Orient express 3
El trayecto del viaje empieza a acercarse al corazón Europeo. la joven Alicia empieza a descubrir cosas de su amante
Los rayos del sol aparecían por la ventana del compartimento, estos alcanzaron la cara de ella, despertándola ligueramente, sacándola de su erótico sueño donde se deleitaba con esa golosina que el día anterior le dio tanto placer. Sentada como podía en la cama sin molestar a su amante, Alicia observo como la polla del joven estaba erecta, palpitante y desprendiendo un aroma que le llegaba a su nariz y la hacía evocar la lo ocurrido en los días anteriores, pero más aún en su sueño. Dejó caer su cabeza a la entrepierna del joven donde desafiante su polla la incitaba a ser comida por esos preciosos labios carnosos. Se humedeció con la simple visión de aquella imagen en su mente, con una mano le agarro la polla, subiéndola suavemente a la vez que lenta, ligeramente brillante gotas de líquido preseminal que asomaban de él, al descubrir el glande . Se relamió y lanzó una última mirada a la cara del joven para ver si seguía dormido, metiéndosela lentamente en la boca acompañada por su mano, la polla desaparecía según entraba entre sus labios. Se retrajo un poco y aferró el glande, succionándolo con dedicación. El empezó a soltar suspiros profundos, su lengua la recorría en aquel momento, mientras su mano la estaba masturbando, sus labios se detuvieron en su glande y le dio un par de besos para volver a la envolver con sus labios la polla de este mientras con su lengua la frotaba y la rodeaba, poco a poco se la fue metiendo más y más en su boca hasta habérsela metido toda. Para volver a sacársela dejando solo el glande dentro de ella, así varias veces, con cada repetición de esas acababa arañando con sus incisivos el glande del joven. Samuel al notar el roce de la boca de Alicia en su polla suspiraba más fuerte. empezó un sube y baja muy lento, pero cada poco segundos subía la intensidad, mientras tenía la polla dentro de su boca y jugaba con ella con su lengua, entonces paro sacándosela entera, y mirando a su amado, vio como el aun dormía y decidió. Con la agilidad y el silencio propios de una felina, se movió por la cama y se puso sobre él. Se dejó caer lentamente, con los ojos cerrados, sintiendo como el glande de la polla de Samuel rozaba sus labios vaginales, se penetro a sí misma de un solo envite. Se le escapó un sonoro gemido que no pudo evitar. Y entones fue cuando sintió que las manos de él se aferraban a sus nalgas, y una sonrisa de plena felicidad apareció en su rostro mientras los volvía a abrir.
- Buenos días. Le dijo el mientras sus labios se dirigían a los de ella.
- Buenos dí…….Dijo ella hasta que fue acallada por el beso que se empezaron a dar.
Empezó a moverse sobre él, sintiendo cómo el ansiado placer la desbordaba a cada embestida que se daba llenándose entera de la polla, ella aceleró sus movimientos. Sus enormes pechos, empezaron a botar de un lado a otro. Él no se molestó en ocultar su interés y la empujó ligeramente para morderlos con fuerza. Él la aferró, disfrutando de sus curvas, fundiéndose con su escote. Clavó sus uñas en una de sus nalgas.
