Oneiroi DK, III: Fijando la presa

Hay cadenas que nos mantienen sujetos a una cama pero a veces somos nosotros mismos los que nos convencemos de que ese es nuestro lugar, todos somos presas de algo o de alguien

Siento el retraso, al parecer en la playa hay mas dificultades para enviar las cosas de las que yo pensé en un principio. Tambien he estado dándole vueltas a Hielo en las venas a si que próximamente también tendrías noticias

Muchas gracias por saber esperarme, ahora que ya voy a estar de vuelta en Madrid ya podre responder tranquilamente a todos los correos y mensajes privados que me habeis enviado, siento también por ese retraso

P.D: El ultimo tramo del relato en un poco fantasioso, pero como avise esta saga lo es, aunque no es nada exagerado si que quiero empezar a tocar el tema de la fantasía oscura de una vez, que era mi objetivo. Espero que nadie se sienta especialmente molesto por ello

Guillem

Al final no fue la mejor noche posible, España fue eliminada y pronto las pocas ganas de fiesta se dirimieron con unas copas a las que invito Eloy y luego cada uno del equipo volviendo penosamente a su casa.

Yo fui andando ese trecho con Eloy, Gon y un par más del equipo. Todos íbamos comentando lo desastroso que había sido aunque la conversación fue decayendo progresivamente, sin muchas mas ganas de meter el dedo en la herida

-Ahora será gracioso ver todos los anuncios de apoyo a España en el mundial por la tele- comento Gon distraídamente, un par de risas ahogadas y de nuevo silencio

En un momento dado Eloy cogió aire y se coloco las manos a la nuca, estirándose levemente

-Pues a mi me apetecía salir hoy a tomar algo por el puerto- su comentario, esa simple afirmación, llevaba implícita una invitación

-No me apetece nada- continuo Gon- Si hubiéramos ganado todavía me hubiera animado, al menos a salir hasta las dos o tres de la mañana, pero así nada… Y menos por el puerto, que me tengo que volver luego andando a casa-

-Pero si es verano- se giro Eloy para comenzar a andar de espaldas- Holandesitas cachondas tío-

Yo suspire interiormente, guardando prudencial silencio. La propuesta aun así caló en nuestros amigos, Gabri y Sergio, que comenzaron a asentir.

-Pues quizá no esté tan mal, un amigo mío es relaciones en el puerto, quizá nos cuele o al menos nos dé un par de copas gratis- dijo Gabri rascándose la barbilla, pensativo

-Además están Rocío, sus amigas. Las puedo llamar a ver-

Eloy se tensó un poco, reconocí en su posición el miedo a encontrarse a su ex. Pero en un milisegundo destensó su cuerpo y con una media sonrisa complacida desvió su mirada de Gabri y Sergio hacia mí. Yo me removí incomodo, estaba por un lado cansado pero por otro siempre me animaba salir de fiesta con Eloy… Pero estaba demasiado cansado.

-No tío, lo siento, demasiado sueño, ya fui medio dormido al partido- dije, en referencia a la siesta que me había echado antes en su casa, Eloy disminuyo la sonrisa y negó lentamente con la cabeza- Pero pasadlo bien-

Gabri, Sergio y Eloy se pusieron a hablar en círculo, discutiendo el si ir a sus casas a cambiarse o bajarse directamente. Ninguno de los tres iba especialmente arreglado pero también era verdad que tampoco era condición indispensable. Gabri si que se quería subir, era demasiado metrosexual como para no hacerlo, Sergio en cambio era más dejado y Eloy que llevaba un nuevo polo celeste y vaqueros claros sí que pasaba por arreglado.

En el próximo cruce nos despedimos del trío maravilla, que seguía inmerso en sus profundas reflexiones, Gabri en ese momento estaba razonando con Sergio el porqué tenían que darse un rodeo de veinte minutos para que pudiese pasar por su casa a cambiarse de ropa. Eloy se alejo un par de pasos y se despidió de nosotros, a la hora de darme la mano por una razón desconocida no pude quitarme de la cabeza el hecho de que esa mano unas horas antes le estaba haciendo una señora paja en el salón de su casa. Tragando saliva intenté sonreír.

Gon y yo comenzamos a andar, atravesando el parque que en unos minutos desembocaría enfrente de la calle de nuestras casas.

-

Eloy

Al final no sé como Gabri había conseguido que Sergio se sintiera mal por la ropa que llevaba, que solo era una camiseta y unos pantalones cortos, para convencerle que también tenía que subirse a cambiarse. Yo suspire, si pasaba por mi casa no iba a salir luego, me iría a dormir.

-Quedamos en el puerto entonces- les dije- Si se supone que esta Rocío cuando llegue la llamo y os espero con ellas-

Gabri sabía que no me iba a convencer y tampoco podía perder tiempo intentándolo o Sergio se podría replantear el irse conmigo. Ambos se despidieron y siguieron el mismo camino que Gon y Guillem minutos antes. Yo me quede solo en el cruce, durante unos segundo me quede callado, con las manos en los bolsillos, solo. Después enfile la calle contraria al parque, bajando hacia la zona del puerto.

Había ruido de fondo, pero muy leve, esa zona era más residencial y sensiblemente más tranquila que el resto de la ciudad. Seguía con las manos en los bolsillos y la cabeza gacha, reflexionando.

¿Por qué tenía tantas ganas de salir de fiesta? me pregunté a mi mismo

Nunca se me había dado bien reflexionar sobre las razones de mis propias acciones, me resultaba más fácil pedir consejo a gente como Guillem, pero como ahora no podía intente esforzarme. Lo primero que sentía en el cuerpo era el recuerdo del ardor que el sueño en la hora de la siesta me había dejado y que se había atemperado bastante con la posterior paja, pero que no había desaparecido por completo. Era como una especie de energía incombustible que me inundaba el torrente sanguíneo, prometiéndome una noche en pie si no era capaz de cansarme.

Pero tenía experiencia conmigo mismo y quizá la primera impresión no fuera la correcta, seguí profundizando… Salir de fiesta, quizá me distraería, quizá el cansarme tanto me dejaría el cerebro demasiado roto como para permitírseme follar. Y quizá pudiera estar con alguna chica, en definitiva, necesitaba quitarme la carga de esos sueños tan extraños que era incapaz de recordar pero que parecían afectarme de esa forma tan profunda.

Suspire levantando la cabeza, y me sentía un poco quemado por el hecho de que solo Sergio y Gabri salieran conmigo. Eran muy buenos amigos pero les conocía bien, Gabri nada más entrar ya estudiaría a las chicas y todo su objetivo sería acabar con una, era la clásica persona que era capaz de dejarte con la palabra en la boca porque una chica al otro lado de la pista de baile le había mirado provocativamente… Y bueno Sergio, suerte tendría si conseguía llegar a casa andando sobre dos patas, algunas personas no toleraban el alcohol pero para otras era el alcohol el que no las toleraba.

