Oliver II
Resulta que siempre pensé que era hetero, pero no, era bisex.
Antes de continuar explico, para los que se quedaron con dudas tras leer “Oliver”, en este segundo relato lo comprenderéis todo, al igual que lo comprendí yo.
Era un viernes noche y la mayoría del grupo de amigos tenía otros planes, pero como suele ser habitual y teniendo en cuenta la falta de Álvaro, aun quedamos 3, que procuramos estar siempre, el resto de amigos nos llaman “Los hermanos” Oliver, Valen, el ausente Álvaro y yo, siempre justos a todos lados. Tras una buena cena en el por aquel entonces Picoteo, nos fuimos a por unas cervezas, pasada la media noche Valen se retira quedando tan solo Oliver y yo.
Como suele ser habitual los fines de semana los padres de mi amigo Oliver ponen rumbo a Potes, donde tienen una pequeña cabaña, quedando solos en casa mi amigo y su hermano, quien casualmente este fin de semana no iba a estar.
Oliver: ¡Ey! ¿Vamos a mi casa? Estaríamos solos
Yo: Creo que debemos hablar primero
Oliver: ¿De qué?
Yo: De lo que paso la anterior semana
Oliver: Me lo pase bien, solo de pensarlo me pongo cachondo
Yo: ¡Ay esta! Ese es el tema ¿tú no eres hetero?
Oliver: ¿Yo? ¿De dónde te sacas eso?
Yo: No sé, siempre te he visto con tías
Oliver: Pues … soy Bi, solo que con los tíos no pasó de sexo, no quiero ni espero una relación
Yo: Ahora me cuadra todo
Oliver: ¿Qué te cuadra?
Yo: Con la facilidad que surgió todo el otro día. Y yo pensando que era el primero.
Oliver: Jjejejejeje. El primero dice.
Yo: ¡Espera, Espera! ¿Desde cuando …? –Oliver me interrumpe–
Oliver: Hace tiempo que me lo monto con tíos, pero no sé, no es algo que vaya contando, ni lo digo ni lo escondo, si surge surge.
Yo: ¿Entonces?
Oliver: Si te apetece nos seguimos divirtiendo o si lo prefieres tan amigos, seguir seguiremos siendo “los hermanos”.
Yo: ¿Y estaremos solos?
Oliver asintió con la cabeza, cogimos rumbo al coche y fuimos para su casa, mientras subíamos en el ascensor fuimos comiéndonos a besos y sobeteos.
Llegamos a su casa, nos fuimos desnudando y cuando llegamos a su habitación ya estamos completamente en pelotas mi rabo este morcillón pero el de Oliver estaba completamente duro.
Oliver: Tu morcillón, yo duro. Tu cuerpo sabe que hoy serás mío.
Oliver me tiro sobre su cama, se arrodillo y comenzó a comerme la polla, la cual aún no estaba dura del todo y entraba completamente en su boca, no te cómo iba creciendo a medida que el succionaba, a ratos lamia mi glande y comía mis huevos, notaba como su boca se deslizaba por mi rabo y como el mismo forzaba un poco para que este le llegara hasta la garganta. De pronto se puso de pie:
Oliver: Arrodíllate y haz tu trabajo
La voz de rudo y dominante que le salió me puso más cachondo si podía, no me esperaba ese tipo de reacción y mucho menos que me excitara tanto. Me arrodille y comencé a comerle la polla, luchaba porque esa polla entrara en mi boca, por poder mamarla sin que mis dientes la rozaran, era la segunda vez en mi vida que tenía un trozo de carne tan grande dentro de mi boca. Me la saque, metí mi cara entre sus piernas y comencé a comerle los huevos, sus gemidos de placer me ponían más cachondo y con más intensidad se los comía, pasa a lamerle el rabo, paseando mi lengua por ese falo majestuoso de 22 cm, mi lengua comenzó a jugar con su glande, con el agujerito de su pene, cuando de pronto y de forma brusca me metió su polla en la boca, mientras decía:
Oliver: Déjate de sutilezas y mama.
