Olor a sexo: la discusión
Reclamos e indiferencia, dan como resultado una reconciliación y el regalo de una tia a su sobrino...
- Relato 29
Olor a sexo: La discusión
ECSagardez
La discusión subió de tono Román no quería reñir en ese momento, porque la intención de visitar a la tia Nachita, era para coger.
Sin embargo, ella no pensaba igual y su enojo era más que justificado, se había percatado de que dias antes el joven había hecho el amor con la Tia Coco y eso no se lo perdonaría (Relato 22: Olor a sexo).
II
La rabieta de la tia Nachita siguió Los insultos continuaban y Román, únicamente la observaba sin decirle nada Se sentía culpable, pero pensó para sus adentros: "La carne es débil y no podía rechazar las tetas y el culote de la tia Coco"
Por su parte, la tia Nachita le espetaba:
- Crees cabrón que no me di cuenta de que cogista con esa pinche puta Si yo te estoy dando todo, sin pedirte nada a cambio, por qué hijo de la chingada me traicionas Pero contéstame, no te quedes como pendejo sin decir nada
Román, se le quedó mirando y aguantó con gran estoicismo la sarta de insultos y groserías, al fin y al cabo que la tia Nachita era jarocha Por lo que únicamente alcanzó a decirle:
- Si estás enojada Mejor me voy y regreso otro dia Prefiero no discutir y esperar a que te calmes Pero una cosa si te digo No fue mala intención de mi parte, la tia Coco se me ofreció y lo demás fue motivado por la inercia del momento
La tia Nachita le respondió:
- Di todo lo que quieras Pero no soy tu pendeja Así que vete mucho a la chingada
El muchacho salió de la vivienda y se retiró Estaba bien empalmado, no dejaba de admitir que ver a la tia Nachita en short y con un ligero topless lo había excitado y necesitaba desahogarse Pero había que evitar un problema y se acordó del consejo de don Manuel, el viejo mecánico que vivía cerca de su casa:
- A las mujeres, hijo, hay que tratarlas con indiferencia Si tu les demuestras lo mucho que las quieres, simple y llanamente abusan y sienten que eres de su propiedad
- ¿Y sabes por qué?... Porque no te dan momento de reposo
III
Los días pasaron y la llamada telefónica que esperaba llegó:
- Ring Ring Ring
Román levantó el auricular y respondió:
- Bueno Bueno Si soy yo ¿Quién habla? ...
Al otro lado de la línea la voz le contestó:
- Soy yo hijo Necesito verte Ven, por favor
Román, aprovechó para decirle:
- En este momento no puedo, además si vamos a discutir, preferiría que no nos viéramos Estoy en exámenes en la escuela y requiero de mucha tranquilidad
La voz femenina le habló suplicante:
- Ven hijo Ya no estoy enojada Pero necesito estar contigo Mi cuerpo te reclama y en estos días me he estado masturbando, pensando en ti Ven, por favor te lo suplico
Román se sintió dueño de la situación, la lección del viejo don Manuel se había cumplido La Tia Nachita reclamaba su ahora presencia, luego de comportarse indiferente con ella
IV
Román se quedó pensativo unos instantes y le respondió:
- Espérame En una hora voy para allá
La tia Nachita le dijo:
- Bien amor Pero no tardes Te tengo una sorpresa
Román pensó y se interrogó a si mismo:
- ¿Cuál será la sorpresa?
