Orgía en el Caribe 3

El último día en el caribe Luigi, lleva a Elena a una reunión femenina, donde experimenta los placeres del fist

Al día siguiente nos despertamos muy tarde, yo con el cuerpo totalmente relajado y Elena con el cuerpo y en especial el culo adolorido, pero bueno, pedimos el desayuno a la habitación, luego nos quedamos echados para conversar de todo lo acontecido el día anterior, yo abrazaba a mi esposa con mucho cariño, y se me dio por voltearla y abrirle las nalgas para poder ver como había quedado su ano, ese rico y delicioso ano que se había comido semejantes vergas y nos había hecho integrantes vip del club y con pago incluido.

A medio día llamó Luigi a Elena y le dijo que hoy día saldremos más temprano, después del almuerzo para ser más exactos, íbamos a la casa de una de las participantes del fiestón de la noche. Y que sería una reunión de puras mujeres así es que Luigi solo la dejaría. Estaba claro que yo me quedaría en el hotel, pero bueno eso me comenzó a excitar.

Llegó la hora de recojan a Elena, se fue vestida con ropa de baño por el calor, y encima una falda muy fina, sombrero para el sol y lentes oscuros, Luigi la saludó e inmediatamente se despidió de mi, no sin antes decirle que la cuide, el me respondió, que no preocupara, que le traería san y salva, cerrando la puerta de la habitación.

Luego de aproximadamente seis horas de angustia viendo películas porno de todo tipo y de hacerme una paja, se abrió la puerta del cuarto y entró Elena caminando apenas y toda agotada por la faena, llegó hasta la cama y se dejó caer sobre ella. Yo preocupado y arrecho, le pregunté

-     Amor, estas bien?.. cuéntame que te sucede, me pidió u n refresco bien helado, .-se lo serví cual un rayo-., y me dijo

-     Mira amor siéntate porque lo que te voy a contar te va gustar tremendamente.

Así lo hice, me senté y me quedé callado esperando que comience su relato.

-     Llegamos a una casa de playa bastante grande con piscina y todas las comodidades había un grupo de diez señoras maduras y algunas jóvenes, y la anfitriona quien me recibió en la entrada, hasta donde llegó Luigi, teniendo que retirarse, me dijo que pasaría a recogerme.

Pasamos a la sala y todas las mujeres me saludaron muy efusivamente, me besaron, me abrazaron, me hicieron comentarios del show de anoche, yo parecía una estrella de cine, pero todas estábamos contentas, me contaron de sus experiencias sexuales las cuales te contare después, luego como los tragos nos hicieron subir la temperatura, nos metimos a la piscina todas desnudas, seguimos conversando de sus aventuras sexuales con y sin sus maridos, fue algo muy divertido escucharlas, luego de beber, refrescarnos y bailar desnudas entre nosotras, nos secamos y entramos a la sala nuevamente a servirnos unos bocaditos muy agradable, para esto ya nos habían puesto un pantalla gigante, para ver películas, entonces todas se acomodaron, apagaron las luces y pusieron una película donde salían varias de ellas en una de las orgias que organizaban, donde se veía que les hacían de todo, así como a mi, mi amor.

Observamos las películas y eran bien cachondas, en una de ellas se les veía a ellas en una orgia metiéndose consoladores y vibradores y otros objetos sexuales de diferentes tamaños en el culo y en la concha, las mismas que se encontraban a mi alrededor manoseándose y pajeándose.

Luego otra película donde aparecía otra de las mujeres con diez tipos cogiéndosela y llenándola de leche por todos lados, eso me calentó bastante. Y así nos pasamos viendo películas durante un par de horas mas o menos, mientras que corría la película la anfitriona y otra mujer mas me llevaron a la habitación y me dijeron que para nuestro próximo juego tenían que ponerme un enema, yo me sorprendí un poco pero si era por la higiene, que venga entonces  dije.

Me hicieron echar boca abajo en la cama con toallas debajo de mi, trajeron el aparato con el liquido que habían preparado, me dijeron que eran hierbas medicinales y aromáticas, me dieron unos masajes previos y luego me introdujeron la cánula en el culo, eran aproximadamente un litro y medio de liquido que tuve que soportar para luego ir al baño y botarlo, me sentí aliviada cuando salió todo el liquido y mis intestinos quedaron limpios, repitieron la operación dos veces más, para que quede bien limpia por dentro,, me dijeron.

Me di un duchazo y salimos a la sala nuevamente, luego me secaron, y luego me echaron exquisito perfumes, de diferentes aromas, por todo el cuerpo, aromas que de por si provocaban la excitación. Al salir a la sala ya algunas de las presentes habían empezado a liarse entre ellas, se chupaban todo el cuerpo, se metían los dedos al culo a la concha después se los chupaban, habían puesto colchonetas por todos lados, cuando estuve en medio de la sala algunas de ellas se me acercaron por delante por detrás , por los costados a olerme y besarme muy delicadamente, las caricias poco a poco se fueron convirtiendo en manoseos, una se arrodilló detrás de mí y comenzó a besarme las nalgas y mi anito, otras me chupaban las tetas etc., cualquier parte de mi cuerpo que esté libre.

