Olga quiso sexo loco
Nunca me había gustado viajar en autocar, pero con esta mujer era mucho mas divertido.
Hola buenas, es el primer relato que escribo y lo voy a basar en una vivencia personal que me ocurrió el año pasado viniendo de Málaga hacia Córdoba en autocar, después de pasar un fin de semana en la costa mediterránea.
Bueno voy a describirles como soy. Tengo 24 años mido 1.78 de estatura, de cuerpo normal ni gordo ni delgado, y hay chicas que me consideran "guapito", aunque no todas. Soy de Córdoba (España).
Nos fuimos a pasar un fin de semana los amigos a la playa, la cual no nos pilla tampoco muy lejos un par de horas en coche, pero nosotros al no disponer en esa época de vehículos, nos fuimos en autocar. Salimos a las 9 de la mañana y llegamos a las 14 de la tarde.
En la playa lo típico, buscábamos divertirnos y si podríamos hechar algún polvo con alguna mejor, pero la cosa no fue bien y nos quedamos a dos velas. Al DIA siguiente mis amigos decidieron quedarse en la playa y yo opte por marcharme a mi ciudad. Coji el autocar yo solo, y al subirme, estaba todo lleno de gente, y no divisaba ningún asiento libre.
Empecé a caminar sobre el autocar y descubrí que en el ultimo asiento del todo había una plaza libre, había una señora al lado sentada, pero no me importaba, estaba cansado de toda la noche de juerga que me había tirao con los colegas y estaba rendido, así que opte por sentarme.
Al sentarme, me salude con aquella mujer, y al acomodarme pude observarla bien. Era una mujer morena de estatura mediana, llevaba una camiseta de tirantes ajustada y se podían observar grandes pechos, llevaba una falda, por la cual podían verse sus bonitas piernas. Se llamaba Olga y tendría de 35 a 40 años.
Empezamos hablar de cosas sin importancia. Me dijo que era de Badajoz y que todavía le quedaba bastante recorrido, que había estado en la playa con su familia, pero que tenía que volverse porque tenía que empezar a trabajar. Yo le conté lo que había hecho durante el fin de semana, y que me volvía porque estaba muy cansado.
Seguimos hablando y durante las dos primeras horas hablamos de cosas normales, pero después ya empezamos a contarnos cosas mas intimas. Le pregunte que como era su vida, y me dijo que era una monotonía, que llevaba casada desde los 19 años y que siempre estuvo con su marido, y ahora estaba pasando una mala racha con el, y que estaba un poco harta de el.
Yo le conté que no tenía novia ni nada, y que fui buscando hechar un polvo a la playa. Ella empezó a reírse, y me dijo que con mi edad era muy fácil hechar un polvo. Yo le dije que a mí siempre me atraían las mujeres mayores que yo, que le encontraba algo más que a las de mi edad, y empezó a reírse otra vez. Dijo que lo veía extraño que un chaval joven quisiera a una mujer ya mayor, pero yo le insistí en que me atraían mas.
Me dijo que le parecía ella, y le dije que era una mujer muy guapa, y que sus piernas eran muy bonitas, y se sonrrojo un poco. Le dije que su marido no sabia lo que tenia al lado, y me dijo que era muy agradable, la note un poco nerviosa y se le trababa la lengua, yo pensé esta es la mía, pero no me decidía a actuar, estaba completamente erecto, miraba sus piernas y enloquecía. Y de repente...... El autocar pisa un bache y pega un frenazo, la mujer cae sobre mis piernas, y se de cuenta de mi erección, lo cual hace que me sonroje, pero ella al levantarse pone la mano sobre mi polla, y me dijo "no sabia que estuvieras así", y le dije pues esto es por tu culpa. A los cinco minutos paramos en Lucena /un pueblo cercano a Córdoba) y nos decidimos a bajar.
Íbamos al servicio, y de repente vemos que hay un servicio de minusvalidos en el cual no se encuentra nadie. Entramos y empezamos a besarnos como dos posesos, nos desnudamos y ella gemía de placer. De repente se arrodilla delante de mí y empieza hacerme una mamada de escándalo, decía que tenía una buena herramienta, y sobre todo le sorprendió que la tuviera rasurada. Mamaba y mamaba y yo con las piernas ya flojas estaba a punto de venirme. Le dije que le quería comer su conchita, y se sentó en la tapa del retrete y se abrió de piernas. Ya estaba húmeda ella, tenía una raja impresionante, su chocho era como la oreja de un burro. Empecé a meterle la lengua en su linda concha, y ella solo gemía y gemía. De pronto me dijo que quería follar ya. Me dijo "siéntate aquí en la taza que te voy a cabalgar." Se acomodo arriba mió y empezó a cabalgar como si estuviera en el oeste americano. Diooooossssssssss como se movía la tía aquella. Se agarraba las tetas y me clava sus uñas, me decía que no disfrutaba así con su marido desde hacia años. La tire al suelo y empecé a bombear, ella cruzaba las piernas sobre mi espalda y era una situación de mucho morbo. Allí tirados en un servicio de minusvalidez en el suelo frió, desnudos.uff que situación. Olga llego a su orgasmo y yo me corrí como un cerdo, y nos dimos un beso apasionado. Salimos a toda prisa hacia el autocar vaya a que lo perdiéramos. Llegamos y nos sentamos en nuestros asientos del final. Estuvimos besándonos y ella se quito sus braguitas y al llevar falda, le pude seguir acariciando su coñito.
Le metí los deditos y se resquebrajaba allí sentada. De pronto me saco la polla y empezó a subsionarla nuevamente, nadie nos veía, y estábamos disfrutando como unos cerdos.
Llegue yo a mi parara de Córdoba y me baje, me dijo ella, que le había encantado todo, y que le había dado mucho morbo. Quedamos en volver a vernos pero eso ya lo contare en otro relato.
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