Orgía familiar
Todos los hermanos tienen las mismas preferencias, y se montan una buena orgía de jovenes.
En aquel tiempo yo tenía 13 años, era un muchacho de primero de secundaria; algo en mí me hacía sentir atracción por mis compañeros varones y por mis maestros, constantemente me distraía tratando de imaginar lo que ocultaban bajo sus pantalones.
Esta fantasía me rondaba dado que yo, preocupado por saber si lo que me ocurría era normal, ya que tenía un pene de aproximadamente 15 centimetros y muy gordo y cabezón, además de que tenía mi pubis cubierto de pelos igual que mis testículos que sin ser muy grandes se veían impresionantes, esta imagen me la devolvía el espejo todo el tiempo que estaba solo en casa, pues mis padres trabajaban ambos y yo era hijo único. A todo esto, jamás había tenido una orientación o explicación sobre lo que ocurría con mi cuerpo, entonces trataba de imaginar si mis maestros o mis compañeros tenían características similares a la mía. Tenía como vecinos a una familia muy prolífica: el padre, la madre y 16 hijos, sí DIECISÉIS, cuyas edades fluctuaban entre los 22 y los 2 años.
Goyo, uno de ellos que cursaba mi mismo grado, me buscaba para hacer tareas. Una tarde, solos siempre en mi casa, me dijo que necesitaba ir al baño.... entró y se tardó. Cuando salió me dijo que se había masturbado, que andaba muy ganoso. Yo me sorprendí porque no sabía a qué se refería. Me dijo que se subía y bajaba el pellejo de la verga con muchas fuerzas y que sentía rico, que luego le salían chorros de "algo"... que luego se sentía mejor. Me preguntó si yo nunca lo hacía y le dije que no. Entonces me dijo: Sácate la verga, yo te digo como..... DE pronto, mi pene se puso duro, él se sorprendió y luego supe que por el tamaño de mi reata.... Empezó a masturbarme, yo sentía delicioso.... de pronto, salió un chorro de espeso líquido blanco, de olor muy fuerte, como a cloro y me asusté, pero él, acercó su boca y tomó las gotas que quedaban.... luego chupó lamiendo delicadamente lo que había sobre mi pecho y barbilla....
En eso estábamos cuando tocaron a la puerta... asustado, subí el cierre de mi pantalón y fui a asomarme, sin dejar antes de decirle que se estuviera quieto. Era Toño, su hermano de 16 años que me preguntó: ¿Qué estaban haciendo cochinos? ¿Se la estaban jalando?.... Yo quise decirle que no, pero Goyo salió y le dijo lo que había pasado.... pero también le aclaró que yo tenía una verga muy grande. Toño dijo: ¿A poco tan grande como ésta?, entonces abrió su pantalón y lo bajó junto con su calzón hasta las rodillas y mostró una gran verga, enorme, así la veía yo, muy gruesa y con una cabezota mucho más grande que la mía.... estaba cubierto de pelos y sus huevos eran enormes, como aguacates..... tenía chinita la piel de sus piernas.... yo asustado y todo, lo veía como hipnotizado. Entonces él dijo: "A ver, díganme cómo le estaban haciendo".... Me pidió que le subiera y bajara el prepucio.... lo hice con miedo, pero con una sensación de cosquilleo en la espalda y en mi culito.... no puedo decir qué sentía, porque no es explicable.... mi corazón latía apresuradamente.
De pronto, soltó no uno sino varios chorros de aquel líquido lechoso que el llamó mecos, como se llama al semen en México. Dijo que cuando lo fueramos a hacer lo invitáramos. Algunas tardes después se repitió la escena, pero una de esas tardes llegó con Beno, como le decíamos a Benito su hermano de 17 años.... Beno era precioso: blanco, nariz afilada, ojos enormes, pestañas de rizado natural y barba partida... un cromo el cabrón... Dijo que ya sabía que nos puñeteabamos juntos.... que él quería participar y propuso una puñeta grupal.... Todos sacamos nuestras vergas y empezamos a menearnos... Toño le pidió a Goyo que me diera una mamada..... Jamás imaginé que se sintiera tan rico..... después de un rato solté mis mecos y Goyo bebió la primera parte, Beno lo retiró y siguió chupando mi verga..... Toño mientras tanto, me tomó por las nalgas y empezó a chupar mi culo, sentía su lengua áspera y caliente, pero yo sentía que estaba volando....
Finalmente, seguimos jalando cada uno nuestra respectiva verga y como una fuente, salieron chorros de mecos hacia el centro de la escena. Esta situación se repitió hasta que participó Hector, su hermano mayor de 19 años.... Increible que en una familia hubieran varios miembros con las mismas preferencias. Cuando yo me hacía una puñeta en solitario, pensaba en ellos y no sabía por cual verga decidirme...... Seguiré contando.
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