Orbita solitaria

Si estas sola alla arriba, este relato se lo dedique a una admiradora

Sola

Estaba sola

En la estación espacial internacional Yuri Garcia era la única habitante, la joven estaba en aquel lugar durante 8 meses

5 de ellos en la soledad

Su única compañía eran las transmisiones de las bases en la tierra pero ella quería algo más.

Sofia era la que más hablaba con ella, siempre le hablaba de su novio, cosa que a Yuri la molestaba, se imaginaba la cara inocente de Sofia deformada por el orgasmo que recorría su cuerpo al ser penetrada por su novio.

Yuri tenia deseos de que le presentase a su novio o que le mostrase las “cosillas” que hace Sofia con el.

Por desgracia ella nunca lo pediría ¿Qué pensarían de ella?

Cada dia, antes de dormir se masturbaba compulsivamente imaginándose siendo cogida en multitud de escenarios, desde una romantica noche a la luz de la luna hasta ser victima de una violación masiva.

Deseaba un hombre que la penetrase.

Pasaban los meses y se volvia más desinhibida, olvidaba ponerse su ropa, cosa que atraía la atención de Sofia y de varios miembros de la misión.

Pero ella no le importaba, estaba comoda, no, necesitaba estar desnuda, flotaba por la estación espacial como Dios la trajo al mundo (pero formada para el pecado)

Cada dia ¿o era noche? En el espacio nunca se sabe, Yuri se ponía desnuda en el mirador de la nave, un planeta con 7000 millones de personas, estaba tan caliente, que no le importaba el sexo de quien la tomara.

Abrió sus piernas, con sus dedos abrió sus labios vaginales mostrando su rosado interior mientras decía.

Soy vuestra, cogedme.

Pero una llamada la alarmó, se presentó a la sala de comunicaciones a toda velocidad.

-Yuri ¿Qué te dije? – dijo Sofia incomoda por la desnudez de la astronauta.

-solo tu me ves ¿tengo algo que tu no tienes? – decía Yuri hastiada.

Sofia se levantó mostrando su pecho, era más pequeño que el de la astronauta.

-al menos alguien te los agarra – dijo Yuri apática.

-pues vas a tener que vestirte, la agencia espacial europea ha enviado una nave de suministros y eso incluye un pasajero, un español.

Yuri se sorprendió, tragó saliva y dijo.

-¿un un hom hom hombre?

-s-s-s-si – dijo Sofia bromeando – asi que ponte algo para recibirle.

-y… ¿Cómo la tiene? – preguntó Yuri.

-¿perdon?- respondió Sofia.

-nada nada – se apresuro a decir la astronauta.

-lo dicho, empieza a vestirte, entre las nuevas pruebas nos piden que probemos un tejido nuevo para sus – Sofia hizo una pausa y miró de forma picara a Yuri.

-asi que era eso, estas en celo – dijo Sofia sonriendo.

-NOOOOOO nononon…….si – dijo Yuri.

-suerte con….

-¡espera! ¿Cómo puedo …? ¿Cómo le….? ¿Cómo le propongo que me….?

-eres bonita, tienes buen cuerpo, seguro que el ira a tu cama, recuerda, ten dignidad, no le supliques como si fueras una desesperada.

-¡estoy desesperada! – replicó Yuri.

-dignidad o dejaras de ser una mujer para ser una muñeca hinchable sin sentimientos ni respeto, por mucho que te queme el coño, muéstrate como una señorita, fin de la transmisión.

¿muñeca hinchable? Tentador pero Sofia tenia razón, el tenia que venir a ella

Ella sintió una mezcla de alegría y miedo y dijo que iniciaría las maniobras de aproximación.

Ella manipulaba los controles, pero estaba nerviosa

¿Qué clase de hombre será?

¿le gustara lo que se encuentre aquí?

¿Cómo la tendrá?

¿Quérra cojerla nada más verla?

Casi provoca una colision por esos pensamientos, de modo que los deshecho y empezó las maniobras.

Le recibió.

Ella estaba nerviosa, el le dio la mano y le dijo que la ayudaría en los trabajos de la estación.

Ella no le había escuchado, miraba esos ojos azules intensos con toda su concentración para evitar mirar “mas abajo”

Durante la semana el equipo de dos astronautas trabajaba duro, sobretodo Yuri para evitar sentir el incendio que tenia entre sus piernas.

Ni una insinuación, ni una mirada perversa.

Todas las noches se las pasaba en vela, pensando que el entraría y la atacaría para satisfacer sus instintos básicos de reproducción, los hombres tenían ese programa en el cerebro, buscar el primer utero disponible y vaciar su semen en el.

Semen…

Yuri se relamía, su sabor acido, cuanto lo echaba de menos.

Sus dedos entraban en su concha.

Pero no… nonononononononononononono

Se levantó, fue flotando hacia la habitación del español.

Tocó la puerta y el apareció en calzoncillos.

“cabron, ¿no me tienes suficientemente caliente?” pensó Yuri.

-¿Qué quieres? – preguntó el español.

Yuri se volvió roja como un tomate, cogió aire, le miró a los ojos y le dijo.

-cogeme.

-ahora no quiero jugar – dijo el español, pero al ver la mirada de tristeza de Yuri cambió de opinión.

-vale, te dare cinco segundos y luego te pillare, vamos, sal corriendo.

“¿¡jugar al pilla pilla!? ¿Ese imbécil no sabe lo que es coger? Un momento, en España se dice de otra manera ¿Cómo? Un momento.

