Oscar mi mejor amigo masajista vocacional

¿Realidad o ficción?, ¿fue una trampa tendida por mi mejor amigo a mi por entonces novia?

Hola, me llamo Alfredo y mi esposa Alba, obviaré nuestras descripciones ya que aparecen en otros relatos. Quería contaros una historia.

Hace unos años mi actual esposa y yo fuimos con mi amigo Oscar y su por entonces novia novia Alicia a una casa de agroturismo con la idea de disfrutar de un tranquilo fin de semana. El sábado por la mañana me llamaron del trabajo, había surgido un grave imprevisto y tuve que volverme a la ciudad. A Alba no le hizo demasiada gracia, más cuando el sábado a la tarde la llamé y la dije que tenía que quedarme finalmente también el domingo trabajando para que el lunes estuviese todo ok en el curro.

El domingo a la noche regresó Alba, los dos estábamos muy calientes, lástima que gran parte de la pasión se pierda transcurridos unos años de matrimonio. Mi entonces novia literalmente me folló esa noche, ella es más bien pasiva en la cama, casi siempre tomo yo la iniciativa, pero esta vez no fue así.

Acabada la sesión de sexo, Alba comenzó a jugar con mi verga, la besó, se la introdujo en la boca, me lamió el glande bajó por el tronco del pene y se introdujo mis huevos en su boca succionando y lamiendo con bastante fuerza.

Mi polla empezó a reaccionar de nuevo, ¿quieres que te cuente una historia? Me preguntó Alba, mientras me miraba con cara de lujuria masturbando mi miembro.

-Si por favor, me tienes muy intrigado.

El sábado a la noche, después de cenar, Alicia, Oscar y yo jugamos a las cartas, el que perdía tenía que beber chupitos, sabes que yo tolero muy poco el alcohol, y nos emborrachamos los tres, aunque Alicia se llevó la peor parte, tuvimos que subirla a la habitación de lo puesta que estaba. Oscar y yo bajamos y pusimos la tele, y nos quedamos viendo una película, bastante aburrida por cierto.

Pasado un rato, empecé a sentir un fuerte dolor en la espalda, en la zona de las lumbares. Tu mejor amigo, Oscar, galantemente se ofreció a darme un masaje para calmar el dolor, insistió tanto que no puede oponerme y finalmente acepté.

Oscar se situó detrás de mí y comenzó a masajearme la espalda, primero la zona lumbar para continuar por el cuello y los hombros. La sensación era muy gratificante, sus fuertes manos recorrían mi espalda y mi cuello, cerré los ojos, y una sensación de turbación comenzó a recorrer mi cuerpo-

-¿Turbación?, pregunté yo.

-Si turbación contestó mi por entonces novia Alba.

-¿Porqué?, dije.

-Oscar no es un chico especialmente atractivo, pero sabes que me da mucho morbo, además es tu mejor amigo, Alicia estaba ya dormida y tu muy lejos.

Alba incrementó el ritmo de su masturbación y un gemido escapó de mis labios. Continua por favor supliqué muy excitado.

Mientras tu amiguito Oscar continuaba con su masaje se aproximó más a mí, noté su bulto pegado a mi espalda, su polla estaba totalmente empalmada, abrí los ojos y pude ver reflejada en el espejo su cara, estaba desencajada, con una sonrisa que parecía una mueca, me asustó, nunca le había visto así. Me excité y noté como mi tanga se humedeció.

La postura en la que nos encontrábamos no era muy cómoda que digamos, y Oscar propuso que me estirase en el sofá. Estaba tan caliente que de inmediato acepté, justo cuando estaba tumbándome, no se si de forma accidental o adrede tu amigo me acarició mi trasero descaradamente. Un escalofrio subió por mi columna vertebral.

-¿No le paraste los pies, no le dijiste nada?, le pregunté a Alba.

-Me callé, creo que fue por culpa del alcohol pero no le dije nada, solo quería que continuase con su masaje.

Ya tumbada en el sofá, Oscar continuó acariciándome la espalda, sus manos ya no apretaban mis zonas doloridas, lo hacía de una forma muy suave. Una de sus manos llegó al final de mi espalda y descendió por mi culo agarrando con fuerza mi nalga.

