Osvaldo el lamepies

A Osvaldo lo conocí de la manera más común en que conocemos a nuestros compañeros de cama o de juegos eróticos: en un cine porno. Me llevó a su casa me lamió todo, y terminé en su baño haciéndole...

OSVALDO EL LAMEPIES A Osvaldo lo conocí de la manera más común en que conocemos a nuestros compañeros de cama o de juegos eróticos: en un cine porno. En uno de esos días de perfil bajo, y que andaba malhumorado me metí en uno de esos cines que en casi todas la ciudades abundan para los solitarios o buscadores de un rato de esparcimiento tanto visual como corporal. Pagué mi entrada y cuando mi vista se acostumbró a la oscuridad de la sala, vi una fila de asientos libres, me dirigí a esa fila y me senté en una butaca que estaba situada casi en el centro de la sala. La película era vulgar, o sea que toda la pantalla era ocupada por un pene que era chupado y lamido por dos lenguas voraces y luego era introducido en el culo de uno de ellos mientras que el otro se tenía que conformar con lamerle las bolas al cogedor. En esa escena sentí un movimiento en el respaldo de mi asiento, miré de reojo y vi un tipo atrás mío que apoyaba las manos en el respaldo, se acercó a mi oído y me susurró: -Me gusta chupar TODO, especialmente la verga y los pies, culo, axilas, recorrer todo el cuerpo con mi lengua, no dejar un solo rincón seco... lamer el dedo gordo del pié me gusta mucho... Quedé excitado al máximo! No sólo por las imágenes que veía en la pantalla sino por esa confesión tan inesperada y por la forma tan insinuante que me lo habían susurrado. No contesté nada, pero cuando me di la vuelta para mirar que cara tenía ese tipo, me llevé una gran sorpresa. Allí no había nadie!!! Repentinamente sentí una mano que me tocaba la pierna, miré y era el tipo de la fila de atrás que había venido a sentarse al lado mío. Nuevamente acercó su boca a mi oreja y me susurró: -Puedo chuparte lo que quieras, cariño! Mi mal humor se estaba disipando por lo que le contesté: -Chupás bien? El tipo dijo que sí y cuando le pregunté donde podíamos ir, simplemnte me invitó a su casa. Era un tipo de unos 55 años de estatura regular o sea menos de 1.65, llenito pero no gordo y con un bigotito a lo Errol Flynn muy bien recortado. A su casa llegamos muy rápidamente porque él vivía a unas dos cuadras del cine en una casa de altos muy antigua que había sido reformada y parecía una cosa muy rara por las ventanas tan pequeñas en esas paredes tan altas. Subímos la escalera y en el camino me contó que su primer amor le había pedido que le chupase los pies y desde ese día se aficionó a eso, desarrollando una gran habilidad para eso que le daba tanto placer. Eso había sucedido unos 40 años atrás, que siendo él un adolescente se había enamorado de un tipo cuarentón que lo había inducido a esa práctica y entre sus confesiones me contó: -También fue él el que me meò por primera vez, fue algo nuevo..., excitante, me estaba duchando en casa, estábamos solos, de repente entrò, sacó la pija y se puso a mearme, icreíble, luego nunca más, esperé que la próxima vez lo repitiese pero no hubo próxima vez porque nunca más lo vi. Que sucedió? -Nada..., nunca más lo vi, paro ahora estoy contigo y espero que me mees entero y me cojas con el dedo gordo del pie... Nos besámos muy apasionadamente y él con su bigotito me pinchaba la comisura de los labios pero como me daba un placer agradable y su aliento era de primera no hubo inconvenientes en todos los intercambios de fluídos bucales que en gran cantidad pasaron empujados por nuestras lenguas para terminar depositados en nuestras bocas. Luego nos fuímos desnudando lentamente mientras nuestros brazos rodeaban nuestros cuerpos de la manera más apretada posible y nuestras manos acariciaban nuestras espaldas sin que nuestras bocas se separasen un instante. Cuando estuvimos completamente desnudos Osvaldo fue mordiendo mi cuello y dándole pequeños besitos hasta que apresuró los movimientos de su boca y su lengua comenzó a lamerme el cuello