Orgía en la rave. PARTE 1

Paula y Bea quieren que las invitemos y la situación se descontrola. Que mala es la droga!

Todos los años asistía con varios amigos a un festival de música hardcore y tecno en un pueblo de Valencia. Era una pasada, nos pasábamos el año esperando a que llegara el momento y desde meses antes comenzábamos a planear todo. Mi amigo Rafa siempre llevaba un arsenal de drogas: éxtasis, speed, coca, marihuana...siempre nos poníamos hasta el culo. Para evitar los controles usábamos la técnica de la “lanzadera”: primero iba la furgoneta de Charlie “limpia”, luego mi coche, y si veíamos algún control avisábamos al coche de Rafa que iba detrás “cargado” para que se desviase.

Una vez allí montábamos nuestras tiendas en el camping-parking. Solíamos llevar equipos de sonido, generadores y luces de neón que acoplábamos a la furgoneta para montar raves todas las noches. Pasábamos días enteros sin dormir, aunque con el paso de los años nosotros mismos reconocimos que “nos estábamos haciendo mayores”: cada vez teníamos menos aguante y los chavales más jóvenes nos iban comiendo el terreno.

Era flipante ver a las tías casi desnudas por el calor del verano y nos pasamos el día comentando lo buenas que estaban algunas: “mira esa que tetas”, “hostias, ¿y su amiga? Que polvazo tiene” “¿a cual te pides?”. Con las gafas de sol las repesábamos a fondo sin ser vistos cuando pasaban por nuestro lado.

Ese año el festival duraba cuatro noches con actuaciones muy llamativas de Dj´s reconocidos internacionalmente. Tras ir al recinto volvíamos al camping a continuar la fiesta con nuestra música hasta que se hacía de día. Era frecuente que se acercara a nuestra rave mucha gente a seguir la fiesta: muchos eran más jóvenes que nosotros y todos solían ir muy puestos. Con las tías tratábamos de ligar pero lo cierto es que se acercaba el final del festival y ninguno habíamos pillado cacho.

La última noche en nuestra particular rave tratamos de darlo todo pues aún nos quedaba mucha droga y la idea era acabarla para evitar tener problemas con la policía a la vuelta. Rafa, Charlie y yo nos estábamos poniendo hasta arriba cuando llegaron un chico y dos chicas. Aunque era de madrugada y solo teníamos la luz de los neones pudimos ver que ellas estaban bastante bien. Los tres más jóvenes que nosotros, les calculamos unos 20 años, una de las chicas quizás menos. Se les notaba bastante puestos y con ganas de fiesta.

-¿Qué pasa chavales?!! Soy Jaime!! – se presentó eufórico casi perdiendo el equilibrio – oye, ¿no tendréis algo de farlopa?, es que estamos sin ná!!, ¿o una pasti?.

-¿Nos has visto pinta de camellos o que? - dijo Charlie en un tono un tanto agresivo.

-No joder, perdona... es que necesitamos algo...llevamos tres días sin dormir y no queremos que nos de el bajón ahora.

-Bueno, ya que pides al menos podías presentarnos a tus amigas ¿no? - intervine yo.

-Si mira, esta es Paula y esta es Bea, mi chica.

Se acercaron a nosotros y entonces pudimos verlas mejor. Paula era rubia y delgada, sin demasiado pecho pero con un cuerpo de escándalo. Llevaba un top palabra de honor de color negro y una mini falda vaquera que le hacían un buen culo. Definitivamente era una cani: llevaba una coleta, una gorra, la raya en el ojo y los labios pintados de negro.  Bea, la novia de Jaime, era morena y tenía unas buenas tetas y algo mas de curvas que Paula. Llevaba una camiseta de tirantes gris y unos shorts también vaqueros. Al igual que Paula llevaba la raya en el ojo y un septum en la nariz. Era la que parecía ser más joven, y aunque no se lo preguntamos la calculé unos 18. La verdad es que las dos estaban bastante follables. En ese momento se nos acercaron y nos dieron dos besos a cada uno.

-Si que tenemos algo de coca la verdad, pero es para pasarla – dijo Rafa – la vendo barata a 25 el medio.

-Nosotros no tenemos dinero aquí... -dijo Jaime.

-Bueno, a ver…podemos hacer una cosa, la verdad es que no estaría mal tener unas gogós que nos animen un poco la fiesta un par de horas, ¿queréis bailar un rato?

