Operacion Financiera

Ayudando a mi marido con el pago del departamento.

Hola queridos lectores y amigos. Es un placer para mí, estar nuevamente con ustedes en un relato más. Quiero agradecer a todos los que han seguido muy de cerca todas mis vivencias y me han escrito todo tipo de correos. Espero seguir contando con ustedes.

Como todos ustedes saben, en la actualidad se están viviendo momentos muy difíciles; especialmente aquí, en la enorme ciudad de México. La inseguridad, la falta de empleos bien remunerados, la incertidumbre del que pasará el día de mañana. En fin, son momentos muy, pero muy difíciles y creo que no me van a dejar mentir quienes aquí viven.

Todo lo que les platiqué anteriormente, viene a colación de mi relato, que se basa precisamente en ello.

En días pasados, el primer lunes del mes de mayo para ser exacta, nos tocaba pagar la mensualidad del departamento y desgraciadamente con esta mensualidad era la cuarta que no pagábamos. Nuestra deuda iba creciendo cada mes más y más y los intereses se incrementaban de manera considerable. Como dije antes, las cosas se estaban poniendo muy feas y teníamos que tomar una solución de inmediato.

Nos presentamos a la inmobiliaria con mi esposo y nos encontramos con muchos problemas; el más importante y por supuesto que más preocupante era el hecho de que si se cumplían seis meses sin pagar las mensualidades del departamento nos embargarían el mismo. Mi esposo solicitó un préstamo a la compañía donde trabaja y se lo negaron, argumentando que 3 personas más de su mismo departamento habían solicitado con anterioridad un préstamo, solicitó también un aumento en su sueldo y también se lo negaron.

Buscamos solucionar nuestros problemas económicos tratando de apoyarnos tanto con familiares de él como con los míos propios y fue inútil. Nuestra deuda era casi de $16,000.00, ya que mensualmente se pagan $4,000.00 a la inmobiliaria. Vendimos algunas cosas pequeñas para no deshacernos de lo que teníamos de más valor; así es que después de 7 días habíamos juntado casi $3,000.00.

Aunque todavía nos hacían falta poco menos de 2 meses para pagar la deuda, nos preocupaban muchas cosas, así es que pasamos días un poco desesperantes.

En fin, hicimos lo posible por juntar lo más que pudimos y apenas logramos juntar lo de una mensualidad y un poquito más, así que de esa manera nos vimos en la necesidad de buscar un ingreso más, a costa de lo que fuere.

Pasaban los días y nuestras preocupaciones eran mayores; de hecho había noches en las que no podíamos ni dormir más que pensar en como tendríamos que hacerle para sacar tanto dinero. Una de esas noches, casi después de ver un rato la televisión, apagamos la luz y volvimos a la plática del dinero.

Aunque ya tenía rato que no cogíamos rico, se me ocurre decirle a mi esposo en plan de excitación, que si él aceptaba me metería a trabajar aunque sea de puta con tal de ayudarle a pagar las mensualidades de la casa. Eso fue suficiente para que se le parara la verga y terminamos cogiendo como conejos.

Al finalizar la embestida y después de tomar el baño correspondiente nos enfrascamos en la misma plática. Le dije, que tal si hacemos una prueba, déjame intentarlo una sola vez, si vemos que esto ayuda en algo veremos que tal nos va.

Era algo muy arriesgado y debo decir que aunque toda la vida he sido muy puta y que también me encanta la verga, tal es el hecho de que hasta sus amigos me han propinado tremendas cogidas, y hasta dos al mismo tiempo, esto era algo totalmente distinto. Y de verdad que es distinto, tener sexo por placer o sexo por amor que tener sexo por dinero, porque a parte de todo no sabría ni como comportarme, ni que actitud tomar tanto antes como después de que sucediera un evento así.

