Orgía en el taxi
Dos parejas jovenes se calientan en un taxi, las chicas provocan a los chicos, intercambian de parejas e incluso dejan que el taxista, un gordo cincuenton, participe.
Hola, mi nombre es Hector, he conocido esta pagina buscando "guarrerillas" por la red y me he animado a contar una experiencia.
Lo que voy a relatar ocurrió el mes pasado, una noche calurosa que salimos de fiesta todos los colegas. Yo tengo 20 años, mi novia Maria tiene 19, mis amigos tienen todos mas o menos nuestra misma edad, Marc y Laura, que son los otros protagonistas de esta experiencia tienen exactamente los mismos años que nosotros y somos de Barcelona.
Físicamente creo que somos chicos normales, nosotros, las chicas, al menos en mi opinión, están buenísimas, mi novia es cataña, pelo largo y liso, de ojos marrones pero muy guapa, delgadita, un culo de infarto y unas tetas que están muy bien, gasta una 90 creo. Laura es morena, también pelo largo pero mas ondulado, tiene los ojos verdes preciosos, y nos labios súper carnosos, y de cuerpo mas o menos como Maria.
Esa noche habíamos quedado para salir, como casi cada sábado, solemos quedar siempre en un bar de nuestro barrio y nos reunimos allí, tomamos unas copas y decidimos donde ir esa noche.
Decidimos ir a una discoteca del puerto de Barcelona, por lo tanto no pensamos coger el coche, es mas rápido coger un taxi, primero por que allí es imposible aparcar y segundo por que solemos pillar unos colocones de miedo, cuando salimos de fiesta bebemos mucho y si vamos a discotecas del tipo de ese día, con mucha música thecno y house, solemos comernos alguna pastillita, así que la única pizca de responsabilidad que nos queda es dejar el coche en casa.
Yo y mi novia estábamos peleados con Marc y laura, bueno, era un mal rollo que llevábamos desde hace tiempo, que no contaré aquí, pero prácticamente no nos hablábamos, antes éramos las dos parejas mas unidas del grupo, siempre quedábamos los domingos para ir al cine, Maria y laura se llevaban fenomenal, pero la cosa había cambiado. Realmente el mal rollo era entre ellas, yo y Marc nos hablábamos con bastante normalidad, incluso del tema de la disputa, pero ya sabéis como son las tías, ellas ni se miraban.
Pues eso, después del bar nos dirigimos al puerto de Barcelona para asistir a la discoteca, y una vez dentro os podéis imaginar el festival, habían tías de escándalo, la música era espectacular, el ambiente de película... y nosotros... nosotros nos lo pasábamos de puta madre. Llevábamos un ciego que ni os lo imagináis y nos habíamos comido alguna que otra pastillita, y ¿ sabéis que pasa cuando vas de éxtasis? Que te pones muy cariñoso. Si, cuando tomo éxtasis me pongo muy tierno, todos los que bailan a mi alrededor son mis amigos, y mis colegas son más amigos aun, pero si eso nos pasa a los tíos imaginaros a las chicas, las chicas bailan desinhibidas, se mueven como ángeles, y siempre hay buen rollo y no pasa nada si te pasas un poquito cuando te arrimas a bailar con alguna. Y ante toda esta ternura pasó lo que tenia que pasar, que Maria y Laura se reconciliaron. Es que tenia que pasar tarde o temprano, por que el mal rollo surgió por una estupidez, así que cuando las vi hablando y después abrazarse me dio una alegría tremenda, busqué a Marc y le señalé la escena, también se puso contento y nos fundimos en un abrazo igualmente, después nos dirigimos a ellas y comentamos la alegría que nos daba verlas reconciliadas, nos abrazamos todos con todos, nos dijimos lo mucho que nos habíamos echado de menos, y todas esas cosas bonitas que se dicen cuando uno va borracho, y en uno de esos momentos, comencé a ponerme caliente, mientras nos abrazábamos nos dábamos besos en la cara y el cuello, yo con Laura, Maria con Marc, besos mezclados con sudor, reconciliación, borrachera, éxtasis...una mezcla explosiva que llego a su máxima ebullición cuando, después de las reconciliaciones, volvimos al baile, Maria y Laura bailaban juntas, muy sexualmente, nosotros las animábamos, en ese momento estábamos orgullosos