- AAAAHHHH, AAAAHHHH, que placer me estás dando, como me estás haciendo gozar, AAAAHHHH, AAAAHHHH- grito Alicia
El orgasmo que sobrevino provocó que sus gritos se convirtieran en gruñidos, se detuvo disfrutando de las oleadas de placer que la invadían en su húmedo coño y recorrían su espalda. Mientras esto ocurría instintivamente le beso, sus lenguas jugueteaban entre ellas, volviendo otra vez a la realidad, se levantó rauda sin sacarse la polla de Samuel de su mojado coño, para lentamente ir bajando hasta penetrarse con otra vez, empezó un sube y baja pero sin sacarse en ningún momento la polla y a todo eso él la había agarrado por sus nalgas para hacer las penetraciones más duraderas e intensas. Los pechos de Alicia eran grandes y firmes y a consecuencia de ello, oscilaban delante de la cara de Samuel, este soltó las nalgas para sujetar estos, casi no podía agarrarlos por su tamaño, pero cuando los tuvo agarrados empezó a pellizcaba sus pezones, se los estiraba y se los estrujaba para luego llevarse uno a su boca y hacer lo mismo con su lengua
- AAAHHH, AAAHHH, que bien lo haces, como me gusta cómo me comes mis pechos, sigue así, no se te ocurra parar ahora, AAAHHH, AAAHHH. Gimió Alicia
Entonces se incorporó y notando como empezaban a escapar los flujos de la corrida de antes de Alicia y mojando dos de sus dedos de su mano izquierda se los ofreció para que los chupara. No tardo ni un segundo a chupar los dos dedos que estaban impregnados de su corrida. Mientras Samuel ahora estáticos no paraba de jugar con los pechos y pezones de Alicia que cada vez gemía más fuerte. Sin previo aviso fue él el que tomo las riendas de la penetración que ahora eran las embestidas eran más fuertes y profundas, Alicia notaba como la polla del joven la llenaba, mordiendo su labio en aprobación por lo que hacía. Después de eso, la saco, puso a Alicia a cuatro patas, la penetro con delicadeza, viendo como su polla se abría paso entre los labios vaginales de la joven hasta entrar por completo en su interior, después de eso la saco lentamente disfrutando para volver a penetrarla, mientras su polla se abría paso en el coño húmedo de Alicia y la sacaba gemidos, sus manos aferraron sus tetas, que hasta ese momento se balanceaban desafiantes de adelante a atrás.
- AAAHHH, AAAHHH, si, si hazlo así, como me gusta que me folles como una perrita en celo, , más, más, más, métemela hasta el fondo, siiiiiii, sigue haciéndome tuya, dame más fuerte, sigue así, AAAHHH, AAAHHH- los fritos de Alicia ya fuera de control embriagaban los oídos de Samuel
Entonces subió la intensidad de las penetraciones, cada vez eran más fuertes, en ocasiones estas hacían que los huevos del joven golpearan con fuerza haciendo ruido, a su vez su mano derecha jugaba con el pezón del pecho derecho. Mientas ella notaba como su polla se movía dentro de ella, lentamente para acabar aumentar el ritmo de sus embestidas hacían que el sonido que hacían sus piernas chocando con sus nalgas hacia que sintiera más placer empezó a embestir tan fuerte que los golpes eran acallados por los gemidos de Alicia al notar como era llenada hasta las puertas de su útero. Siguió metiendo y sacando su polla de su coño perfectamente depilado, sintiendo como su polla crecía en su interior. Su mano acariciaba los muslos suaves de Alicia mientras él no cesaba de penetrarla. Paro en un segundo sacando la polla de su interior, para ponerla de nuevo en su entrada, sus labios vaginales chorreaban los flujos de la joven, movió su polla de arriba hacia abajo de su raja, la restregaba entre los labios vaginales. Alicia no pudo evitar el deseo de continuar sintiéndola así que al notar como su glande se echó para atrás y acabo ensartándose la en el coño tan profundo que soltó un gemido de dolor al golpear la entrada del útero con el glande de la polla de Samuel. Los labios vaginales abrazaron el perímetro de la polla al abrirse paso hasta el interior de su coño, este también se amoldaba a su polla, aumento la velocidad de sus embestidas a gran velocidad, ella arqueaba su cuerpo para tratar de controlar el orgasmo que le sobre llegaba, pero solo conseguía excitarse más, entonces empezó a tener algunos espasmos, sentía como la polla de Samuel se hinchaba, estaba por correrse, no quería que aquello se acabara, quería llegar ella también. De repente se detuvo en lo más profundo que pudo del interior del coño de Alicia , el glande quieto apuntando al útero de Alicia . Su semen empezó a salir disparado al interior de la vagina, no dejaba de correrse abundantemente dentro de su coño mientras gemía
