Orgía impensada
Eran tantas manos, lenguas, y pijas rodeándome que perdí el control de todo. Dos de ellos se pajeaban a centímetros de mi cara sin quitar la vista de la escena. El que estaba en mi culo dejó su lengua para meterme primero un dedo, luego dos, moviéndolos circularmente como haciendo lugar quitaba los dedos y los llevaba a mi boca para que los lamiera, saque con mis manos la pija que tenía en mi boca, y le chupe los dedos con devoción, relamiéndome como una prostituta a la que luego recompensarían por su trabajo. Excitadísimo levantando una de mis piernas sobre el respaldo del sillón me penetró por el culo que él mismo ya había dilatado.
Me estaba dando un baño relajante para aliviar tantas horas de estrés laboral, cuándo un sonido proveniente del living me sobresalto. Era el timbre del teléfono. Envolviéndome en la bata que colgaba en el perchero corro a atender la llamada Era juanchi (mi mejor amigo) recordándome que esa noche era su fiesta de cumpleaños, y que no podía perdérmela, sabiendo lo olvidadiza que soy decidió refrescar mi memoria minutos antes. Colgué con él y seguí Aún me faltaban unos detallecitos, yo no iba a dar por terminado aquel lujurioso baño sin antes haberme sumergido por lo menos unos 10 minutos en la bañera con mis espumas burbujeantes de rosas mosqueta , y jazmín
Al llegar a la casa de Juanchi me recibieron muy amablemente unos cinco o seis chicos más o menos, uno de ellos tomo mi abrigo y mi cartera que gentilmente coloco justo detrás de la puerta de entrada.
Me encontraba confusa y pensaba donde están los demás invitados, y en voz alta pregunte al grupete de chicos _ Donde está el cumpleañeros? Y uno con voz potente me responde: ya viene, salió un momento y nos pidió que mientras el regresaba te atendiéramos bien
Ya más tranquila me acomodé en uno de los sillones blancos que adornan el gran living de su casa. El más juvenil del grupo me acercó un refresco, a lo cual acepto encantada, tenia calor Entre charlas y refrescos el tiempo pasaba y la ausencia de mi amigo y del resto de los invitados se hacía notar. Pero claro, no quería decir nada, iban a pensar que era una tonta. No sé si era el baño relajante o la bebida refrescante que me habían dado pero comencé a tener un poco de sueño, y sentía mi cuerpo pesado. Me quise parar del sillón y me volvía a caer pesadamente en el. Los muchachos estaban ahí pero no mencionaban palabra alguna, y se miraban entre sí...
Volví en un segundo intento a querer ponerme de pie pero fue imposible, caí desplomada nuevamente, los ojos se me cerraban, y creo que los mantuve un largo rato cerrados porque cuándo los abrí estaba rodeada de cuerpos desnudos agitando fervientemente sus pijas frente a mí con miradas devorantes recorrían mi cuerpo, en ese instante me noto que también carecía de mis prendas
Parecía como que un pulpo me hubiera rodeado, sentía manos por todos lados, en mis tetas había dos; uno lamiendo y mordisqueando un pezón, otro jalaba de la otra mama como si quisiera arrancarla, el de la voz potente me llevó las piernas hacia atrás quedando mis rodillas a la altura de mis senos y abriéndome los labios de la vagina con sus enormes manos se incrustó en ella como si jamás antes hubiera chupado una concha, se había apoderado de mi clítoris de tal manera que me hacia doler, su gran lengua me recorría salvajemente de abajo hacia arriba, y así sucesivamente no me pude resistir ante tanta presión que este ejercía con los movimientos que me vine en un orgasmo tembloroso saliendo un fuerte chorro de orina mezclado con mi néctar bañe su rostro que pareció no importarle y siguió con devoción levantando con su lengua cada gota que de mí salía.
A la vez alguien me ahogaba con su dura y caliente pija en un solo envión en mi boca, al grito de chúpamela putita!!! Entre mis ahogos y sus embestidas el tipo me acabó en ella, y ordenándome que bebiera hasta la última gota, yo obedecí sumisamente pasándome la lengua por mis labios para que no quede ningún rastro de su semen.
