Orgía Familiar II (02)
Ver a Kika parada al lado de su padre fue una gran sorpresa para mi. Me pregunté si este ya sabía de la vida secreta de su hijo.
Orgía Familiar II (02)
Hola amigos nuevamente les saluda su amiga Garganta de Cuero con la continuación de mi relato anterior. Supongo que se preguntarán el papel que mi suegro jugaba, pues ahora se los voy a contar.
Como recordarán, me dirigí a la casa de Javier, acompañado de Bianca, pues este me dijo que Kike quería decirme algo y que era importante, lejos estaba de imaginarme lo que era. Y la impresión que sentí al ver a Kika parada al lado de su propio padre fue demasiada, nunca me imaginé que aquello pudiera ser posible, mucho menos que ambos lo fueran a tomar tan bien. Fue como decir "bueno, así son las cosas y ni modo". ¡Ninguno de los 2 eran así!
Lo hablé con Kike, me dijo que la vergüenza, al principio, había sido horrible, pero luego ambos se confesaron su vida secreta. Kike le habló a su papá de su afición por los penes y de su bisexualidad, de su gusto por vestirse y sentirse mujer y de su relación extramarital con Javier. Le dijo asimismo que yo estaba al tanto de todo y que lo aprobaba, pues a mi vez hacía lo mismo. Que eso no representaba problemas para ninguno de los 2 pues hacía tiempo nos habíamos vuelto bastante liberales.
Por su parte, don Tito le confesó ser gay, le habló de la larga represión de su homosexualidad. Le contó a su hijo que siempre le habían atraído los hombres, pero que, dada la sociedad conservadora y machista que le tocó vivir, lo mantuvo oculto y reprimido durante toda su vida, pero que una vez muerta su esposa decidió dejarla aflorar. Ella, su difunta esposa, estaba al tanto de su orientación sexual, y nunca le reclamó nada ni se lo reprochó, pues el señor le guardó una fidelidad absoluta durante toda su vida, no obstante su homosexualidad, supo hacer, y ser feliz, a su mujer, a la que amó hasta el último momento de su vida.
Mi esposo se sorprendió de la apertura de mente de su papá, pensaba que el no podría comprender, pero no fue así. Lo que pasaba era que don Tito había sido muy sincero con su esposa sobre su condición, y ella, una dama extraordinaria, le dijo que no le importaba, que mientras le fuera fiel y la amara no le importaba que le gustaran los hombres. Así Tito hablaba abiertamente con Estela, llegando al punto de comentar y bromear los 2, sobre algún conocido que a ambos les gustara. De esa forma la mente de Tito ya no estaba tan chapeada a la antigua y le fue fácil aceptar la vida de su hijo. ¡Imagínense toparse con su único hijo varón, vestido de mujer y actuando como una auténtica puta!
Ese día la pasamos en la finca de Javier, Bianca me comentaba lo impresionada que se sentía al ver aquello, a ella nunca le pasó por la mente que aquello fuera posible (¿qué cosa?, en breve se los diré), era algo que, según ella, simplemente no pasaba. Igual no nos juzgaba, ella también era muy abierta de mente.
Caminando por la casa, me topé con Tito en la sala, veía unos viejos álbumes familiares, sus ojos brillaban, estaba visiblemente conmovido por algo, la dulce tortura de la nostalgia lo embargaba. ¿Saben lo que dicen de la nostalgia? Es el hermosos placer de estar triste.
Laurita, no te vi venir
Perdón Tito ¿se siente bien?
Si, si es que lo que ha pasado me ha despertado la nostalgia niña.
¿Puedo ver las fotos?
Si, si, vení, sentante. me senté a su lado Estaba mirando esta foto. era una vieja imagen de una muy joven doña Estela, de no más de 23 o 25 Es estelita, tenía 21 años allí. Quiero que notés una cosa es idéntica a Kike, vestido como Kika, claro. Tito tenía razón, sus rostros y complexiones eran muy parecidos, y su sonrisa, pícara y algo infantil, era la misma, cualquier diría que se trataban de 2 hermanas El parecido es innegable impresionante.
Si, mucho dije yo, consciente de que Tito quería llegar a algún punto, pero no se atrevía a hablar sin tapujos.
Voy a hablarles un poco sobre mi suegro. Como bien sabrán, mi padre murió casi al mismo tiempo que mi suegra, la madre de Kike. También saben que la muerte de mi progenitor dio el primer chispazo de una terrible crisis personal que tuve, que fue a empeorar la crisis por la que mi matrimonio entró. Lo que no saben es lo que ocurrió del lado de mi Kike.
