Olegario lo conocía

En una parada de ómnibus por Gral. FLores vi a un soldadito muy apetitoso, lo levanté y como no tenía donde llevarlo fuimos a la casa de Olegario. Pero éste lo había probado antes que yo.

OLEGARIO LO CONOCÍA

En otro relato ya hablé de mí amigo Olegario, cuando fue su cumpleaños y allí tuve un encuentro muy cercano con uno de los invitados.

Pero lamentablemente en materia de "soldaditos" me lleva la delantera porque es muy raro que él no los haya probado antes que yo.

El domingo último estaba aburrido en casa, por eso lo llamé por teléfono con la intención de ir a visitarlo para charlar un poco y no pasar ese día tan huérfano de amistades.

Efectivamente estaba atendiendo su pequeña almacén por eso me dijo que fuese después de las 14 horas porque esa e la hora en que cerraba y después de almorzar tendríamos toda la tarde libre para conversar porque como a las 20 vendría su macho de turno a cumplir con su deber.

Almorcé solo en casa, después saqué el auto del garaje y me encaminé por Gral. Flores hacia la casa de mi amigo que como recordaran es por Piedras Blancas.

Un lugar obligado en ese camino es un cuartel que hay pasando Batlle y Ordóñez y que me bombón me encontré en la parada del ómnibus que había en las cercanías...

Allí estaba un soldadito como de 25 años, que de tan lindo que era me hizo dar marcha atrás y preguntarle si lo podía acercar a algún lado porque los ómnibuses por ser domingo demoran bastante.

-Voy hasta El Manga si vas para allá te agradecería que me acercaras a la casa de mi novia porque hace más de una semana que no la veo y tengo las bolas por reventar de llenas que están.

A primer vista me pareció más lindo de lo que en realidad es, a lo mejor fue por las ganas de probar una nueva verga o quien sabe por que razón me impactó su figura, es más bajo que yo, regordete de color canela como con un corte de pelo casi rapado y de penetrantes ojos achocolatados

Le contesté que iba solamente hasta Piedras Blancas pero que igual por unas cuadras más no me importaba llevarlo.

El soldadito se sentó al lado mío, desde donde pude verle sus enormes manos una de ellas cubierta con un dragón tatuado lo que me dio tema de conversación.

-Que lindo tatuaje!!! Tenés más?

-Siiii.. Tengo uno en el culo.. Bueno no en el agujero sino en la nalga.

Reímos los dos por su salida a la descripción del lugar donde tenía el tatuaje y aproveché para decirle:

-Y en la pija no tenés ninguno?

Me miró un poco más serio luego se sonrojó un poco pero igualmente me contestó:

-Noooooo!! Porque allí duele mucho...

Mientras lo decía se alisaba la bragueta la cual miré asombrándome como había crecido.

-Se ve que andás muy caliente!! Se te nota mucho bulto debajo de tu mano.

-Sí... Ya te dije que hace una semana que no cojo.

Me aventuré a cualquier cosa, total no tenía nada que perder, más que una puteada del soldadito y luego de mandarme a la mierda se bajaría de mi coche.

-Vos tenés toda esa leche y yo ando buscando una buena ración para llenar mi despensa.

Nuevamente me miró serio pero cuando esperaba su puteada me dijo:

-Vos sos trolo? Andás buscando verga?

-Me gustaría extraerte toda esa lechita y dejarte las bolas vacías!

En es momento estábamos llegando a la calle donde vive Olegario, tenía que doblar allí pero como le había dicho que no me importaba conducir unas cuadras más para llevarlo hasta su destino seguí mientras él pensaba su respuesta.

La cual muy autoritariamente salió de sus labios.

-Si me das $500 te doy mi verga por todo el rato que quieras para sacarle toda la leche que puedas.

-Es mucha plata... no tengo esa cantidad acá...

En realidad en mi billetera tenía más dinero que ese, pero no le iba a pagar tanto, si el no era un profesional y además tendría que pagar algún hotel...

-Te doy $200, pero tendrás que demostrarme que podés acabar tres veces...