- Agggg, aohhh, aohhh, me corroooo, ahhh, siiii, siiiii, aggggg, ahhhh. Sus jadeos no paraban mientras seguía descargando dentro de ella
Le había llenado la vagina con su semilla, sintiendo Alicia un fuerte orgasmo al sentir el semen caliente golpeándola dentro de ella, al sentir que su corrida fue muy abundante
- YO TAMBIÉN ME CORRO…YO TAMBIÉN…ME CORRO …¡¡ME AHHHHHHH, QUE CALIENTE SE SIENTE, MMMEEEEEE CORROOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOHHHHHH!!!... …AAAAAAHHHHHHH… Dijo Alicia gritando de placer
Después de haberse corrido llenándola de su semen, saco su polla de mi interior y recostó su cabeza sobre la pared del habitáculo donde se encontraba la cama, ambos estaban exhaustos. Alicia se levantó, miro la polla aun tiesa, palpitante de la cual un leve reguero de flujos de ambos recorría el tallo hasta los huevos. Se miró a sí misma, y vio como de su coño goteaban chorros de esa misma mezcla al suelo. Toda azorada se vistió y se fue a su compartimento, mientras Samuel estaba perplejo por la reacción de la joven. Habían pasado ya varias horas desde el final del espectáculo en el compartimento de Samuel, el joven se despertaba dando un fuerte bostezo mientras se estiraba, se fue al baño a lavarse, al salir se percató que al velocidad del tren era menor, eso siempre significaba una de las cosas o se acercaba una curva cerrada, o por lo contrario se aproximaba a la estación. Ciertamente era la segunda, el tren entraba en Viena, se vistió lentamente, como pudo para poder salir. La sorpresa fue que al salir del compartimento el joven se encontro con Alicia , esta vestía un precioso vestido blanco, de gasa, con cuello de barco y mangas de encaje. Su falda era plisada, con unos botines hasta el tobillo negros. Al salir a la estación, los pasajeros de los otros trenes corrían a su andén para evitar perder el tren, era un caos. Viena es una ciudad austriaca en Europa Central situada a orillas del Danubio, en el valle de los Bosques de Viena, al pie de las primeras estribaciones de los Alpes. Es la capital de Austria y uno de sus nueve estados federados, está rodeada por el Estado federado de Baja Austria. Viena es la mayor ciudad, centro cultural y político de Austria. La ciudad tiene una larga historia, ya que es una de las más antiguas capitales de Europa, por lo que cuenta con un importante patrimonio artístico. Durante el siglo XIX fue una de las grandes capitales musicales del mundo. Desde la caída de las murallas, y así Austria empezó un crecimiento demográfico con varios palacios y la opera. Los dos jóvenes vieron la hora que era, hora de comer, sabedores de que el tren no partiría hasta el día siguiente fueron a buscar un hotel donde hospedarse. Al montarse en la salesa tirada por dos caballos negros el conductor les pregunto a donde querían ir, ellos sin saber de ningún buen hotel en la zona le indicaron que fuera uno elegante, el conductor salió de la estación dirección al lujoso Paláis Hansen Kempinski Vienna que fue construido para la Exposición Mundial de Viena en 1873. Se encuentra en el famoso bulevar Ringstrasse, en pleno centro de la ciudad, a 10 minutos a pie de la catedral de San Esteban. Mientras tanto los dos chicos fueron conociéndose más. Al llegar al hotel él fue a recepción y pidiendo una habitación de con cama de matrimonio, se registraron. Pregunto por la boutique para que Alicia se comprara algo de ropa. Así como el restaurante. Ambos fueron al restaurante donde el metre les acomodo en una mesa para los dos, con un florero con flores de temporada. El fresco del aire de Viena que entra por las ventanas se agradece, Alicia nota como el camarero la mira al traer el primer plato, al percatarse de que el vestido marca sus pezones erectos se azora disculpándose con