Doña Estela Virginia (es el mismo nombre que le puse a mi nena) era una mujer extraordinaria, combinaba una gran cantidad de cualidades con una gran belleza. Era rubia, de ojos celestes y rasgos hermosos, Kike sacó muchos rasgos de ella. Delgada y bajita (1.64), sus discretas formas femeninas eran compensadas con una contextura bien hecha, un porte delicado y muy elegante. Era, en resumen una mujer muy bella, además de un amor de gente.
Le dio diabetes, y, como buena viejita que es, apenas si se cuidó, por lo que la enfermedad empeoró. Y para agravar las cosas sufrió un terrible accidente automovilístico. Por su diabetes las heridas en una de sus piernas no sanaron, y al final se la tuvieron que amputar desde la rodilla. Eso la afecto mucho, pues doña Estelita, una mujer acostumbrada a trabajar desde siempre, no podía estarse quieta ni un segundo, y verse atada de por vida a unas muletas o a una silla de ruedas fue devastador.
Así, su salud fue empeorando poco a poco, y por más que luchó al final sucumbió. La verdad aquello fue muy doloroso, pero era algo que ya esperábamos, desde hacía un tiempo, todos en la familia comprendimos que ya no se iba a recuperar, por lo que su muerte no nos pescó por sorpresa, más bien significó un alivio, por fin podía descansar en paz. Supongo que eso ayudó a que todos nos recuperáramos del golpe.
Pues bien, nuestra principal preocupación era que don Enrique, el papá de Kike (su nombre completo es Enrique Augusto, y en Guatemala, a los Augustos les dicen Titos), la pasara bien y que se recuperara de ese trago amargo. Lamentablemente ocurrieron entonces todos aquellos problemas que les conté en mi serie titulada "Fin es Comenzar otra Vez", por lo que no estuvimos pendientes de el como debimos. Gracias a Dios el no se quedó encerrado en su soledad, se tomó su tiempo para pasar lo peor del golpe y luego empezó a salir, empezó a cultivar nuevas amistades y a renovar antiguas, empezando una vida social muy activa con su respectivo plano sexual, claro.
Pues bien, aquel día era domingo, Kike y su padre habían pasado todo el sábado hablado de aquello a raíz de un increíble acontecimiento que vivieron el día viernes. ¿Quieren saber de qué acontecimiento hablo? Deben saber que, si Tito se enteró que su hijo era una loca traga vergas, no fue porque Kike se lo contó
El viernes Kika estaba en la casa de Javier, sudorosa pues había estado cogiendo toda la mañana. Era el medio día y se hallaba en la cocina preparándole el almuerzo, Rafael había llegado de visita y se encontraba platicando animadamente en la sala. Cuando Kika llegó, Rafa le lanzó un reto.
Mire comadre, fíjese que tengo algo que a usted le va a encantar.
¿Qué cosa Rafa?
Una talega de 30 centímetros. me reí, pues creí que hablaba de el - ¡De verdad comadre!, conocí a un hombre que la tiene de 30 centímetros y bien gorda.
¡De 30 centímetros! ¿no es posible?
De verdad, está aquí mismo, en Zacapa.
¿Y se la metió compadre? preguntó Kika, cuando estaba con Javier era su esposa en toda la extensión de la palabra.
¡Ja, sentía que me estaba partiendo a la mitad! Pero qué rico coge el desgraciado viera comadre, me estaba haciendo berrear como un infeliz.
Como ya sabrán muy bien, las vergas grandes y gordas siempre han vuelto loco a mi esposo, numerosas han sido las veces en que ha quedado con el culo abierto como una flor, irritadísimo y hasta lacerado. Pero es que, cuando el tiene algo metido entre el ano, el placer que siente es tan intenso, que no le importa cualquier tipo de dolor. Sus celestes ojos comenzaron a brillar, con ese brillo característico del deseo. Y Javier, que conocía muy bien este resplandor, quiso quedar bien con ella. Recordó que le debía una apuesta y el siempre paga lo que debe.
Mija, usted quiere que le ensarten esa vara, ¿verdad? no respondió, pero su miradita y su sonrisita pícara dijeron mucho más que las palabras Compadre, ¿usted le podría conseguir una cita a mi mujer con ese su amigo?
