Orgia en el caribe

Ernesto y Elena, conocen a un joven empresario que los invita al Caribe, donde entran al mundo liberal de las orgias

Viernes por la noche, tenemos una fiesta en el club con una pareja de amigos, Laura y Max.

Elena y yo, Ernesto es mi nombre, nos alistamos para el festón, llegamos al lugar mas o menos a las diez de la noche encontrándonos con Laura y Max, luego de los saludos y las presentaciones comenzamos a departir, beber y bailar.

La reunión se desenvolvía normalmente, cuando un joven de 35 años aproximadamente sacó a bailar a mi esposa Elena, el bailaba pegado a ella y no sé que le conversaba que la hacia sonreír, por ratos me parecía ver que le ponía su rodilla entre las piernas y a ella le gustaba, y a mí también. Sentía como se me iba parando la verga, yo en mi sitio me la agarraba muy discretamente ya que me hacía mucha presión, pero no dejaba de observarlos sin que se dieran cuenta, terminado el baile él la acompaño hasta la mesa donde nos encontrábamos sentados con una pareja de esposos amigos nuestros, que también regresaban de bailar.

Elena mi esposa se fue al tocador y nosotros continuamos charlando, todos estábamos algo bebidos, y nuestras conversaciones se tornaron risas ya eran más de las dos de la madrugada y seguíamos bebiendo, mi amigo Max se enfrascó en una conversación con otra persona, Laura, su esposa y yo conversábamos de otras tonterías, mientras que empezaba otro baile la saqué a bailar, mi esposa no regresaba del baño de damas, yo no me preocupaba de nada ya que sabía que aquel hombre intentaría sacarla a bailar nuevamente y ella aceptaría, y así fue mientras yo me divertía con la esposa de mi amigo Elena fue interceptada saliendo del tocador por aquel hombre que por cierto tenia buena presencia, llevándola a bailar a un lugar mas alejado de nosotros.

Mientras Laura y yo reíamos y nos movíamos al compás de la música como si estuviéramos sincronizados en nuestros movimientos, Laura que a sus 38 años tiene unas hermosas caderas y sabía como moverlas. Pero se dio cuenta de aquel hombre que ya había sacado a mi esposa tres veces seguidas a bailar y me preguntó:

-         No te molesta que ese tipo saque a bailar seguido a Elena?

-         No le respondí, me gusta que se divierta…le respondí…además solo bailan

-         Pero bailan muy pegados,

-         No creo que la este cogiendo parada cierto?...jajajaja

Reímos a carcajadas, y continuamos bailando.

-         Ojala Max fuera así como tú

-         Pero estamos bailando seguido y no nos dice nada……jajaja

-         No seas burlón … me dijo

-         Tu eres su mejor amigo,  y te aseguro que si tu intentaras algo ni siquiera lo notaria

Seguimos riendo y bailando.

-         A ver si hacemos algo cuando el este mirándonos, si no nos dice nada, tu ganas si nos dice algo yo gano..ok?

-         Acepto..contestó Laura

Entonces le di una vuelta y la cogí de las caderas y me pegué a ella sobándole las nalgas con la pelvis y le pasé la voz, Max volteó y nos saludó muy sonriente a pesar que me sobaba con su esposa. Ella se ruborizó un poco pero siguió con el juego.

-         Te lo dije… así es que yo gané

-         Cierto…y que voy a pagar por la apuesta perdida

-         No sé déjame pensarlo …después te digo

Seguimos con nuestro baile hasta que se terminó y nos fuimos a la mesa a sentarnos, luego de unos minutos llegó Elena, sonriente ella, Laura le preguntó en tono sarcástico:

-         Y tú donde te fuiste?

-         Estuve bailando y conociendo gente

-         Y quiénes son?

-         Es un empresario que trabaja para una petrolera, es muy buen conversador.

-         A que bien, entonces nos lo vas a presentar?

-         Si lo veo venir se los presento

A lo que yo dije:

-         De seguro lo veremos otra vez.

