Orgía radial entre ellas. 3..
Con tanto sexo entre ellas a veces el que lleguen nuevas personas a una orgía incluso motiva más para seguir disfrutando de su placer oculto. No todo lo que parece normal puede ser tan normal. Basado en hechos reales.
Mientras, Aurora, sigue charlando con el vigilante, y parece que le está gustando el chico. Cree que podría hacer algo con él, en su despacho (total, es otra mujer que no se sabe porque, no le dan lo que necesitan en la cama, o más bien, es que la cama solo la utiliza para dormir, aunque su pareja se crea que ella ya no es la mujer de la cual se enamoró, o solo es para el polvo del sábado sabádete, no se sabe que les pasa últimamente a las parejas, pero eso de tener imaginación en la cama, como que es secundario, y miramos más por cada una de nosotras, pero aquí estoy yo, para hacer por lo menos en las mujeres, que eso cambie, jejejeje es broma, sigamos con la orgía, que se pone emocionante). Total, no hay nadie, y seguramente que Carmen y Lucia, en cuanto acaben de grabar el programa, se irán para sus casas, y no querrán saber que la jefa, está en su despacho, con trabajo, por lo que le pregunta al vigilante, que cuando hará la siguiente ronda, para ver si podría hacerle algo al chaval, todo esto, pensándolo Aurora, porque realmente no quiere que se le escape un posible polvazo con este chico, y que mejor que encerrarlo en su despacho, y fuera de miradas de la entrada del edificio. El vigilante le indica que en unos 45 minutos, volverá a su siguiente ronda, por lo que no quiere molestarla, y no pasara por el despacho de ella. Pero ella, le insiste en que debe de realizar su trabajo correctamente, haya o no personas en los despachos. Realmente Aurora lo que quiere es que hoy, que viene con su vestido negro, le dé un repositorio, ya que la ropa interior que lleva puesta es para eso, para darle un repasito, y hoy ella se siente con ganas de tener lo que no tiene en casa, es decir, un chico que la folle bien follada, así que, sigue charlando con él, hasta que en un momento, le dice que se sube a su despacho, y recoge esos papeles que ha venido a buscarlos.
Mientras Aurora se despide del vigilante, y acercándose a los ascensores, le mira de reojo, y ve que tiene un buen culo. (Lo siento, lo ha mirado, esta mujer es así, sabe si será un buen amante para follar con él, por el culo que tiene, una actividad que no se sabe porque, pero muchas mujeres necesitan saberlo, o les excita y por eso miráis el culo de los hombres).
En ese momento, el vigilante, sin saber que Aurora le está mirando, separa la porra que tiene de vigilancia, y se sienta en su silla, para así continuar con su trabajo.
Aurora al ver esa porra de seguridad, y abrirse las puertas del ascensor, entra, y pulsa el botón en donde está su despacho, primera planta, solo hay dos en el edificio, pero al cerrarse las puertas, ella piensa mientras, como será la polla del vigilante, y que juegos podrían hacer con esa porra. Vamos, ella empieza a imaginar, y claro, su cuevecita también empieza a imaginar, así que en ese intervalo de tiempo, todo su cuerpo esta excitado y con ganas de fiesta. Llega a la planta primera, y nada más abrirse las puertas, oye un sonido raro en dicha planta. Más que sonido raro, parecen unos gemidos, o susurros, no sabe definirlos, pero está claro que no es lo normal para oírse en dicha planta que está vacía. Bueno vacía, menos por Carmen y Lucia, pero ellas están en el estudio de grabación, por tanto, nada debería de oírse, o eso piensa ella. Extrañada por dicho sonido, empieza a caminar hasta su despacho, pero entre medias, está el estudio de grabación, con la puerta cerrada, y con el piloto de arriba, verde, encendido, el cual siempre indica que están grabando.
