Oral en la oficina (02)

En la oficina dos compañeros hacen cosas riesgosas pero deliciosas.

ORAL EN LA OFICINA ii

Con el pasar de los días los ánimos seguian caldeados, ella dependiendo del clima, traia o no traia medias, siempre pensé en lo lindo de las medias, sin embargo para el roce con los dedos no es lo mejor, así que esperaba todas las mañanas, que ella pasara, tratando de adivinar que ropa traeria, y no saben la sensación que experimentaba cuando la veia pasar con falda y sin medias, en mente ya tenía la sensación de estarla tocando, y esperaba ansioso la oportunidad de hacerlo.

Esa tarde, tenía un compromiso, debia marcharme temprano, y durante todo el día no había tenido la oportunidad de acariciarla a placer, solo me había conformado con unos ligeros toques.

Subí a su lugar, solo se encontraban unos abogados a unos cuantos cubículos cercanos al suyo, le dije

-Hola, ¿Sabes? me tengo que ir.

-¿En serio?

  • Si, tengo un compromiso

-Que malo.

-Pues sí, lo malo es que no te he podido tocar como quisiera aún.

-Pues aqui me tienes ahora es cuando.

-No, están allá los abogados, nos pueden ver

-No, hazte para aca, y estaremos al pendiente.

Yo no me haría del rogar, por lo que me acerque, con un inmenso deseo de tocarla, no sé si ustedes las mujeres lo sepan, pero en otras ocasiones me lo han preguntado, ¿Cuando me tocas te excita? y mi respuesta es ¡Claro! para el hombre es un gran placer tocar, sentir a la mujer, deleitarnos en su cuerpo, y si bien, la satisfacción del orgasmo no se puede alcanzar, si existe una gran satisfacción al poder excitar a una mujer y que ella disfrute.

Me acerque a ella estando sentada, y cuando muchas veces esta así, cruza su pierna al lado contrario de donde estoy, y esto le permite cuando paso mi mano, subir su rico trasero, para tocarle por abajo la vulva, y por supuesto pasarle mis dedos por sus ricas pompas, y ustedes saben esa parte tan erogena alrededor del esfinger. Así que empece a recorrer mi mano por su muslo, acariciandola lentamente hasta llegar a su vulva, no cabe duda que la posición de tocar la vulva por debajo es de lo más rico, ya que cuando la tocas de frente, llegas al clitoris, y a parte de sus labios externo, sin embargo cuando lo tocas por debajo, puedes tomar toda su vulva en tu mano, y mejor aún, sentir como la humedad ronda por toda esa rica abertura, y al roce de su calzon, crea una sensación muy rica.

Me encanta la disposición que pone al adoptar poses que me faciliten tocarla, así que al pasar mis dedos por ella, cada vez se humedecía más, la silla se empezaba a mojar, cuando de pronto, alcance a ver una sombra que se acercaba, con trabajos alcance a retirar mi mano, y era un abogado que pasaba por el sitio, ¡Que susto! por poco nos ve, creo yo que resulta crítico, por que las circunstancias de estar solos, sin que se escuchen voces nuestras y solo murmullos, resultara dudoso para los demás, pero en fín, es el precio por un placer tan rico ¿No crees?

Volvi a comenzar a tocarla, y en esta ocasión no quería aguantarme, le dije

-¿Te puedo penetrar?

Me encanta que ella esta dispuesta siempre a lo que contesto, esta bien, pero ten cuidado y apurate.

Levante su falda, recorri a la izquierda su calzon, quedando expuesta a mi vista su vulva rasurada, y no sabes con tan solo verla se me hace agua la boca, la sente en el escritorio y estando en la orilla, me desabroche el pantalon, y entreabrí mi calzon, sacando mi pene, me acomode, y bueno, la mesa estaba dispuesta, por cuanto estaba humeda y por la altura del escritorio, fué facil empujarlo lo más adentro que pude, una y otra vez, lo arremetia con fuerza, sin embargo, se escucharon ruidos, ambos nos desconcertamos, no sabíamos que eran, y todo transcurria en unos segundos, en ese momento me retire, y ....

Continuará....