de su recuperada amistad, ya que eran buenísimas amigas, bailaban una con la otra, se recorrían el cuerpo con las manos, pegaban sus cuerpos entre si, eran espectaculares, estaban riquísimas, bellísimas, muy sensuales y en un momento del baile, se pegaron un morreo, nosotros nos quedamos con la boca abierta, creo que toda esa mezcla hizo que me pusiera mas cachondo que nunca y creo a mi amigo Marc le pasó lo mismo. Nos arrimamos a ellas, nos abrazamos los cuatro y seguimos bailando. Así continuó la noche, entre bailes, abrazos y besos hasta que el disc-jockey dijo basta. Eran las 6 de la mañana, íbamos súper colocados y decidimos todos los colegas ir a un after, esas discotecas que abren por la mañana cuando cierran las demás, y como no, nosotros cuatro nos montamos en un taxi juntos, atrás fuimos las chicas y yo, y delante Marc. Íbamos bastante borrachos, las chicas se iban diciendo chorraditas y lo mucho que se añoraban, se daban cariñitos y caricias, Maria se coloco sentada sobre las piernas de Laura, abrazada a su cuello, como lo hacen los niños, y comenzó a darle besitos en el cuello y cara, yo las miraba y sonreía, la situación me producía un morbo increíble, el taxista, un gordo cincuentón las miraba por el espejo retrovisor, pero no me importaba, mi niña me miró e hizo señas para que me acercara y me acerqué a mi preciosa chica y le bese la boquita, en ese momento me salía dulce como un caramelo, Laura acerco su boca a las nuestras y quiso besarnos para fundirnos en un beso a tres, pero tenia miedo que Marc se molestara así que me aparte. Pero no quise que quedara ahí, estaba demasiado caliente para ofrecer esa negativa, así que como podría poner la excusa que iba borracho, me atreví a decir:
Oye Marc, déjame besar a tu novia.
Con un amigo lo comparto todo- me dijo borracho desde su asiento.
Entonces volví a acercarme a ellas y nos fundimos en un morreo a tres bocas, mi lengua jugaba con sus lenguas, saboreaba la saliva mezclada de las dos preciosidades, mi novia se separó y me dejó fundido en un apasionado morreo con Laura mientras ella se dirigió a Marc, que miraba la situación, y se besaron igual, entonces Marc, cuando su lengua quedo libre del acoso de mi chica le dijo al taxista que nos llevara a un sitio tranquilo.
Joder! Como van estas dos..- comenté a Marc.
Habrá que pelearse mas a menudo.- dijo el.
Las chicas dijeron no! Y se fundieron en un morreo. En eso que mientras se comían la boquita mi niña le sacó un pecho a Laura y comenzó a sóbarselo, era un pecho muy bonito, ni grande ni pequeño, se le notaba el pezón duro, el taxista debería estar flipando en ese momento, no me explico como se concentraba en conducir, yo me saque la polla y me empecé a masturbar viendo el panorama.
-mmmmmm, que tetas mas bonitas.- dijo Maria.
-son preciosas, chupaselas.- dijo marc.
El ambiente se estaba caldeando al máximo, Mi novia le chupaba las tetas a Laura mientras mirábamos, el taxista tampoco perdía detalle de las dos chavalitas a través del espejo retrovisor, me percate de ello y le dije:
-Que! Señor taxista, le gusta el espectáculo.
-La verdad es que si, son dos chicas muy guapas.-contestó.
Al escuchar eso, las chicas rieron un poco y le miraron también a través del espejo y le sonrieron, Laura se toco sus pechos y acto seguido Maria pasó la lengua por los pezones de su amiga. Era impresionante el morbo que se respiraba dentro del vehículo. Maria comenzó a desnudar a Laura mientras le besaba todo el cuerpo y laura hacía lo mismo con Maria, las dos llevaban mini falda, así que no dio mucho trabajo, ambas se quedaron con la faldita subida y el top y la blusa quitada, y naturalmente sin el tanguita, nos daban un espectáculo lésbico increíble, sus cuerpos eran impresionantes, delgaditas, pechos duritos y no excesivamente grandes, lo que hacia que estuviesen tiesos y juveniles, estaban buenísimas. Yo y Marc teníamos la polla fuera y nos la cascábamos, el taxista solo miraba.
Oiga señor taxista, usted también puede sacarse la polla en honor a estos dos bombones.-le dije.