Luego de discutir el precio acordamos en que le daría $300 y luego de esa pequeña discusión comercial agregó:

-Acepto porque estoy muy caliente por eso te voy a llenar el culo con cuatro lechadas que me voy a mandar adentro de él.

Por ahí no conocíamos ningún hotel por eso se me ocurrió ir a lo de Olegario, porque éste no me iba a negar una cama ya que él había disfrutado con sus amantes ocasionales tantas veces en mi lecho que no podía negarme ese pedido.

-Esperá que llamo a mí novia y le digo que no me espere.

Sacó su celular e inventó algo como que cuando había salido del cuartel lo llamaron porque lo necesitaban de guardia retirándole el permiso que anteriormente le habían concedido.

Olegario se sorprendió mucho al verme acompañado pero al verme con que estaba con el soldadito me dijo:

-Así que vos también conocés a Jacobino?

El sorprendido fui yo, pero mi acompañante no pudo negar que también había sido "alquilado " en otras ocasiones por Olegario para que llenase su culo hambriento de verga a toda hora.

-Así que te levantaste al Jacobino, vas a ver es una máquina de producir leche, no para de largar chorro tras chorro... te va a dejar las tripas llenas y por una semana no vas a poder vaciarlas...

Tomamos unas cervezas antes de pedirle a Olegario su cama la cual nos cedió gustoso pero con la condición de que la dejásemos libre antes de la hora en que vendría su macho de turno.

Después de un rato Olegario terminó de arreglar su cocina, se preparó un termo de agua caliente y nos dijo que se iba a tomar mate a la casa de su vecina del fondo así tendríamos toda la casa para nosotros porque el Jacobino hace mucho bochinche cuando coje.

Cuando se hubo sacado sus calzoncillos me mostró su verga la cual apretó entre sus manos mostrándome una pija circuncidada de cabeza morada, no muy larga pero bastante gruesa en la base, me acerqué hacia él la tome con mi mano para medir su calibre diciéndole:

-Es muy gruesa!!! Me vas a lastimar todo!!

-Ahora te aguantás porque ando muy caliente y ya es tarde para llenar de leche a mi novia...

-Voy a ver si Olegario tiene algún lubricante en algún cajón porque tenés una verga muy apetitosa.. Y no me la quiero perder por nada del mundo.

Siguió un rato apretándola para que se le pusiese dura aunque era más por exhibicionismo que por otra cosa porque con la calentura que tenía no era necesario hacer tanta alharaca de ella, mientras él seguía jugando con su herramienta yo revolvía las cosas de Olegario y por suerte encontré un tubo de lubricante.

Lamentablemente no tenía mi cámara fotográfica porque no había ido con la intención de "cazar" sino de visitar a mi amigo Olegario para pasar el rato, pero gracias a los inventos modernos hay teléfonos celulares con cámara.

Antes de pasar a la acción saqué el celular y al verme con él en la mano bastante molesto me dijo:

-Te vas a poner a hablar? Déjate de joder vení a chupármela de una vez!!

Apunté a su verga y tome la primera fotografía, la cual lo hizo enojar bastante.

-¿Vinimos para coger o para que me saqués fotos?

-Para todo. Déjame que te saque unas fotos para mi álbum después hacemos lo que quieras...

Un poco más resignado me pidió que no le sacase fotos de su cara, que de lo demás no había problemas por eso me agaché y logré una tremendamente hermosa fotografía de su verga desde abajo y quiero compartirla con mis lectores.

Las bolas estaban muy apretaditas ocultando las reservas lácteas que ni me imaginaba que habían producido en esa semana de abstinencia, no sé el por qué pero en las fotografías desde abajo las vergas parecen más grandes de lo que en realidad son o Jacobino estaba muy excitado y al verme agachado allí con mi cámara cerca de su verga se imaginó quien sabe que cosa que lo hizo poner con la verga de ese tamaño porque en las otras tomas que hice de su herramienta jamás la vi tan enorme con en la foto tomada desde el suelo.

