Otra mas con Fer
Algo diferente que salio por parte de los dos yo solo le pedi que me violara el? mmmmm si me violo pero el final mejor
Hola nuevamente, les contare una aventura mas con Fer, espero les guste
En ésta ocasión, estábamos llegando de comer al PH ya en la habitación, y colorados por unos tragos seguiríamos la fiesta ahí.
Al quitarme el abrigo que fer me regalo el vestido que tenia puesto era de algodón egipcio y muy pegado a mi cuerpo, en la parte de mis nalgas el vestido se me metía entre ellas, noté que Fer no apartaba la mirada del canal que separaba mis nalgas, parecía haber quedado en estado de shock, pero me gusto como me veía, con una mirada llena de lujuria de morbo de todo.
-MMm se te perdió algo entre mis nalgas jajajaja
- quien te manda a tener esas nalgas tan apretadas me dijo mi hombre sonriendo mientras se acerco a mi agarrando mis nalgas con sus manos, dio un apretón en ellas y me las abrió lo que hizo que el vestido saliera de su prisión, entre risas y caricias nos besamos.
Puso música bailamos juntos, ese es uno de mis momentos preferidos porque nos dedicamos uno al otro en caricias dulces y cuidados completos. A pesar de su altura, me las arreglo para besarlo apasionadamente, lo acaricio como el a mi cada pedacito de su cuerpo, a veces, lamiendo su cuello y pecho que me fascina, y mas el aroma de su piel. Hacer de algo tan cotidiano como un faje un oasis de sensualidad ligera y complicidad es algo que ambos disfrutamos.
Cuándo Mi macho me coge, lo hace como quien se encarga de una niña, Además de lo dulce siempre está lo sensual de las caricias húmedas en las partes más intimas, el énfasis en tocar, acariciar y apretar mis tetas, mi sexo y mis nalgas, le gusta ponerme contra la pared y penetrarme solo por instantes, lo que hace de eso un juego delicioso.
-Sabes? Quiero que me partas el culo. Le dije mientras sentía sus manos entre mis nalgas.
- Que divino mi puta, tú pides y te complazco, tanto que cuando regreses mañana a tu casa, te dolerá este culo y pensaras en mi, en tu amante.
-mmmmmm...Que divino, me gusta sentirte así.
Caminamos al bar de su PH entre besos y gemidos, lo que venía me ponía a volar de la excitación. Mi tanga medio mojada todavía, me alzó en un abrazo y me sentó en la barra, me dejo sentada el se paso al otro extremo sacando una botella de torres, saco la hielera y vasos, saco el perico y me dijo prepara tu en lo que yo preparo los tragos vale, y también voy por el lubricante, yo preparaba varias líneas para no tener que parar lo que en mi cabecita la idea loca que quería pedirle a Fer, estaba lo tan entretenida preparando las líneas que no lo sentí llegar, suavemente en mi oído suspiro para después meter su lengua mojando mi oreja. Me volteó abriendo mi boca para besarlo, sentía como esa lengua entraba en mi garganta mm que rico, metió su mano entre mis nalgas y la barra yo mamando solo brevemente mi culito. Saco su mano y me dijo
- Salud por que nos vimos hoy! ya que como nos cuidan mi mujer y tu novio, o sea mi amigo
-si la verdad que ya no se que decirle ya no me cree, pero hoy quiero pedirte algo muy loco, mmm bueno no se algo diferente!!
-Jajaja ya el estar contigo es algo diferente, pero lo que tu quieras hacer solo pídelo
-por eso me gustas Fer pero si esta loco vale, quiero que me violes
*Que te viole!!! Jajaja explícame que ahora si me perdí!
-si quiero que cojas como si me violaras, quiero que sea por el culo
-bueno si eso quieres pero ponemos las reglas de una vez o como se de tu dime
-como se de o mas bien como me des jajaja
Fer se paso al frente de la barra se coloco en frente de mi y me abrí las piernas para estar mas cerca de mi, tomo los tragos y me dio el mío, brindamos,, nos metimos unas líneas, besos y apapachos, en esos 20 minutos nos tomaríamos como 4 tragos en vasos grandes ya medio jarras, nos metimos unas líneas mas y me dijo Fer
- Te voy a violar ese culo puta, quiero que pongas resistencia, hazte la dura , te lo ordeno perra.
Esto me descontroló por segundos, mi disposición es completa, pero también lo es agregar nuevos ingredientes al juego sexual, así que cambiaron las reglas.
