su novia Silvia, una chica muy bonita, y de excelente cuerpo, por la cual mi sobrino estaba muy interesado.

Pues el día que se peleó con Silvia me habló, quería verme se sentía mal por la pelea y necesitaba consuelo. Fue a mi casa, él se veía mal, muy triste, le explique que las peleas eran algo natural en cualquier relación de pareja que nada iba a pasar. A él se le salieron algunas lágrimas.

-Juliancito, mujeres hay muchas, simplemente veme a mí, soy tu pareja sexual.

-Pero tía es diferente.

-¿Cuál es la diferencia? Un coño es un coño, y creo que el mío te gusta mucho.

-Sí tía el sexo contigo es mejor que con Silvia.

Me acerque le di un beso en los labios, jugamos con nuestras lenguas.

-Tía, no sé, hoy no sé.

-No me vas a negar tu verga, o sí.

-No tía, a ti no te puedo negar nada.

Me agache, le desabroche el pantalón y saque su hermosa verga.

-Me fascina tu verga sobrino.

-Cómetela Pamela.

Me la metí a la boca, su sabor es delicioso, la acariciaba con mi lengua, lo hacía despacito, sin prisa quería disfrutar el hecho de tener esa joven verga en mi boca. Juliancito me provocaba mucho morbo. Acaricie sus testículos, el me veía con un poco de excitación, estaba logrando que se le olvidara por un rato lo de su novia.

Chupe sus testículos, los masturbaba. Realmente deseaba a mi sobrino.

-Vamos al cuarto de visitas, no vaya a llegar tu tío.

-Tía mejor le paramos, si nos ve mi tío me mata.

-No te preocupes, nunca se da cuenta de nada, aunque si es muy celoso.

Lo tome de la mano, lo lleve a la recamara, ahí me quite la ropa. Mis pezones estaban muy erectos, mi coño estaba muy mojado con muchas ganas de verga.

Me acosté sobre la cama, me abrí de piernas.

-Méteme tu enorme verga.

Se acomodó entre mis piernas, me la metió poco a poco. Su verga no es muy grande, pero el mayor placer con él, es estar cogiendo con mi sobrino.

Cuando estuvo toda adentro, se empezó a mover muy rápido, de adentro hacia afuera, y en círculos, yo me llevaba las manos a la cabeza.

-Aaahhh más

Él seguía moviéndose, empezó a comerme las tetas, me sentía en la gloria, me saco un orgasmo.

-Aaahhh que bien lo haces.

Él seguía moviéndose, pero yo sabía que él solo acabaría si yo me lo cogía.

Lo acosté en la cama, me senté sobre su verga, lo veía mientras le decía.

-Que rico coges semental.

Yo subía y bajaba de ese pito, sentía como se abría paso entre mis paredes vaginales, yo me jalaba los pezones, mientras seguía brincando sobre aquel miembro, le faltaba poco a mi sobrino para acabar cuando escuchamos la puerta de la calle.

Me desmonte, me puse una bata que estaba en el closet de ese cuarto.

-Tía.

-Tranquilo, no te muevas de aquí, no te vayas a vestir, y mantén esa rica verga parada.

Salí y mi marido iba hacia la zona de recamaras.

-¿Por qué traes bata?, ¿con quién estas?

-Traigo bata porque me iba a meter a bañar, y estoy con Juliancito, se peleó con su novia y quería platicar con alguien.

-Está bien mi amor.

-Regresaré con él por favor no nos vayas a interrumpir.

Regrese a la recamara, me quite la bata, prendí la televisión y le subí al volumen.

-Así tu tío no escuchará los gemidos que me sacas mientras me coges.

Me senté otra vez sobre su verga, me movía en círculos, lo hacía muy rápido.

-Dame verga.

El resoplaba estaba a punto de acabar.

-Me corro tía, me corro.

-Córrete dentro de tu puta.

Inundo mi coño de su leche, sentía como mi vagina se llenaba con su rico néctar.

Lo besé en los labios, nuestras lenguas jugaban, como me gusta ver la emoción de mi sobrino después de un beso.

Me desmonté de él, su semen escurría por mis piernas, aún su verga latía acelerada. Se vistió salimos y saludo a su tío, y se fue a su casa. Mi marido me veía con cara de enojo.

-¿Qué te pasa amorcito?

-Estás muy provocativa para estar encerrada con Julián.

-Osea crees que ese bebé me puede ver con otros ojos, tú sí que estás loco, pero mejor dejemos el tema así.