Aurora, ahora sí que esta extrañada. Los gemidos siguen oyéndose. Ella esta excitada con lo de la porra del vigilante, entrando en su cuerpo. Y en todo la planta, siguen oyéndose esos gemidos. No puede entender que es lo que está pasando, por lo que se gira hacia la puerta del estudio de grabación, y mirando por el cristal redondo que tiene la puerta, y viendo que hay luz, se asoma, para ver si están ellas, pero no las ve sentadas. Mas intrigada se queda Aurora.
Ella piensa que estarán en el office, cuarto en donde se toman café o bebidas, o que están en el baño, pero entonces, ¿de dónde vienen esos gemidos de mujeres en algo como gemidos?, Por lo que abriendo la puerta del estudio, y viendo que hay alguien tumbada, o echada en el suelo, de repente ve a Lucia y Carmen, dándose amor o sexo, en un maravilloso 69.
¿Y qué hará ahora Aurora, al ver a sus dos empleadas en plena faena y con el botón encendido de oírse todo, en toda la planta?
Buena pregunta verdad.
Pues teniendo en cuenta que Aurora, llevaba sin recibir sexo del bueno, por una mujer o dos, algo así como 2 años. Sin recibir un merecido lametón en su cuevecita, más de 5 meses, sin tener un orgasmo como dios manda, desde hace 2 meses, y con el calentón que le ha metido sin querer la porra de vigilancia, y el culo del vigilante, no sabe qué hacer, pero eso sí, a ellas, les dice:
— ¿Os parece bonito estar emitiendo en todo la planta, y espero que no sea en abierto, la medio orgía vuestra, en vez de estar grabando el anuncio que os he mandado?
Aurora, está delante de Lucia y Carmen, con su vestido, con las piernas medio abiertas, y con los brazos en jarras. Lucia levanta la cabeza de entre las piernas de Carmen. Medio alborotado su pelo, por la sesión de sexo que se han metido, y con toda su boca abierta y brillante por los jugos y corridas de Carmen, se inclina su cuerpo un poco hacia atrás y levantándolo e intenta hablar, pero no le sale nada. Carmen, no la ve, pero sabe que es Aurora, y sin quitarse de la postura en la que esta, solo sabe decirla:
— Lo hemos grabado todo, pero hemos tenido un dejavú y bueno, una cosa, otra cosa, y lo sentimos mucho, pero llevamos meses atrayéndonos, y este es el resultado. Te juramos que no volverá a pasar, la próxima vez, lo haremos fuera del trabajo.
Aurora, estaba casi riéndose por dentro, por la escena en sí que estaba contemplando, y por supuesto, porque sabía que tanto Carmen como Lucia, llevaban meses una detrás de la otra, es más, casi años, porque siempre se han llevado muy bien. Pero ella no quería que se notara que lo sabía, por lo que toda seria, y sin cambiar de postura, les dijo:
— Pues esto no va a quedarse así, tendréis que enmendar el daño que habéis causado, sobre todo a mi persona, que pensaba que erais más profesionales, y no dos salidas que no tienen otra cosa que hacer que meterse estos micrófonos estropeados, por vuestros cuerpos. Así que, ya podéis realizar un buen trabajo, o sabéis que tomare represalias contra vosotras.
En ese momento, Aurora, se sentó en la silla que estaba casi enfrente de la cabeza de Lucia, y poniendo su hermoso culito casi a ras del borde de la silla, se abrió de piernas, delante de Lucia, y mirándola fijamente, le hizo un gesto con su dedo, indicando que ya podía hacer un buen trabajito en su entrepierna.
Lucia no se hizo esperar, porque con el calentón que tenía en su cuerpo, con el consolador de voz en su culito y el mango del cepillo del pelo en su cuevecita, metidos y follándola Carmen, y a punto de correrse, y con las lamidas de clítoris, que la estaba proporcionado durante todo el rato que llevaban en el estudio, pues solo aparto la braguita brasileña que tenía Aurora, con uno de sus dedos, y acto seguido, empezó a lamer, y chupar los labios de Aurora, la cual, con el primer lametón de Lucia, se mojó del todo, y empezó a sacar de su cuevecita un líquido casi blanquecino, que gustosamente Lucia, relamió, para seguir chupándole y lamiéndole los labios, y botoncito de su jefa.