Pasaron dos o tres días más mientras platicábamos al respecto hasta que decidimos que lo haríamos en común acuerdo. Visitamos algunos lugares y tomamos tanto fotos como videos no solo de los sitios donde concurren los que compran sexo, sino también de las chicas que lo venden. Vimos de todo, chicas muy lindas como chicas garrafales. Vimos hombres vestidos de mujeres y muchas otras cosas más. Hasta que decidimos tanto en lugar como día y hora en que lo haríamos; se haría un jueves por la tarde en la calzada de tlalpan. Buscamos una calle adelante del restaurante Vips que se ubica en la misma avenida y que la dirección fuera hacia tlalpan sur. Es importante decir que en muchas de esas salidas que tiene tlalpan regularmente se ubican muchas sexo servidoras durante todo el día, así es que era menos el riesgo de sufrir algún altercado.

Ese jueves yo estaba muy nerviosa desde la mañana, me invadían sentimientos encontrados, sentimientos de excitación y de miedo, de deseo, de lujuria y de culpa. Mi esposo llegó temprano, casi las 2 de la tarde y estábamos comiendo sin decir ni una sola palabra. Yo tomé solo 3 caballitos de tequila y lista.

Me vestí con una falda azul muy corta, una blusita blanca, tanga del mismo color, pantimedias transparentes y satinadas y tacones altos, trate de peinarme y de maquillarme lo mejor que pude, era mi iniciación y con la venia de mi esposo. Tome un pequeño bolso y nos fuimos.

Cuando llegamos al lugar indicado ya casi a las 4 de la tarde, me temblaban las piernas. Se estacionó casi en la esquina, me tomo de la mano y me deseo toda la suerte del mundo; todavía antes de salir del auto me dijo que lo pensara bien y que no era necesario tal sacrificio, pero mi decisión ya estaba tomada. Abrí la puerta y salí decidida del coche a hacer mi mejor esfuerzo.

Me paré exactamente en una esquina de una salida a tlalpan, como esperando pesero, no faltó quien desde su auto me pitara, alguno que otro me grito algún piropo y hasta los microbuses se llegaron a detener pensando que tomaría alguno hacia esa dirección. Se suscito un pequeño inconveniente que maneje a la perfección, una patrulla se detuvo al lado mío y un oficial me preguntó que qué hacía ahí parada, a lo cual respondí que esperaba a mi novio. Me hizo muchas preguntas de tal forma que esperaban conseguir algo, pero no hubo más problema, finalmente entendieron que no iba en cuestión se sexo servicio, aunque la realidad fuera completamente distinta.

Debió haber pasado casi media hora cuando se paro un auto corsa de color plata, de modelo reciente y muy bonito. Era un señor como de 50 años o un poco más, algo regordete. Al estar frente a mí me preguntó:

Esperas a alguien? (él)

A nadie. (yo)

Trabajas aquí? Nunca te había visto. (él)

Que te parece si te das la vuelta y platicamos mejor, acaba de pasar la patrulla y no quiero tener problemas. (yo)

OK, espérame. (él)

Cerró su ventanilla y se fue, pero no pasaron ni 5 minutos cuando ya se había dado la vuelta y estacionó su auto adelante del nuestro.

Trabajas aquí? (él)

De vez en cuando. (yo)

Te ves bien. (él)

Gracias. (yo)

Cuanto cobras? (él)

$600 más el cuarto. (yo)

Y en que hotel? (él)

En el que está adelante, a media cuadra. (yo)

Vamos? (él)

OK, me sigues? (yo)

De acuerdo. (él)

De inmediato subí al auto y José Luis me preguntó que qué había pasado, que estaba un poco preocupado, le dije que no había problema, que encendiera el auto y que avanzara al hotel que estaba a media cuadra. Así lo hizo, entró al hotel y en el último cuarto nos hicieron la indicación de que estaba libre. Cuando el muchacho que cuidaba ahí vio los dos autos le dijo a mi esposo que por los dos autos sería un costo extra, a lo cual respondió mi esposo; "yo no me quedo, solo la vengo a dejar".

Le pedí a José Luis que no se fuera muy lejos, que trajera a la mano el celular y que si había algún problema que entrara de inmediato. Estuvimos de acuerdo y me baje del auto.