Le di una patada a una piedrecita cercana que fue saltando hasta estrellarse con un muro cercano, estaba cerca de la zona del puerto y desde esa calle que bajaba casi en perpendicular a la línea de costa corría una suave brisa que eliminaba la fina película de sudor de mis sienes. Agarre el móvil en mi bolsillo, desbloqueándolo casi por inercia, abrí el whattsapp y de pasada mire los chats privados.

Cansado evite mirar el de Carlota, el cuarto en la lista y que con suerte pronto bajaría tanto que no tendría que verle, por encima tenía el chat de grupo del equipo, el de clase y finalmente un chat privado con uno de los del equipo que me preguntaba a que hora me iba a pasar con Guillem para el partido… Una pena que Guillem no se viniera, la verdad, me hubiera venido bien tener esta noche cerca a alguien con la cabeza fría.

Buscando en el chat de la clase localice el numero de Rocío y mientras bajaba por la calle rece para que me cogiera el móvil y no estuviera ya dentro de algún sitio ruidoso. Tras unos desesperantemente largos tonos su voz, con un volumen bastante subido, me grito que quería. Cogiendo aire le explique la situación rápidamente y de forma igualmente diligente me dijo donde estaba ella y su grupo, añadió que estaba con más gente pero cuando le pregunte los nombres una repentina escalada en el ruido de ambiente lo hizo imposible. Sin despedirme, porque sería imposible, colgué directamente.

Así que estaban con más gente… Mejor, lo último que necesitaba en estos momentos era estar rodeado de tías, por primera vez en mi vida espere fervientemente que ese grupo con el que se había juntado fuera un campo de nabos. Mejor que cosas así no las dijera en voz alta o se podrían malinterpretar.

Me sentó un poco mal llegar al puerto para tener que enfilar una nueva calle para alejarme de él, el frescor y la brisa era muy agradable. Subí por una pequeña cuesta esquivando a la gente, me fije en un par de miradas discretas de un grupo de chicas y seguí andando sin darle mayor importancia. Cuando llegue a donde se supone que tenía que llegar, la orientación no era mi fuerte, mire alrededor tratando de localizar a alguien conocido… Ya iba a sacar el móvil temiendo que me había equivocado de lugar cuando una mano se apoyo en mi hombro, al girarme me encontré con la tranquila mirada de Javi. Abrí los ojos por la sorpresa pero Rocío apareció a su lado.

Entre los dos me explicaron que se había encontrado, que al parecer Javi había salido con los de su antiguo equipo y como varios de ellos conocían a gente del grupo de Rocío habían decido unirse. Yo asentí tranquilamente pero por dentro me sentía mejor, el antiguo equipo, del que yo había formado parte en temporadas pasadas, era lo mejor que me podría haber pasado, todo tíos, con novia muchos de ellos, para no estar rodeado de tías.

Rocío desapareció enseguida porque al parecer se había salido de la cola para localizarme, Javi en cambio parecía no tener prisa por volverse; ya había retirado la mano de hombro. Llevaba una camiseta gris de pico, que se pegaba a la piel quizá algo más de heterosexualmente deseable, pero por el par de miradas que las chicas le dirigían al pasar parecía surtir efecto.

-Aunque suene mal, creo que sería mejor que nos quedáramos aquí hasta que avance la cola- dijo Javi tranquilamente- Demasiado calor y ya hay quince esperando de los nuestros- Javi se rasco la barba de tres días que llevaba- ¿Has venido con los del Illus Vilnes ?-

-Que va, solo se han animado dos- dije cruzándome de brazos- Solo Gabri y Sergio, pero se han ido a casa a cambiarse y ahora volverán-

-¿Sergio?- me pregunto Javi tranquilamente- Les conozco a los dos pero con Sergio tengo más relación, hace tiempo se solía venir mucho con nosotros de fiesta y tal- sus ojos brillaron durante un segundo como si esperara una reacción, yo me encogí levemente de hombros, era verdad lo que había dicho: el año pasado Sergio se llevaba muy bien con los del equipo superior- ¿Y Guillem no sale?- me preguntó- Esta mañana en el entrenamiento en la piscina se le parecía ver con ganas-

Me volví a encoger de hombros, aunque esta vez de forma más pronunciada, para eso si que no tenía explicación y como había pensado antes me escamaba el hecho de no tener a alguien con la cabeza fría como Guillem cerca para evitarme hacer locuras. Pero una cosa me llamo la atención, si que era verdad que esta mañana había entrado con Javi

-¿Cómo le ves como jugador?- le pregunte, interesado ahora como avant piquet y capitán del equipo

Javi suspiro

-Es bueno, podría ser muy bueno, pero tiene que mejorar el cómo se mueve bajo el agua… Le da tanta importancia a moverse rápido y ágilmente que gasta demasiada energía; pero lo aguanta muy bien la verdad, tiene buena resistencia. Por eso si mejorara un poco la técnica sería mucho mejor- se volvió a rascar la barbilla- Además se ve que le echa ganas… Me cae bien- finalizó

Yo tome nota mental de todo y luego pase a dar mi opinión

-No había notado muchos problemas por el lado de Guillem, quizá porque la resistencia que tiene le ayuda a cubrir bien el par de fallos de cómo se mueve… Pero hablare con él para ver si podemos hacer algo… Y bueno lo de las ganas, Guillem es de mis mejores amigos así que se que se esfuerza, tal vez no lo exteriorice mucho porque es un poco serio, pero ganas le echa-

-Si, le he dicho que se pase algún día por mi casa o por donde el equipo para darle un masaje, todo ese esfuerzo le debe tensar muchísimo la espalda y los dorsales- siguió Javi tranquilamente- De todos modos habla con él sobre eso también, si no yo cualquier otro o hasta el fisio del equipo le puede echar un ojo para tenerlo bajo control y que no se lesione-

El móvil me comenzó a vibrar en el bolsillo y al descolgar y ver que era Gabri le di rápidas explicaciones de donde estábamos y que se dieran prisa, por suerte estaban en el puerto así que en apenas unos minutos aparecieron justo en el borde de la nube dispersa de gente. De todas las personas que merodeaban les sacaba unos holgados centímetros de modo que no tuve que hacer mucho esfuerzo para que me vieran donde estábamos.

Cuando les vi aparecer me sorprendí a partes iguales en ambos. Por un lado me sorprendía que Gabri hubiera tenido tiempo de arreglarse tantísimo, parecía que iba a una fiesta al Hotel Palace… Y en Sergio me sorprendió que se hubiera arreglado, sin más; era evidente que seguía bastante en su línea pero los pantalones blancos y la camisa de cuadros semiabierta que llevaba era un salto bastante cualitativo en su manera habitual de vestir; aun así había cosas que no cambiaban, como el pelo cuidadosamente despeinado que llevaba.

