Otra felación -virtual-
Querido lector -sí, tú que lees este relato-, absolutamente toda esta mamada es sólo para tí. ¡Relájate y disfrútala!.
Otra felación -virtual-.
Imagíname ahí, en tu cuarto contigo...solos tú y yo.
Tú estás sentado en un confortable sillón, me acerco a tí lentamente y sin dejar de mirarte fijamente a los ojos me inclino sobre tu rostro y te beso en los labios, primero con suavidad y ternura, para luego ir aumentando la intensidad y pasión de los besos.
Enredo mis dedos en tu pelo y te susurro al oído:
Toda esta mamada es sólo para tí. ¡Relájate y disfrútala!.
Yo estoy completamente desnuda (tan sólo me cubro el cuello con un amplio pañuelo de seda de color rojo) y como hoy vas a gozar tú, te ato las manos con el foulard...
Te quito la camisa, acaricio tu espalda, los brazos, el pecho; te desabrocho el pantalón y te lo bajo.
Meto mi mano derecha por dentro de tu slip...siente mis dedos recorriéndote todo el tronco...
Yo estoy a tus pies en el suelo.
Me estiro y hago rodar mis labios sobre tu pecho y te beso, saco mi lengua caliente y húmeda y te lamo las tetillas. Poco a poco, mis labios llegan a tu sexo...
Tú no dejas de gemir y suspirar...
Una vez ahí y sin dejar de mirarte a los ojos, la saco fuera del calzoncillo y te lamo, te chupo, te sorbo la polla (aún no demasiado grande ni dura, pero sé que en unos minutos será como una barra de hierro) con vicio, con ansia, con lujuría...me la como entera.
Mi boca está llena de tu carne morcillona...
La cojo como una piruleta y te lamo de arriba a abajo una, otra y otra vez. ¡Te deseo tanto!.
Pongo mis labios en O y te sorbo el glande mientras te masajeo los huevos, te rasco los testículos con mis uñas y te chupo la polla más rápido.
Noto la piel rugosa y caliente de tu pene, siento también las venas hinchadas del tronco. Tu pija ya está dura, gorda...enorme. ¡Toda para mí!.
¡Mmmmm, me encanta!.
Me mojo los labios con gotas de líquido preseminal y saboreo ese néctar ligeramente amargo como la cerveza; hago fuerza con mi boca y empiezo a tragar...
Me como tu polla con avidez y lujuria, la cojo con las dos manos y la lamo de arriba a abajo por todo el tronco. Hago presión en el capullo y meto la punta de la lengua en el.
¡Siento el calor y el sabor de ese helado tan especial!.
Me vuelves loca de placer...
Continúo chupándote con todas mis ganas, el glande está cada vez más empapado de líquido preseminal, amargo, viscoso, hierbe de caliente...y mi lengua golosa lo lame sin parar.
¡Estás muy rico!.
Ahora me la trago de una vez y mis músculos bucales te la pajean mientras con mis dedos amaso tus grandes cojones, llenos a rebosar de semen.
Con mis uñas te los pellizco con suavidad y empiezas a gritar y a jadear mientras yo te imploro:
¡Dame de beber, cariño mío!.
Ahí está tu caliente y espesa leche. Mi boca te recibe...
Es toda para tí. Todo mi cuerpo es tuyo.
FIN.