Entré de inmediato al garage y esperé a mi comprador de sexo. Bajó de su auto, pagó al muchacho que ya lo esperaba cerrando la cortina, tomó la llave, se acercó a mi y mientras con una mano abría la puerta, con la otra me comenzó a acariciar debajo de la falda, por su puesto que esto no le costó ningún trabajo ya que la falda es demasiado corta. Entramos al cuarto y trató de besarme en la boca, lo detuve diciendo que primero me pagara. Saco su billetera, con un billete de quinientos y uno de cien pesos me pagó.

Me besó frenéticamente en la boca. Me tomo de la cintura y me llevó hasta la cama, me recostó y comenzó a desabrocharme la blusa. Sacó mis tetas y comenzó a mamarlas y mientras hacía esto no dejaba de acariciarme mis piernas, bajó su boca hasta abrirme las piernas y meterse en medio de ellas sin pedirme que me desvistiera.

Pasaron tantas cosas por mi cabeza que sin darme cuenta de lo que estaba haciendo ya había tenido dos orgasmos y uno de ellos fue exactamente cuando con sus labios trataba de apretar mi clítoris y mis labios bajo la tanga y las medias que llevaba puestas.

No mentiré, al principio tenia mucho miedo y excitación, pero conforme iban pasando las cosas me iba haciendo más dueña de la situación y mi excitación subía a límites que no había experimentado hasta ese momento. El simple hecho de saberme vendida era algo extraordinario. De que alguien a parte de mi esposo me estuviera poseyendo en esas circunstancias. Fue entonces cuando comencé a darle vuelo a mis más bajos instintos y a comportarme como una verdadera ramera, inclusive con más ímpetu que en muchas ocasiones cuando estoy en la intimidad con mi marido.

Pasamos unos minutos más así, que el me acarició y me besó todo lo que quiso, por mi parte me movía de tal forma que me le estaba entregando tanto en cuerpo como en alma; le ofrecía mi sexo hasta más de la cuenta, comencé a jadear, jadeo de excitación y de real putería. De repente se paró y me dijo, sácame la verga y chúpamela; se quedó parado y yo tuve que hincarme, bajé su sierre y saqué su varga y aunque no era ni muy grande ni muy gruesa no me importó. La tomé entre mis manos y comencé a jugar con ella, ya la tenía parada y poco a poco me la fui metiendo en la boca hasta tocas con mis propios labios sus huevos.

Cuando llegué hasta ahí comenzó el jugueteo; sacar y meter ese miembro de un sabor salado en mi boca, por momentos rápido, por momentos lento; por momentos solo acariciaba con mi lengua y por momento mordisqueando levemente ese miembro que tanto placer me estaba dando en ese momento. Así como no dudo que también mi boca y mis labios le estuvieran dando ese placer que tanto me pedía y que se veía que estaba recibiendo. Me tomaba de la cabeza y me presionaba hasta el fondo de su miembro, me sacaba hasta la punta y me volvía a presionar.

De forma intempestiva, me jala de los brazos para pararme, en mi mente pasaron tantas cosas que lo primero que pensé es que había llegado el momento del acto, la penetración tan esperada por mi. Finalmente iba a sentir un miembro distinto al que conocía. Iba a ser cogida por un señor que fácilmente podría ser mi padre, pero eso poco me importaba. Lo que yo quería en ese momento era ser penetrada.

Pero no fue así, se recostó sobre la cama, prendió la televisión y puso una película porno. Me pidió nuevamente que se la mamara pero ahora encima de él. Me obligó a que mi boca estuviera en su pito mientras mis piernas estaban entre su cabeza y mi panocha en su boca. Mientras yo lamía su miembro aún erecto el mordisqueaba mis labios y mi clítoris hasta donde podía.