para seguir su camino descendiendo hasta mis axilas donde se entretuvo un buen rato mordisqueando cada una de ellas. A los pocos minutos buscó mis pezones los cuales fueron lamidos, succionados y mordidos cada vez con más intensidad arrancándome ayes de placer sin siquiera haber alcanzado a tocar mi verga que a esas alturas estaba totalmente dura y empapada por el precum. Mi ombligo siguió el mismo camino fue lamido para al cabo de un rato recibir su lengua dentro de él. Durante todo este tratamiento mis manos permanecieron inmóviles a los lados de mi cuerpo porque mi anfitrión me había solicitado que así lo hiciese mientras el se encargaba de hacer todo el trabajo. De buena gana hubiese agarrado mi pija y me hubiese pajeado un poco porque no aguantaba más la terrible excitación que me estaba dando Osvaldo con su lengua al pasarla por todos los lugares de mi anatomía. Siguió lamiendo mi ombligo un rato más, luego descendió por el centro de mi vientre pero al llegar a mis pendejos desvió la lengua y ésta siguió hacia abajo por mi pierna derecha hasta que llegó a mi rodilla la cual fue mordida y lamida hasta que le dije que parase porque me estaba aburriendo por no hacer nada. Dejó mi rodilla y fue directamente a mi pie, lo besó, lo lamión, lo mordió y terminó por meterse el dedo gordo en la boca para chuparlo de una forma muy agradabale haciéndome sentir que me chupaba la pija en vez de un dedo, pero no tuve la sensación de una eyaculación próxima. Claro mi dedo no podía expulsar semen!!! Su verga estaba muy dura, a continuación de la chupada que le dio a mi dedo gordo empezó a frotar su pija contra la planta de mi pie para terminar haciéndose una paja poniendo su verga entre la planta de mis dos pies. Se acordó de que yo tenía pija y que ella estaba a la espera de acción, entonces dejó su verga entre mis pies y se abalanzó sobre ella tragándosela en un santiamén. Mi verga se encontraba totalmente empapada, le había salido mucho precum con tantas lamidas, mordidas y demás movimientos que había recibido mi cuerpo, estaba excitada y desesperada por expulsar todo el semen que subía y bajaba por su conducto uretral cada vez que Osvaldo chupaba alguna parte de mi cuerpo mis glándulas secrectoras querían largar para afuera el líquido blanquecino, pero al no tener estimulación cerca del frenillo o del glande este no era expulsado hacia el exterior y se retraía dentro de mi organismo. Se tragó mi pija de una forma fenomenal, mientras tiraba de mis huevos apretándolos con sus manos, un buen rato tuvo a mi pija taladrándole la garganta y cuando hubo satisfecho su deseo de chuparla, la sacó y fue bajando con su lengua por la parte de atrás lamiendo todo a su paso, un buen tiempo le dedicó a mis bolas, luego me levantó las piernas y se puso a lamerme el culo metiendo su lengua dentro de él con gran maestría. Casi eyaculé cuando sus dedos tocaron mi próstata, él se dio cuenta y comentó: -Todavía no!!!! Abandonó todo lo que me estaba haciendo y cuando las contracciones de mi verga cesaron se puso boca abajo con una pierna flexionada ofreciéndome su culo para que lo penetrase. Me ubiqué atrás suyo y comnecé a lamerle el hoyo que estaba expuesto al aire porque él con su sus manos separaba las nalgas para que mi cabeza pudiese colocarse entre ellas con comodidad. Después de unas cuantas lamidas su agujero se fue abriendo para dar paso a mis dedos que en ese impasse fueron chupados por su boca para dejarlos completamente empapados de saliva para que entrasen facilmente en su ano dilatado por mi lengua. Fue maravilloso comprobar como desaparecían tres de mis dedos en esa cavidad tan profunda, él me instó a que probase con otro y efectivamente cuatro de mis dedos desaparecieron allí dilatándolo lo suficiente como para que entrase mi verga. Me paré detrás suyo acercando la pija a ese hoyo que él mantenía en alto con una pierna semiflexionada y de un envión metí la cabeza recibiendo como pago un suspiro de mi anfitrión. Cuando sintió el empujón contra sus