Jacobino finalmente se tiró en la cama donde le tomé la última fotografía antes de comenzar con lo que relataré a continuación de la fotografía.

Aunque parecía limpio cuando lo recogí en Gral. Flores igualmente le pedí que se bañase porque quería ver como se enjabonaba y al mismo tiempo lavarlo con mis manos.

No ves que estoy limpito... pero como nunca me lavó un hombre... te voy a dejar que lo hagas a lo mejor me excita más y te acabo cinco y no cuatro veces como te lo prometí, pero si seguís con tantos alargues no vamos a terminar antes que llegue Olegario.

Entramos los dos juntos a la ducha, tomé el jabón y me puse a enjabonarle su verga la cual estaba a punto de estallar por eso me dijo que no lo pajeara mucho porque iba a desperdiciar su leche y luego me puse a lavar su hoyito ante sus protestas de que él no era puto para que tratase de meter mis dedos por allí por eso dejé de hacerlo para dedicarme a enjabonarme el mío.

Al volver al dormitorio tomé el tubo de lubricante y me apliqué una buena cantidad en el interior de mi anatomía mientras Jacobino mirándome me decía:

-Humedécelo bien porque hoy seguro que te lo rompo!!

Cuando él se acostó a mi lado comencé a acariciarle todo su cuerpo sin que él se moviese un milímetro simplemente sus lentos susurros de placer podían oírse en esa habitación,

Su piel canela oscura se estremecía bajo el contacto de las yemas de mis dedos pero cuando comencé a mordisquearle las tetillas me empujó diciéndome que ya era suficiente que me pusiese a mamársela de una vez por todas.

A pesar de que su verga había estado dura como un garrote por alguna extraña razón cuando comencé a lamerla estaba lo que vulgarmente decimos "bobona", pero con unas pocas caricias linguales y unas buenas succiones las cuales hice muy rápido ésta adquirió el esplendoroso vigor que había perdido por unos instantes.

Él estaba boca arriba mientras yo apretaba sus rodillas con mis muslos saboreando su rica herramienta podía sentir sus manos apretándome la nuca para que me la tragase entera.

Tomó mi cabeza para guiar los movimientos controlando cuando su verga salía de mi boca para que inmediatamente me la tragase nuevamente lamiéndole el glande y a los pocos segundos podía sentir sus vellos púbicos chocar con mi nariz.

Jacobino no podía aguantar más quería expulsar su semen y me lo demostró con su gran agitación mezclada con gemidos y contracciones de su pija dentro de mi boca por eso detuve la labor que estaba haciendo para pedirle que no acabase porque mi entrada trasera lo esperaba.

Mi excitación también era notoria porque mi ano latía con unas increíbles contracciones del esfínter que reclamaba que lo visitasen inmediatamente.

Jacobino me dijo:

-Date vuelta, que ya está lista!

Y tenía razón porque su cabeza estaba completamente rojiza por lo inflamada que estaba ya que además de mis succiones él la mantenía apretada entre sus manos obligando a la sangre a amontonarse dentro de su glande.

Como quería ver como me entraba y al mismo tiempo disfrutar con la cara de gozo que pondría Jacobino me puse de espaldas sobre la cama con las piernas bien en alto, pero antes de decirle que entrase le extendí una buena cantidad del gel sobre su verga antes de que se pusiese el condón y luego me apliqué otra en mi recto.

Con dos almohadas bajo mi cintura Jacobino acercó su enfundada herramienta a los pliegues de mi orto presionando en ellos, como todo un experto hizo que éste se abriese dándole paso a su tranca por lo que ambos resoplamos de placer cuando su glande pasó sin siquiera darme ninguna molestia dolorosa.

-Por suerte entró!!! Sin dolerme...

-También con todo el lubricante que te metiste en el culo, te hubiese entrado un camión.

Tenía su cara muy cerca de la mía por eso podía ver como gozaba con cada pedazo de carne que iba introduciendo en mis entrañas y hasta podía ver su mirada perdida, podía sentir su aliento sobre mi boca cada vez que lo emitía dándome a entender que le gustaba lo que estaba haciendo.