-¿No le dijiste nada?, pregunté.

-No, un jadeo salió de mi boca contestó Alba.

La otra mano se introdujo levemente dentro de mis leggins, cogió el lateral de mi tanga y tiró con fuerza hacia arriba. El tanga se introdujo dentro de mi coño empapado y empecé a gemir.

Oscar tiró de mi camiseta hacia arriba y yo extendí mis brazos para que pudiera quitármela, me quedé en sujetador delante de él y tu mejor amigo me hizo tumbarme nuevamente boca abajo en el sofá. Las manos de Oscar volvieron a recorrer mi espalda y desabotonó mi sujetador. Estaba tan caliente y excitada que no opuse ninguna resistencia

Alba se introdujo mi polla en su boca y comenzó a hacerme una felación, yo me encontraba excitadísimo.

-¿Quieres que continúe?, me preguntó Alba.

-Si por favor, contesté.

Alba se tumbó a mi lado, cogió mi mano y la llevó hasta su coño, estaba empapado, metí un par de dedos y comencé a acariciar su clítoris.

Tu amiguito tiró de mis hombros hacia arriba y me quitó el sujetador, sus fuertes manos cogieron mis tetas por debajo de mis axilas y comenzó a pellizcarme los pezones. Oscar empezó a decir improperios, que tetas tienes zorra, que suerte tiene el cabrón de tu novio. Oscar me dio la vuelta y comenzó a comerme los pezones, los mordía, tiraba de ellos hasta hacerme daño mientras yo jadeaba como una zorra.

Su mano se deslizó dentro de mis leggins, sin ningún tipo de pudor abrí totalmente mis piernas y Oscar separó el tanga e introdujo varios dedos en mi vagina. Me masturbó diestramente, no hacía más que gemir y jadear. Su boca bajó de mis pezones por mi vientre hasta mi coño, separó los labios vaginales e introdujo su lengua en lo más hondo de mi intimidad.

Me retorcía de gusto y placer, Oscar me folló el coño con su lengua, se tragó mis jugo y me provocó el orgasmo más increíble e intenso que he tenido en toda mi vida.

Sin dejarme recuperar del orgasmo, Oscar me hizo que le devolviese todo el placer que el me había dado. Cogió mi mano con la suya y me obligó a introducirla dentro de su boxer, su verga era enorme. Oscar estaba fuera de sí.

Tu amigo se desnudó rápidamente y puso su enorme verga a la altura de cara, con sus manos me agarró la cabeza y empezó a restregar su enorme pollón por mi cara.

-¿Cuánto medía?, la pregunté.

-Unos 20 cms. contestó Alba.

-Es más grande que la mía dije.

-Sí, mucho más y bastante gruesa, contestó la zorra de mi hoy esposa.

Tu amigo me tapó la nariz, no podía respirar, abrí la boca y Oscar aprovechó la ocasión para introducir su enorme verga en mi boca.

--¿Se la mamaste?, pregunté.

-Si, me comí la enorme verga de tu amiguito, bajé su glande con mis labios, lamí su tronco y me la metí entera en la boca mientras acariciaba sus huevos, contestó Alba.

Estuve como unos cinco minutos comiendo la verga de tu mejor amigo mientras Oscar me llamaba zorra y puta barata, me gustaban sus insultos. Pero, ¿sabes que es lo que más me excitó?.

-¿Qué? Pregunté.

Que Oscar finalmente se corrió encima mío, grandes borbotones de leche mancharon mis tetas, mi pelo y mi cara, y mientras se corría sobre mí dijo que eres un cornudo cabrón con suerte, que va a hacer de ti un sumiso cornudo mamporrero.

En ese mismo instante Alba y yo nos corrimos como dos perras en celo. Alba se arqueó para quedar finalmente extenuada encima de nuestra cama, mi leche salió disparada y manchó las tetas y vientre de mi por entonces novia. No se porqué pero me comí mi propia leche que manchaba el cuerpo de mi adorable novia, mientras las últimas palabras pronunciadas por Alba resonaban en mi mente: sumiso cornudo mamporrero.

Respuestos de nuestro formidable orgasmo, Alba me dijo: la historia no ha acabado todavía …..

CONTINUARÁ

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