Olga mi compañera
Como una fria relacion de trabajo se convierte en algo más.
Olga mi compañera
Me llamo Luís soy un ejecutivo de una compañía bastante grande, en la actualidad tengo 30 años y soy jefe de un pequeño equipo de varias personas que están a mi cargo dentro del departamento de imagen de esa compañía. En verdad, nunca hemos tenido una jerarquía demasiado rígida dentro de lo que es el equipo en si.
Como ya he dicho tengo treinta años, mido 180 cm de altura, ni soy grueso ni delgado en exceso, de mi cuerpo podríamos calificarme de persona normal.
Todo comienza cuando el Director de la compañía, Juan, decide que yo y otro compañero tengamos que ir a hacer un cursillo para perfeccionar nuestros conocimientos en el departamento de imagen. Es cierto, que estos cursos son más que habituales que se realicen en la central de nuestra compañía en Madrid, yo cada dos o tres meses iba a uno, lo menos habitual es que fuera acompañado. Por tanto ahí vino mi primera decisión, tenía que elegir de entre mi equipo a que persona llevarme al citado evento.
Llegue a nuestras dependencias dentro de la empresa y convoque una reunión, de todos los que formaban parte de mi equipo, no se veía un llamémoslo así un entusiasmo in contenido entre ellos, todo lo contrario, en el fondo, significaba ir dos días a Madrid, a tratar cosas que luego yo mismo les iba a explicar y por tanto tampoco es que estuvieran por ser voluntarios del citado curso.
Finalmente, Olga se animo a decir que vendría . Yo contento de que no me hicieran elegir acepte casi efusivamente la propuesta de Olga, ante el beneplácito del resto de compañeros.
Olga era la última compañera que había llegado al equipo, a penas llevaba dos meses con nosotros, y había llegado un poco por azar a nuestro departamento, ya que la titular de la plaza, Ofelia, se había puesto de parto y había pedido una excedencia para poder cuidar al bebe que había nacido, por tanto de la noche a la mañana nos tocó buscar a alguien y ese alguien era Olga.
Se le veía muy atenta y dispuesta a aprender con lo que tampoco me extraño en exceso que se declarara voluntaria para participar del curso. Olga tenía unos 28 años, tenía pareja estable desde hacia varios años, era una mujer muy bella de rostro, con una cara entre picara e ingenua que sin duda le hacia tener una sonrisa irresistible, del resto de cuerpo puedo decir que tenía una figura con curvas, no obstante sus pechos no eran excesivamente grandes, cerca de la noventa, pero tampoco destacaban en exceso, eso si, su punto fuerte era sin duda su parte trasera, tenia un buen culo, no un culo de modelo, lo reconocido con un buen culo de mujer ella era castaña y mediría entorno al metro setenta. Por otra parte era muy sobria vistiendo, nunca se ponía nada que pudiera insinuar en exceso su figura, y además tenía un carácter algo frío, lo cual hacia que en verdad sus compañeros, incluido yo siempre tratáramos temas exclusivamente de trabajo ya que era muy complicado tratar de intimar con ella.
Llego el día, y aunque estábamos a más de dos horas de Madrid, decidimos ir en mi coche, un Renault Laguna que lo tenía impecable, a mi, me gusta conducir y para decir verdad nunca me ha gustado aguardar las colas de los trenes, ni los retrasos injustificados en los servicios públicos.
Pase a recogerla por su casa, como era habitual ella venía vestida de forma más que discreta. He de decir, que nunca se me pasó por la cabeza tener algo con ella, pues los líos en el trabajo yo considero que no son para nada buenos.
Fuimos charlando las dos horas y pico que nos duró el viaje hasta Madrid, la verdad, es que me encontré con una Olga mucho más dicharachera que era en el trabajo, fuimos charlando desde trabajo hasta su familia, la putada de la hipoteca, lo que hacia en su tiempo libre, .El viaje en suma se me paso volando, y ahí es donde pensé que por lo menos íbamos a tener una estancia agradable, y no tan seca o fría como yo había imaginado que iba a ser.
Fuimos directos al edificio de la compañía en la capital de España. Allí después de las presentaciones de rigor estuvimos más de seis horas de curso, interrumpidas solo por las pausa café y una pausa un poco más prolongada para comer ya más de media tarde nos pudimos ir por fin al hotel, un hotel cuatro estrellas, que no paraba lejos de la sede de la empresa.
Subimos cada uno a nuestra habitación. Y quedamos 1 hora después para irnos a cenar ella bajo, y yo la esperaba en el hall del hotel, la verdad iba más juvenil que de costumbre, con unos vaqueros y un suéter eso sí, también seguía discreta fiel a su estilo.