Una hora después, el muchacho se encontraba frente a la puerta del departamento de la tia Nachita y tocó de inmediato
La Tia Nachita se apresuró a abrir el acceso y lo saludó con un beso en la boca Ambos entraron y cerraron la puerta
Agarrados de la mano y con las boca juntas en un largo ósculo se dirigieron al dormitorio No querían perder tiempo
La Tia Nachita no pudo disimular su calentura Fue algo excepcional volver a ver a su sobrino y joven amante Por lo que sus pezones respondieron al tremendo beso y su vagina descargó la humedad contenida
Llegaron a la cama y el joven comenzó a quitarle la playera que portaba la tia Nachita, quien no tenía sostén Por lo que masajeó las tetas y se avocó a mordisquear esos pezones color marrón que impetuosos pedían caricias y más caricias
La Tia Nachita al sentir el contacto de los labios y los dientes del joven, respondió con ligeros gemidos de voluptuoso placer En tanto su mano derecha se introducía en la bragueta del pantalón del joven y con desesperación le sacó la verga que tanto la incitaba y la ponía bien cachonda
Al sentir el grueso pene del muchacho, comenzó a pajearla con un sube y baja fuerte que mucho le gustaba a Román, quien se sentía en el cielo con ese tipo de bajada de prepucio
En un movimiento de cuerpo, la Tía Nachita acercó su boca y se introdujo la gruesa verga la cual chupó y chupó como si estuviera disfrutando un rico y exquisito helado de chocolate Por aquello del color del miembro de Román
El muchacho dejó por un instante su maniobra y se desnudó completamente Para subirse y dejarle nuevamente la acción de mamar a la madura mujer. Mientras él acercaba su rostro a la entrepierna, luego de separar los muslos y meter su lengua en esa humeda oquedad llena de vellos púbicos que reclamaba mucha acción Estaban haciendo, sin duda, un tremendo 69
La Tia Nachita era una experta mamadora y sabía como conducir al muchacho a los excesos del placer, sin que eyaculara de inmediato Mientras el joven acariciaba con sus labios el clítoris y jugueteaba con él, lo cual ponía a la madura mujer al borde del paroxismo placentero Con los dedos de la mano derecha el muchacho jugueteaba con el punto "G"
Esa acción tuvo una reacción inmediata, la Tia Nachita ya no pudo contenerse y lanzó un grito de satisfacción y porque estaba sintiendo algo muy especial El muchacho había tocado un punto muy importante de su cuerpo que la hizo poner los ojos en blanco, mientras derramaba líquido y más líquido por la vagina que el muchacho sorbió con avidez, porque le gustaba el acre sabor de los fluidos de la Tia Nachita
Por su parte, la Tía Nachita no se quiso quedar atrás y activó su labor, al mamar con más fruidez la gruesa verga y en un acto reflejo se la sacó y con la lengua recorrió ligeramente el glande reluciente, para metérsela de nuevo y en el momento de su orgasmo, mordisquearla con fuerza, lo que provocó que el muchacho se la metiera al arquear su cuerpo y lanzarle varias descargas de viscoso esperma que la madura mujer recibió para tragárselo todo
Ambos habían disfrutado el 69 a más no poder Pero áun faltaba más
V
La madura mujer le pidió verga Cuando le expresó:
- Dámela ya Metémela, por favor Quiero sentirte dentro de mi Anda Román, dame toda tus descargas de leche Lléname la vagina de tu lechita mi amor
El muchacho abrió las piernas de su amada tia Nachita y en posición de "Misionero", le metió la verga con fuerza A lo que ella exclamó:
- ¡Ay amor Me dolió !