Samuel, el cual la mira dando el hecho como algo normal, el pulso se la acelera ligeramente. Al empezar a comer la ensalada, en silencio se hace presa de la joven pareja, sólo se oye el ruido de los cubiertos y la respiración acelerada de Alicia presa seguro de los nervios por la excitación que empieza a sentir. El segundo plato es más tranquilo y al cortarse la brisa que entraba por su ventanal, Alicia empieza a relajarse al notar que sus pezones empiezan a esconderse otra vez dentro de la tela, pero su calentura aún persiste en su entrepierna. La comida se alargó, pues en el postre la conversación se animó, en la cual se conocieron un poco más. Después de eso pagaron y se fueron a comprar. El pasillo que unía el hall del hotel, era magnifico, con cuadros en las paredes, una vez en el hall tomaron otro pasillo para ir a la zona de las tiendas. Ambos vieron en los escaparates cosas maravillosas. Alicia entro en una tienda en la que vio unos vestidos muy bonitos. No tenía necesidad de comprar nada pero ya que estaba ahí, decidió mirar el género, había unas cuantas mujeres mirando conjuntos y algún que otro hombre acompañando a su pareja. Al entrar en una de ella, se paró un instante en unas perchas donde estaban expuestos unos preciosos vestidos y faldas, después de hablar con la dependienta se probó unos cuantos, mientras Samuel estaba mirando, entre las dos mujeres se apañaban para cambiar a Alicia de ropa en los probadores y opinar sobre las telas y como la quedaban. Después de esa tarde de comprar cinco bolsas de distintas prendas y una de calzado eran enviadas a su habitación. Mientras los dos jóvenes subían a asearse con agua tibia que les esperaba en la habitación con launa doncella. Al entrar en la habitación el primero en lavarse fue Samuel, la joven doncella le vertía agua caliente para que la de la bañera no se enfriara en exceso. Su baño fue rápido, al salir la joven no pudo evitar el mirar la entrepierna del joven, que después de diez minutos en el agua lavándose salió erecta y apuntando, él no le dio importancia y se fue a la habitación donde se vistió. El turno de Alicia empezaba.
- Mientras te lavan, te espero en el restaurante guardando la mesa. Le dijo Samuel mientras terminaba de vestirse
Mientras el bajaba Alicia entro en el cuarto de baño, allí la doncella de un metro sesenta, que vestía una cofia, y debajo de ella una blusa negra y una falda larga del mismo color, la esperaba para ayudar a entrar en la bañera. Empezó a frotar con la esponja sobre su espalda, sus muslos, para acabar limpiando sus tetas mientras no dejaba de mirarlas fijamente, luego bajo y al acercarse a la entrepierna Alicia instintivamente separo las piernas dejando paso libre a su mano y a la esponja, que lentamente fue recorriendo sus labios, mientras sus tetas acariciaban sin querer su espalda, Alicia no pudo evitar sentir gozo de la situación, llevaba tiempo intentando aplacar el calor de su coño. La joven doncella no sabía cómo reaccionar cuando vio que Alicia empezó a acariciar su clítoris, mientras acerco sus labios a los de la joven y apasionadamente se besaron. Para cuando termino de besarla la joven doncella estaba azorada
- mis tetas necesitan de tus atenciones, quiero que recorras mis duros pezones con tu lengua. Le dijo imperativamente sin saber cómo de su oca salieron esas palabras.
Sin rechistar la joven empezó a lamer los pezones que con el contacto del agua que le había caído tenía un sabor aguado, pero aun así están erguidos. Sin dejar de acariciarse el clítoris, Alicia se estaba derritiendo de placer y más con la dulce lengua de la chica. De su boca emitía unos suaves gemidos. Moviendo su dedo de adelante y atrás su suave tacto mientras la sirvienta recorría su rosado pezón con su lengua, al ver como la joven le comía con esa delicadeza las tetas a su orden no pudo más que esbozar una sonrisa de aprobación. Desde su posición podía ver como los labios vaginales se despegaban de entre si al pasar su dedo entre ellos, el agua tibia relajaba su cuerpo a la vez que los otros estímulos la contraían. Le pareció adivinar varios hilos del flujo que comenzaba a lubricar su coño y se mezclaban con el agua.