Luego me echaron en la colchoneta y metieron una a una su lengua en mi clítoris, chupaban hábilmente mis labios vaginales, me vine muchas veces y cada emisión mía era absorbida por la que estuviera de turno entre mis piernas, yo estaba calientísima, recibía besos en mi boca y chupadas de tetas de todas ellas, me levantaron las piernas quedando mis rodillas a la altura de mis hombros y otra me lamia hasta el ano metiendo dos,, tres hasta cuatro dedos, que bien lubricados entraban fácilmente a mi anito, todas saborearon mis jugos vaginales y disfrutaban chupando sus dedos con los cuales habían dilatado mi ano. Me pusieron en cuatro para lamer con mayor facilidad mi ano, me mordisqueaban mis nalgas abriéndolas una de cada lado, mientras que otra metía toda su lengua dentro de mí, luego una de ellas de contextura delgada y de manos finas, me lubricó el ano untándome alguna crema, y fue metiendo primero tres dedos, luego cuatro, para después meter poco a poco y bien juntos sus cinco dedos, sentí como se iba dilatando mi culito hasta que sentí la parte de los nudillos, una de ellas se me acercó al oído y me dijo .-puja Elena , para que se te haga más fácil, ya veras-.asi lo hice puje como cuando voy al baño y automáticamente sentí como la mano pasaba por mi anillo anal con gran facilidad, llenándome el intestino y sacando todo el aire que podría haber, mientras que tenían mis nalgas agarradas para mantenerlas abiertas y ayudar a la inserción de la mano, sentí un gran placer por dentro de mi cuando la mano haciendo un semi puño entraba hasta adentro quizás hasta el codo. -suponía yo-.ya que miré a mi estomago y veía un bulto recorrer todo mi vientre. Recién con el puño adentro pude ajustar un poco para poder sentir placer en mi ano, la mano y el antebrazo de la mujer parecía un gran consolador, y ella lo disfrutaba tanto como yo, no soporté mas y me comencé a correr ya que la mano de una de ellas me frotaba el clítoris, tanto que solté un chorrito de orines, que gustosamente succionaron algunas, ya mi ano estaba bien dilatado y mi concha quería también algo adentro, y yo les dije entre gemidos y pujos .-y para adelante no hay nada?-.  todas rieron y me dijeron .- no te preocupes vamos despacio.- una a una lubricándose las manos fueron metiéndome cuidadosamente sus manos por mi culo y también por mi conchita, que por cierto estaba ya bastante lubricada y dilatada por tantos orgasmos. El sentir ambas manos saludándose desde mi interior me hizo arrojar borbotones de jugos vaginales, después de haber sido sodomizada, me dieron un descanso lo único que atiné fue echarme sobre la colchoneta boca abajo con el culo parado ya que aun me latía después de aquellas penetraciones manuales.

Luego de unos refrescos, y ya pasados 10 minutos sentí que me echaron aceites perfumados y una experta me dio masajes reavivantes, mi sangre volvía a fluir rápidamente, volvió mi excitación, aquellos masajes me despertaron totalmente, me pusieron boca arriba y levantaron mis piernas y pusieron dos o tres cojines debajo de mi cintura, quedándome con los piernas hacia arriba y mis orificios a la vista y acceso de todas ellas, nuevamente metieron sus manos por mi conchita, haciéndome gemir de placer, luego la sacaron y atacaron nuevamente mi ano, así se turnaban para meterme las manos una vez en la concha y otra en el culo, hasta que las metieron por mis dos agujeros al mismo tiempo, unas masajeaban mis pies, otras mis muslos,  mis nalgas.

Unas aprovechaban la pose en que estaba para ponerme sus conchas en la cara para lamérselas, las hacia venir con gran facilidad, mi cara estaba mojada con líquidos vaginales a chorros, otras me besaban pasando la lengua por toda mi cara, para luego entrelazar nuestras lenguas en besos apasionados. En varias ocasiones solté chorritos de orines los cuales me mojaban y ellas lamian, eran momentos de infinito placer, suspiros, gemidos y risas y palabras de aliento se escuchaban conjuntamente con la música, mientras algunas me hacían gozar, otras se daban placer también metiéndose el puño por la concha y el culo, era un gran bacanal, muchas de ellas iban teniendo orgasmos y mojándose entre ellas, a mi me mojaron varias de ella, y yo las moje a ellas también con mis emisiones, al terminar de venirse la última del grupo fuimos a las duchas de la piscina nos dimos un buen baño mutuamente y terminamos todas juntas en la piscina.

Ya se acercaba la hora de Luigi viniera por mí, así es que me cambié y lo esperé en la antesala, no sin antes despedirme de todas y recibir el aprecio y el agradecimiento de cada una de ellas.

Y eso amorcito es lo que sucedió, Luigi me dijo de camino acá que mañana regresamos a casa, así es que estemos preparados.

Después de aquel relato le dije a mi esposa que me haga una paja y que recibiera mi leche en su boca, luego de eso arreglamos nuestras cosas y nos dispusimos a descansar para el viaje de retorno a casa.

A la mañana siguiente Luigi nos llevó al aeropuerto no sin antes agradecernos por los mejores días de placer que pasamos con él, ya en el aeropuerto nos dió otro maletín casi igual al anterior y nos hizo prometer que no lo abriríamos hasta estar en casa.

Nosotros cumplimos con sus deseos, nos subimos al avión y el se fue en otro avión rumbo a Inglaterra, diciéndonos que estaría en contacto, y yo le dije .- cuando quieras  amigo-.

Llegando a casa la curiosidad nos invadió y sin deshacer el equipaje abrimos el maletín, habían billetes igual que en el otro pero también encontramos CDs y una nota que decía: “los momentos de placer no deben quedar en el olvido, y para poder recordarlos siempre les dejo las filmaciones y fotos de nuestros momentos de place” firmado Luigi.

Emocionado abracé a mi mujer dándole tierno un beso en la boca, y con nuevos aires en nuestras vidas, que obviamente tomaría otro rumbo.