Gabri y Sergio se sorprendieron de ver a Javi. El primero se lanzo a saludarle estrechándole la mano y el segundo tras unos cuantos segundos de sorpresa se estiro para mirar alrededor como si buscaran a alguien, quizá algún conocido del equipo. Me fije tanto en Sergio que cuando Gabri se me acerco a hablar tuve que parpadear un par veces para enfocar la vista, me di cuenta de que Javi también le estaba mirando.

Le explique rápidamente lo del grupo de Rocío y del de Javi y Gabri sonrió, alegrándose de que hubiera tantas chicas. Yo me abstuve de decir que Rocío y sus amigas habían estado años compartiendo clase y estudios con él y que le conocían como la palma de su mano, ninguna se liaría con él, solo le calentarían para seguirle el rollo y le ayudarían a hacerse a alguna con suerte.

La nueva presencia de una Rocío que se abría paso a empujones nos avisó que ya estaban a punto de entrar, saludó a Gabri y Sergio y girándose intento volver a entrar, esquivando como podía a la gente con sus tacones y su micro bolso de fiesta. Gabri la siguió diligentemente, después me uní (aunque veía más lógico que yo fuera el primero ya que de los cuatro era el que mejor podía abrir camino, desde luego mucho mejor que la canija de Rocío), Javi me siguió y supongo que Sergio era el que cerraba la fila.

Mientras llegábamos me choque un par de veces con Gabri, haciendo que Javi a su vez lo hiciera conmigo. En una de esas veces me di cuenta de que me estaba chocando con su hombro en vez de con su pecho, así que al mirar por encima de mi hombro, extrañado, me fije en que estaba medio girado pasándole el brazo por el hombro a Sergio y diciéndole algo que no podía escuchar, mi amigo por su parte estaba cabizbajo y asentía de vez en cuando.

Nunca me entero de nada macho pensé mientras suponía que estaban compartiendo algún tipo de información, pero mi interés por el asunto, y seguramente la razón  por la que casi nunca me motivaba enterarme de nada, se diluyó en segundos

Nada mas verme los de mi antiguo equipo me saludaron y los que pudieron me dieron un abrazo de bienvenida, el resto se contento con palmadas en el hombro, menos efusivas fueron los saludos a Gabri y Sergio aunque se notaba el buen rollo en el ambiente, con las amigas de Rocío, amigas nuestras de toda la vida, sobraban casi los saludos. Yo respire tranquilo al asegurarme con la mirada que mi ex no estaba entre ellas y me forzosamente abstuve de pensar donde estaba o con quien estaba.

El local tenía un aforo enorme, pero tenía mas forma rectangular que cuadrada, aunque como buen teatro reformado el estrecho vestíbulo pronto dio paso al amplio patio de butacas vaciado y reformado, sobre el escenario estaba el lugar del DJ que lentamente comenzaba a animar el ambiente. Habíamos llegado demasiado pronto, el sitio solo estaba lleno en un tercera parte, pero gracias a eso podía ver mejor los detalles, el sitio tenía un estilo barroco con aire moderno muy atrayente a la vista y los juegos de luces con colores dorados y blancos le iban bien.

Tras pagar y recibir la entrada con las dos consumiciones (cada día salir por Barcelona era más caro) nos dividimos entre los que querían beber ya y los que queríamos esperarnos. Como casi todas las chicas se repartieron a su vez entre la barra y el baño aunque no fuera a pedir Gabri se decidió a irse con las primeras. Algunos de los del antiguo equipo también decidieron irse al baño, un par a pedir también, quedándonos solo cinco personas reunidas en un semicírculo abierto. La música aun no estaba muy alta de modo que se podía hablar y corría desde los aparatos de ventilación una suave brisa.

Sergio se había colocado a mi lado, con Javi en el otro, flanqueando ambos a mi amigo que cruzado de brazos miraba la decoración como yo había hecho minutos antes. Uno de mis antiguos compañeros se dirigió directamente a mí, preguntándome como me había ido la selectividad y si ya tenía alguna noticia sobre si estaba admitido en Fisioterapia. Yo respondí con tranquilidad intentando que no se me notaran los nervios y las dudas sobre si entraría o no, en mitad de mi respuesta otro de los compañeros me interrumpió para dirigirse directamente a Sergio:

-¿Y tu Sergio ya sabes si entras en la Ingeniería?- la pregunta había venido directamente de Toni, el antiguo Central del equipo, tenía unos extraños ojos mezcla de café y verde, vestía al igual que Gabri bastante arreglado, con su pelo rubio castaño cuidadosamente peinado y la barba del mismo tono, mas frondosa que la de tres días de Javi, recortada a la perfección.

Sergio hizo una pequeña mueca, casi imperceptible, seguramente por las mismas dudas que me asaltaban a mí. Y dio las mismas explicaciones que yo, aun faltaban unos cuantos días para poder saberlo.

-¿Y que Ingeniería era? ¿Industrial? ¿Aeroespacial?- siguió preguntando Toni- No sé si has cambiado de idea desde el año pasado-

-Un doble grado, Ingeniería mecánica con Diseño industrial… En la politécnica de Madrid, si no pues Ingeniería industrial aquí en Barcelona-

-¿Madrid? Vaya pues casi que es la última vez que te vemos, con suerte- sonrió Toni- Habrá que hacer una buena despedida, venga va…-

-Calma, Toni, que aun falta el resto y tampoco te emociones, que a Sergio nunca le sentó bien el alcohol- le corte, que ya le veía invitando a una copa a Sergio

-Lo sé- dijo Toni- Por eso es divertido-

-Mira, ahí llega el resto- dijo Javi, adelantándose para quedar en medio del grupo, corte el contacto visual con Toni

El principio, como siempre, fue aburrido. Muy aburrido, no había mucha gente y la música aun sonaba baja, nos repartimos en grupos pequeños para hablar tranquilamente, Gabri ya había empezado a mover ficha, al igual que alguno de los más desfasados de mi antiguo equipo, el resto estaba bastante relajado. Casi siempre estuve acompañado de Javi y Sergio, cerca los dos de mí. De modo que fue con los que cruce mas palabras, aunque más en sentido metafórico que literal, por Javi era callado de por sí y Sergio no estaba muy hablador. Seguramente le seguía dando vueltas a toda la lucha interna entre las ganas de cumplir su sueño estudiando ese doble grado y el miedo a irse a seiscientos kilómetros de casa.

Por suerte comenzó a entrar más gente conforme pasaban los minutos, reduciendo el espacio disponible. Una hora después el ambiente ya era el habitual, gente en círculos pequeños y con poco espacio, y haciendo equilibrios con las copas que ya habían cogido. La música fue subiendo progresivamente hasta que alcanzó los límites normales, durante un segundo pareció que toda la sala cogía aliento y luego todo exploto en ruido y movimiento.

