Otra vez con Adriana

Adriana,volvio conmigo para darme celos.... pero no sabia lo que le esperaba.

OTRA VEZ CON ADRIANA

Me encontraba en la cama, tras haber sufrido una gripe pasajera. Adriana vino a verme. Vestía un precioso top rojo que marcaba maravillosamente sus pechos, y sobre él llevaba una blusa a medio abrochar. La falda era amplia, bajo la que se adivinaban sus largas piernas.

--¿Cómo te encuentras? – dijo con su voz melosa, inclinándose sobre mí para besarme en la frente. Pude ver la profundidad de su escote, donde el sujetador ocultaba sus senos rotundos

--Ya estoy bien... ¿cómo te fue el fin de semana?

-- Maravilloso... – y mirándome añadió--... Ayer lo hicimos...

--¿Qué quieres decir?

--Ya sabes... Javier y yo... lo hicimos.. fue algo maravilloso

Me quedé atónito.

--¿Quieres decir que... que os acostasteis?

Ella asintió, sonriéndome maliciosamente

--Bueno... fue fácil... Todo empezó sin querer... ya sabes.. luego comenzamos y ya no pude parar...

--¿No pudiste parar? – mi voz me pareció algo irritada

Sin hacerme caso, entusiasmada, siguió:

--Nos besamos.. estábamos solos … y eso... No podía dejar de moverme ... ¡fue estupendo!

Me sentí excitado. Pensaba en lo que había hecho... en su cuerpo follando con el tal Javier... Disimuladamente miré sus pechos, pensando que alguien los había estado disfrutando unas horas antes. Por momentos sentí como empezaba a surgirme una erección. Me doblé un poco tratando de ocultarlo, pero ella lo notó.

--¿Estas bien?

Algo avergonzado dije:

--Bueno.. es que lo que has dicho me ha puesto algo .. nervioso...

Adriana me miró sonriendo

--¿Quieres decir que... que te estas empalmando?

--No... qué va...

Soltó una carcajada y con un movimiento rápido me quitó la sábana de encima. Mi erección se mostraba claramente bajo la tela de mi pijama.

--¡Vaya!....¡Cómo te has puesto!– dijo con una risa que me sonó absolutamente erótica

A mi vez, me reí con ganas. Me senté en la cama y puse mis brazos alrededor de su cuello atrayéndola hacia mí.

--Eres un viejo verde... ¡mira cómo te has calentado! – dijo riendo haciéndome cosquillas bajo los brazos. Traté de evitarlo, cogiéndole las manos, como un juego de niños traviesos. Me empujó y se dejó caer sobre mí. Sentí su cuerpo que se aplastaba sobre mi polla tiesa. Mientras simulábamos una lucha, me encontré encima de ella.

--¡Eh!... ¡quítate!... ¡me estás aplastando!… -- dijo sin dejar de reir.

Rocé levemente mi mano sobre su pecho, notando la rotundidad del mismo. Puse mi brazo alrededor de su cintura y la atraje hacia mí. No intentó apartarme. Entonces deslicé mi mano sobre la blusa, y suavemente la acaricié el pecho. Estaba duro y elástico, y noté la protuberancia de sus pezones bajo la tela. Despacio comencé a desabrocharle la blusa. Ella me cogió las manos tratando de detenerme, pero seguí hasta que la abrí del todo. El top marcaba maravillosamente sus pechos, redondos firmes,...

--¿Qué haces? ... – dijo con voz vacilante

Mirándola fijamente a los ojos, temiendo encontrar resistencia, comencé a subirle el top. No se movió. Los pechos aparecieron ocultos bajo la tela de un sujetador de color carne...

Su mirada pareció encenderse de alarma. Pareció indecisa durante un segundo y trató de apartarme. Sonriéndola bajé mi mano hacia su hacia su vientre plano, luego hacia el pecho. Coloqué mi mano sobre el sostén y comencé a deslizarme dentro. Mis dedos se movieron lentamente bajo el sostén, hasta alcanzar sus pezones... Estaban rígidos... Con suavidad los estrujé.. y noté cómo aumentabas su dureza y su longitud... ¡se ponían tan tiesos como mi polla!. ¡Se hinchaba igual!.

Su respiración era lenta y profunda.

--Ya… déjalo.. déjame ya

--Tienes unos pechos maravillosos ... – dije en voz baja, y con manos temblorosas, la levanté el sostén, dejando que sus tetas quedasen libres ante mi vista. Su redondez era perfecta... unas areolas pequeñas, los pezones tiesos, ...

Locamente excitado...moví mi cuerpo sobre ella, frotando mi erección sobre su vientre. Adriana intentó girar sobre sí misma, encogida, tratando de evitar el contacto de mi polla.

--Estas preciosa … preciosa...

--Por favor.. para…para ...

Me incliné sobre su cuello y comencé a besarla, mientras mis manos mantenían sus caricias en los pechos

--Por favor.. no sigas... déjame

Sin hacerle caso, volví mis labios hacia sus pezones, y toqué su punta con mi lengua.

Noté un temblor en su cuerpo ... Bajé mis manos hacia sus piernas, y comencé a subirle la falda, mientras acariciaba con pasión sus muslos, ... ¡qué piel más suave! ... ¡que duros estaban! ...

Loco de pasión, me bajé el pantalón del pijama, dejando que mi polla apareciese tiesa del todo enfrente de ella. Sus ojos se quedaron fijos mirando su tremendo tamaño. Pocas veces me había crecido tanto ... estaba completamente tieso, con el glande enrojecido, rezumando un liquido brillante en la punta, que dirigí hacia ella...

