Orgía con ocho italianos
Una noche salgo en busca de sexo y termino en la suite de un hotel de lujo con ocho italianos que me follan por todos mis orificios.
Soy Lorena una mujer divorciada de 40 años de 1.60 de estatura con unas tetas operadas de 100. Para muchos hombres doy el tipo de actriz porno. No dejo pasar oportunidad para follarme a quien me apetece. Me gusta follar con más de un hombre a la vez. Un día que tenía ganas de follar me puse un vestido extremadamente ajustado y corto que parecía explotar con mi culo y tetas. También me calcé unos tacones de 10 cm y pedí un taxi para ir a la casa de hombres por la zona de bares de copas Canovas en Valencia la ciudad donde vivo. El taxista no paraba de mirarme por el espejo. Al llegar a Canovas bajé del taxi y me puse a caminar. Algunos autos me pitaban y de otros me decían cosas. Cuando estaba en un paso de zebra esperando a cruzar, pararon dos autos con cuatro chichos italianos cada uno de ellos. El conductor de uno de los autos, que resultó ser un futbolista de un equipo importante, entable dialogo conmigo y me invitó a subir al auto. Yo tenía ganas de follar, pero me hice la difícil. Los chicos me ofrecieron dinero. Llegaron ofrecerme 5.000 euros. Tras lo cual acepte. Entre al primero de los autos y me senté en la parte trasera entre dos chicos. No tuve tiempo a sentarme que los dos chcios se pusieron a tocarme los muslos, la entrepierna y las tetas. Pasamos por un cajero y sacaron los 5.000 euros que me entregaron. A esas alturas dos chicos que estaban sentados conmigo me habían quitado el tanga y sacaron sus pollas para que las mamara. Mientras el conductor se dirigía al hotel Senator Palace, donde ellos se alojaban, yo me puse a mamar una de las pollas mientras el segundo chico jugaba con sus dedos en mi coño. Yo estaba súper caliente. Llegamos al parking del hotel y desde el parking subimos directamente a la suite del futbolista. Este llamo por teléfono y pidió que subieran cava a la habitación.
Mientras bebíamos cava los chicos me desnudaron dejándome solo con los tacones, las panties y el liguero. Sacaron las pollas y me rodearon. Yo me arrodillé y me puse a comer la polla del futbolista. Su polla se puso súper duro y a los cinco minutos él se corrió dentro de la boca de mía. Luego les dije al resto ahora quiero que me follen. Me puse de espaldas a ellos apoyándome en el sifonier de la habitación, frente a un espejo. Ellos se pusieron en fila y uno seis de ellos me follaron. Yo en el tercero ya estaba como una moto y me corrí. Cuando llego el séptimo de ellos me pidió que le mamara la polla y así lo hice hasta que se corrió pintándome la cara con semen. Uno de los chicos me dio mi vestido para que me limpie la cara y otro me dio una copa de cava para que bebiese.
Yo estaba algo achispada y me se puse en cuatro patas el piso y le dije que me follaran. Mientras uno me follaba yo mamaba a otro para tenerlo. El futbolista fue el primero, y me follo por el coño. Después de él casi todos me follaron por el coño, menos uno que lo hizo analmente sin previa dilatación. Mi culo acostumbrado a comerse pollas se tragó la polla sin mucha dificultad. De hecho, mi culo necesitaba tener una polla dentro. Así ella llegue al orgasmo mientras el chico se corría dentro de mi culo. Una vez me habían follado los ocho. Siguieron con una segunda ronda de folladas. La segunda ronda fue toda anal. Los ocho me follaron por el culo, y yo tuve dos orgasmos.
Después de las enculadas mi culo chorreaba semen. Me recosté en la cama para descansar y me dieron más cava para beber. Una vez yo había repuesto fuerzas el futbolista se acostó en el piso y me pidió que me sentase sobre él dándole la espalda. Me cogió de la cadera y me penetró por el culo. Luego un chico vino por delante y me ensarto por el coño. Los dos chicos no me dieron respiro hasta que se corrieron dentro mío. Cuando terminaron varios chicos se masturbaban. Yo me arrodillé frente a ellos y me puse a mamar alternativamente las pollas. Así estuvimos hasta que varios de ellos me bañaron en semen.
Me limpie con la camiseta de uno de ellos. Entonces el futbolista me insinuó que si me gustaría dejarme hacer la doble penetración anal. Yo tenía ya experiencia, pero le dije que no quería que me desgarren, aunque la idea me excitaba. El futbolista me ofreció 5.000 euros más y acepte. Entonces el se acostó de espaldas en la cama y yo me monte cara a cara con él introduciéndome su polla en mi culo que se la comió sin problema. Entonces él me abrió las nalgas con sus dos manos para otro me penetrará también por detrás. El chico puso la punta de su polla por encima de la polla del futbolista que estaba bien adentro de mi culo y empujo con firmeza su miembro hasta que la punta entro. Luego deslizo su polla junto con la del futbolista hasta mandármela bien a fondo. Fue impactante la sensación y empecé a moverme arrebatadamente mientras las dos pollas salían y entraban en mi culo. Después de unos minutos sincronice mi cintura con el meneo de ellos dos2 y novia mis nalgas agradecidas por tener dos pollas dentro de mi culo. Sí tuve un terrible orgasmo. Mis piernas temblaban. Entonces los chicos se corrieron dentro de mi culo. Nos quedamos los tres enganchados que sus pollas flácidas se salieron de mi culo. Entonces me hicieron colocar de rodillas sobre la cama con el culo en pompa y uno me abrió las nalgas con sus manos para que se vea bien mi culo dilatado mientras otros filmaban como mi culo latía después de la doble enculada.
Una vez terminaron de filmar me pare y parte del semen que tenia dentro del culo empezó a chorrear. De repente sentí que necesitaba ir al baño a defecar. En el inodoro expulsé un como medio litro de semen y vacíe completamente los intestinos. después me di una ducha y con el duchador me lavé el ano que me ardía un mogollón. Luego me sequé y me recosté en la cama a descansar un rato. Cuando tuve algo de fuerzas eran las cuatro de la mañana. El futbolista me dio mi vestido y mis zapatos para que me los pusiera y me dijo que se quedarían el tanga, las panties y el resto de la ropa interior como souvenir. Luego contrato un taxi para que me llevara a casa. Llegué a casa y dormí mas de doce horas de un tirón. Al despertarme todavía sentía el culo ardido. Le tomo tres días volver a cerrarse. Son embargo yo disfrute una barbaridad y todavía extraño a mis italianos. Y disfruto de los 10.000 euros.