La chicas tenían ganas de fiesta y les pareció bien bailar (básicamente venían a eso al festival) y a Jaime no le importó (y eso que íbamos a babear viendo bailar a su chica). De modo que improvisamos la puesta en escena: las ayudamos a subir encima de la parte de atrás de furgoneta junto a los altavoces y las enfocamos con los focos y neones que teníamos. Comenzaron a moverse al ritmo del “chunda-chunda” y no lo hacían nada mal. Movían sus ricos culos de forma sugerente y se restregaban entre ellas provocativas.

Llegaron entonces Dani y Marcos, dos amigos que habían venido con nosotros, quienes se quedaron alucinando al ver a las tías allí subidas y les pusimos al día.

-El tío este y las pivas quieren coca, pero como no tienen dinero les hemos dicho a ellas que bailen – les resumió Charlie.

-Bueno entonces ¿ahora nos vais a invitar?, venga tíos darme algo – insistió Jaime – ya están bailando como queríais.

-Ya, joder pero podrían quitarse algo ¿no? - intervino Marcos – ya que os vamos a invitar se lo tendrán que ganar...

-Venga hombre no seáis así...que estamos de buen rollo…

-Claro y nosotros!! - dijo Rafa – venga chicas ¿queréis un chupito?

-Siii! - gritaron a la par.

-Ves!, están ellas mas animadas que tú Jaime, venga relajate y disfruta, que es la última noche.

Subió Rafa a la furgoneta con una botella de Ron en la mano y ofreció a las chicas.

-Venga abrid bien la boquita!!

Mientras cada una abría la boca y él las echaba el alcohol por el gaznate como si fuera un biberón. Lo cierto es que las chicas estaban ya bastante desinhibidas: nosotros las jaleábamos desde abajo sin quitarles ojo y ellas se crecían. Sin dudas eran de ese tipo de tías que les gusta llamar la atención de los hombres y sentirse deseadas.

-Fuera esas camisetas!! - gritó Charlie – queremos veros las tetas!!

Los demás continuamos animándolas y finalmente ambas se despojaron de las camisetas y nos las tiraron. Sin embargo, para nuestra desgracia aún les quedaban los sujetadores y en principio no parecían estar por la labor de quitárselos.

-Ya se han quitado las camisetas, ahora sí os toca vuestra parte – dijo Jaime encarándose con Rafa en un acto de valentía teniendo en cuenta que estaba en clara inferioridad numérica.

-Chaval...queremos verlas las tetillas...diles que que se quiten el sujetador y os invitamos.

-No, se acabó, chicas bajad, nos vamos!! - les gritó Jaime – estos tíos son unos falsos.

-Nosotras nos lo estamos pasando bien – dijo Bea.

-Tomatelo con calma Jaime, venga ven que te voy a invitar a una rayita, ¿chicas vosotras tambien queréis, no? Venid a mi coche!- dije yo dirigiéndoles a unos 50 metros de la furgoneta donde lo tenía aparcado.

Traté de relajar los ánimos y a la vez dejé a Jaime como un histérico delante de las chicas. Las chicas se acercaron y les puse una raya a cada uno. Jaime fue el primero que se metió de forma ansiosa, luego lo hicieron las chicas que volvieron rapidamente a la furgo para seguir de gogós. Jaime por su parte se quedó y se puso a hablar conmigo durante un buen rato: la verdad que no se le veía mal tío, eso sí muy niñato e inmaduro en comparación con nosotros que rondábamos los 30 años. Según me contó los tres eran de Valencia y habían venido solos al festival.

-Oye, ¿tu amiga Paula tiene novio? - le sondeé interesado en la chica que era una belleza.

-Sí, esta saliendo con un amigo mío, pero no ha podido venir al festi. La estoy controlando yo, porque la verdad que la tía es bastante guarra cuando va puesta y ya le ha puesto los cuernos varias veces. Hoy mismo he tenido que pararla los pies ya varias veces.

-Joder pues está buenísima, que cabrón tu amigo…- mi mente maligna ya estaba maquinando y fantaseando con ella.

-Ya...oye tío, ¿me puedes invitar a otra?, es que de verdad me está dando el bajón…

-Vale, una más – transigí- pero no te pases Jaimito, que bastante bien nos estamos ya portando contigo y con las chicas.

En el fondo me dio ternura el chaval y esta vez nos metimos dentro del coche. Preparé un par de lonchas y cuando me quise dar cuenta se había dormido en el asiendo del copiloto. “Y este es el que quería estar toda la noche de fiesta” pensé. A Jaime le ocurrió lo que yo llamo “efecto rebote”: cuando llevas muchas horas sin dormir aunque te drogues para aguantar más acabas cayendo rendido por el cansancio. Eso sí, te duermes unas pocas horas y cuando te despiertas no hay quien pegue ojo, y como se suele decir, te toca “comer techo”. Decidí dejarlo ahí durmiendo y volver a la furgoneta con el resto.