Yo al principio estaba agusto, nos habíamos colocado estratégicamente debajo de una de las salidas de la ventilación, de forma que el aire frío nos caía casi directamente encima. Se me acercaban las chicas del grupo a bailar, sin ningún tipo de doble intención y yo accedía, me gustaba bailar, era como nadar. Se me acercaban los antiguos compañeros del equipo, siguiendo las mismas coñas homoeróticas de los vestuarios, como siempre la mayoría sabia donde estaba el limite pero siempre alguno quería ver hasta dónde podía poner nervioso al otro… De Alex, uno de los chicos, tuve que separarme entre risas pero otra de las veces fui capaz de espantar a Toni cuando en broma le acaricié los muslos. El resto de chicos bajaban la cabeza y negaban lentamente, seguramente pensando cómo podíamos ser tan críos; pero eran bromas y además entretenidas.

En un momento dado una rubia despampanante cruzó la pista cerca de mí, atrajo mi mirada de inmediato, su cuerpo cortaba la respiración y tenia los labios pintados de un más que apetecible color fresa. Calculando bien me gire justo cuando estaba más cerca de mí y me incliné con una sonrisa para saludarle al oído, ella disimuladamente me miró de arriba abajo y debió gustarle lo que vio porque me respondió que se iba a pedir una copa. La invitación estaba clara, deje que se alejara unos metros y luego recibiendo palmadas en la espalda de apoyo la seguí.

En la barra estaba Toni, pidiéndose un enorme gin tonic… Que pijo era, madre mía. Al ver con quien estaba y la forma en la que la chica tenía de inclinarse hacia mí me guiñó el ojo y dándose la vuelta con su gin tonic volvió a meterse en el maremágnum. Me coloque detrás de ella, apoyando el brazo a su lado, pronto ella descansaba el peso sobre mí. Yo me esforcé en que sintiera contra la espalda de forma sutil la forma en que los músculos se movían bajo la piel, no era mi estilo chulearme de cuerpo pero tampoco lo mantenía escondido, y la verdad es que era una buena carta de presentación.

Quizá haya suerte esta noche pensé para mis adentros

-

Guillem

No podía dormir

No paraba de dar vueltas sobre mi cama, intentando buscar la mejor posición, tenía abiertas todas las ventanas para que corriera el aire y estaba completamente destapado, solo con un simple y fino pantaloncito de pijama. Y ya estaba cansado de estar mirando al techo, mire la hora: las dos de la mañana. Chasqueé la lengua

¿Por qué no podía dormir?

-

Eloy

La chica, Paula, sabía moverse… Y dios como se movía

Sus caderas se movían, deslizaban y arrancaban luego cuando la música subía de ritmo y volumen. Bailábamos pegados, muy pegados. Intentando recortarle centímetros continuamente a los pases de baile, el calor había ido aumentando entre nosotros y mi entrepierna comenzaba a bostezar, desperezándose con tranquilidad. Me mordí los labios sutilmente, no estaba preocupado, aun faltaba tiempo para que se notara, pero el calor daba una sensación de mayor descontrol.

Las canciones fueron pasando y los milímetros entre nosotros fueron desapareciendo, mis labios comenzaron a rozar su cuello, a hablarla al oído. Las manos se colocaron sobre sus caderas, acariciando a través de la tela. Ella fingía no importarle, pero sentía como cada vez se iba poniendo más y mas. De hecho supe que todo estaba hecho ya cuando fue ella la que se dio la vuelta para bailar cara a cara.

Ahora fueron sus manos las que lentamente me recorrieron, de vez en cuando sus manos se agarraban a mis brazos, para no perder el equilibrio y también para poder sentirlos más fuertes. El polo se pegaba a mi cuerpo, dejando bastante a la vista aun cuando estuviera tapado por la tela. Se agarro a mi cuello con las dos manos y aprovechando una canción más lenta nuestros movimientos comenzaron a ser balanceantes, como si fuera el péndulo de un reloj

Aprovechaba que la estaba sujetando por las caderas para intentar hacer fuerza sin hacerla daño, manteniéndola firmemente sujeta. Como resultado la tela de las mangas del polo retrocedió unos centímetros, y vi en la forma en que desviaba la mirada que le gustaba lo que veía.

Y el balanceó siguió, cada vez más lento pero cada vez mas junto.

Ir…y venir…ir….y venir…ir…y venir…y besarse

Sus labios me sorprendieron, aunque si no lo hubiera hecho ella lo hubiera hecho yo segundos después. Abrí la boca para recibir su lengua, ya que era ella la que quería ser invitada dentro. Sabia dulce, con el regusto de su bebida por la boca, sus brazos nos pegaron más. Yo la alce un poco para igualarla a mi altura. Seguíamos moviéndonos pero apenas ya. Pronto la primera delicadez del momento fue sustituida con un ritmo más voraz, ahora nuestras bocas parecían querer poseer la del otro. Y el calor seguía aumentando, cada vez más y más

Nos empujaron un grupo al pasar, y vimos que no era un buen sitio, justo en medio de la pista, para liarnos. Al separarnos mordió mi labios suavemente, algo que me encantó, nadie antes me lo había hecho. La sonreí

Cogiéndola de la mano nos fuimos hacia la salida, al atravesar la pista, esquivando a la gente, nos cruzamos con mi grupo. Estuve tentado de soltarla la mano, pero era una tontería, además quería que Rocío y sus amigas me vieran, para que pudiera luego ir a mi ex a contarle lo bien que me había tomado que me dejara; cosa que en realidad me dolía profundamente. En cambio la respuesta de mis amigos y mis compañeros de equipo fue una mezcla de sonrisas socarronas y de sana envidia. Javi me miro tranquilamente al pasar saludándome con la cabeza, Sergio a su lado me sonrió al pasar.

Después de ponernos el sello para poder volver a entrar salimos a la calle y respiramos tranquilos. En ese momento excepto pequeños grupos de gente fumando o bebiendo disimuladamente estábamos solos. Y la agradable brisa corría desde el principio de la calle hacia el mar.

Paula y yo comenzamos a andar, perdiéndonos entre las calles. Hablando, nos habíamos soltado la mano. Me sorprendió saber que era dos años mayor que yo, no los aparentaba y ella se sorprendió de que no fuera más mayor. Descubrimos que hacíamos deporte, ella estaba en un equipo de vóley y yo en el de waterpolo, nos estuvimos explicando mutuamente las reglas y luego pasamos a comentar el físico de ambos tipos.

Después de andar bastante llegamos a un sitio tranquilo, así que acercándome la cogí de la barbilla para besarla y de nuevo volver a empezar. Aunque esta vez las manos de ambos comenzaron a explorar lugares de nuestros cuerpos más recónditos.

¿?¿?¿?