Yuri sonriendo de forma infantil fue flotando lejos de el, el español, desperezándose contó hasta cinco y fue a por ella.

El español flotaba buscando a Yuri, al parecer era fácil de rastrear, encontró sus zapatos flotando, sus calcetines, su ¿mono de trabajo?

Aquella situación se volvia peligrosa, sobretodo para ella.

Aquella belleza latina inundaba su cerebro de todo tipo de fantasias eroticas desde que la recibió, pero por ética profesional, contuvo sus ganas de follarsela.

Pero si ella seguía asi, no podría contenerse, si era una broma, tendría consecuencias.

Encontró un lugar donde podría estar escondida, con un movimiento rápido de brazo la agarró

-¡te pillé!

Lo único que cogió, fue un sujetador, un silbido provenia de arriba.

Era ella, sonriendo de forma infantil.

Pero el la miró seriamente, tanto que ella se asustó, el español le dio un ultimátum.

Le enseñó la erección que tenia y le dijo.

-escuchame, puede que no seas consciente de eso, pero eres muy bonita, desde hace una semana solo tenia una idea en la cabeza, ¡follarte!

Era esa plabra follar, desde luego, que raros son los europeos.

-pero por respeto, me contuve y no veas lo que me costó, de modo que escuchame y escuchame bien, sigue provocando a este lobo y lo único que conseguiras es que te ponga contra la pared, pase mi lengua por tu cuello mientras te inmovilizo, me basta una mano para mantener tus brazos agarrados, con la otra profanare tus pechos, notaras como te los toco sin dudarlo como aprieto tus pezones, cuando termine de comprobar la “mercancía” te penetrare, no va a ser diez minutos nena, van a ser varias horas las que pasaras notando como te rompo el utero a embestidas sin importarme lo mas minimo lo que sientas.

Mientras el decía esas palabras, Yuri se masturbaba excitada por encima de las bragas hasta llegar al orgasmo, entonces se las quitó y le dijo al Español.

-¿si te provoco una vez más? ¿me co… follaras como una chingana?

El se quitó los calzoncillos mostrando su erección.

La sentiras dentro de todos tus agujeros.

Ella colocó sus bragas delante de su cara y sopló, las bragas fueron directamente a la cara del español que notó como el olor a mujer inundaba su olfato.

Al quitarse las bragas, vio que ella se había ido.

Ella se lo buscó.

Yuri fue al laboratorio y se escondió allí, era un lugar donde solo había una salida.

El lugar perfecto para terminar una excitante persecución.

El español entró, oteaba el sitio y cerró la puerta tras de si, bloqueando la única salida de Yuri.

Buscó por los sitios donde una venezolana bonita podía esconderse, Yuri podía mirar desde aquí el pene del español, fuerte, amenazante.

Deseable.

-ya se donde estás preciosa – dijo el español.

Una mano agarró el hombro de Yuri y ambos fueron impulsados por la fuerza del español contra la pared, pero el español recibió el impacto.

-¿estas bien? –dijo Yuri temerosa.

El español sonrio maléficamente y aprovechando la nula gravedad, manipulo a Yuri para tener su concha al alcance de su boca.

Sin permiso

Sin pudor

Sin escrupulos

Hundió su lengua dentro de la concha explorando ese calido y vivo interior.

Yuri sentía un placer indescriptible, quiso recompensarlo con su boca, agarró la verga del macho que saboreaba y devoró ese pedazo de carne.

Usando sus labios, su lengua y sus dientes, masajeaba ese trozo de carne que estaba en su máxima expresión.

El español sentía un placer indescriptible y hundió más la lengua mientras con los dedos estimulaba el clítoris de la latina.

Yuri sintió el orgasmo recorriendo su cuerpo, un orgasmo que echaba de menos, un orgasmo provocado por alguien que no sea ella.

Quiso que el sintiera lo mismo.

-¡Yuri! ¡Para! ¡me voy a correr!

Yuri se lo saco y empezó a masturbarlo, quería que le regara la cara con su calido semen.

-¡en serio paaaaraaaahhhhhhhh!

Entonces supo Yuri por que quería que parase, recibió el impacto del semen, pero la gravedad cero hizo que pequeñas esferas seminales floraran por toda la habitación.

Yuri sonrió de forma picara y se impulsó abriendo la boca para devorar una a una esas pequeñas bolitas.

El español miraba a la latina como cazaba el semen, lo que le provocó una enorme erección.

Esperaba el momento justo mientras cubria su pene con una tela experimental y lo ataba.

Cuando estaba a su alcance, se impulsó y la penetró a traición.

-ohhhh cielos, que gruesa la tienes.

El no respondió, agarró los pechos de la latina y la penetró con fuerza, la fuerza con la que la penetraba hizo que giraran descontroladamente por la falta de gravedad.

Al final Yuri se agarro como pudo a una ventana , sintiendo su macho hundiéndola muy dentro de ella, golpeando el fondo de su utero.

Veía la tierra el planeta azul brillando con sus nubes mares y continentes ¿Quiénes imaginaban lo que sucedia ahora en la estación? ¿Cuántas personas estarán cogiendo ahora mismo?

Sus pensamientos fueron interrumpidos por un brutal orgasmo, un orgasmo que compartió con su compañero.

Las penetraciones y las chupadas, fueron sustituidos por un calido abrazo y tiernos besos, sus sexos aun estaban unidos pero ambos dormitaban debido a la agotadora sesión de sexo.

Ella cerró los ojos y durmió acogida por el calor y el olor de su hombre