--¿Te gusta? – le susurre al oído

Adriana intentó levantarse, y ví cómo sus pechos oscilaron provocadoramente al hacerlo

--Por favor… déjame… No quiero… no quiero

--Dios ¡qué buena estas! – dije y empujándola suavemente me tumbé encima. Noté cómo su cuerpo se retorcía. Ignoré su protesta y exploré alocadamente con mis manos todo su cuerpo

--No... no... déjame... no quiero... no... --- dijo y al tratar de apartarme , tropezó con la dureza de mi erección -- no… no… déjame…déjame

Sin hacerle caso froté con ansia mi polla tiesa sobre su la carne tensa de su vientre...

Ella dobló las piernas intentando apartarme, pero con mis manos, le separé las rodillas, y

seguí avanzando por el interior de su muslo, hasta alcanzar su sexo. Bajé la tela del tanga e introduje mis dedos. Estaba húmeda. Noté la pequeña rigidez de su clítoris y lo froté suavemente. Adriana emitió un pequeño gemido de placer.

Y volví a besarla. Esta vez no se resistió. Mientras seguía acariciándole con una mano el clítoris, con la otra estrujaba la punta de un pezón... luego bajé mi boca, y comencé a lamerlo despacio...

---Ohhh.... noo... por favor…por favor

Ansiosamente buscó mi polla. Sentí su mano palpando todo su largo tallo... y deslizó sus dedos sobre ella.

---¡Que grande! ... Estás duro... estás duro.... – susurró moviendo su mano rítmicamente, a lo largo de mi miembro, despacio, suavemente, deteniéndose en el glande, para volver a empezar….

¡Dios, me estaba pajeando! Noté cómo me excitaba aún más... me podía correr en un momento...

Bajé mi mano y comencé a quitarle el tanga. Adriana subió sus caderas para hacérmelo más fácil. Cuando se lo quité del todo, moví mis dedos entre los labios de su humedecida vagina. Ella siguió emitiendo unos gemidos de placer

---Oooua...uaaa.... ¿qué me haces? … ¿qué me quieres hacer?... ouaa….

No iba a esperar más. Me coloqué sobre ella, ajustando mi pelvis contra la suya y comencé a moverme frotandome sobre su sexo…. Adriana, cogió con firmeza mi polla y se la colocó entre las piernas, apretándola a su sexo. Luego las cerró y comenzó a moverse con fuerza hacia adelante y hacia atrás... ¡Me estaba ordeñando con sus muslos!

--Uuhh … uuhh uuhh … nuuhh …¡Dios! Me gusta… me gusta...—dije con voz entrecortada, notando la presión de sus muslos sobre mi polla.

El cuerpo de Adriana permanecía inmóvil, moviendo solo sus muslos apretados sobre mi erección

---Uaa... uaa... – susurraba con cada movimiento

Puse los brazos bajo sus piernas y se las subí, deshaciendo su presa sobre mi pollla... Y le aparté las rodillas. Despacio me apreté sobre su sexo... golpeando mi glande rítmicamente sobre su clítoris hinchado...

--¡¡Dios!!... sigue... ¡¡¡sigue!!!--- exclamó con un aullido de placer

--Joder... ¡que buena!... ¡que buena! ….

Estaba a punto de estallar. Notaba cómo se iniciaban mis espasmo de placer, y apuntando mi polla contra se sexo y apreté hasta que, de golpe, me deslicé dentro de ella. Adriana apretó con fuerza su pelvis contra mí, y chillo

---Aaaaaaa!!!!....

Despacio comencé a moverme... a simular que salía, y se la metía del todo de golde... una vez... y otra... adelante y atrás. .. adelante y atrás...una y otra vez...

Sus caderas siguieron mis movimientos, mientras emitía entrecortados sonidos de placer

---Uaaa...¡más!... ¡más!... sigue...sigueeee...

Miré su rostro: estaba enrojecido, con los ojos cerrados, los labios entreabiertos... movía la cabeza de un lado a otro...

---Oh dios... qué buena... qué buena... estás dura... estás dura ... me gusta... si...si....

--Uaaaa...uaaaa....uaaaa -- Adriana mantenía su ritmo alocado, frenético, ordeñando todo el contenido de mi polla con cada empalamiento

Noté cómo una tremenda presión arrancaba desde mi interior, y deslizándose a lo largo de mi polla, estallaba con fuertes convulsiones. Un tremendo orgasmo me llenó, en oleadas, mientras con cada espasmo me metía con más fuerza en su vagina...

--¡¡Toma!!! …¡¡Toma!!... ¡¡Joder!!! …¡joderrrrr!!

Adriana arqueó su espalda manteniéndose rígida y apretándose espasmódicamente contra mí. Noté cómo la sacudía su propio orgasmo en oleadas, cómo cada espasmo de mi placer se disolvía en el de ella...

---Aaaa… Aaaa..aaa...¡¡¡¡AAAAAAA!!!!! ....— decía con cada espasmo

Gradualmente las oleadas de placer fueron cediendo…. Ella continuo moviéndose para aprovechar toda la longitud de mi polla que se aflojaba, derramando las ultimas gotas de semen en su interior....

Quedamos exhaustos, respirando agitadamente.

Adriana me miró a los ojos, y me dijo sonriendo

--Lo hemos hecho otra vez... me gusta cómo follas.... Lo haces mejor que Javier....

Finalmente, caímos dormidos.

Sugerencias: delgak2002@yahoo.com