¿Orgasmo femenino? ¿Para qué es eso?

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¿Orgasmo femenino? ¿Para qué es eso?

Consideraciones acerca de la sexualidad femenina y el orgasmo femenino y consejos para facilitar su liberación.

La mujer evita los movimientos de pelvis para no infringir los códigos morales. Cierto moralismo reprime una de las energías más poderosas del cuerpo humano: la sexualidad sobre todo en la mujer lo que suele llevarla a la represión del placer. La dificultad femenina para tener una sexualidad plena incluyendo la obtención del orgasmo, suele deberse a la falta de soltura de la región pelviana. En la vida diaria la mujer evita los movimientos y las posiciones cómodas y naturales de la pelvis, para no ir en contra de los códigos morales de la sociedad. La energía gastada en reprimir las tendencias naturales hacia la sensualidad hacen que el cuerpo se tense hasta el extremo de que en el momento de tener relaciones sexuales, la rigidez no permita gozar. Cuando la mujer se casa con "el príncipe de sus sueños" no sucede lo que dicen los cuentos. Suele acontecer que no hay felicidad ni placer... DISFRUTAR A SOLAS La mujer que evoluciona, algún día se da cuenta de que tiene que reeducar su cuerpo y prepararlo para el placer protegida - lógicamente- en su propia intimidad... Antes de poder entregarse a otra persona ella debe sentirse segura sabiendo que es absolutamente apta para el deleite. Esto se logra conociendo su cuerpo, sus zonas más sensibles, lo que le gusta, lo que le disgusta... queriendo y acariciando incluso aquellas partes que encuentra feas. Así el cuerpo se libera de tensiones, se siente vivo y gozoso y la mente libre se complace, al darse a sí misma el regalo del orgasmo. DARSE PERMISO En la práctica del autoplacer, todo es permitido. Se trata de  quedar satisfecha para lo cual cada mujer recurrirá a sus propias preferencias. Lo importante es no quedarse enredada en convencionalismos, tabúes prejuicios y aprensiones. Nuestras sociedades son represoras, sobre todo en lo que se refiere a la sexualidad femenina. La violencia es el pan nuestro de cada día y la expresión sexual se censura. Hay que darse libertad para disfrutar el sexo en plenitud. Todo lo que no nos cause daño físico a nosotros mismos o a los demás es lícito. El daño psíquico sólo se hará presente si están dominadas por los prejuicios las culpas y los convencionalismos. COMPARTIR LA SENSUALIDAD Sólo una vez que la mujer se siente segura de la aptitud de su cuerpo para el placer queda capacitada para compartirlo con otras personas. Se da cuenta, entonces, dado el caso que el príncipe de sus sueños no tiene idea de cómo satisfacerla y en cualquier caso será libre de arreglar su vida amorosa con la mente clara que da la autoconfianza. No hay nada mejor que saberse capaz de hacer las cosas y si sabemos que el cuerpo puede gozar; entonces sabemos que la psique se abre mejor a la vida. LIBERAR LA SEXUALIDAD Si se tiene la tendencia a despreciar o negar el orgasmo es porque no se conoce los beneficios que da al cuerpo, a la psique y al espíritu. Para acercarse sin complejos a la propia sexualidad recomendamos ocuparse cada vez que se pueda, al propio cuerpo. Se puede tender boca arriba, recoger las rodillas levantando las piernas y acariciar suavemente los muslos con las manos. Sin complejos y sin pensamientos pero con mucho respeto por si misma, se puede continuar palpando toda la piel, deteniéndose allí donde sea más placentero. Los hombres buscan las partes erógenas evidentes. Descubren que su cuerpo entero es apto para el erotismo. Continuar suave y lentamente al acariciarse, no dejarse llevar ni por la impaciencia de no conseguir una sensación placentera de inmediato, ni por la precipitación de un placer repentino. Mientras más se hagan durar las caricias, mayor será el placer. Es necesario saber, que se está entregando a la experiencia de las sensaciones físicas y sus emociones acompañantes. Recién cuando se haya sensibilizado lo suficiente, recién en ese momento, se concentrará en acariciar la zona genital: el centro de la sexualidad. Con práctica sabrá cual es la manera más adecuada para llegar al orgasmo. Si prefiere el roce, acariciar con la mano o frotarse contra un objeto suave en la posición que más le plazca. Si prefiere la penetración puede usar un vibrador u otro objeto que le parezca adecuado. Sea como sea, aprueba ante Ud. misma lo que hace, confirmando el acto en voz baja sintiendo que está entregándose a lo natural. Excepto el daño corporal, las posibilidades no tienen límites. Los límites que imponen los moralismos no son válidos. Todo es permitido para recibir el placer que regala la vida. EJERCICIO PÉLVICO PARA LA SALUD CORPORAL Si tiene dificultad para alcanzar el orgasmo en la relación sexual, recomendamos hacer cada día el siguiente ejercicio: - Tenderse en la cama boca arriba. - Respirar pausadamente. Relajarse. - Entreabrir ligeramente los muslos manteniendo los talones juntos. - Concentrar la atención en el cuerpo. Mantener en mente estos cuatro puntos: ombligo, talones juntos y las dos caderas. - Mover la pelvis hacia abajo como si se quisiera alcanzar el centro de los talones juntos y en seguida hacia arriba como recogiéndola hacia el ombligo. - Continuar así suave y rítmicamente. Después de unos minutos hacer el mismo movimiento de cadera a cadera. - Luego "dibujar" un círculo hacia la derecha: dirigir la pelvis hacia los talones luego a la cadera derecha, luego al ombligo y al final hacia la cadera izquierda tanto como se quiera sin cansarse. - Repetir hacia el otro lado. - Los movimientos deben ser suaves, sensuales. Es bueno acariciarse con las manos la zona pelviana y del vientre mientras se mueve. - Practicar este ejercicio cada vez que se pueda. También practicarlo sentada o de pie. Se trata de soltar la pelvis, de vencer su rigidez, de ejercitar sus poderosos músculos y ponerlos al servicio de la sensualidad y el goce de vivir.

Autor: Dr. Juan Carlos Kusnetzoff