¡A huevos compa! Ya va a ver Kika, ¡se la va a meter entre el culo y se la va a sacar por la boca!
A Javier le encanta hacer feliz a Kika, y pocas cosas la hacen más feliz que una buena verga. Pero esta vez eran 30 cm, pero a estas alturas, ella no se iba a rajar. Así que puso manos a la obra y se preparó lo mejor que pudo, ataviándose con un ceñido y corto vestido rojo, junto con zapatos altos de mismo color. Impecablemente maquillada y peinada, auxiliándose con una peluca rubia, Kika estaba que echaba chispas, hecha una puta entera.
Salieron y se dirigieron hacia un hotel en la cabecera departamental, allí la esperaría un tal Tito, el dueño de la mentada tranca. El aguardaría su llegada adentro de su habitación. Pero antes de salir de su casa, Javier insistió en que se la debían coger junto con Rafa, para dilatarle mejor el ano (buena excusa).
Justo cuando subía hacia el cuarto, hubo un gran apagón en toda la cuadra, apenas si podía ver sus pasos, suerte que ya estaba casi frente a la puerta. Tocó a la puerta:
¿Kika? preguntó una voz muy varonil y profunda desde el fondo.
Si, hola ¿tu sos Tito?
Para servirte niña, pasá adelante, cuidado, no te vayás a tropezar.
Es mala suerte que se halla ido la luz, ¿verdad?
Si, mala ahora no podré disfrutar de tu belleza encantadora.
¿Y cómo sabe que soy bonita?
Bueno, Rafa me ha hablado de ti. Y si hacés honor a sus afirmaciones, entonces tenés que ser preciosa.
Gracias Kika se sintió halagada.
Me imagino que ya se imaginarán lo que ocurrió ¡era su padre! ¡¡¡Kike había estado cogiendo con su propio padre!!! Claro, nunca le pasó por la cabeza relacionar el nombre del supuesto amante fugaz con el de su papá, a lo mucho habrá pensado que se trataba de una coincidencia.
Sin luz ya no había necesidad de mayores preámbulos, así que ella se acercó al hombre y se colgó de su cuello. Tito era alto, más de 1.90 seguramente. Ella lo sintió fuerte, robusto, imponente, le gustó esa sensación. Se besaron apasionadamente, ambos buscaban el calor del otro, acariciándose como un par de adolescentes.
Su boca barbada era acariciada por los suaves labios de Kika, la que recibía gustosa su lengua adentro. De pronto ella, al bajar la mano y tocar la entrepierna del hombre, sintió un notorio abultamientos, que crecía más y más a medida que ella lo sobaba vigorosamente, no podía esperar más para verlo y comprobar lo que Rafael le decía.
Se hincó decididamente y desabrochó su cinturón y le bajó el pantalón con todo y el calzoncillo. Inmediatamente saltó su miembro impresionante, enorme, tan largo y grueso como un antebrazo. Kika no lo podía creer, en verdad tenía 30 cm de largo, y más o menos 6 de ancho, era de verdad impresionante.
En cuanto recuperó algo de compostura, Kika se la llevó a la boca, no podía dejar pasar aquella noche sin probar el sabor de ese descomunal aparato, del que, apenas, el glande le cabía. El pene de Tito tenía la forma de un pepino, con una cabeza estrecha, que se ensanchaba a medida que llegaba a la mitad del miembro, para estrecharse solo un poco en la base. Y por si fuera poco, abajo colgaban pesadamente un par de redondos y fabulosos huevos, peludos duros, bellos en resumen. A Kika se la hacía agua la boca y algo más.
Lo chupó tan bien como podía, engullendo entera la cabeza para succionarla y jugar con ella con la lengua, embadurnándola de abundante saliva que luego ella misma sorbía. Luego la tomaba de la punta y la iba levantando poco a poco a medida que bajaba a lametones por todo lo largo de aquel mástil, no pudo dejar de notar que era pesada. Llegaba hasta sus testículos y los lamía también, despacio, eran lamidas húmedas y salivosas que calentaban como un horno a Tito, al que solo oía resoplar, en medio de una agitada respiración. Incluso, Kika intentó deslizar la lengua un poco más adentro, llegando a rozar el anillo anal de su garañón, el cual parecía disfrutar mucho aquella caricia.