- Por favor, para. Quiero ahora que cojas esa silla y te sientes delante de mí y te masturbes. Le dijo a la joven que sin rechistar hizo lo que la ordeno
La joven sirvienta se desnudó dejando ver su peludo coño castaño, sus pequeñas tetas y una piel blanca, se la veía demasiado excitada y nada más sentarse puso las piernas en alto dejando ver su raja húmeda, Alicia vio ese delicioso coño, y como con sus s manos se separó los labios vaginales. Con la izquierda restregó sus dedos por la raja, y se pasó la mano por su piel, su clítoris, para unos segundos después, retirarla y llevarse a su boca las yema de su dedo índice y con la punta de la lengua lubricarlo con la intención de acariciar su clítoris. Alicia por su parte llevaba tiempo estimulando ese zona, pero ver como su desconocida lo hacia delante suyo era más intrusivo. Vio como la joven completamente desnuda, se tanteaba desde el clítoris con su yema recién lubricada para continuar el recorrido por los labios, la raja de la vagina, soltando un pequeño suspiro. Alicia empezó a frotarse con dos yemas viendo como los pelos castaños de la sirvienta se humedecían del flujo de esta, se abría con los dedos de la mano derecha los labios de su coño castaño, mientras que con el dedo corazón de la izquierda se estimulaba el clítoris. Para humedecerse se metía el dedo dentro de su vagina, y con el flujo se lubricaba labios y clítoris. Para cuando Alicia se quiso dar cuenta los vaivenes de la mano de la joven en su coño ya eran frenéticos. Sus tetas se balanceaban de un lado a otro, de la rápido que se masturbaba. El flujo empezaba a notarlo por el agujerito de su culo mientras con la mano libre apretaba sus pequeñas tetas y sus duros pezones con rabia, con ansia desesperada como si la joven anhelara poder sentir algo más que eso.
- Fállate más, venga. Le dijo Alicia viendo el espectáculo y sabedora de que a la joven a esa velocidad le quedaba poco.
- Siii señora, -ahhhhhh mmmm. Le contesto la joven
Alicia veía como la joven se meneaba con dos dedos mientras con su mano obre el dedo índice recorría el contorno de sus pezones, primero uno y luego el otro, se los pellizcaba e estiraba dejándolos aún más duros, ella por el contrario realizaba lentos movimientos circulares apretando cada vez con más intensidad su caliente y estimulado clítoris, sin perder de vista como la joven rodeaba los pezones, se mojaba con su lengua las yemas de sus dedos y volviendo a rodear el pezón lo aprisionaba con violencia. . No pudo contenerse al notar como sus flujos salían de su coño y resbalar por su pierna hasta su culo donde morían en la silla. Viendo como la joven sin dejar de masturbarse llevaba la mano que estimulaba sus tetas a recogerlos y después de eso se los llevo a su boca para saborearlos, volvió a hacer lo mismo pero esta vez los restregó en sus tetas, sobre sus pezones duros.
- ¡¡¡¡¡¡¡¡Ay siiiiiii, siiiiiii, aaaaaaahhh, aaaaaaaaahhh, AAAAAAHH AAAAAAHHH AAAAAAHHH !!!!!!!!! gemía la sirvienta llegando a su orgasmo.
- ohhh ahhhh asi asi. Mmmm. replicaba Alicia más calmada pero igual de cachonda.
En ese momento Alicia se sintió í confundida, no podía excitarme al ver a otra chica tocarse estaba confundida, pero eso la excito más , su dedo corazón se deslizo hasta la entrada de su coño, entrando hasta donde le permitía, lo acompaño el anular y juntos empezaron a restregarse dentro de ella, soltando un suspiro imperceptible. Sintiendo como las paredes vaginales aprisionaban en su entrada los dedos de Alicia al entrar para volver a liberarlos cuando los retiraba, asi varias veces el placer era inmenso hasta hacer que serrara los ojos y se imaginara como era la polla de Samuel la que le penetraba, acelero el ritmo de sus acometidas, de sus caricias olvidándose de su compañera de placer exaltada abrió los ojos al escuchar un fuerte gemido y un grito
- ¡¡AAAAAHH!! ¡¡¡AAAAAAAAAAAAAHHH!!! VOY A CORRERME. Dijo la sirvienta
Y un fuerte espasmo la recorrió el cuerpo dejándola inmóvil en la silla con las piernas apoyadas en el suelo pero aun abiertas, un reguero de flujo salía de su coño, Alicia acelero el ritmo al ver eso estaba a punto de caramelo, su coño emanaba olores de orgasmo, su cuerpo se erizaba con cada sacudida de sus dedos dentro de ella, sus pezones la dolían de lo excitados y erectos que estaban. Sus dedos entraban, luego salían y se entretenían en sus labios,, la boca abierta, pequeños gemidos escapándose incontrolables, mientras sus dedos en el interior variando la velocidad, ya no podría detenerlo más, concentrándose ahora en su clítoris apretándolo y soltándolo y luego apretándolo una vez más describiendo fuertes y pequeños círculos mientras apretaba esa parte de su cuerpo que la llevaba a la gloria,
- mmmmmmmmmm mmmmmmmmmm aaaaaaaah aaaaaaaaaahhh aaaaaaaaaaahh. Empezó a gemir Alicia sin darse cuenta que la joven la observaba
La primera punzada de placer le llego al imaginarse como se corrida en el su interior su amante, en ese momento llegaron varias imágenes a su cerebro de como el semen caliente de Samuel la inundaba como se sentía, las paredes del coño de Alicia pegadas a la polla de Samuel, sus propios dedos deslizándose en ese momento por los calientes labios vaginales hicieron el resto
- AAAAAAAH AAAAAHHH AAAAAAHHH AAHHH ME CORRO ME CORRO……¡¡¡YYYYAAAAAAAAAAAAAAAARRRRRRRRGGGGGHHHHH!!!...