Román estaba en lo suyo y comenzó con ligeros movimientos la acción de coger Luego del dolor de la fuerte acometida, la madura mujer se fue adaptando al ritmo y la verga entraba y salía de esa vagina que estaba pidiendo desde hace varios días una tremenda cogida
El mete y saca continuó por varios minutos Román era todo un experto y mantenía el control mental fuera de toda excitación para evitar una eyaculación precoz La mujer, por su parte, disfrutaba los mete y saca y con loco frenesí pegaba su cuerpo en demanda de sentir la verga de Román en toda su extensión
En verdad que la estaba disfrutando y llegó el momento en que las acometidas se hicieron más frenéticas Ninguno de los dos supo, pero como un solo cuerpo intensificaron sus movimientos Hasta que ella pidió a gritos:
- Sigue así mi amor No pareeeeeesss . Sigue, porque estoy a punto de venirme Sigue Por favor sigue Con más fuerza
Pero esas expresiones, excitaban más a Román, quien sintió como el cuerpo de la Tía Nachita se quebraba y desmadejada caía en la cama, para exhalar un hondo gemido de intenso placer Había tenido un orgasmo de pronóstico reservado
El muchacho se sorprendió por la forma en que su tia se dejaba caer en la cama y sólo la fue siguiendo, sin dejar de moverse hacia atrás y hacia delante Para introducirle de golpe toda la verga y dejarle caer seis tremendas descargas de leche Esa leche que reclamaba la Tia Nachita
VI
Ambos cuerpos desmadejados cayeron en la cama y sus bocas se buscaron ávidamente para enlazar sus lenguas que serpenteantes intercambiaban ptialina salpicada con el ligero sabor de sus fluidos
En ese momento, la gruesa verga de Román se fue retirando de la humeda oquedad y la Tía Nachita le pidió que se la dejara limpiar con la boca
El muchacho se la puso en la cavidad bucal y ella comenzó a restregarla como si fuera un cepillo de dientes, ya que se la metía de izquierda a derecha y derecha a izquierda Por lo que hubo respuesta inmediata El miembro estaba a cien por hora nuevamente
VI
La tia Nachita no perdió la oportunidad y le pidió a Román:
- Amor Dame por el trasero Anda, quiero sentirla por ahí, acuérdate que te dije que te tendría una sorpresa. Y mi culo es tu regalo por nuestra reconciliación
Román no se hizo del rogar y buscó un tarro de crema, el cual se encontraba encima del buró y se untó en la cabeza de la pochota que estaba reluciente de limpio
Asimismo aprovechó para untarle a la Tia Nachita en el círculo negro de la mitad de su trasero, lo cual hizo que sus pliegues hicieran ligeros movimientos de nerviosa satisfacción Era su primera vez
De inmediato la puso en la posición "El Perrito" y mientras ella con las manos separaba sus nalgas, el joven dirigía el grueso mástil y poco a poco fue introduciendo la cabeza
Ella sintió de inmediato el dolor que le causaba el ingreso de esa verga en su ano Pero no hizo ningún movimiento en contra Román fue introduciendo lentamente hasta que llegó a la mitad
Se notaba la ternura con que Román trataba el culo de la Tia Nachita, quien agradecía el tacto del muchacho para penetrarla en ese sitio Poco a poco empezaron los movimientos de él y ella se quedaba quieta porque sentía que la estaba destrozando Pero sólo fue cosa de minutos Porque ella empezó a contribuir con el ligero mete y saca. Señal de que estaba disfrutando el polvo
Al sentir Román que la tía Nachita contribuía con sus movimientos La tomó de los hombros y se la introduja toda hasta los huevos, pero de inmediato metió su mano en la entrepierna hasta encontrar el clítoris para juguetear con él
Esa acción fue aceptada por la madura mujer, quien no opuso resistencia al sentir que su amado sobrino le estaba destrozando las entrañas con su grueso y largo pene
Román, sintiéndose el dueño de la situación se la sacó toda, porque quería ver el dilatado culo de su tia y eso lo excitó de tal manera que lo volvió a introducir con tal fuerza Pero ya no hubo gemidos ni gestos de dolor También la Tia Nachita estaba disfrutando como se la estaban cogiendo por el ano
Por lo que siguió el mete y saca y la mano derecha de Román en el clítoris de la madura mujer, quien alcanzó a expresar:
- Me veeeeeeeeeeeee eeeeeeeeeeeeennnngo
Y se vino, si se vino La mano de Román recibió todos los fluidos de la tia Nachita Mientras él le llenaba los intestinos de viscoso sémen en descargas aceleradas que la madura mujer llegó a contabilizar hasta en siete ocasiones
En verdad que tia y sobrino habían disfrutado de un momento de fornicación, lleno de amor, ternura y alto grado de excitación
VII
Después de eso, no hubo reclamos y la relación perduró por mucho tiempo Aunque la Tía Nachita de vez en cuando le obsesionaba la idea de que regresara la Tia Coco y se volviera a meter con su amado sobrino
Román, pensaba ya en hacer un trío con ambas tías Porque cada una tenía lo suyo a la hora de hacer el amor y dejar impregnadas las habitaciones de su especial olor a sexo