entrañas, gritó bastante fuerte pero al mismo tiempo su esfínter se aflojó para dar paso al resto de mi verga que acometía golpeando para que le permitiesen la entrada a tan suculento recto que me imaginaba que la asajariía en toda su plenitud, pero... Osvaldo levantó un poco más el culo al afirmar el pie sobre la cama y este movimiento me permitió que de un empujón le mandase toda mi verga dentro suyo para comenzar los vaivenes clásicos del mete y saca. Las manos de Osvaldo no se quedaban quietas con una apretaba sus bolas y con la otra hacía movimientos envolventes desde la raíz de su pija hasta el glande buscando el ansiado placer que le daría la salida de su semen que no aparecía ni daba señales de que quería abandonar el interior de su cuerpo. Mi verga iba y venía dentro suyo al compás de que mis manos le pellizcaban los pezones arrancándole sonidos de gozo cada vez más agudos. Con todo ese bochinche acompañado por el "toc tac toc" que hacían mis bolas golpeando lo poco de las suyas que no estaban contenido en sus manos me abandoné al placer que comenzaba a llegar a su zenit. -AGHHHHHHHhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!! Uuuuuuuuuuyyyyyyyyyy! Y me descargué totalmente dentro suyo haciéndolo gritar porque en ese momento en que la descarga seminal estaba en su apogeo por el máximo placer que estaba recibiendo mi cerebro al recibir las señales desde mis centros nerviosos, le clavé las uñas en las tetillas obligándolo a soltar sus bolas y su pija para que ellas tratasen de desprender las tenazas que oprimían su pezones. Mi verga se fue reduciendo dentro de su recto hasta que con unas dos o tres contracciones su esfínter anal la echó fuera de sus profundidades. El condón estaba colmado de espesa leche que con tanto rato de estímulos linguales y tanta retención se había acumulado y cuando tuvo la oportunidad de ver la luz la descarga fue total. Quedé realmente agotado y sediento por tanto esfuerzo, pero al darse vuelta Osvaldo vi que su pija estaba igual de dura que antes de penetrarlo. No había acabado!! -Que te pasó? No disfrutaste? -Sííí..!! Mucho pero para gozar totalmente vamos al baño... Pensé que querría bañarse conmigo para poder eyacular o alguna otra cosa parecida. Lo seguí al baño con el condón goteando leche colgando de mi mano, él al verlo me dijo que lo tirase en el inodoro y mientras lo hacía se ubicó en el lugar de la ducha. Me llamó y fui a su encuentro donde mis pies comenzaron a ser lamidos nuevamente. -Méame la pija, esa es la forma en que disfruto más plenamente y puedo acabar expulsado mi leche sobre tus pies. Siguió mordiendo y lamiendo el dedo gordo de mi pie mientras yo con una mano apunté mi verga hacia su pija dura y comencé a orinar sobre ella con chorros de orina dorada que salían de mi vejiga a toda velocidad. Osvaldo se agitó de una manera espantosa, su respiración se aceleró tanto que su pecho aumentaba y disminuía su contorno a pasos tan agigantados que le obligaron a soltar mi pie para poder exhalar una gran cantidad de aire seguido por un gemido ahogante cuado su esperma comenzó a brotar de su verga que era sobada por sus dos manos a toda velocidad y embadurnada por toda la orina que de mi pija dejaba de salir en el momento que se produjo su eyaculación. Un momento interminable fue el que él quedó tirado en el frío piso de su baño, tratando de reponerse del tan fuerte placer que había recibido su organismo, mientras que yo me lavaba bajo la ducha para sacarme todas las babas que había dejado adheridas a mi piel. Al contacto con el agua caliente él reaccionó y se puso de pie duchándose conmigo. Al despedirme me dijo: -Gracias por haberme hecho gozar tanto!! Por suerte pudiste mearme encima, de lo contrario no hubiese eyaculado y la excitació y la calentura no me hubiesen abandonado por largo tiempo. Me despedí de él, pero como no me dijo que volviese no me atreví a decirle "cualquier díia vuelvo" o "cuando querés que venga? OMAR Siempre espero correspondencia y fotos en: omarkiwi@yahoo.com