Cuando Carmen oyó los gemidos que estaban saliendo de la boca de su jefa, no pudo pensar otra cosa que estaba Lucia haciéndole el trabajito que antes le hacía a ella, por lo que, continuo con la follada en el culito de Lucia, y acto seguido, movió el mango del cepillo del pelo, dentro de la cuevecita de Lucia.
Lucia ya no aguantaba más, estaba siendo bien follada por Carmen, pero encima, se estaba comiendo el coñito de su jefa, eso la puso más perraca, mas excitada, mas cachonda, y cuando ya no pudo más, grito con su boca metida dentro de la entrepierna de Aurora, que la estaba sujetando con sus manos, para que la comiera y mordiera más, ya que en uno de los latigazos producidos por el orgasmo, Lucia le mordió el clítoris de Aurora sin querer, por lo que ese mordisco hizo que Aurora se corriera de nuevo, o más bien, por primera vez en la boca de su empleada.
Aurora, estaba muy excitada, y necesitaba más. Necesitaba probar esos consoladores de voz que estaban probando sus empleadas, por lo que ordeno a Lucia, que le metiera eso en su cuevecita, para saber que placer puede dar, pero esta vez, lo quería no en esa postura, sino de pie, y que la follara con la mano y el consolador de voz mientras le lamiera, ante ella, realizando su sueño de toda la vida, ser comida y estar mandando sobre quien le comía, aunque en sus sueños, siempre había pensado que sería un hombre, pero las cosas hoy no iban con hombres, y con esa lengua de Lucia, que la movía de lujo en sus labios, no era cuestión de desaprovechar semejante sueño, por lo que agarrando del pelo de Lucia, la separo de su entrepiernas. Se puso de pie, se bajó hasta las rodillas la braguita brasileña, y sin soltar los pelos y cabeza de Lucia, se puso abierta de piernas y diciéndole que siguiera con el trabajito que le estaba dando, le ordeno que le metiera salvajemente ese consolador de voz que estaba dentro de la cuevecita de Carmen, por lo que, Lucia, oyendo que su jefa necesita ser bien follada, pues hizo lo que le mando. Saco el consolador del voz, del coño de Carmen, y sin chuparlo ni nada, con los jugos y corrida de Carmen, se lo metió de un solo golpe, de abajo hacia arriba, más de 20 cm, casi todo el consolador de voz, dentro de esa cuevecita mojada y resbaladiza, que era el de su jefa.
Aurora, grito en cuanto recibió semejante consolador de voz, de dolor y placer, llevaba mucho tiempo sin meterse nada tan largo y gordo entre sus labios, por lo que tirando del pelo de Lucia, le pego su cara y boca justo en su botoncito, y Lucia supo que tenía que comerle fuerte y morderle el clítoris a su jefa, y así lo hizo.