-¿Es bueno que le dejemos?- me preguntó mi fiel discípulo

Yo me encogí de hombros

-Es demasiado pronto todavía para no dejarle- me recosté mas en mi asiento y jugueteé con la copa de vino, mientras el enorme cristal del centro de la también enorme sala de observación de mi palacio seguía mostrando las escenas. Las contemplaba de forma desapasionada, sin recordar ni molestarme en recordar que muchos siglos antes yo también había compartido escenas similares… Superada la carne ahora había cosas mucho más vigorizantes- Pero también deberíamos empezar a movernos un poco-

Cerré los ojos, aunque solo era una metáfora en un espacio inmaterial, para expandir mi conciencia hacia ese plano

-Deberíamos darle un poco de carnada a Griselhunt- dije finalmente, miré a la figura que intentaba mantener una forma corpórea definida con mayor o menor éxito, aun le quedaba mucho por aprender- ¿Te encargas tu, Vae Victis ? -

No dijo nada, sentí levemente su alivio por no tener que tener que estar más tiempo en este plano, y se esfumo segundo después

-

Griselhunt

Tenía hambre… En realidad siempre tenía hambre, pero ahora comenzaba a tenerla de verdad

Las planicies de Hungría se extendían delante de mí, solitarias y arrasadas por un viento que espoleaba una suave niebla nocturna. Mis alas estaban hechas de noche y humo y mi cuerpo de vacío sólido.

Hambre…

Mire de una sola vista las ciudades de ese país, extendiendo mi conciencia hacia Rumania y haciéndola bajar por los Balcanes. Mi coto de caza particular… Lo sentía todo y a todos, luces chispeantes como estrellas. Afine la búsqueda, sintiendo la información bombardeándome

Sentía miles de parejas, en sus camas, sentía su calor, tan atrayente y sentía su luz tan pálida pero tan constante. Y sentía dulzura, empalagosa como la sangre descendiendo por la garganta

Sentía a los  desconocidos, uniéndose en los baños, en los portales, en los parques y las playas, como torrentes de luz intermitente, intentando estabilizarse pero desapareciendo con la misma rapidez

Y sentía más cosas, lo que me apetecía esa noche, sentía la brutalidad. Sentía sentimientos oscuros, una mezcla del miedo de las víctimas y ansia de los perpetradores, sentía mentes enfermas, sentía lágrimas de niños y gritos ahogados de mujeres indefensas. Sentía oscuridad en corazones podridos, sentía hombres en palacios de mármol y oro con los ojos cerrados y tirados camas, como simples objetos, encadenados a ellas física o mentalmente. Sentía mazmorras oscuras de cadenas y cuero, repletas de personas que consentían en algunos casos y personas contra su voluntad en muchos otros.

Quería esas luces, eran luces que gritaban desde los más diversos lugares, desde camionetas insonorizadas, desde amplias y lujosas habitaciones, desde refugios, parques tenebrosos o fiestas repletas de luz.

En un milisegundo me decidí, unos jóvenes en mitad de una fiesta en donde les obligaban a una orgía en las que los clientes participaban libremente… Quería esa lujuria culpable y tan dulce, quería llenarla de brutalidad y sangre. Alimentarme de ellos, todos. Cortaba el aire como un cuchillo hecha de oscuridad y vacio, cortando como viento gélido

Y cuando ya llegaba a mi destino, un palacio en la costa rumana, una figura me corto el paso

En el espacio físico debía seguir las normas físicas, no todas, pero si las principales. Aletee para frenarme, intentando ver a la figura a cientos de kilómetros sobre ninguna parte. No se me daba bien reconocer a los humanos, todos me parecían iguales, pero si estaba allí estaba claro que no era solo un humano, sino un caminante de sueños.

Estrechando una vista, que milisegundos antes estaba abarcando millones de kilómetros cuadrados, en solo unos pocos metros pude ver mejor que no estaba allí, sino en un plano que obligaba a superponerse al físico. La curiosidad se esfumo enseguida cuando no pude ver un alma que me hablara de cómo era.

Iba a seguir mi camino cuando en un giro de manos unas cadenas hechas de oro y plata me apresaron tanto física como espiritualmente. Era una atadura que no me tendría mucho tiempo apresado pero si el suficiente como para que a un movimiento de su brazo y su voluntad me sintiera empujado hacía él, estrellándome contra esa endeble fisura entre planos… Por un segundo estuve con él, en su mismo plano, y pensé que era un cazador inexperto creyendo que podía controlar a un demonio con unas simples cadenas, que en realidad ya comenzaban a esfumarse; no me enfade, porque en el fondo era divertido, le devoraría y volvería a esa orgia que me estaba esperando… Pero las cadenas, que aún conservaban la suficiente integridad, me hicieron avanzar hacia una nueva fisura que aquella figura acababa de abrir, lanzándome con la succión encima de lo que parecía un edificio. Y desapareciendo segundos después, cuando la fisura se cerró sobre si misma

Eso me sorprendió, pero levemente, demasiados eones viviendo como para que algo me sorprendiera realmente

Sentí cientos de voces tirando de mí y me di cuenta de que estaba encima de una de esas fiestas humanas para jóvenes. Nada llamó mi interés hasta que sentí el roce de un alma en concreto, que justo en ese momento deslizaba una pastilla en una bebida que no era la suya… Sentí su perversión y eso me complació, sobre todo cuando vi que arrastraba a otras dos personas… Me alimentaria de ellos y de su victima

Me zambullí en esa discoteca en esa ciudad bañada por el mar.

-

Eloy

-¡Eh!- dijo una voz a nuestras espaldas- No se puede estar aquí- la luz de una linterna nos hizo entrecerrar los ojos

Intente mirar a la sombra que sujetaba este doloroso foco de luz, pero apenas podía abrir los ojos. Paula se escondió detrás de mí y yo como pude me coloque el pollo, que tenia subido hasta la altura del pecho. Suerte que no habíamos hecho mucho y suerte que nos había interrumpido después de que le hiciera ese dedo.

-Lo siento agente, no sabíamos que no…-

-Si ya bueno, es tarde y nadie ha llamado quejándose, como pasaba por aquí os dejare ir esta vez- dijo la voz, aparto la luz de nuestras caras, parpadeando vi a un hombre de estatura media vestido con la ropa policial

Paula y yo, agradecidos nos escabullimos tan rápido como pudimos, yo antes de doblar la esquina volví a mirar por encima de mi hombro pero no vi nada más que sombras confusas, aunque aún seguía un poco cegado por la linterna.

La pobre chica estaba roja y yo la verdad es que también lo hubiera estado si en esos momentos no llegase a estar tan cachondo. Joder, ya era mala suerte, esperaba al menos haberme llevado una mamada o una paja.

Ya se había perdido la magia que habíamos compartido segundos antes. De modo que ya nos comportábamos como casi extraños de nuevo, cordiales pero estando incómodos uno al lado del otro. Paula se despidió en una de las calles, móvil en mano, diciendo que pasaba de volver a entrar de nuevo, por la hora que era, que se iría a casa mejor. Casi por cortesía intercambiamos nuestros facebook y nos despedimos con un par de besos.