Llegada la hora de retirarnos nos despedimos no sin antes acordar vernos el siguiente fin de semana, y con una mirada picara Laura me dijo:

-         De hecho tienes que pagar tu apuesta

Elena me miró con cara de interrogante pero no me dijo nada. Tomamos un taxi y llegando a casa, nos quitamos toda la ropa dejándola tirada en el camino a la habitación, nos tumbamos a la cama y le dije:

-         Cuéntame de tu nuevo amigo, se ve que te divertiste bailando con él, porque te vi la cara de complacencia, anda cuéntame.

-         Está bien te voy a contar…

Se llama Luigi y como ya te dije antes es un empresario en una petrolera, me dijo que yo era muy atractiva y que te felicitara por tener una esposa como yo, es una de las cosas que me hizo sonreír, me contó que viaja mucho y que le gustaría conocerme más, yo le dije que era casada, el me dijo que ya se había dado cuenta, pero que de todas maneras le gustaría conocerme más, le dije: y que le hace pensar que podría aceptar el conocerlo?. Me dijo que se iba a las playas del Caribe y que sería buena oportunidad para poder hacer nuevos amigos.

-         Y te gustó?

-         Si es un hombre interesante y sexy

-         Y qué opinas entonces.

-         Ya sabes que es lo que quiere

-         Si ya lo sé por eso cuando te metía la rodilla entre las piernas la verga se me paró al máximo

-         En serio?

-         Si y tú qué crees?

-         El verte que te agarren de esa manera me pone a mil.

-         Y que dice de la invitación entonces?

-         Ya sabes que nadie te regala un viaje a las playas del Caribe, así que mi querida Elena has todos los arreglos necesarios con tu amigo Max y se sutil como tú lo sabes ser, has como que yo no sé nada del asunto..Ok?

-         Ok querido esposito.

Luego de esta conversación Elena y yo nos metimos un buen polvo excitados tanto por lo que había visto en la fiesta como por lo que se venía. Hice que me chupara la verga pegajosa por el líquido seminal que había goteado mientras la veía bailar con el empresario, luego la puse piernas al hombro cogiéndola fuertemente y arrancándole gritos de placer para terminar la puse en cuatro se la metí por su anito y en unas pocas embestidas le dejé el culo lleno de mi leche, sudados y cansados nos dormimos.

Al día siguiente domingo durante las horas de la mañana Elena recibió la llamada de Luigi, luego de una larga conversación la cual no escuché, muy contenta vino y me contó que todo había quedado arreglado para viajar el martes próximo, pero que Luigi nos esperaría en el aeropuerto, se presentaría como un antiguo amigo de universidad de mi esposa para hacerlo más sencillo, así es que empezamos a preparar las maletas en las cuales solo llevaríamos ropa ligera y de baño.

Por fin llegó el día martes, nos dirigimos al aeropuerto y nos encontramos con Luigi el supuesto amigo de la universidad de mi esposa,  nos presentamos y subimos al avión, durante el vuelo me senté junto a la ventana y me dormí para que sigan con su jueguito, a sabiendas que Elena me contaría todo sobre lo que sucedería en el vuelo.

Luego de varias horas de vuelo, llegamos a nuestro destino bajando del avión Luigi se despidió de nosotros pretextando tener que ir a arreglar unos asuntos particulares y luego nos iría a ver al hotel donde nos había reservado una habitación, pidió un taxi y enrumbamos al hotel. Durante el trayecto le pregunté:

-         Y cuéntame todo lo que pasó durante el vuelo.

-         Claro cuando estemos en la habitación te cuento con lujo de detalles.

Llegando al hotel nos registramos subimos a una bonita habitación matrimonial, muy exótica con adornos propios de la zona. Arreglamos el equipaje, nos duchamos tomamos unos tragos nos echamos desnudos en la cama y Elena empezó a relatarme lo que sucedió en el avión:

-    Ernesto cuando tú te dormiste o así lo pensábamos Luigi me invitó a tomar un trago en el bar del área VIP del avión, sin hacer ruido nos fuimos y Luigi le dijo a una de las azafatas que te atendiera bien si requerías algo, nosotros nos sentamos en unos sillones de cuero muy cómodos, se escuchaba una música muy suave y solo había otra pareja un poco más allá y el barman, me dijo que le daba gusto que te convenciera para ir de viaje, me prometió que nos íbamos a divertir, no entendí si se refirió a los tres o solo él y yo, esta vez fue más atrevido en sus conversaciones, dijo que tengo bonita figura y que le hubiera gustado conocerme mucho antes pero que eso tenía solución, que como tenía cinco días de diversión pasaríamos momentos muy agradables.

