Orgasmo
Versos escritos con el dedo sobre un clímax nocturno
Rompen, Destello y herida, un cuerpo perdido en la noche, y sus añicos palpitan de colgarse al firmamento.
Gime una boca sin labios y entre el pecho y la garganta nace un rugido que es parte Dios, parte Diablo. Y se abre el corazón sobre la piel, para desollarse, luego, ingrávido, mientras la luna late y gira sobre dos versos desnudos.
Ha nacido un cuerpo de sí mismo, ha latido la noche en la alacena y su blancura se desgaja en las esquinas. Se rompió una cáscara de carne de sólo un golpe, de un único latido, derramándose en sombras y en estrellas.
Aplaude, caprichosa, la noche en la ventana.
Y sólo queda navegando a la deriva una imagen, un latido, una patraña, la calesa donde viaja un par de cuerpos hechos dioses de un orgasmo en piedra viva, que lamía fuego y humo en los labios de dos dulces estatuas de sal.
"Orgasmo" Kalashnikov