De repente me quita de su cuerpo y me pide que me acueste boca arriba, al hacerlo él se para de la cama, se acomoda frente a mí y salta un chorro de semen caliente en mis piernas inundándolas de ese líquido baboso, pero delicioso. Al terminar de sacar todo de su pito ya flácido se acerca a mí y con sus manos embarra sobre mis medias esa leche todavía caliente. Se recostó nuevamente en la cama y me pidió que me recostara por 5 minutos más y que me daría $100.00 más, así lo hice pero ahora boca abajo y en todo ese tiempo lo único que hizo fue acariciarme de pies hasta las nalgas primero las acariciaba y luego las estrujaba.

Fueron increíbles los orgasmos que tuve sin tener penetración alguna, pero las ganas de coger quedaron en mí.

Marqué al celular de José Luis para que pasara por mí. En menos de 5 minutos ya estaba afuera del cuarto esperándome. Antes de salir el señor me dio los $100.00 pesos prometidos y me dijo que necesitaría de mis servicios más adelante, que como haría él para encontrarme, entonces le di mi número de celular. Por supuesto que mi invitación estaba abierta para que se diera una cita más, finalmente negocios son negocios.

Al salir del cuarto y ver la cara de José Luis, estaba súper desesperado, intranquilo y muy nervioso; creo que también puedo decir que estaba más excitado que de la cuenta. Al entrar en el coche lo primero que me dijo es "Como te fue?" y al ver manchadas mis pantimedias de enfrente, de una de color blanquizca de inmediato se le paró el pito de forma increíble. No hablamos durante el camino de regreso a casa. Llegando lo primero que hicimos fue irnos a la cama. Me recostó sobre ella y me olió todas las pantimedias, creo que le excitó el olor do otra persona en mí.

Sin pensarlo mucho me quitó las pantimedias y la tanga, dejándome solo la falda, yo estaba escurriendo a chorros todos los orgasmos que había yo tenido, me puso de perrito y me penetró tantas veces que terminamos los dos juntos en esa misma posición. Desvanecidos caímos exhaustos sobra la cama, después de un largo descanso nos levantamos y nos fuimos a la ducha. Al terminar quedamos completamente dormidos.

Casi como a las 9 de la noche nos levantamos y fuimos al comedor, yo tenía mucha hambre así es que me preparé un sándwich y un café, también a él le preparé lo mismo.

Platicamos un largo rato ya más calmados, nuevamente los sentimientos de culpa ahora me invadieron sobremanera, él comprendió y dejó que me liberara de todos esos sentimientos, le entregué el dinero e hicimos cuentas, en una tarde habíamos juntado $700.00, más que otros días.

Yo se que probablemente esto nos puede traer problemas posteriores pero trataré de que las cosas no cambien para que esto salga de la mejor manera. Él me agradeció y me confortó con sus palabras.

Pasaron los días y no se volvió a tratar el tema, pero días después me pidió que volviéramos a hacer lo mismo ya que el dinero nos hacía mucha falta, que si no tenía yo inconveniente, por supuesto que no lo tenía. También le había dicho que le di mi teléfono celular al señor, pero que no me había marcado, pero no hubo problema. De todas formas lo volveríamos a hacer.

En esta ocasión terminaré aquí mi relato, espero que les haya gustado y como siempre también espero sus comentarios en mi correo: lovelygirl3x@yahoo.com.mx también espero que visiten la página donde encontrarán algunas fotografías personales: http://mx.photos.yahoo.com/lovelygirl3x .

PD Especialmente a las personas que viven aquí, en el Distrito Federal México. Debo decirles a todos ustedes que nuestra condición económica actual todavía es un poco inestable, si alguien de ustedes quisiera ayudarnos a juntar el dinero que nos hace falta en las mismas condiciones que plateé en este relato, por favor escríbanme primero a mi correo y les daré mi número telefónico, con eso nos pondríamos de acuerdo para no volverme a parar en tlalpan, nos pondríamos de acuerdo para vernos. De antemano se los agradezco el hecho de que quieran apoyarnos así. Me despido de ustedes enviándoles un abrazo y un beso a todos.

Adiós.