Comenzó a moverse a buen ritmo, en el momento en que tuve mi orgasmo lanzando toda mí leche sobre mi vientre lo atraje con mis piernas detrás de su cintura y apenas posé mis labios sobre los suyos me dio un cachetazo diciéndome:

-Pará puto!! Yo no soy trolo para que me andés besando.

Luego con una furia incontrolable me la clavó casi hasta los huevos lanzando unos gemidos muy audibles y su verga comenzó a expandirse hasta que dejé de sentir sus latidos detrás de mi próstata.

Sé que acabó mucha cantidad porque su eyaculacción duró mucho tiempo y cuando hubo cesado sacó su enfundada mandolina vaciando a continuación sobre mi pecho el contenido del condón diciéndome:

-No se te ocurra besarme otra vez! Gocé mucho dentro de tu culo como te diste cuenta pero nada de cosa de putos.

Mi esfínter al sentirse vacío aun pulsaba dándome a entender que necesitaba más estocada violentas, pero yo ni sabía lo que iba a pasar después de esa tremenda "trepada".

Aunque su verga estaba asquerosa por el lubricante derretido y la leche la acercó hasta mí boca obligándome a lamerla hasta que no estuvo nuevamente limpia no dijo ninguna palabra.

-Cómo me apretaste el culo cuando iba a acabar!!! Mirá son el tercer trolo que me cojo y el que me hizo gozar más, a lo mejor es porque andaba muy caliente...

Me puso en cuatro patas, luego comenzó a pasarme la verga por el anillo abierto dándome golpecitos con su herramienta aun bobona y luego de estar jugando con sus dedos en mi hoyito me pidió otro condón y sin lubricante alguno me la dejó ir.

-Apretá el orto!!!

Gimió como un condenado cuando casi le estrangulé la verga por la fuerte contracción que mis reflejos cerebrales transmitieron a los centros nerviosos del esfínter.

-Noooooooooooooo tanto, loco!!!

Paf, paf, paf cada vez más acompasados se podían oír esos golpes de sus caderas contra mis nalgas a la vez que sus huevos chocaban con los míos, después toda su ferramenta desaparecía para volver a emerger trayendo tras de sí gemidos, susurros, y toda clase de palabras groseras las cuales fueron emitidas por su garganta.

Pasó sus manos bajo mí estomago apretándome como si fuese una tenaza pero no llegó a tocarme la verga, que era lo que yo deseaba que hiciese, que me pajease para disfrutar por delante y por detrás al mismo tiempo.

Estuvo dándome un buen rato hasta que pude sentir que la sacaba totalmente pero cuando esperaba que me llenase de nuevo me dio un manotón haciéndome poner boca arriba y sacándose el condón se pajeó a toda velocidad hasta que de su verga brotó otra generosa ración láctea la cual fue mezclada con la anterior que ya estaba secándose.

-Viste como cumplo!! Ya van dos y vos recién te echaste uno...

-Sí, pero mirá que dura la tengo!!

-Bahhhh!! Pero ni rastros de leche se asoman por tu agujero.

-No me diste tiempo! La sacaste antes de que comenzase a gozar...

-Tenés un culo fabuloso!! Mejor que el de Olegario que está muy dilatado, mi verga allí dentro baila de lo grande que lo tiene pero como paga bien me lo cojo cuando me llama.

No me iba a poner a decirle cosas de mi amigo Olegario, supongo que hará como cincuenta años que traga pija por su orto, porque empezó de niño en su pueblo allá en Salto, supongo que siempre fue pasivo porque nunca me dijo que usaba su verga, pero cada vez quiere más grandes será por la dilatación tremenda que dijo Jacobino que tiene que no goza con vergas normales.

Mi cuerpo estaba muy pegajoso y al mismo tiempo el olor a semen era bastante alto por eso le dije a Jacobino que me iba a bañar y él me contestó que iba a hacer lo mismo porque tenía algunos restos de semen sobre su abdomen mezclados con el olor a la transpiración producida por el esfuerzo de empujar y empujar...