-Te voy a partir el culo puta, siguió mientras me tomaba por la cintura.
Salte de sus brazos contestándole - No, No quiero no joda.¡ Me voy!
En un movimiento bajé de la barra diciéndole que me dejara salir, que no quería que me tocara. Antes de que pudiera dar un paso más, me tomo del brazo y me giro hacia el enfrentándome. La diferencia en estatura es más que notable y sin importar cuanto pataleé le mordí sus brazos, solo conseguí una taquicardia tremenda. Me pegó a su cuerpo en un abrazo que me dejaba si aire, solo podía mover las piernas, por más que tratara, no logré desprenderme de él. Me sometía en una forma salvaje, que nunca antes había sentido, sentía sus manos y brazos apretándome hasta hacerme doler la piel.
Me colocó boca abajo en la barra, agarrando mis muñecas sobre mi espalda solo con una mano, con la otra, me daba unas nalgadas que hacían que mi piel ardiera. Me decía:
- Quédate quieta ya puta, lo que vas a conseguir es que te duela más la partida de culo que te voy a dar.
-Pórtate bien y te suelto perra, no grites que no quiero quejas de los vecinos.
Me soltó suavemente a lo que contesté volteándome, saltando como un resorte traté de salir de la barra otra vez. Esta vez me cruzó el rostro con una cachetada, no muy dura pero suficiente como para ponerme a pensar si quería otra o me tranquilizaba. Yo estaba descontrolada y tremendamente excitada. Levanté mi mano para devolverle el golpe, algo que jamás haría en condiciones normales, pero el me aferró la mano volviéndome a someter. Esta vez me dolió la muñeca, me veía a los ojos con una mirada distinta, inquietante.
-Quieta te dije, zorra!.
Llevando mi cuerpo hacia la barra, como si fuera una muñeca, me colocó con las palmas hacia ella, con un pie me abrió mis piernas, como si de un cateo policial se tratara. Con un brazo me inmovilizó mientras su mano se metía por debajo del vestido entre mis piernas acariciando mi panochita mojada y mi culo.
Sabía que era un juego pero las lágrimas rodaban por mi piel que ardía de excitación. La mezcla de adrenalina y expectativa me tenía al borde
-Te voy a violar y estas mojada, como serás de puta, vamos a ver si me dejas entrar, dijo en el momento que apoyaba la cabeza de su verga en mi culo.
Comenzó a empujar y yo a apretar mi culo tratando de impedirle la entrada. Eso no duró mucho ya que el dolor era más de lo que yo podía aguantar, así que cedí poco a poco diciéndole
- NOOO NOOO hijo de tu madre!! Me vas a partir el culo!!
Metió toda su verga en mí, me ardía todo por dentro por la falta de lubricación, ésta sensación nunca la había sentido porque él es siempre cuidadoso. A su vez, el placer unido a la excitación del juego tomaba mi cuerpo por asalto. A los pocos minutos, mis palabras no coincidían con lo que sentía mientras su verga entraba y salía de mi culo con un ritmo constante, rápido, fuerte. Las sensaciones que subían desde mi interior por mi espalda y terminaban en fogonazos orgásmicos que se repetían.
-Perro maldito.......mmmmmm.....hijo de tu puta madre......mmmmmm.......Lograba decir con la voz entrecortaba.
-Y tu puta fácil, te dije que te dominaría perra, me contestaba él mientras mordía mi cuello.
Perdía el balance en esa posición por la fuerza de sus bombeadas. Sentía como su cuerpo completo chocaba contra el mío mientras sus caderas parecían adheridas a mis nalgas. Yo gemía, casi lloraba pidiéndole descanso. Él inclemente se abrazaba a mí sacándome el aire, haciendo que sintiera cada centímetro de su penetración. Finalmente cedió, poco a poco me soltó, sin deshacer el contacto de piel completamente.
Salió de mí y me recostó medio cuerpo en la barra quedando en "l" ya mi resistencia se había perdido pero no la excitación de los dos. Boca abajo en la barra, me volvió a penetrar, ésta vez de un solo empujón lo que me hizo gritar y abrir mis ojos como platos. Sentía plenamente su verga llenándome ayudado ahora por su fuerza que pegaba contra mis nalgas y la barra serbia para que la entrada fuera hasta el fondo. Mis nalgas y culo se abría para él en cada embestida, sentía su cuerpo sobre mi espalda y su respiración agitada en mi nuca mientras se deleitaba sodomizándome. No podía negar que el placer para mí era máximo, aun así, acababa silenciosamente delatándome solo por las contracciones involuntarias del orgasmo.