Yo intente alisarme la tela del polo, que estaba arrugado sobre mi estomago allí donde ella había subido la tela. Caminando así no me di cuenta hasta que no levante de nuevo la vista, que me había equivocado de calle al bajar. Genial

Iba a irme cuando unos ruidos me distrajeron, me acerque más. Allí tras una especie de balaustrada de piedra había un pequeño descenso entre edificios que bajaba directamente al puerto. En un segundo la luz de la luna me dio de lleno mostrándome la escena, tarde en reconocer a las figuras delante de las que me encontraba, porque me daban la espalda.

Los tres parecían estar formando una especie de semicírculo, como si estuvieran meando. Dos de ellos tenían los pantalones abiertos, uno solo la bragueta y otro, el que tenía las espaldas más anchas, con los pantalones por los muslos. El tercero parecía estar meneándosela sobre el pantalón a juzgar por los movimientos. El que tenía los pantalones por los muslos suspiro, dándole una palmada en la espalda a su compañero

-Yo os dije que lo hacía genial… Joder al final dejarle fue un error- se giro para apoyarse en un estrecho banco de piedra

Abrí los ojos de golpe

Ostia puta pero si es Toni

Aunque estaba lejos reconocía la ropa que había llevado puesta y la luna arrancaba destellos de bronce de su pelo, e incluso se le notaba la barba. Llevaba la camisa semiabierta y, como ya dije, los pantalones por los muslos. Después de ese rápido reconocimiento visual me di cuenta de que su polla, totalmente erecta, se estaba balanceando mientras andaba hasta ese banco… Nada más sentarse comenzó a pelársela tranquilamente, mientras se encendía un cigarrillo y comenzaba a fumar.

Los otros dos coincidieron con él, el que faltaba con los pantalones aun abrochados acabo por abrírselos y enseguida comenzó a suspirar. Coincidiendo con Toni que se había abierto todos los botones menos los dos últimos. Era más que evidente para una mente medianamente retorcida lo que estaba pasando: estaban recibiendo una mamada compartida.

Me escondí, agachándome sobre la balaustrada de piedra. Esperando, ahora sentía curiosidad por saber quien lo estaba haciendo, por la voz reconocía a otro del equipo y el tercero no sabía quién era. Toni parecía complacido con lo que estaba viendo porque cada vez se masturbaba más fuertemente, mientras se ayudaba a fumar con la otra mano, casi totalmente acomodado en ese banco de piedra como si fuera un trono. El jodido calentón que me había ganado con Paula, que la había dejado semi endurecida durante toda la bajada comenzó a crecer de nuevo, no por la vista de Toni masturbándose si no por el efecto que los gemidos ahogados, tanto suyos como los de sus amigos, estaba provocando… Era como una peli porno, te gustara lo que estabas viendo o no los gemidos acababan poniendo a todo el mundo, tuvieras los gustos que tuvieras.

Toni dejo de masturbarse de repente

-Ven aquí, que quiero correrme en tu boca, como en los viejos tiempos-

Estaba claro quién era el cabecilla de los tres, porque los dos amigos dejaron libre sus pollas y por su posición comenzaron a masturbarse. Pude ver una sombra moviéndose entre los huecos de las piernas de los que estaba de pie, para finalmente salir a la luz de la luna.

Tarde unos cuantos segundos en reaccionar, por la sorpresa, los que necesito Sergio para, de forma renqueante, arrodillarse delante de Toni y sin miramientos comenzar a comérsela… A devorársela mas bien.

Me tape la boca con una mano por la sorpresa, para evitar cualquier gemido. Sergio estaba con la camisa totalmente abierta, al igual que la bragueta que desde aquí se podía apreciar una erección de caballo, que asomaba por encima del elástico.

Toni se coloco una mano detrás de la cabeza y con la otra siguió fumando, aunque esta vez lanzándole el humo directamente contra la cabeza de Sergio y su polla, que los envolvía a los dos como niebla.

-Ufff joder Sergio, has mejorado en estos meses… ¿Con quién has estado practicando, eh pequeño mamón?- Toni aspiro aire con fuerza- Si joder así, mas fuerte, no quiero que pares de chupármela hasta que te riegue toda la puta boca… Dios, me estoy conteniendo y todo…Pero joder como cuesta, es como si tuviera unas ganas de mear increíbles…. Menuda boca mas mágica que tienes, dios…- Hecho el aire mezclado con humo con un gemido largo y lento-… ¿por dónde íbamos? Ah sí, ¿con quién has estado practicando eh? ¿Es de tu equipo?...- se rió por lo bajo- Seguro que es Eloy, es tu tipo, así rubito como yo… Pero es que él no tiene ni media ostia, mucho cuerpo mucho músculo y mucho arreglarse pero lo que yo te diga… Seguro que cuando no encuentra un coño donde meterla te busca a ti, lo que yo te diga- la mención directa hacia mí me hizo temblar de furia- O seguro que es ese moreno tan alto…Que según dicen tiene un buen rabo… ¿Alex? Creo que se llama, el que cambio de instituto hace unos años, ese seguro que pierde aceite… Ya te lo digo yo… Aunque se te ve talento chupando muchas pollas, quizá sea con los dos…a la vez…- Toni tragó saliva, gimiendo por lo bajo de placer, ahora Sergio le había cogido la polla con una mano y mientras le pajeaba empezó a masajearle con los labios el prepucio-…seguro que…en las duchas… ¿a que si?...- siguió Toni- Como hacíamos tu y yo después de las competiciones… Pero seguro que ellos no te follan, como te hacía yo ¿a que si? Por eso estas tan dispuesto ahora a todo esto-

-Joder Toni, ¿y si luego nos lo follamos, tengo unas ganas enormes de su culo?- terció el que no le conocía, que se estaba masturbando como un loco

-Cállate Edu, joder… Aquí el que se lo va a follar soy yo, que quiero probar unas esposas que tengo en casa, si queréis podéis mirar…- de repente puso los ojos en blanco- Joder por tu puta culpa me he distraído…Quería que durara mas… Me corro, me corro- Sergio se aparto- ¿Qué haces? Pon la puta boca- cogió a Sergio del cuello obligándole a acercarse

-¡YA BASTA!- acabe explotando, mientras saltaba sobre la balaustrada, cayendo a un par de metros de esa escena que parecía tan irreal- ¿Qué creéis que estáis haciendo?-

Toni perdió fuerza de agarre por la sorpresa, haciendo que Sergio se diera de bruces con el suelo al soltarle. Me miro sorprendido mientras su polla soltaba chorros de semen contra las piedras del suelo.