Ansiosa por ser ensartada, se puso de pié y volvió a besar apasionadamente al hombre, que ya se había desnudado el torso, mostrando un pecho firme, peludo, bien definido y ancho. Ella se puso de espaldas y abrió el cierre de su vestido, en su espalda, dejándolo caer mientras Tito no se perdía detalle de su cuerpo bien formado y de su femenina silueta. El hombre se sintió cautivado por la manera tan sexy en que se perdía el hilillo de su tanga en medio de sus 2 gordas y redondas nalgas y, sin contenerse más, la empujó por la espalda, haciéndola apoyar los codos sobre la cama y parando su culito respingón que tanto me gusta a mi. A mi Kike le encanta sentirse dominado por otro, especialmente por alguien tan imponente como ese macho semental.
En medio de la oscuridad, el le sonrió y le dijo que le urgía ser penetrada, ella le respondió moviendo en círculos el trasero. Tito se arrodilló detrás de ella, le bajó la tanga y ensartó su lengua entre los glúteos de mi esposo/esposa. Kika pegó un fuerte suspiro y se dejó hacer, le encantó la manera en la que esa larga y diestra lengua se abría paso a través de su ano, horadándolo y dándole un gran placer. Luego, el hombre fue bajando hasta toparse con los huevos de su amante, los que chupó y casi se tragó enteros. Y finalmente jaló, gentilmente, el pene erecto de ella con una de sus fuertes manos y le pegó una mamada de campeonato, a Kika la excitó mucho sentir el roce de su barba y bigote sobre sus genitales.
¡Tito! ¡Tito! ¡Diós mío Tito! ¡Voy a acabar, voy a acabar! como el hombre comenzó a mamar con más ímpetu, asumió que lo quería adentro, así que Kika no se contuvo más - ¡¡AAHH!! ¡¡AAHH!! ¡¡AAHH!! ¡¡¡¡AAAAAAGGGGGHHHHHHHH!!!! Kika inundó la cavidad oral del hombre, que se bebió hasta la última gota de la leche que esa hermosa chico/chica le regalaba.
Víctima de un enorme estallido de placer, ella se le entregó, ansiaba ser penetrada y el ya no esperaría más. Ella lo supo al sentir la punta de esa lanza, dura y caliente, sobre su ano.
Usá un condón despacito porfa le dijo casi suplicándole.
No te preocupés, ya lo tengo puesto además me puse lubricante. le respondió.
Tito comenzó a presionar tomando a Kika de las caderas. El lubricante hacía efecto, no había dolor de rozamiento ante el ingreso de cada milímetro de esa gruesa barra de carne. No obstante Kika sintió dolor, nunca antes su ano se había abierto tanto y ella creyó que la rompería, pero igual se dejó ¿no le digo? Ella se sorprendió mucho cuando, pensando que ya todo había ingresado, estiró su mano, dándose cuenta que aun le faltaban como 10 o 12 cm más, no podía creerlo.
El se quedó inmóvil un momento, dejando que su ano se acostumbrara a semejante invasor. Luego empezó a retirarlo despacio, pero sin detenerse, y cuando le faltaba apenas una quinta parte, volvió a meterlo, igualmente lento. Kika se lo agradeció, pues aquello le daba la oportunidad de dilatar adecuadamente. Y lo estaba logrando, cada vez el mete y saca aumentaba de velocidad, así como el placer de ambos también.
¡¡¡AAAAHHHH!!! ¡¡¡AAAAHHHH!!! ¡¡¡AAAAHHHH!!! gemía Kika, cuyo pene, nuevamente parado, estaba siendo apretado por unas de las manos de su jinete - ¡¡¡¡TITO!!!! ¡¡¡¡TITO!!!! ¡¡¡¡TIIIIIIITOOOOOOO!!!! ¡¡¡¡OOOOOOOUUUUGGGGGGHHHHHH!!!! aulló en medio de un nuevo orgasmo, que derramó sobre la palma de la mano del hombre.
Aquello era nuevo para Kika, alcanzó el nuevo clímax mientras su pene era solamente apretado, pero no frotado ni sacudido, Tito era de verdad muy bueno. Pero a pesar de la nueva acabada, sus ganas insaciables continuaban fustigándola con fuerza.
Sin sacarse esa enorme verga de su culito regocijado, Kika se levantó un poco y comenzó a gatear por la cama hacia arriba. Tito fue gratamente sorprendido cuando sintió como, una fuerte presión de ese culo precioso, jalaba de su talega, para así seguir a la caliente hembra hasta el lugar donde quería ser ejecutada. Una vez allí, Kika se dio la vuelta, quedando boca arriba con sus rodillas sobre su pecho, de frente a Tito, del que tan solo podía ver su silueta por la densa oscuridad de la noche.
