Olor a caramelos

La exitación, el calor y un taxi es todo lo que necesitaba para arrancar bien el día!

Me despertó el calor agobiante, la sensación de estar atrapada por las sabanas húmedas de 31transpiración,  por la ventana el sol de verano me invitaba a saltar de la cama y  por más que luchara para volver a mi mojado y dulce sueño ya estaba despierta y con la sensación de excitación clavada más abajo de mi vientre.

Cuando por fin pude poner los pies en el suelo su frio me recorrió desde las plantas de los pies hasta la nuca haciendo que la piel se me erizara, pude sentir la tensión punzante de mis pezones como si rogaran que alguien los mordiera, lamiera y tocara. Sin duda eso marco mi día.

Abrí el armario en busca de algo cómodo y fresco, descarte la ropa interior y opte por una blusa blanca pequeña que se cerraba  con un nudo por debajo de mis pechos haciéndolos ver turgentes y redondos, así como lo hacían los volados de mi pollera terminando  justo donde empiezan mis muslos.

Estaba dispuesta a caminar para despejar mi mente y calmar la excitación pero al abrir  la puerta y sentir el calor chocándome directo desistí de la idea y me subí al taxi más próximo.

El olor a chicle y caramelos mezclado con el aire acondicionado fue reconfortante,  me acomode en el medio cerca de su hombro, podía sentir su olor y el deseo pellizcándome, cuando pidió indicaciones solo pude decir -Necesito pasear".

Pude notar su asombro y una sonrisa enmarcada por una linda barba con la que me encantaría frotarme, hacia juego con sus ojos, brillantes llenos de  picardía, su espalda y pecho grandes al igual que el ancho de sus hombros, sus manos cuadradas y de aspecto pesadas.

Estaba completamente hipnotizada deseando que me rozara, manoseara y llegara muy profundo.

A medida que dejábamos calles atrás, mi imaginación acrecentaba mis deseos y excitación. Me invadió la necesidad de aire frio, muy frio. Me incline hacia delante dejando que mis pechos casi rozaran su brazo para pedirle que suba el aire acondicionado , su mirada estaba clavada en mi escote y cuando la ráfaga de aire se intensifico deje caer mi cabeza hacia atrás acompañada de un involuntario gemido de placer, los pezones se endurecieron tanto que sentí que iban a traspasar la suave tela, me incorpore y pude verlo mordiéndose los labios -Necesitas ayuda?- sin dejar de mirar mis pobres tetas aprisionadas contra mi blusa.

Me deje llevar por el delirio y con un hilo de voz casi implorando -Por favor. Solo podía sentir los latidos de mi sexo humedeciéndose y mis pezones rogando atención.

Deje atrás todos los ruidos del exterior, el auto se detuvo y en menos de 5 segundos estaba sentada a horcajadas sobre él. No me equivoque era grande y fuerte por donde lo mires.

La respiración se le corto en el momento en que mis piernas lo rodearon y con sus manos firmes apretando mi culo guiaba mis muslos desde la altura de su pecho, pasando por su estómago hasta ubicar todo mi sexo contra su miembro, ya completamente duro y empujando la tela de su pantalón.

Recosté mi espalda sobre el volate, desanude mi blusa dejando mis tetas a su disposición, subió las manos frotándome el vientre, jugando con mi ombligo hasta tenerlas llenas con mis pechos, los estrecho, haciéndome gemir de placer, dibujo círculos con su lengua desde el centro de mi pecho hacia afuera encontrándose con uno de mis pezones, lo lamio, mordisqueo y chupo, mientras el otro estaba entre sus dedos.  La temperatura de la saliva y  su barba raspándome hacia que me frotara cada vez más rápido contra su pija, el clítoris me iba a explotar y con cada latido más me mojaba.

-Bebe quiero acabar, no aguanto más".

No pudo disimular una amplia sonrisa y sus ojos marcándome a fuego con su mirada.

Bajo su mano por mi entrepierna acaricio mi sexo hinchado y húmedo comprobando la proximidad de mi orgasmo, metió uno de sus dedos en mi interior - Estas muy mojadita mi putita.

Saco su dedo y lo apoyo en mi boca invitándome a probar mis juguitos, estaba tan dulce y tibio. Volvió a meter sus dedos dentro mío, primero uno, después dos…

  • Abrí más la conchita porque tengo la pija muy grande"… Intentando meter el tercero.

No pude evitarlo un orgasmo me invadió dejándome caer sobre su pecho mientras todavía sentía las cosquillas en lo bajo de mi vientre,  deseaba besarlo, lamí su cuello y llegue a su oreja, con un murmullo le di las gracias. Quería que sintiera el placer que me inundaba.

Me acomode de rodillas ,dejando su mimbro a la altura de mi cara, baje su pantalón, estaba brillante, grueso y firme. De un solo empujón lo tenía raspando el fondo de mi garganta, con los labios envolví la base de su pene, apoye la lengua en todo su tronco y succionando empecé a subir y bajar, mientras masajeaba sus bolas con una mano.

-Por Dios… mientras gemía me agarraba de los pelos.

Cuando lo saque de mi boca, se quejó - Porque sos mala conmigo, quiero acabarte.

-Quiero tenerte muy adentro ahora!…me volví a poner a horcajadas sobre él.

Con sus manos abriendo mis muslos, dio una embestida y me lleno con su miembro golpeando el fondo de mi vagina,las caderas se me movían solas subiendo y bajando, sentía como el glande se contraía y se agrandaba al igual que sus bolas chocando con mi culo.

-Estas muy apretadita, demasiado rica, no pares por Dios -mientras me miraba fijo. Tenía la respiración agitada, estaba a punto de acabar cuando deje de moverme

-No, porque me haces eso! -me dijo con un gruñido impaciente y dándome una palmada en el culo.

Con la lengua en su cuello le susurre al oído -Donde me queres acabar? En la boquita, en mi pancita o muy muy profundo? -No termine de decirlo que los chorros de leche tibia me golpearon las paredes de la vagina que se contraían para sacarle hasta la última gota.

Acaricio mi cuello, haciendo que mi cabeza descanse sobre su pecho todavía agitado.

Lo que paso después será otra historia..

Ann Catherine