Así lo hice, seguí mamando y mamando, el me agarro la cabeza y comenzó a follarme la boca, sin piedad, sin descanso, provocándome varias arcadas y aumentado cada vez más el ritmo de sus movimientos, a pesar de las arcadas era tan grande el placer que sentía al estar mamando a ese macho que con mi mano izquierda le acariciaba los huevos y con mi manos derecha me estaba masturbando. Después de varios minutos, me saco la polla de la boca.
Oliver: Ponte a 4 patas, ese culito es mío
Así lo hice, viendo su brusquedad me esperaba que me follara del tirón, pero comencé a sentí algo sueva y húmedo en mi culo, cuando mire hacia atrás Oliver estaba comiéndome el culo, comenzó jugando alrededor de mi ano con su lengua, paso a jugar en pleno agujero, podía sentir como su lengua se abría camino en mi culo y poco a poco se metía dentro, comenzó a meterme los dedos, comenzó con uno, sentí como jugaba conmigo, metió dos y siguió jugando, metió tres y jugo con mi próstata :
Yo: Oooooh … mmmmm … Me corro, Me corro … Ya está aquí
Me corrí, manchando toda su manta de lefa. Mi rabo comenzaba a desinflarse.
Oliver: Ahora ya estás listo
Note como puso su capullo en mi ojete y comenzó a introducirlo con suavidad, yo sentía como ese enorme rabo se iba abriendo camino entre mis entrañas, sentía como me estaba partiendo en dos y de pronto, la metió entera de un golpe, note como sus pelotas daban en mis nalgas, sentí como se me abría el mundo entero para mí y me salió un enorme gemido, entre el dolor y el placer, aunque había hecho alguna vez de pasivo, nunca con una herramienta tan grande. Aunque siempre me habían dicho que mi culo era el perfecto para ser pasivo, era redondito, marcado, dilataba bien y tragaba que daba gusto. Pero no me esperaba que así fuera con semejante monstruo.
Yo estaba a 4 patas aun, él estaba tras de mí y comenzaba a moverse, a medida que se movía aumentaba el ritmo, de pronto lo bajaba y comenzaba a follarme con tranquilidad y suavidad, al rato sus embestidas van con tranquilidad pero de forma más dura y brutas. Me pongo de lateral con una pierna levantada, el sigue fallándome, mira mi rabo:
Oliver: ¡Que pasa! ¿Eres hombre de una sola corrida?, la tienes casi muerta.
Entre el placer de sus embestidas, el morbo que me dio ver su cara de vicio y sus palabras pretendiendo humillarme, me pusieron cachondo y mi polla comenzó a crecer de nuevo.
Oliver: Eso es otra cosa.
Entonces aumento su ritmo y su fuerza a la hora de embestirme, se recostó sobre mi unos segundos, lo justo de darme un beso con lengua, de esos guarros. Saco su polla de mi culo, me la metió en la boca y a los poco segundo se corrió, comenzó a salir tanta leche de ese rabo como yo nunca había visto “sentido”, mi boca no daba abasto a tragar y él en vez de sacarla, la metía mas adentro y me forzaba más a tragar, solo sentí 3 disparos de lefa en mi boca, después del tercero mi cavidad estaba tan llena que ya no sentía ni los disparos, mi boca no daba abasto, su lefa comenzó a salirse por mis comisuras y de mis ojos comenzaron a caer lágrimas. Saco la polla de mi boca, me dio 5 segundos de respiro y me la volvió a meter para que se la dejara limpia. De nuevo comencé a masturbarme, el me pidió que me corriera en sus torso, a los pocos minutos mi polla estaba disparando esperma sobre Oliver, fueron 6 disparos bien cargados y bien densos, una vez me corrí, le limpie el torso con mi lengua.
Nos dimos una ducha y nos fuimos a dormir. A la mañana siguiente, desayunamos desnudos en la cocina, nos vestimos y nos despedimos.