No, no importa.-contestó educadamente.
¿A vosotras os importa chicas? volví a decir.
Pararon un momento, se miraron, me miraron, y dijeron medio sonriendo que no, y volvieron a mirar al taxista a la cara a través del espejo retrovisor.
Pues si al hombre le da vergüenza se la vais a tener que sacar vosotras, me da mal rollo que esté así, parece que esté esperando a que terminemos.- dije de nuevo.
Hubo unas risas, entonces mi novia dejo a Laura y se echó hacia delante hasta alcanzar la bragueta del taxista, bajó su cremallera, desabrochó el botón y sacó su polla, la tenía bien excitada, y más después de que una chavalita joven y guapísima se la sacara ella misma, era una polla bastante gorda, se la veía húmeda, mezcla del sudor y los líquidos preseminales, mi chica le dio un par de suaves y lentas sacudidas, luego busco la mano del taxista, la condujo hacia su cipote y le acompañó en los primeros movimientos, le dio un beso al taxista y volvió para atrás con nosotros. La verdad que ver a mi novia comportarse así me ponía muy cachondo y el taxista deberia estar alucinando con lo que le sucedía, unas niñas preciosas, casi 40 años mas jóvenes que él, además de ofrecerle un divino espectáculo le dejaban participar.
Durante ese tiempo, Laura se acerco a mí, me dio un húmedo beso y agarró mi pene, ahora era ella quien me masturbaba mientras me daba besos con lengua que yo correspondía, luego bajó la cabeza y pasó su lengua por toda la longitud de mi cipote para después introducírselo entre sus suculentos labios y comenzar una maravillosa mamada. Mi novia se unió a nosotros, acercó su cara a la mía y comenzamos a morrearnos mientras dejaba que su amiga se comiera mi pene, acariciaba el pelo de Laura, hasta que esta se giró, entonces Maria le preguntó si podía, asintió con la cabeza y empezaron a comerme el cipote entre las dos. Aquello era una sensación maravillosa, me comían la polla como autenticas divas de la felación, me lanzaban picaras miraditas que me volvían loco, me acariciaban el pecho, las piernas... era una pasada.
Marc salió de la parte delantera para unirse a la fiesta de la parte trasera. Las chicas le dieron la bienvenida dejando mi herramienta para fundirse en morreos y lametones con él, le bajaron el pantalón y ahora era él quien disfrutaba de esa maravillosa comida de rabo. Laura le decía cariñosamente que tenia ganas de comerse esa polla y compartirla con su amiga, a lo que él decía que era toda para ellas. Yo tenia los traseros de las chicas a la altura de mi cara y no pude resistir comérmelos, lamía sus entrepiernas, con mis manos abría sus nalgas e intentaba meter mi legua por sus anos, vi al taxista, meneándosela mientras nos miraba, y le hice una señal para que tocara (ahora no dijo que no), yo me dediqué al culo del Maria y el taxista al culo de Laura. A las muy guarras no les importaba que el taxista les tocara, creo que eso hizo que me excitara aun más, yo me levanté y comencé a follarme a mi chica desde atrás, le daba palmadas en el culo e invitaba al taxista a hacer lo mismo.