Y mientras, nuestro querido vigilante, empezaba la ronda, controlando todo, y poniéndose la porra de seguridad correctamente en el cinturón, y esposas, bien ajustadas en su cinturón y con la linterna en la mano, empezó su ronda. Primero controlo que la puerta de entrada, estuviera correctamente cerrada, ya que ahora no era cuestión de dejarla medio abierta, ya que él no estaría pendiente. Chequeo las cámaras de seguridad, puso la nueva cinta de grabación, ya que la anterior le quedaban solo un minuto para acabarse. Y se dirijo hacia los ascensores. Sabiendo que estaban las chicas, Carmen y Lucia, grabando en la primera planta, y Aurora, en su despacho de la primera planta, decidió subir a la segunda, así no las molestaría en su trabajo, y así él podría vigilar la planta, sin sorpresas. Tardo en controlar todos los despachos cerrados, y todas las salas, unos 20 minutos, tranquilamente, tampoco tenía prisa por nada. Cuando comprobó las puertas de emergencia, que estuvieran cerradas correctamente, ya que tienen un sistema de cierre cuando no están las alertas de encendidos activadas, se fue para los ascensores. Comprobó que estaba todo correctamente, y llamo al ascensor, que claro, son inteligentes, y se van durante el periodo que no se les hace trabajar, a diferentes estados, o bien abiertos, o bien cerrados, o bien en la última planta, o bien en la primera, vamos, lo que se conoce por ascensor inteligente. Cuando se abrieron las puertas, entro, y le pulso el botón de la primera planta. Se cerraron las puertas, y bajo. Cuando se abrieron, oyó el mismo sonido que oyó antes Aurora. Se extrañó. No es un sonido característico de esa noche, pero pensó que sería algún ruido del estudio de grabación. No hizo caso, y empezó su ronda por otro lado al que fue Aurora, por los distintos estudios, de tertulias, abriendo cada puerta, para comprobar que estaba todo en orden y así se dejaba para el final, tanto el despacho de Aurora, como el estudio de grabación. Cuando acabo, se acercó dónde estaban los despachos de algunos jefes, y comprobó que las puertas estuvieran cerradas, incluso la de Aurora. Cosa que pensó que ella había recogido sus papeles, y se habría marchado, o estaría charlando con Lucia y Carmen, para saber porque estaban tardando tanto. Y por último, dejo el estudio de grabación. Pero seguía oyendo todo el rato, esos gemidos, y una de las voces, le sonaba muy cercana, como de la mujer que antes había hablado con él.
Mientras, Aurora estaba recibiendo en su cuevecita ese consolador de voz follándolo muy rápido por Lucia, moviéndolo muy fuerte, dentro de ella, mientras, Carmen, volvió a acelerar el consolador de voz del culo y el cepillo del pelo en el coño de Lucia, para provocarle otro orgasmo bestial, por lo que grito de nuevo Lucia, y ahora, el vigilante, ya supo que no eran ruidos de grabación, sino un grito de mujer. Estaba a escasos metros, más bien, serian 10 pasos de la puerta del estudio de grabación.
Hay que indicar que las puertas de los estudios de grabación, tienen el famoso muelle, para que se cierren automáticamente, cuando se abren, y así, no se queden abiertas, un sistema inteligente, dicen, sí, pero es el que tenían estas puertas (Nota de autor, para gente sin conocimiento, jijijiji).
Como la puerta estaba cerrada, pero el piloto de arriba, en verde, estaba encendido, creyó que algo estaba pasando en dicho estudio, y entonces, abriendo sin hacer ruido apenas (las puertas son silenciosas de por si), pues vio que estaba de espaldas a la puerta, Aurora, con su vestido recogido por la cintura. Su culo descubierto. Sus braguitas por las rodillas. Veía que tenía las piernas abiertas y estaba de pie, y una mano, subía y bajaba aceleradamente entre ellas, con algo metiéndoselo. Detrás de Aurora, estaba la cabeza de una mujer, y acercándose un poco más, vio que otra mujer estaba tumbada boca arriba, metiendo algo por el culo de la mujer que estaba follando con algo a Aurora, y también estaba con las piernas abiertas.
La escena no es para menos. La polla del vigilante, en 0,01 segundos, pasó de estar en estado de medio muerta y dormida, a estar en estado de "izar la bandera" y más dura que su propia porra de seguridad. Y claro, las chicas no se habían dado cuenta, por lo que garraspeando un poco su garganta, hizo que Aurora girara la cabeza para verle.
En este momento, Aurora estaba recibiendo latigazos dentro de su cuevecita, y como sin querer decirlo, le dijo que si su porra había follado alguna vez a una mujer en esa postura.
Estas preguntas no se hacen, por favor, que el chaval no es de piedra. Que llevaba meses sin follar, y encima esta escena de tres mujeres, follándose con algo parecido a unos micrófonos? no eee, esto no se hace, que uno tiene mucha imaginación al escribir relatos eróticos para mujeres, pero esas preguntas sobran.Pues nuestro vigilante, sin cortarse un pelo, se bajó la cremallera. Saco su porra de entre los pantalones, y acercándose a Aurora, por detrás, le dijo al oído, mientras le agarraba de sus tetas:
— La porra de vigilante no, pero mi porra, si, y ahora la vas a notar dentro de ti.