Estuvimos cenando y charlando, luego nos hicimos hasta una copa, la noche yo la calificaría de genial, pues fue de verdad más que agradable, en cuanto a charla, la verdad, es que era una tía genial, incluso algo más borde de lo que imaginaba y con un sentido del humor más que perfecto..Yo llegue a confesarle que en mis años previos a ser contratado por la compañía me había ganado la vida como masajista y como repartidor de una gran superficie. Lo de repartidor le paso más inadvertido pero lo de masajista le sirvió para hacerme multitud de bromas . De mira lo mal que estaba ella de espalda y yo sin ofrecerme, bromas que nunca catalogaría de doble sentido, ya que se notaban que eran bromas muy sanas Así entre bromas y risas se hizo una hora más que respetable y nos fuimos a dormir, sin más novedades que la del beso en la mejilla al meternos cada uno en nuestra habitación (contiguas una de otra).
El día siguiente fue una pesadez de curso infumable, menudo torrado que nos tocó tragarnos durante todo el día, yo alucinaba de lo pesados que podían ser Todo el puto día en la silla, sin movernos, menudo destroza personas que pasamos . Al fin, 9 horas después había acabado el día
Le dije que se arreglara que la iba a llevar un buen restaurante y que nos olvidaríamos del infierno en el que habíamos estado recluidos todo el día yo la esperé en el hall y entonces si, por primera vez la vi mujer y no sólo una compañera, llevaba un vestido negro de tirantes que era una delicia, y que resaltaba totalmente todas y cada una de sus curvas .que pasada yo me quede con la boca abierta, ella dándose cuenta de la sorpresa que me había causado, bromeó en que no era para tanto, que parecía que no había visto nunca una mujer arreglada y cosas así los dos reímos y nos fuimos a cenar
Nos reímos muchísimo durante la cena, hablando de todo el día y de toda nuestra vida, fue genial, más que agradable cuando terminamos de cenar, en un restaurante que por otra parte era una pasada, le dije que conocía una disco muy agradable y que no lo íbamos a pasar bien, es ahí cuando Olga paro, pues me dijo, y no te lo creas me soltó, tenía la espalda agarrotada de todo el día en el curso y que encima las piernas las tenía mas que muertas por culpa de las sandalias de tacón que se había puesto, así que dijo que era mejor que volviéramos al hotel para poder descansar Bromeando eso si, sobre que si yo fuera un caballero le habría echo uno de esos geniales masajes que sabía hacer..yo no la tome en serio pues consideraba que lo decía en tono jocoso.
Ya en la puerta de nuestras habitaciones ella me dijo que en serio si no me era molestia le vendría bien un masaje de los míos yo medio alucinaba, porque la verdad no veía ningún trasfondo sexual, pero hacia mucho que no hacia ninguno, tras mucho rogar le dije que si, pero que no tenia ni aceites a lo que ella contesto que tenia un bodymilk que podría hacer las funciones .en fin, tampoco tenía sueño así que decidí que tampoco era nada malo, y que de paso pues lo más seguro es que cogiera apuntes para una paja, de ver sus curvas y ya esta .así pues entramos a su habitación.
Se metió al cuarto de baño para ponerse mas cómoda, salio envuelta en un gran toallon, le dije que se tumbara boca abajo en la cama, yo le baje el toallon toda la espalda, como era de suponer se había dejado la ropa interior puesta pronto le pedí permiso para desabotonar el sujetador, a lo que ella accedió, y estuve más de media hora dándole por toda la espalda, la verdad es que estaba todo el rato intentando averiguar cual era su prenda interior en la parte baja ella se dio cuenta que no me atreví a mas, y me dijo si me molestaba la toalla para poder terminar el masaje, le dije que si, pero que creía que era suficiente, ella en un instante que casi me deja ver su pecho se revolvió y se desato el toallon dejándome ver su culo sólo disimulado con un pequeñísimo tanga .menudo culo tenía la tía, perfectamente blanco y carnoso .yo ya sin complejos empecé a masajearle el culo, era genial y me di cuenta que gemía, lo que provoco que ya no me cortara más y directamente pase a lamerle, ella no dijo nada, dejo hacer, yo ya estaba loco, le lamía el ano, la vagina era genial su sabor era genial su cuerpo, de pronto me la saque mis 16cm estaban tiesos como un hierro, le arquee un poco la espalda y de un solo golpe se la introduje que la vagina, fue genial, estuve bombeándole un gran rato, le cogía desde atrás los pezones, era una diosa y gemía como una gata en celo,..después de más de 10 minutos dale que te pego .por fin le llene toda su cueva de leche .fue una corrida bestial .quede exhausto encima de ella
El resto de la noche es una porción de la segunda parte, espero que os haya gustado y escribirme, era mi primera historia.