-Eloy, joder, que oportuno…- fui dando zancadas hacia él, Toni era menos corpulento que yo, aunque en una pelea podría defenderse bien, aun así se levanto de un salto poniendo las manos; yo tenía claras las ganas de partirle la boca- Para, para, para…esto ha sido consentido, el ha querido hacerlo…- se subió como pudo los pantalones- Te lo juro-

Mi puño voló y Toni lo esquivo a duras penas, parándome el brazo en pleno vuelo. Ambos comenzamos a temblar, por la fuerza, aunque yo fui ganando centímetros cada vez más visibles, preocupándole… Estaba claro que un año sin hacer deporte y corriéndose juergas semanales estaban comenzando a hacerle pasar facturas, apretó los dientes, tensando la camisa en sus hombros, pero seguía perdiendo terreno

-Joder Sergio díselo tu… Dile que fue consentido…Joder- Toni estaba cada vez más desesperado, preocupado por el visible desnivel de fuerzas que no había existido cuando compartíamos equipo

-Eloy…para- dijo Sergio- Déjales-

Me sorprendió que lo dijera y Toni aprovecho que había bajado el ritmo para escabullirse por un lado. Me miro jadeante

-Mas te vale no contárselo a nadie- me advirtió levantando un dedo- ¿Te ha quedado claro?-

Yo di un paso hacia él y Toni, colocándose de nuevo el pelo y abrochándose la camisa, se dio la vuelta para seguir andando. Sus amigos le siguieron, yo di otro paso hacia ellos e iba a salir a perseguirles cuando Sergio me cogió del brazo

-Para…Toni esta fuerte, le has pillado de sorpresa pero ahora ya no… Y ellos son tres- al parecer tenía la boca seca- Para…- dijo derrumbándose en el banco de piedra

-¿Qué coño ha pasado?-

-Recuerdo que estaba bailando con Toni… Y luego recuerdo estar en este callejón contigo gritándole- se agarró la cabeza- No sé, más-

-¿Te ha drogado?-

Sergio se encogió de hombros, yo volví a avanzar hacia donde se habían ido, para encontrarles y darles la paliza que se merecían

-Eloy joder, no me dejes solo- me dijo poniéndose con trabajo de pie, dio un par de pasos hacia mí y tuve que agarrarle para que no tropezara

-¿Eres gay?- fue todo lo que alcance a decir

Sergio no dijo nada apoyando la cara en mi pecho

-Toni y yo fuimos novios, durante los dos últimos años y…no acabó bien, supongo que me la tenía jurada- me dijo, respondiéndome sin hacerlo

Yo le abrace, aun seguía con la camisa abierta y la bragueta igual. Al apartarle un poco me di cuenta de que los botones de la primera ya no estaban, seguramente se lo habían arrancado… Cuando de nuevo comencé a cabrearme, mientras veía la forma tan salvaje que habían tenido de desnudarle, sentí un roce contra mis labios. Antes de que pudiera hacer nada mas sentí la lengua de Sergio acariciar la mía

Intenté resistirme, pero sentí un tirón en mi interior que me impedía hacerlo. Mi polla que había estado dura todo el rato fue sacada de los bóxers por Sergio, con una enorme destreza de muñeca. Yo me aparte lo suficiente para hablarle

-¿Pero que haces Sergio?-

-Toni tenía razón en parte…Llevo deseando estar contigo desde ni se sabe…Cuando te veo en el vestuario, en las duchas o en la piscina- me volvió a besar y para mi sorpresa yo me dejé- Y joder Eloy la tienes durísima… Yo pensé que tu no…-

-No soy gay- le siseé- La chica con la que estaba me dejó a medias y al bajar me encontré con esta escena- intenté apartar a Sergio pero sin mucha fuerza

-Te puedo ayudar…A bajarte eso- dijo entonces Sergio- Desde aquí me doy cuenta que llevas un calentón encima acumulado… Un momento rápido, yo también voy a mil y esto nos ayudara a los dos… No se enterará nadie-

Yo le mire a los ojos, estaba como drogado y me miraba de forma vidriosa, como si no me viera. Pero su mano ya había comenzado a pajearme, y joder tenía un calentón increíble…A Sergio no parecía importarle… Pero no, no no no, yo tenía unos principios… Me estaría aprovechando de Sergio. Pero mi polla en su mano palpitó, estaba a reventar… ya comenzaba a salir liquido pre seminal... Y yo sentía un enorme calor en el pecho y por el cuerpo, necesitaba librarme de él, desesperadamente

Sin pensarlo mucho me incline a besarle levemente

-Chúpamela…Pero no lo puede saber nadie… Y yo no gay, que te quede claro- dije

Sergio se alzo para besarme, metiéndome la lengua y yo le cogí del cuello, ese beso sería mi forma de agradecerle la mamada. Me dije  a mí mismo. Mi amigo, mi compañero de quipo, comenzó a inclinarse, yo respiraba cada vez más fuerte, sin creerme nada de lo que estaba pasando, parecía un sueño… Joder, realmente estaba consintiendo que un tío me la chupara, iba en contra de todo lo que creía ser… Pero por alguna razón la idea de lo que estaba a punto de pasar me ponía de una forma increíble… Como si fuera un placer prohibido…Culpable…Decadente…Morboso.

-Suficiente- dijo una voz, mientras daba una palmada que sonó como una campaña tañendo

En un segundo la noche se congeló, adquiriendo el cielo nocturno y la oscuridad que nos rodeaba unos intensos tonos rosáceos, como el vino tinto… Retrocedí un par de pasos pero Sergio mantuvo su posición, imposible de cualquier forma por las leyes físicas.

Mire al cielo, sin saber que estaba pasando, y me encontré mirando un imposible manto de estrellas, como si estuviera mirando directamente una galaxia recorrida por espesas nubes de polvo cósmico que relucían iriscentes… Un pesado gruñido me hizo darme cuenta que no estaba solo

A un par de metros de mi una enorme figura se alzó, como componiéndose de la oscuridad… Era enorme, debía medir unos tres metros, tenía la piel blanca como si fuera mármol, y bajo ella se notaba un cuerpo musculoso. Pero ese blanco era extraño, como si después de haberse fusionado todos los colores posibles estos se hubieran convertido en ese blanco irracional… Su cuerpo parecía intentar absorber todo a su alrededor

Sobre la espalda surgía dos enorme alas, como de murciélago, de forma semisólida y que humeaban como si salieran de la más intensa fogata. Le cubría un sudario negro desde la cintura hasta los pies, estaba hecho jirones y los trozos aleteaban cada que esas alas se movían levemente. Sus dedos acababan en garras y dos enormes cuernos negros, como de cristal tintado le enmarcaban un rostro con una gran boca, rellena de colmillos que mostraba una mueca enfadada, sus ojos eran como dos ascuas encendidas, alzándose sobre su frente nacían más cuernos, más pequeños pero igual de amenazantes, como si llevara una corona. Llevaba una especie de collar alrededor del cuello, formado por trozos de acero negro fundido y retorcido, con letras plateadas inscritas.