Explotó. Alicia no pudo más. Le invadió el placer que le salía de lo más profundo de su coño. Como sus pezones se ponían todavía más erectos. Y de su boca salían gemidos que intentaba parar mordiéndose los labios. Sus manos seguían entre sus piernas, inmóviles pero invadidas por el flujo que su coño expulsaba en ese momento. El olor de su orgasmo fluía por la habitación. Después de eso se miraron y sin decir nada Alicia salió de la bañera, se secó mientras su espectadora se acomodaba el uniforme y vaciaba la bañera para irse a sus qué aceres, Alicia la detuvo y beso en los labios para despedirse, un leve beso, casi un suspiro en el tiempo pero para la joven una eternidad en su mente. Después se recostó en la cama y cerrando los ojos rememorando lo ocurrido se durmió con una expresión de felicidad. No sabía cuánto tiempo estuvo dormida, sin embargo lo que le pareció un sueño, al creer notar como al poco de dormirse se había abierto la puerta, fue real. Samuel había entrado mientras ella dormía, y la acariciaba sus pechos, su rajita mojada, su clítoris. Tumbado a su lado, disfrutando de su cuerpo, en la mente de Alicia se la antojaba el sueño erótico que tenía muy suculento, apetecible donde estuviera esas caricias que el desconocido hace unos días y ahora su amante la sabia dar. Había cerrado más aun los ojos, disfrutando de las caricias en su cuerpo, escuchando sus propios gemidos, acariciando uno de sus pechos, endureciendo su pezón con las caricias, tumbado a su lado.
- mmmmm siiiiii siiiiiii. Susurraba ella mientras notaba como le comía los pechos
Sintiendo como con una mano le pellizcaba el pezón del otro pecho, y con la otra mano acariciaba el clítoris de Alicia , no pudo aguantar mucho así, sus manos cerradas con fuerzas agarraron las sabanas, arqueando la espalda y tensando su cuerpo para recibir el orgasmo, pero todo se detuvo, no hubo más caricias, ni de sus manos ni de su exquisita lengua. Abre los ojos y ve como Samuel está dormido a su lado, abrazándola por detrás con una mano en su pecho, notando la polla flácida contra su culo. Todo había sido un sueño, un mal sueño que la dejo húmeda, insatisfecha y cachonda. Se levanta y decide ir al baño. Al salir de él sale al balcón de la habitación, la luna es preciosa ilumina el cielo hipnotizándola, un poco de vergüenza y otro poco de ingenuidad le invade por si alguien la viera desnuda en el balcón, su cabeza un cumulo de sensaciones e ideas la embarcan en ideas que pueden ser o malas o satisfactorias, mirando la luna sus pensamientos la hicieron quedar callada. Se debatía en que hacer, por un lado estaba despertar a Samuel y tener sexo con él o por lo contrario autosatisfacerse, y con unas ganas locas de sexo. Que importaba no iba a ser la primera vez que se diera placer ella sola. Mirando a la luna empezó a acariciarse, a morderse el labio, las oscuras calles a lo lejos dejaban paso a las mal iluminadas de abajo suyo, sabedora de que esa mañana tendría que ir al tren, su fantasía empezó a volar, como resistirse a unos mimos o unas caricias y olvidándose de cualquier vergüenza empezó a introducirse en su coño dos dedos, era media noche, entre el calor que empezaba a arreciar en su coño, no pudo evitar a emitir gemidos ahogados por ella, no quería despertar a su amante. Una suave brisa recorría su piel, erizada por ambas sensaciones, la de la brisa y la de su contacto, su mano amasaba sus tetas mientras la otra recorría su interior entrando y saliendo, calmando como podía su mi sofocada respiración miro a una farola en un callejón, y vio como una chica de la calle ofrecía sus servicios, la luna les brindaba el resplandor iluminando el cielo, mientras la joven chica se ofrecía por apenas unas monedas, La primera imagen que se le cruzo fue la de su primera vez con Samuel, viendo como la joven era penetrada en las penumbras del callejón, ella rememoraba como ese día conoció a su amante. Apoyadando una mano en la barandilla para no caerse, seguía estimulando su coño, estimulando su clítoris. Continuando los masajes que se daba en su clítoris con leves círculos que hacía que sus dedos le pringaran esa zona con sus flujos, esas caricias empezaron a desprender ciertos gemidos lo cuales eran más audibles, y seguía subiendo el ritmo de sus dedos le dio un inesperado placer
- ¡¡¡¡¡¡aaahhhh!!!!!! Bastante subido de tono robado por su índice al presionar directamente el capuchón del clítoris.