Se separo de mi saliendo de mi cuerpo yo quedé tendida en la barra bañada en su sudor y el mío. Sacó el gel lubricante, abriendo mis nalgas, dejó caer un poco sobre mi culo, no lo entendí en ese momento, yo ya estaba disfrutando de su sexo sin problemas. Sin decir palabra, comenzó a introducir un dedo, dos, tres, los hacia vibrar un poco, les da vueltas. Lo sentí penetrándome más intensamente, de una forma que antes no había sentido. En ese momento un orgasmo se desencadenó violentamente ante lo cuál lo aprecié más dentro de mí, pero distinto, una sensación dura y fría. Le pregunté que hacía, no podía verlo por la posición. Me mostró entonces una botellita de agua, la cual rotaba introduciéndola delicadamente en mi culo para hacerla entrar casi completa. La movía, la hundía en mí hasta hacerme gemir, yo solo estaba atenta al placer y a su mirada. Disfrutando esta sensación nueva para mí, disfrutando el morbo que le producía a mi hombre violarme de esa manera.
Ahora, retirándose de mí, se sentó en un banco del bar colocando su brazo en el bar y tomando su trago cómodamente sobre la barra.
-Móntate tú mi puta divina, te toca a ti, siempre por el culo Bebé.
Su tono había cambiado, pero no su excitación ni la mía así que lo cabalgué. Agarrando su miembro, lo apoyé en mi culo y me senté sobre él deslizándolo rápidamente dentro de mí. Ya tenía mi huequito tan dilatado y lubricado que a pesar de su tamaño, entro como pez al agua, nadando en mi interior.
Me movía sobre él, haciéndolo salir casi completamente y luego entrar de un solo empujón, así pasamos un rato para luego voltearme dándole la espalda.
Mi culo estaba resentido, pero el trance de la excitación era mucho más fuerte, disfrutaba la situación. Sentía el sudor bajar por mi pecho, rodando entre mis tetas. Seguía el vaivén de mis caderas sobre su pubis, enterrando su verga en mi culo con violencia.
Ya me dolían las piernas, no podía más, baje mis piernas agotada, su erección seguía potente a pesar del tiempo que teníamos en ésta tirada.
Cerré los ojos mientras escuchaba sus palabras.
- No te vas a quedar atrás ahora, vamos vida, mírame.
Me besó en la boca suavemente, metió su lengua bordeando mis dientes, luego beso solo mis labios mojándolos con su lengua. Esta supuesta violada estaba tornándose dulce pensé sonreída. Él pareció leer mi mente a lo cual respondió abriendo mis piernas con sus manos por debajo de mis rodillas, levantando mis piernas para volver a penetrar mi culo en esa posición, con las piernas abiertas y casi a la altura de mis tetas. Mi espalda sentía los roces de su cuerpo y reaccionaba con choques electricoss de placer. Traté de llevar mi mano hasta mi panochita para tocar mi clítoris pero mi macho la quitó diciéndome que no, que no era el momento. Ella solita consiguió sus orgasmos, intercalados con la potencia de se su verga en mi culo. Me sentía morir de placer. No perdí nunca el contacto visual con mi hombre, su mirada clavada en la mía, su expresión, sus labios.
Poco a poco lo sentí acercándose al final. El ritmo acelerado de su respiración acompañaba a sus palabras que me anunciaban la llegada al orgasmo compartido. Sentí su esencia llenándome por dentro, calmando mi morbo como sedante mágico.
Un descanso merecido, mucho alcohol para beber y un abrazo conciliador fueron necesarias para ponernos a tono y salir a cenar. Estábamos los dos con la piel ardida por el deseo y las caricias, pero satisfechos.
Sentados en el restaurante, disfrutamos de la cena y un buen vino. Mi mente volvía a esos momentos recién vividos y olas de calor subían desde mi pecho hasta mi rostro. Se notaba, lo sabía porque él me miraba con expresión pícara. Reía mientras me acariciaba con suavidad.
-Te duele? Me preguntó.
- Me duele un poco, pero me gusta, me gustas.
Ya por esta noche quedó fuera de circulación mi culo, solo para ver y tocar, nada de sexo...hasta la próxima vez...por supuesto.
Espero le guste, gracias por sus comentarios