Como los muebles eran angostos, estábamos muy cerca uno del otro tanto que mi pierna la crucé casi por sobre la pierna de él, se hacía agua mi conchita, la pareja que estaba casi junto a nosotros parecían europeos, comenzaron a besarse muy apasionadamente tanto que el pequeño ambiente se cargó de un aroma especial, Luigi y yo mirábamos de rato en rato muy discretamente y ya con el segundo trago encima nos quedamos mirando muy fijamente volteamos a ver a la pareja que seguía en lo suyo y sin decir palabra alguna nos acercamos decididamente y nos besamos con un poco de temor pero con ganas, su lengua buscó a la mía nos abrazamos y nos dejamos llevar por la pasión del momento, durante cinco minutos nos desconectamos y no nos importó si nos veían o no, aproximadamente cinco minutos después y bastantes calientes nos separamos cogimos nuestras copas y dimos un buen sorbo a la bebida,  luego nos seguimos besando ya sin reparos, yo lo agarré del cuello y él me sobaba de la cintura a la cadera y de allí hasta llegar a mis pechos, yo dejaba que hiciera lo que quería, era un momento de tierna lujuria, las ansias aumentaron y el nerviosismo también, por momentos mirábamos alrededor como buscando un lugar más intimo, luego seguíamos besándonos como dos adolescentes, me entraron unas ganas de coger y me imagino que Luigi también las tenía, de pronto se levantó y me dijo ya regreso, lo vi alejarse un poco y hablarle a una azafata, regresó y me tomó de la mano y siguiendo a la azafata por unos cuantos metros entramos a un pequeño cuarto donde había una cama y ropas de mujer obviamente era el de las azafatas, muy sonriente la mujer nos hizo pasar rápidamente, Luigi volteó y le dio una sustanciosa propina,  Cerró la puerta y me cogió por la cintura y me besó desenfrenadamente sin más palabras nos quitamos la ropa, como si fuera una competencia a ver quién de los dos se quedaba desnudo primero, al vernos frente a frente completamente desnudos miré con descaro su verga y la comencé a palpar sintiendo como latía, me agarró las nalgas apretándolas y abriéndolas de par en par, eso me calentó aun mas, me echó en la angosta cama y abriéndome las piernas metió su cabeza entre mis piernas llegando  con su lengua a mi labios vaginales y clítoris, me chupó y lamió varios minutos como si absorbiera el jugo de una fruta, yo tenía que taparme al boca para no gritar, me vine tantas veces que hasta mojé la cubrecamas, le pedí que se detuviera y que me dejara respirar agitada y transpirada levante su rostro hasta el mío y lo besé sintiendo el aroma y sabor de mis jugos vaginales luego me levantó las piernas dejándome vulnerable a su vergota oscura gruesa y babeante, la colocó muy despacio en la entrada de mi vagina y empujó lentamente mientras yo lo sostenía de los hombros para que no cayera sobre intempestivamente, ya me sentía llena de él cuando bajé la mirada y vi con gran sorpresa y agrado que faltaba aún la mitad, le dije muévete despacio, y él me contestó lo haré como tú quieras, y poco a poco empezó a moverse haciéndome sentir un enorme placer al sentir su enorme verga cada vez más adentro, cada vez que la tenía adentro me faltaba la respiración tenía que respirar por la boca tratando de no asfixiarme, y a la vez en lo más profundo de mi, sentí como su glande empujaba mas y mas haciéndome desbordar los jugos que brotaban a chorros de mi conchita. Así estuvimos hasta que de pronto sentí que se aceleraban sus movimientos ý las magnitud de sus verga iba en aumento lo cual me indicó que ya estaba por venirse, yo no dejaba de gemir tapándome la boca, lo aprisioné con mis piernas y él entendió que podía venirse dentro de mí, así lo quería yo, entonces llegando al clímax descargó su lechita en tal cantidad que se empezó a desbordar de mi vaginita al mismo tiempo que juntábamos nuestras bocas para apagar el grito de placer de ambos, después del clímax quedamos pegados durante varios minutos besándonos y acariciándonos hasta que su verga disminuyó su tamaño, descansamos más o menos treinta minutos nos arreglamos y salimos al bar a tomar unos refrescos y luego regresamos a nuestros asientos a descansar.