Y agarrando de un cachete del culo de Aurora, le metió sin lubricar, porque ya estaba más que mojado su orificio, todo el capullo dentro de su ano. Esto hizo que Aurora gritara de dolor, y placer. Estaba siendo follada por Lucia, con el consolador de voz, fuertemente dentro de su cuevecita, mientras el vigilante, le estaba metiendo el gordo capullo por su culito, y estaba pero muy muy excitada, tanto, que nada más darle una embestida y meterle media tranca, Aurora se corrió como hacía años no se corría.
Pero el chico, viendo que ella se corría, no paro, le dio otro empujo de cadera, y se la metió del todo, por lo que ella, volvió a gritar. A cada embestida que le daba el vigilante, ella gritaba y recibía un placer que no se esperaba dentro de su coño. Pero su coño, estaba siendo follado por el consolador de voz, que Lucia tenia dentro de su jefa. Pero mientras Lucia hacia eso, Carmen, la estaba follando fuertemente tanto su culito como la cuevecita de Lucia. Y la única que no recibía placer, dentro de su tragón coñito, era Carmen, pero estaba muy excitada, por lo que siguió torturando a Lucia. Sabía que luego le darían a ella placer, aunque así descansaba de todo lo que había dado antes.
El vigilante le estaba follando fuerte el culo a Aurora, mientras le estrujaba por encima del sujetador las tetas, pero quiso que recibiera mejor sus embestidas, por lo que soltó sus tetas, y cogiéndola del pelo, lo estiro hacia él, por tanto, Aurora ahora miraba hacia el techo del estudio, y recibía embestidas fuertes en su culito, ya más que abierto. Además, el consolador de voz que tenía antes, no estaba en su cuevecita, ya que Lucia se lo había sacado de la embestidas que el vigilante estaba propinando a su jefa, por lo que solo le estaba comiendo su botoncito, el botoncito más que erizado, rojo y abultado de Aurora y ella solo podía recibir placer, en estado puro, mientras la estaban follando el culito bestialmente y recibiendo con una lengua rápida, en su clítoris, por lo que una de sus manos estaba cogiendo el mango de la porra de seguridad del vigilante, para así, agarrarse a algo duro, pero consiguió sacarla de su cinta enfundada que llevaba él en su cinturón, y se metió en su coño todo chorreante, el mango de dicha porra. Por lo que Lucia dejo de chuparle el clítoris a Aurora. Cuando lo hizo, se volvió a correr, mientras, Lucia y Carmen, seguían dándose placer, al oír a su jefa, como estaba siendo follada por el vigilante.
El chico dio dos sacudidas más fuertes, y descargo sus huevos dentro del culo de ella, pero sin sacarle la polla de dentro. Aurora, se volvió a correr de gusto. Pero el vigilante, la tenía todavía cogida del pelo. Le dijo al oído, que se desnudara, y sin sacarse lo que tenía dentro de ella, por lo que Aurora, se quitó el vestido, por arriba. Se quitó el sujetador, y como pudo, se quitó sus braguitas brasileñas. Porque seguía teniendo metida dentro de su culito al vigilante, y en su cuevecita, el mango de la porra.
Entonces, el chaval, se sentó en la silla que antes había tenido el culo de Aurora, y con ella sujetándola, la sentó encima de él. Y la abrió de piernas.
Sabréis todas las personas que estáis leyéndolo, como son de largas las porras de seguridad, ¿verdad? No hay que decir que son más de 50 cm de largo, y que son de piel o cuero, y que siempre acaban en círculo o son redondeadas, vamos cilíndricas, ¿qué casualidad, verdad?, eso lo sabemos todos. Bien. Pues seguimos.