Eran mil sensaciones en esa pequeña y dura bolita, no dejaba de gemir,
- ¡¡¡¡¡qué ricooo!!!!!!
Sentía que algo iba a explotar, pero no quería, aun no, quería seguir sintiendo eso tan sublime que estaba sintiendo, en su mente nublada por la lujuria imagina como las manos de Samuel suben por su piernas, como recorren sus muslos desnudos, estremeciéndose en sus caricias al pensar que sean de suyas. El deseo que siente de saciar su excitación no la deja ni respirar, deseo que provoca su imaginación rememorando las dulces caricias de su amante, con tan solo rozar su sexo. Sin dejar de masajear sus tetas pasó la palma de su mano por su vulva. Aun la notaba caliente e irremediablemente húmeda, los labios de su vagina estaban hinchados pero deseosos de recibir de nuevo sus toqueteos. Con dos dedos separó los labios dejando al aire su pequeño clítoris y delicadamente lo frotó contra su dedo. El tremendo placer que experimentaba, fantaseaba con que le comía la polla, se la chupaba, pero eso no es lo que ella quería, la quería entre sus piernas, cerró los ojos y la imaginación se le llenó de ideas, se imaginaba como con su lengua impregnaba de saliva sus pezones, mientras delicados dedos paseaban suavemente por sus muslos llegando a estimular el clítoris. El orgasmo estaba cerca, su cara estaba sudorosa y los brazos le daban calambres, pero el orgasmo estaba cerca. Apretando sus músculos internos de su coño, como si aferraran la polla, el roce de sus dedos la empiezan a pasar factura, sus piernas tiemblan, la fallan las fuerzas y sin saber cómo llego a ese punto apretaba más fuerte su clítoris, los círculos son más rápidos y fuertes, su imaginación se detuvo y haciéndola soltar un fuerte gemido
- ¡¡¡¡¡¡AHHHHHHHH!!!!!!
- ¡¡¡Aaaaaaahhh!!! ¡¡¡Aaaaaaaaaaahhhhhhhhhh!!!!!
- ¡¡¡Oooohhhh, que gusto!!!!
- ¡¡Sí!!!, ¡¡¡Sí!!!!, ¡¡¡¡¡¡Sii !!!!!!!
- ¡¡¡Ooooohhhh!!!!
Su coñito palpita con los últimos, mientras su respiración se aceleraba. Sus muslos le decían que no aguantaba más y en un fuerte orgasmo se corrió mojándose entera la mano, hilos de sus flujos recorrían sus piernas, sus muslos. No podía andar así que se apoyó contra la barandilla del balcón y percatándose de que se había olvidado de la joven prostituta que estaba abajo se estaba recomponiendo la ropa y alejándose de su cliente el cual hacia lo mismo. Se sentó en una silla recuperando su respiración, miro encima de la mesa que se encontraba a su lado observando una jarra de agua y unos vasos, junto a este el libro de Drácula. Se sirvió un trago de agua y empezó a leer el libro.