Sintió como numerosas gotitas caían sobre su cara, y cuando logró capturar una con su lengua, reconoció el inconfundible sabor de su semen, Tito le estaba dando su propio semen a mi Kika. Esto la volvió a enardecer y estiró sus piernas, dejándolas sobre los anchos hombros de su amante quien comenzó a cogérsela de nuevo, pero esta vez con más fuerza y velocidad. facilidad. Era demasiado, demasiada verga para ella y demasiado placer también, Kika comenzó a gemir y a gritar, diciéndole de cosas y aferrándose a sus labios cuando el bajaba un poco la cabeza para besarla y lamerle la esperma de la cara.
Kika fue empalada, en toda la extensión de la palabra, durante largos minutos, no podía ver la hora, pero calculó que le dio duro por más de 15 minutos. El estremecimiento de aquella macana enorme horadándole las entrañas, forzando sus pliegues anales al máximo y abriéndola hasta niveles que nunca sospecho, la enloquecía de tal forma que tuvo otros 2 orgasmos más, que derramó sobre su vientre. Así, finalmente Tito alcanzó su máximo punto de ebullición y acabó en una violenta eyaculación que le arrancó violentos espasmos y fuertes gritos. Y fue tanta la carga de leche que escupió que logró rebalsar el condón. Luego se quedó tendido sobre ella, tan largo y pesado como era, respirando agitadamente al mismo ritmo que lo hacía mi linda y diminuta esposo/esposa con la cabeza a un lado. Entonces volvió la luz
Nunca me habían cogido de esta manera le dijo ella melosa.
¿No? ¿Nunca? Pero Rafael tiene una buena herramienta también.
Pero ni se asoma a parecerse, ni remotamente, a la tuya papacito.
¿Te gustó entonces?
¡Me encantó! Nunca pensé que una verga de ese tamaño fuera posible ¡mucho menos que me entrara, je, je, je!
Espero no haberte lastimado
No para nada, todo lo contrario, su vocecita sexy denotaba que estaba a punto de pedirle empezar de nuevo, cabe aclarar que la herramienta del hombre seguía embutida en su interior me encantó
Me alegra mi niña, me alegra
¿Y tú te la pasaste bien?
¡Muy bien! ¡Debo decir que estoy impresionadísimo!, son muy pocas las personas que me han aguantado adentro una sesión entera la mayoría termina pidiendo pelo.
¡Pues a mi me gustó!, ya vez que soy una hembra fuerte y de trato duro además, tu sos muy considerado, me pudiste haber partido en 2 pero no lo hiciste.
La rudeza en extremo siempre está de más.
Tito, me dieron ganas nuevamente
Si, los apretones de tu culito sobre mi nena le decía nena a su verga ya me habían avisado
¡Y a ti ya se te puso duro otra vez amor, je, je, je!
Esperame un poco mientras me pongo un nuevo condón
Levantándose del cuerpo de Kika estaba Tito, y ella diciéndole "te la limpio con la lengua", cuando se vieron las caras por primera vez. Los 2 se quedaron pálidos, blancos, cambiaban de color como un par de camaleones. La erección se le fue al viejo y el culo se le frunció a la puta No ahondaré en lo incómodo de la situación, ni en que ambos deseaban fervientemente al cielo ser tragados por la tierra, que se querían morir ni en lo mal que se sentían. Solo diré que Tito no atinó más que a decir "¡mijo!", y poner cara de idiota; y Kika a llorar como una magdalena, recuerden que cuando Kike se convierte en Kika, adquiere la personalidad de una mujer en todo el sentido de la palabra.
Y mientras seguía ojeando el álbum con Tito, continuaba esperando que dejara salir al fin eso que, muy visiblemente, tenía trabado en la garganta. Yo lo ignoraba en ese momento, pero la historia de don Enrique Augusto Estrada era muy larga y tortuosa. Pasó por todo en su juventud, desde abusos sexuales y, casi, esclavitud sexual.
Pero aquello será tema para otro relato, mientras tanto, unos extraños, pero familiares ruiditos, llamaron nuestra atención, venían del cuarto de juegos, en donde estaban Javier, Rafael y Bianca con Kika.
Continuará
Garganta de Cuero.