El miedo me paralizo todo el cuerpo. Esa figura inhumana, demoníaca, exudaba poder, tanto que parecía como si cien soles ejercieran su gravedad sobre mí al mismo tiempo. Avanzó un paso y el suelo entero retumbo, un batir de alas en ese estrecho callejón hizo explotar los dos edificios a ambos lados, sus fragmentos acabaron paralizándose a los pocos segundos, el suelo se resquebrajo bajo su pie.

-Suficiente diversión por hoy, Griselhunt- dijo la voz a mi espalda, no podía girarme para verle, solo podía ver las reacciones en aquella cosa que tenía delante

-No tienes poder para expulsarme-

-¿Eso crees? Este chico es mío, ¿te queda claro? Te prohíbo que te acerques… Vuelve a Hungría, donde debes estar-

-Yo no…- pero nunca acabó la frase, enormes cadenas surgieron del suelo, aprensándole… El demonio grito, haciendo retumbar todo el aire estático a su alrededor, lucho por liberarse, y consiguió romper un par de cadenas, pero enseguida surgieron mas. Tras el grito intento batir las alas, que cada vez comenzaban a expulsar humo más espeso, mientras esos ascuas pálidas que tenia por ojos cada vez relucían con mayor fuerza

Por un segundo pensé que se iba a soltar pero entonces súbitamente un símbolo dorado se materializo a centímetros de su rostro. Con bramidos mas fuertes el demonio continuo luchando, pero después de un par de segundos en los que el símbolo cada vez era más luminoso este acabo explotando, lanzo al demonio hacia atrás y dispersando el humo negro.

Sin poder cerrar los ojos sentí que mis retinas se quemaban, pero una vez que la luz desapareció el demonio ya no estaba y yo seguía viendo perfectamente. Una nueva palmada como una campanada volvió a sonar

-Sera mejor que no recuerdes lo que acaba de pasar- dijeron a mi espalda

Y de repente yo… Me caí al suelo

Sergio se desplomo conmigo, recuperando el movimiento, pero sus reflejos le salvaron haciendo poner las manos delante. Se levantó de golpe, su mirada hipnotizada había desaparecido y ahora miro a su alrededor entre confuso y asustado.

Por un segundo se fijó en mi, en cómo estaba en el suelo, mirándole como si fuera un espectro surgido del más allá (de hecho sentía todo mi cuerpo en shock), con la bragueta abierta y la polla fuera. Sergio se dio cuenta que estaba con la camisa abierta y su propia polla a reventar y…ató cabos

-Dios, ¿Qué he hecho?- Sergio parpadeó con fuerza- Toni me hecho algo en la bebida y…- se mordió el labio- Y luego viniste a salvarme y yo… Sentía unas ganas increíbles de…- miró de nuevo mi bragueta abierta- Dios me salvas y lo primero que hago es lanzarme a tu polla-

Yo tragué saliva, sabia de alguna forma que eso no había sido así. Pero al segundo siguiente la versión de Sergio me pareció la correcta, afectado como estaba por la droga se había agachado para chupármela antes de que lo pudiera evitar, de ahí que en cuanto vi sus intenciones retrocediera cayendo al suelo haciendo que Sergio También cayera. De la memoria de ambos se esfumaron los besos y palabras que habíamos compartido antes de que sucediera

Sergio se levanto, mirándome con una vergüenza que nunca antes había visto. Y antes de que pudiera reaccionar se fue corriendo calle abajo, yo seguía paralizado, intentando pensar tan rápido que mis propios pensamientos estaban atascados en un estrecho túnel.

-Sergio es gay- dije como si fuera lo único que se me había quedado esa noche

Pero es tu amigo…Y esta drogado me dije a mi mismo, que le fueran los rabos y que hubiera intentando chupártela ahora no importaba

Levantándome de un salto comencé a correr hacia la noche

¿?¿?¿?

-Vae Victis- llame a mi discípulo

-¿Todo ha ido bien?- me preguntó materializándose a mi lado, en la cima de un intricado altar de obsidiana

-Si, eso espero… He consumido demasiada energía expulsando a Griselhunt, tengo que descansar por un tiempo… Estarás a cargo a partir de ahora y hasta que me recupere lo suficiente, confío en ti- le dije

Comencé a desaparecer, difuminándome en el ambiente, dejando a mi discípulo solo en el alatar. Oyendo el eco de las miles de almas atrapadas de esa enorme cámara en donde ahora me disponía a descansar

-

Griselhunt

Me materialice de nuevo sobre Hungría, en medio de ninguna parte. Las cadenas se esfumaron y pronto el dolor y las quemaduras que me había provocado esa explosión se curaron

-¿Cómo que suyo?- grite en la noche- Yo lo había encontrado antes… Es mío… ¿Me prohíbes?- brame haciendo que el cielo se volviera tormentoso enseguida, mis alas agitaron el viento provocando un remolino- Nadie me prohíbe una presa-

Encontraría a ese chico, tenía su rostro grabado a fuego. Le encontraría y le devoraría hasta que no quedara nada. Furioso como estaba me lance en picado de camino hacia ese castillo en la costa rumana seguido por la intensa tormenta que había provocado, la orgía estaba en su momento álgido

Mientras me cernía contra las almenas como la mayor tormenta que esos mortales habían visto en su vida me di cuenta que habían borrado de mi memoria la localización exacta de donde había estado. Solo recordaba que era una ciudad al lado del mar.

Eso me enfado todavía más y entre en el salón haciendo explotar todas las ventanas. Volviendo decenas de miradas aterradas hacia mí

Ahora ya no tenía ganas de juegos ni de filigranas

Les obligue a follar entre ellos hasta desfallecer, les obligue y espolee su lujuria hasta dejarles secos e hice que lagrimas de puro terror corrieran por sus rostros. Alimentándome de la lujuria y el miedo que corrían a mansalva

Cuando me hube cansado y cuando ya no quedaba nada por sacarles me lance sobre ellos. Devorando sus almas en medio de un torbellino de gritos, sangre y oscuridad humeante.

-Ese chico es mi presa…MIA- grite cuando hube acabado- Nadie me prohíbe nada…NADA-

Más calmado, saciado de momento, contemple la intensa destrucción que había provocado. No sentí pena ni remordimiento, ni tampoco me regodeé. Simplemente sentí una profunda indiferencia

En un parpadeo me fundí cuando los primeros rayos de sol comenzaron a clarear

-

Guillem

Finalmente el cansancio pudo más que yo, al final me dormí. Pero sin soñar nada, sintiendo un vacio y una congoja en el pecho que no entendía


Espero que os haya gustado y de nuevo pido que disculpéis esas pequeñas licencias fantasiosas que me he tomado, por no ser algo común en TR pido disculpas si hay alguien al que no le hayan gustado

Para ideas consejos y comentarios, esta mi correo en mi perfil, mi facebook y desde luego la sección de comentarios que os animo a usar para compartir de forma conjunta las opiniones con todos.

Y de nuevo pido que disculpéis la tardanza