Carmen y Lucia, seguían con su follada, ya que estaban en la gloria, bien folladas entre ellas, pero Lucia necesitaba cambiar de postura, por lo que le dijo a Carmen que se cambiaran, y así ella, recibirá el placer de su chica, y así lo hicieron, solo se giraron una encima de la otra, y ahora estaba Carmen encima de Lucia, pero con su culo dando hacia Aurora y el vigilante. Como la porra es larga, pero no tanto, el vigilante se acercó con la silla y con Aurora encima de él, y se acercaron lo justo para estar a escasos centímetros las piernas de él, del culo de Carmen, y ya sabéis que pasa en esa posición, y con una porra tan larga y gorda, ¿verdad?, ¿no? pues os lo digo.
El culo de Carmen, estaba solito, no tenía nadie que le diera placer, pero estaba allí una porra larga y negra, esperando entrar en algún sitio. La cabeza de Lucia, estaba apoyada en el suelo enmoquetado, y vio como la porra, que estaba dentro del coño de su jefa, en la otra punta, sobresalía bastante por encima del culo de Carmen. Y claro, a una mujer que le están comiendo su botoncito, le están metiendo un consolador de voz, por su cuevecita, y un mango del cepillo del pelo, ahora, por su culito, pues que mejor idea, que meter la otra punta de la porra de seguridad, dentro de uno de los agujeritos de su amada compañera, mientras ve ella misma, como enculan con una polla todavía dura, el culo de su jefa, y como ve que el mango de la porra está dentro del coño de su jefa. Pues nada, la parte final de la porra del vigilante, la guío Lucia, dentro de la cuevecita de Carmen, y el consolador de voz, que tenía en una mano, entro dentro del culito de Carmen. Esto produjo entre las tres mujeres, unos gritos de que se corrían, de placer, de orgía, de sexo desenfrenado, que efectivamente, las tres mujeres empezaron a gritar de placer. Se estaban corriendo a la misma vez, por sus cuevecitas, mientras, el vigilante, hacía que cabalgara sobre su polla Aurora, y claro, a cual más bestia las embestidas.
Como Aurora, no paraba de contraer su ano, cada vez que se corría, por el mango de la porra, pues el vigilante, no aguantaba mucho tanta presión, por lo que forzando a que lo cabalgara más rápido, hizo que Aurora, votara encima de su vigilante, y con ese movimiento, la porra hacia un movimiento de meter y sacar dentro de la vagina de Carmen, como si la estuvieran follando de verdad, con lo que la mano de Lucia, también iba al mismo ritmo acelerado que la porra, por lo que Carmen, volvía a encadenar otro orgasmo, y varios, y eso hacía que Carmen, acelerará la follada en el culito y cuevecita de Lucia, por lo que hasta que el vigilante no se corrió dentro del culo de Aurora, por segunda vez, y hasta que Aurora no paro de cabalgarlo, no hizo que la porra frenara su movimiento dentro de la cuevecita de Carmen, que eso hacía que Lucia bajara el ritmo dentro del culo de Carmen, y eso hacía que Carmen, parara de follar el culito de Lucia y su cuevecita. Vamos, según bajaba uno el ritmo, en cadena, lo hacían ellas.
Toda esta escena no sabemos cuánto duro, pero parecieron horas y horas. Cuando acabaron. Estuvieron varios minutos, sin moverse, todas. El vigilante, empezó a tener menos dureza en su miembro. Cuando Aurora, se pudo incorporar, miro de reojo a su amante, y le dijo:
— Me gustas las rondas que haces tú, chaval, y la porra que tengo metida en mi culo. ¿Cuando dices que terminas tu turno?
A lo que el chaval, recuperando la respiración, le contesto:
— Mi turno acaba a las 8 de la mañana, como todos los turnos nocturnos en este país.
Y entonces, Aurora, riéndose, le dijo que hoy iban a desayunar bien, pero que mañana, le esperaba en su apartamento que tiene, para esas escapadas que hacía de vez en cuando.
Cuando Aurora se levantó de encima del vigilante, lógicamente, dos corridas monumentales dentro de su ano, pues la gravedad hace acto de presencia, y claro, de su ano, salieron grumos y algo de la corrida del chico. Y se arrodillo delante de él, y sonriendo, le dijo:
— La leche recién ordeñada, no debe de dejarse que este fuera del envase, y como tú tienes más, voy a tomarme mi ración de leche de macho, que este si me ha gustado mucho.