Venga señor taxista, que lo está deseando, dele unas palmaditas a estas niñas, que han sido malas.- le decia.- cuando ha tenido unos traseros como estos delante.-
Laura agarro la mano del hombre y se dio un cachete para invitarle ella misma, entonces se animó, El conductor daba palmadas al culo de Laura y ella lanzaba gemiditos cada vez, cosa que debería estar poniendo cardiaco al taxista. Yo estaba a punto de correrme, así que saqué la polla del coño de Maria. Laura se levanto miró al conductor mientras se tocaba las tetas y le dedicó una sonrisa, acto seguido se acercó a mi y me dio un beso en la boca. Mi novia se coloco encima de la polla de Marc y comenzaron a follar. Laura se colocó encima mío y se metió mi polla en el coño, follabamos los dos, en la misma posición, la chicas se miraron, acercaron sus caras y se empezaron a comer la boca, yo miré a mi colega y el me miro a mi, y chocamos las manos, como celebrando un tanto, hubo risas de los cuatro, era una pasada ver follar a mi colega con el bombón de mi novia mientras me follaba a la suya, con la mirada nos pusimos de acuerdo, contamos hasta tres y a la vez nos dimos la vuelta. Ahora ellas estaban debajo con la espalda en el asiento y nosotros bombeábamos, mi colega metió dos dedos de la mano en la boca de Laura y ella los saboreaba mientras me la follaba, yo también acariciaba a mi chica, pero no pude aguantar mas, le di una gran embestida para metersela lo mas hondo posible, dejé caer la cabeza hacia abajo, y mientras morreaba a Laura y ella me correspondía con frenesí, solté mis chorros con fuerza en su interior, fue un orgasmo largo, mi novia me acariciaba la espalda y me decía que me quería desde al lado mientras yo descargaba mi descomunal corrida en el interior de su amiga, era una caña. Una vez acabado me quité de encima y observé como Marc se follaba a mi niña, Laura besaba a su novio y le decía que le amaba mientras este le metía la polla a Maria, hasta que comenzó a suspirar mas fuerte y a embestir mas violento, señal que se venia, entonces se fundió en un beso con su chica y yo hacia lo mismo con la mía, notaba su corrida como se trasmitía por del cuerpo de Maria a través de los espasmos, fue un polvo inolvidable.
Nos quedamos sentados, con nuestras respectivas chicas encima nuestro, el taxista aun se la estaba pelando, nosotros le animábamos, pero aun no se corría, le caían chorreones de sudor por toda la cara, debido al ambiente caluroso que habíamos propiciado en el taxi más el calor que hacia esa noche.
Chicas, como no le echéis una mano no nos vamos.- dijo Marc.
Venga, acabarle la paja vosotras.- dije yo.
Las chicas se preguntaron con la mirada y asintieron igual, salieron del coche solo con los zapatos, (que por cierto se les veía así muy sexys, con la falda levantada y esos zapatos de verano con tacón)se dirigieron a la puerta del conductor, la abrieron y cada una lo cogió de una mano animándolo a salir.
Venga chicos, hacerle sitio.- dijeron.
Nosotros salimos fuera, para hacerles sitio y aprovechar y pegar una meadita, ellas metieron al taxista dentro, Laura se metió tras de él y Maria dio la vuelta para introducirse por el otro lado. Cuando Maria entró en el coche Laura ya le estaba masturbándolo, Maria le pregunto al hombre:
¿Te gusta?
Sí, sois maravillosas.
Y unas guarrillas, -dijo Marc en tono de broma desde fuera.
Todos reímos, Maria le tocaba los huevos mientras Laura seguía masturbándolo, Laura dejo caer saliva sobre el capullo para que no se resecara, entonces mi novia le la extendió con su manita, bajó su cabeza y se metió el glande en la boca mientras Laura seguía el movimiento con la mano, pero no tardó en bajar ella también la cabeza y chuparle el trozo de polla que dejaba libre Maria, y así se iban alternando entre mamada y masturbándolo. Yo, la verdad que no me imaginaba que eran capaces de hacer lo que estaban haciendo, no esperaba que le comieran el rabo, pensé que solo le masturbarían y punto, pero la verdad, aquello me estaba excitando al máximo. El taxista debía estar flipando, dos niñas preciosas le estaban haciendo una monumental comida de rabo a la vez, él les acariciaba el pelo y ellas de vez en cuando le miraban y sonreían. Entonces el hombre avisó que se corría, yo pensé que apartarían la cara pero me quede alucinado cuando en vez de ello seguían con mas ganas, realmente querían que el señor disfrutara, era mi novia quien tenia la polla dentro cuando le dieron los espasmos al taxista, la muy guarra recibió toda la corrida en la boca, que debió ser descomunal, derramaba semen por los bordes de los labios deslizándose por el tronco del cipote, levanto la cara y Laura siguió chupandole la polla mientras daba los últimos espasmos y la guarra de mi novia miraba y sonreía al taxista, enseñándole el semen de la boca mientras se derramaba, Laura se saco la polla de la boca y buscó la de Maria para besarse, el taxista daba gracias y no paraba de decir lo maravillosas que eran, y nosotros pues os lo podéis imaginar, flipando y comentando con el taxista la gran mamada que había recibido de ese par de niñas guarras.
Y eso es todo amigos, después de eso salieron, mearon, nos limpiamos, nos arreglamos un poco y el taxista nos llevo a casa. Y por supuesto, el viaje salió gratis.