Al terminar de escuchar el relato de mi esposa, tenia los huevos llenos de leche y por la punta de la verga me goteaba, le dije a Elena que me la chupara, lo cual hizo muy hábilmente chupando mi glande como si fuera un chupete, me agarró los huevos y los masajeó con especial cuidado, luego los lamió a la vez que me hacia una paja, hasta que provocó mi venida, me estremecí y cogiéndola por la nuca descargué mi semen en grandes cantidades que corrieron garganta abajo, no dejando escapar ni una sola gota.

Luego de mi venida Elena y yo nos pusimos de acuerdo en varios detalles para nuestra estadía, terminamos nuestros tragos y descansamos plácidamente hasta la hora de almuerzo.

Por la tarde nos encontramos con Luigi, nos invitó a un Spa, al llegar nos dieron toallas y una contraseña para los roperos donde guardamos nuestras ropas, desnudos y solo con las toallas encima entramos a un cámara caliente para empezar a adaptarnos al calor , allí había varias personas entre hombres y mujeres, jóvenes y adultos todos desnudos algunos se cubrían con las toallas otros no, y así indistintamente.

Los tres ingresamos a la cámara, buscamos unos lugares nos sentamos y entre conversación y conversación Luigi me dijo que me felicitaba por tener una esposa tan bonita e inteligente, yo le di las gracias, estuvimos relajados varios minutos y yo mirando disimuladamente a tantas mujeres desnudas de todas las tallas, me imaginaba una orgía con todas esas personas, pero lo más interesante era que había cámaras de vapor más pequeñas, donde podías entrar en parejas o sea algo mas privado, mientras a Luigi se le acercaban entre hombres y mujeres a saludarlo y él nos presentaba a nosotros, como sus amigos íntimos, yo seguía haciéndome el desentendido. Luego hice lo acordado con mi mujer, ella le mencionó un supuesto dolor de espalda a Luigi y él inmediatamente me llevó a una sala de masaje donde me dejó en manos de una bella joven masajista.

Luego del masaje que duró casi una hora me eché a descansar en uno de los ambientes dejando a mi instruida esposa con Luigi para que sigan con lo suyo.

Luego de tres horas de descanso profundo y reparador, me fui a la habitación y esperé a mi cachonda esposa para escuchar con placer su relato.

A los 15 minutos aproximadamente llegó ella aún con la toalla puesta y con la ropa en la mano caminando descalza, contenta y con una expresión de satisfacción se echó a la cama junto a mí y empezó así:

-    Ernesto, te cuento fue algo espectacular lo que he vivido en ese spa, recuerdas que me dejaste en la cámara de vapor con Luigi? pues muchas de las personas que estaban allí se le acercaban para saludarlo y no eran cualquiera eran hombres de negocio o familiares que viajan con ellos por todo el mundo, poco a poco fueron juntándose hasta que hicimos un grupo mas o menos de nueve o diez personas todos conversábamos con todos, me preguntaban de donde era, como conocí a Luigi, en que trabajaba,,etc. etc., lo mas excitante fue que pocos andaban con las toallas puestas en la cintura y otras al cuello, hombres y mujeres desnudos de lo mas natural, el calor aumentaba tremendamente y nos echábamos agua con una ducha de mano que estaban colocadas alrededor de la cámara, eso nos refrescaba un poco, luego Luigi mando traer refrescos y tragos para todos, yo bebí un trago exótico con bastante hielo, pero después de tomarlo y refrescarme se me subió a la cabeza y me fui desinhibiendo poco a poco  hasta que me quité la toalla para secarme el rostro y las partes del cuerpo que no me cubría y me quedé desnuda totalmente sin ningún complejo, la conversación se fue haciendo mas amena y Luigi me hacia poner de pie para echarme agua con la ducha de mano, en esos momentos todos me observaban y hablaban con Luigi sobre no alcanzaba a escuchar muy bien pero se que se referían a mi, algunos de los hombres abrazaban y besaban a las mujeres del grupo pero de rato en rato cambiaban unas con otras, hasta ese momento Luigi me besaba a mi solamente, en un instante sentí unas manos que me acariciaban desde los hombros hasta mi trasero y no eran las manos de Luigi, eran las manos de uno de los hombres maduros del grupo, yo sentada y reclinada sobre Luigi, dejaba expuesta toda expuesta mi espalda hasta mis nalgas, quise incorporarme para voltear pero Luigi, me abrazó de la cintura y muy delicadamente me retuvo, yo me dejé llevar por él así es que sea quien fuese dejé que me siga acariciando toda mi parte posterior, Nos fuimos dejando llevar por el deseo, ya no eran un par de manos sino varias las que me acariciaban todo el cuerpo, la mismo tiempo que recibía chorritos de agua, por el intenso calor, ya de pie Luigi me masturbaba por delante y otros dedos entraban a mi ano, separé mis piernas para no perder el equilibrio, Luigi se  puso a mi costado sin dejar de besarme cediéndole el lugar a otros dedos que lo remplazaron en su labor masturbatoria, igualmente de mi ano salían y entraban dedos de diferentes tamaños, unos mas gruesos y otros mas largos, lo que provocaba que me chorree por las pajas que me hacían, mis jugos vaginales se confundían con el sudor provocado por el calor del vapor, luego de ser acariciada y manoseada e invadida con manos y dedos extraños Luigi me volteó empujo suavemente mi cabeza para agacharme con su pie empujo el mió hacia un lado y me la metió por la conchita ya preparada, uno de sus amigos me puso la verga en la boca mientras que mis tetas eran manoseadas y mamadas por dos mujeres, luego otro ocupó el lugar de Luigi otros a mis dos tetas y otra verga a mi boca, mientras seguían echando chorritos de agua para refrescarme, después de un buen rato en esa  pose disfrutando de nuevas vergas, no recuerdo cuantas vergas nuevas y cuantas repitieron, me incorporé un poco cansada por la postura, me senté y bebimos de nuestras copas mientras que uno de ellos me mamaba las tetas y otro me chupaba mis labios vaginales, yo seguí bebiendo durante varios minutos y por mi clítoris pasaron como ocho personas entre mujeres y hombres, me corrí 3 veces, una de las mujeres aprovechó mis piernas levantadas para meterse mi pié en su rajita suave y mojadita, era delicioso sentir su concha con los dedos de mi pié, y a ella le encantaba mucho porque me mojó el pie con emisiones de su vagina, luego uno de ellos me puso la verga en la boca para que se la mamara, eso hacia cuando sentí una descarga de semen en mi boca la cual yo tragué, exprimiéndole hasta la ultima gota, otro también me puso la verga para chupársela pero al venirse me la sacó de la boca y me echó su semen en toda la cara, un olor fuerte y agradable, una de las chicas se sentó en mi muslo y empezó a masturbarse con el, yo sentí como sus labios vaginales recorrían mi pierna dejando un aroma a sexo, dos mas me echaron la leche en las tetas, y así cada uno de ellos esperó su turno para echarme su semen sobre mi cuerpo, yo me sobaba la leche que se volvía crema en mi cuerpo, las chicas me lamían en diferentes partes, hasta que uno de los hombres maduros agarró uno de mis pies y echó su semen a mis dedos para que después una de las mujeres, me pareció su esposa me chupara cada dedito del pie absorbiendo todo el semen, después de haberme venido ya otras tres veces mas, me echaron agua con las duchas manuales y sobaron mi cuerpo hasta dejarme limpiecita. Todos ellos se despidieron de mi, muy agradecidos por el placer proferido. Luigi y yo salimos y nos despedimos hasta el día siguiente a la hora de la cena.

-    Que espectacular lo que has vivido mi amor, ahora dame el culito para dejarte mi lechecita.

-    Claro mi amor, por el único lado por donde no me la metieron fue por mi anito,

Agarre a mi esposa y la puse en cuatro y abriéndole las nalgas le escupí el ano y fui metiéndole mi verga, varios minutos cogiéndola en esa pose y recordando cada detalle de su relato sentí que me iba a correr le saqué la verga y se la puse en la boca donde le descargué mi semen, ella se lo tragó y me chupó la verga hasta dejarla limpiecita, nos echamos abrazados y descansamos para encontrarnos con Luigi a la hora de la cena....