Pero Aurora, se había puesto no de rodillas, sino en cuclillas encima de la cara de Lucia, por lo que sin saberlo, Lucia, vio que el ano de Aurora, estaba justo con su boca, y que seguían saliendo algunos goterones de la corrida del vigilante, por lo que abrió la boca, y empezó a tragar los restos que salían de dicho orificio. Limpio, ya que antes de salir Aurora de su casa, se había hecho una buena limpieza de ano, por si caía algo, y así fue. Y cuando Aurora noto la lengua de Lucia lamiendo su ano, le dio otra vez gusto, y la dejo que se lo limpiara. Cuando acabo de sacar todo el semen que el vigilante le había llenado en su ano, se empezaron a vestir, pero no encontraba ninguna su tanga, su culotte y su braguita brasileña. Por lo que antes de irse el vigilante, les enseño en la misma puerta, sus prendas íntimas y mojadas, y les dijo que si las querían recuperar, las tendría en su piso, para que fueran a recogerlas cuando quisieran, ya que él no coleccionaba ropa íntima, coleccionaba orgasmos de mujeres calientes como ellas.
El vigilante, se fue a su sitio. Aurora, se fue a su despacho. Y Carmen y Lucia, acabaron de vestirse, mientras se besaban, y volvían a meterse mano. Limpiaron un poco los consoladores de voz, para que no se notara mucho, donde habían estado, después de tanto tiempo. Apagaron las luces de control y de grabación del estudio. Cerraron la puerta, y se acercaron al despacho de Aurora. Llamaron a la puerta, y le dieron las buenas noches, pero Aurora, las hizo pasar, y les dijo que se sentaran un poco, tenían que hablar. Y empezó a comentarlas lo siguiente:
— Esta noche, no me esperaba para nada lo que ha ocurrido. Me -Esta noche, no me esperaba para nada lo que ha ocurrido. Me ha gustado mucho lo que me habéis dado, sobretodo tú, Lucia, pero esto no volverá a pasar nunca más, para eso, os vais a vuestras casas o sino a un hotel. Por otro lado, yo venía a por estos documentos, que son vuestros contratos de trabajo. Sabéis que estamos remodelando la plantilla, y vosotras sois parte del equipo de renovación. Antes de lo que he visto, no tenía muy claro quien se quedaría y quien no, pero después del buen trabajito que me habéis hecho, y que me vais a seguir dando, porque esto lo vamos a hacer en condiciones en mi pisito, las tres, quiero deciros, que no os ibais a ir de la plantilla, pero que como vuelva a saber que tenéis una mini orgía radial entre vosotras, es más que motivo justificado para echaros. Y por otro lado, también iba a ver como estaba funcionando el nuevo vigilante, ya que hoy era su primera noche, pero ya habéis visto, que tenemos vigilante para años, así que, esto queda entre nosotras. No se volverá a repetir en estas instalaciones. Si queréis repetir, será cuando podáis, y las tres juntas. Lo que hagáis vosotras, me da igual, pero lo que me habéis hecho hoy, quiero volver a repetirlo. Y ahora, ya podéis mover esos culitos tragones que tenéis, e iros para casita o donde queráis. Y por último, ¿me podéis decir de quien ha sido la idea de utilizar los micrófonos como consoladores?
Lucia y Carmen, que la habían escuchado todo, pero una vez que sabían que seguían en plantilla, estaban con una cara de felicidad, pues no pudieron decir otra cosa que:
— La culpa de que los micrófonos nos hayan servidos de consoladores de voz, no es nuestra, es de quien está contando la historia. Del autor de esta historia, que tiene esa mente tan sucia y caliente, y que nos gusta tanto. Algún día tendríamos que hacerle una entrevista o hacerle algo parecido como una colaboración, porque ya has visto cómo te ha puesto a ti de caliente, y a todas las personas que han leído este relato. ¿O no?