El grandote con la cara embadurnada de mi corrida la retiro de mi sexo y tomándose con la mano derecha su falo erecto lo llevó hasta mi boca dejándome anonada de semejante pedazo que este cargaba!!! Le rodee con mis labios el prepucio lamiendo suavemente el frenillo, a la vez que mi lengua recorría parte de su tronco que ya sostenía con mi mano, mientras otro de los muchachos, este era más bien menudo, con cara de saber coger, hurgaba con sus dedos dentro de mi concha, e intercalaba con ligeros lengüetazos, otro se apoderó de mi ano, y me lo comenzó a dilatar con la punta de la lengua, sentía que me volvía loca de tanto placer
Eran tantas manos, lenguas, y pijas rodeándome que perdí el control de todo.
Dos de ellos se pajeaban a centímetros de mi cara sin quitar la vista de la escena. El que estaba en mi culo dejó su lengua para meterme primero un dedo, luego dos, moviéndolos circularmente como haciendo lugar quitaba los dedos y los llevaba a mi boca para que los lamiera, saque con mis manos la pija que tenía en mi boca, y le chupe los dedos con devoción, relamiéndome como una prostituta a la que luego recompensarían por su trabajo. Excitadísimo levantando una de mis piernas sobre el respaldo del sillón me penetró por el culo que él mismo ya había dilatado.
Con movimientos toscos como si nunca hubiera penetrado por la puerta trasera le suplicaba que lo hiciera más suave, parecía que esto lo enfureció y más fuerte me la clavaba, y más dentro empujaba, arrancándome una mezcla de gemidos y de dolor.
Dejando su cuerpo casi en el aire el que parecía un oso metió su gran pija por la concha, con embestidas casi brutales me la mandó hasta el fondo, (me sentía en la gloria), me estaban cogiendo por los dos agujeros salvajemente, mis gemidos parecían aullidos de loba en celo en pleno acto de procreación.
Otros 3 se turnaban para llenar mi boca con sus pedazos y en un arrebato de calentura se acercó uno con un gran tatuaje en su brazo derecho, que hasta ese momento no se lo había descubierto, se tomo los huevos con su mano apretándolos desde la base de los mismos me los puso sobre mi cara empujando mi cabeza me obligo a lamer, parecía que le iban a explotar de lo cargados de leche que ya estaban.
Mientras yo me retorcía de placer con esa doble penetración, el restante apretaba mis tetas juntándolas y metiendo su miembro en medio de ellas se pajeo a un ritmo descontrolado sin parar y cuando se vio venir agitándolo me esparció todo su semen en mi rostro, pelo, y llegando hasta mis tetas, que el muy asqueroso lamió su propia acabada hasta dejarme tan limpia como había llegado
Acto seguido el que me estaba taladrando el orto y ya con la leche en la punta se acercó hasta mí, me lo dio a mamar que no habría pasado ni 1 minuto cuándo llenó la boca de su tibia lechada, chorreando por las comisuras pasé mi lengua para no dejar escapar nada.
A mi trasero no le daban respiro cuando este lo dejó lo ocupo uno de los que se pajeaba en mi cara, el pobre estaba tan caliente que al 3 bombeo se corrió dentro de mí y así con la leche aún saliendo de mi agujero vino el rubio de pelo largo que me la metió sin piedad encontrándolo tan agrandado de tanto traqueteo me la sacaba y metía golpeando los huevos contra el clítoris, meciéndome en un lujurioso sin fin de orgasmos mis gemidos ya no eran tal, sino más bien eran gritos, me premio con una terrible eyaculación que sin sacarla dando sus últimas embestidas sentía como chorreaba el liquido hasta alcanzar mi vagina y enchastrando la pija que seguía bombeando cada vez con más intensidad, sumaron una cuota de morbo extra en mí que conjuntamente con el frotamiento de este con la leche calentita del anterior lograron mi tercer largo orgasmo saciando mi inexplorada perversidad. Dejándose llevar por la lujuria del momento sacó de golpe su palpitante pene y se vació por completo sobre mi extasiado cuerpo.
Me sorprenden unos aplausos provenientes de la puerta como agasajando el culmine de la fiestita, y lo veo a él mi amigo!!! Me dice: Al ver que tardabas tanto me preocupé!!! Me cansé de tocarte timbre y al tantear la puerta noté que estaba sin llave. Me alegro que no te haya pasado nada, la próxima vez que te des un baño de inmersión ponte la alarma del reloj.