Cuando llegué las cosas se estaban desmadrando por completo ya que mis amigos y las tías iban cada vez mas colocados. Me uní a ellos y fue entonces cuando comenzamos a empaparlas con el liquido de nuestras copas y a lanzar nuestras manos de forma furtiva tratando de darlas un magreo mientras bailaban. Ellas retrocedían pero a la vez se reían y nos seguían provocando con cara de zorras por lo que no dudamos en continuar con el juego cada vez más venidos arriba.

En una de estas alguien consiguió arrancarle el sujetador a Bea dejando sus enormes berzas al aire y varias manos las cubrieron casi al instante. La chica retrocedió y acabó arrinconada contra uno de los altavoces que no dejaba de sonar a un volumen muy alto.

-Devolvedme mi sujetador!! - gritaba desesperada aunque su voz apenas era perceptible por la música.

Lo mismo sucedió con Paula a quien acabamos quitando el sujetador y la minifalda, dejándola sólo con un diminuto tanga rosa de hilo. Marcos y yo nos cebamos con la rubia cani sin parar de sobarle las tetas y el chichi por dentro y por fuera del tanga. Paulita cada vez estaba más cachonda y se empezó a besar de forma alternativa con uno y con otro mientras nos tocaba los paquetes. Terminamos por arrancarla de forma literal su última prenda dejando al aire su depilada y ya mojada raja y acto seguido sacamos nuestras pollas. Ella no perdió el tiempo y agarró con fuerza una con cada mano y nos empezó a pajear. Nosotros también comenzamos a masturbala de forma frenética: Marcos la acariciaba el clítoris y yo la introducía dos dedos que poco después fueron tres. De esa forma en pocos minutos conseguimos que tuviera un primer orgasmo. Más tarde nos confesaría que era multiorgásmica.

Mientras tanto Charlie, Rafa y Dani hacían lo propio con Bea a quien la habían quitado los pantalones y las bragas. Ella trataba de zafarse del barullo de manos ya completamente desnuda. Me fijé en su coño que, aunque con un poco de pelo moreno, era igualmente precioso. Lo cierto es que solo pude admirarlo por un instante dado que mis tres amigos no tardaron ni dos segundos en taparlo con sus manos.

-Vaya coñito rico tienes – dijo Rafa sin dejar de magrearla- como te vamos a poner!

-Sois unos pulpos joder!! Dejadme en paz!! Jaimeeee!!

Jaime estaba KO, pero solo yo lo sabía y realmente dudaba que cualquier grito de los que diéramos le fuera a despertar y mas teniendo en cuenta que por la música nuestras voces se ahogaban y teníamos que prácticamente gritar para entendernos.

-Venga anda, si en el fondo te va a gustar lo que te vamos a hacer – dijo Rafa mientras se sacaba el rabo.

Entre Dani y Charlie sujetaron a Bea en volandas cogiéndola cada uno de un muslo y abriéndola de piernas (les fue fácil dada la estatura de la chica y la gran corpulencia de ellos) dejando su coño a disposición de Rafa quién sin pensárselo dos veces la penetró de golpe.

-Joder cabrón que polla tienes!! -dijo Bea ahora entre gemidos.

-Seguro que mejor que la de tu novio! por cierto... ¿dónde se ha metido el mamarracho?

-Le he visto irse con otra hace ya un buen rato – mentí sin sacarle a Paula los dedos del coño.

-Yo también lo he visto – me siguió el juego Charlie mientras continuaba sosteniendo a Bea sin desaprovechar la ocasión para tocarlas las tetas y al igual que hacía Dani al otro costado de la chica.

-Eso es mentira, él nunca haría eso...aahh! Joder! - contestó Bea recibiendo fuertes pollazos de Rafa. Dani y Charlie la acompasaron al ritmo de Rafa haciendo que la penetración fuera brutal.

-¿Ah no?, ¿qué te apuestas? - la pregunté.

-Nada porque sois unos mentirosos!! Ahhh...Joder!! Hijo de puta, para!! Joder!! como me estás poniendo!!

-Mira si no viene en veinte minutos, te follamos los cinco, uno detrás de otro. Y tranquila que para ti también va a haber!! – dije dirigiéndome a Paula que hicimos que se agachara y se dispuso a comernos la polla a Marcos y a mí.

-Vale...aaah!Acepto!! - dijo Bea sin dejar de jadear.

Continuará...