Mientra nos bañábamos me dijo:

-Me hiciste gozar mucho, pero espero más. Mirá ya te dije que me cogí a dos putos antes que a vos, lo hice por plata pero también porque me gusta sentir como le abro el culo con mi verga haciéndolos gemir de placer y de dolor.

-Se nota que conmigo estás disfrutando...

-Sí porque sos el más joven de los tres, tu culo no está tan flojo como el de ellos, el primero era un señor sesentón no aguataba mucho después que acababa, no quería más y yo siempre estoy caliente.

Bajo la ducha comencé a tocársela porque como yo no había acabado aun tenía ganas y él respondió al estímulo de mi mano guiando su verga hacia mi boca, mientras el agua caía sobre mi cabeza mamé su instrumento por unos minutos hasta que luego de secarnos un poco volvimos para la cama de Olegario.

Él se sentó sobre la cama pidiéndome que se la chupase hincado entre sus piernas cosa que hice, pero a los pocos minutos mi lengua traviesa se había desplazado hasta sus bolas las cuales habían disminuidos en tamaño dándome la pauta de que se estaban vaciando.

Cuando llegué a la raíz de su verga le pregunté:

-Me dejás chuparte el orto?

-Ya te dije que no soy puto!!! Pero si querés podés lamerme todo el aro pero por fuera no hay problema!.

Le levanté las piernas doblándolas hacia su pecho dejando sus nalgas abiertas para que pudiese lamer todo el espacio entre sus bolas y su agujero, el cual mi lengua golosa fue saboreando hasta llegar al umbral del sitio donde no podía avanzar.

Finalmente casi lo había logrado el que no era puto estaba frente a mí con el centro del varón a mi entera disposición tratando de estimularlo lo suficiente como para que me pidiese verga!.

Abrió sus piernas como una puta caliente dejándome que pusiese mi cara frente a sus nalgas y mi lengua comenzó a lamer aquel agujero que ni en sueños me había imaginado que fuese tan peludo.

Después de recorrer toda la parte circundante noté que gemía mucho pero no se atrevía a decirme que avanzase hacia su agujero, por eso comencé a humedecer con mi saliva sus pliegues rugosos y al sentir como mi lengua trataba de distenderlos me gritó desesperado:

-Meté solo la lengua!! Me está gustando!

Mi lengua se abrió camino mientras su hoyo al sentir al invasor se contrajo de una forma muy brusca apretándomela instantáneamente, contracción que me fue casi imposible revertir por el dolor que sentía en la punta de la sin hueso.

El soldadito emitió un fuerte gemido porque su placer era inmenso pero igualmente no aflojaba su esfínter, hasta que con mi lengua en el centro y con mi mano pajeándolo lo fue aflojando porque su gozo pudo más que sus temores.

Podía sentir como sus bolas se agitaban subiendo y bajando hasta que no se contuvo más explotando en un sinfín de gemidos acompañados de otra cantidad de lechecita tibia la cual me mojó la mano que le apretaba su verga.

El culo de Jacobino latía bajo mi lengua y poniéndome de pie apunté mi verga hacia allí mojándole todo el agujero con mi descarga la cual se produjo inmediatamente después de abandonar las lamidas de su orto.

A pesar de que su verga dejó de expulsar leche Jacobino seguía gimiendo a lo mejor fue por el calor que le produjo mi lechada sobre en su culito virgen.

Finalizada toda la excitación nuestros cuerpos volvieron a su estado de reposo casi habitual, el cual aprovechamos para charlar un rato mientras nos fumábamos unos cigarrillos.

Jacobino estaba preocupado porque el anilingus que yo muy expertamente le había practicado lo había llevado prácticamente a las nubes y estaba temeroso de que se estuviese volviendo gay.

Estaba tratando de convencerlo de que era normal lo que había sucedido cuando oímos el grito de Olegario que nos decía:

-Todavía no terminaron?!!

-Pahhhh!!! Llegó Olegario!! Que rápido pasó el tiempo!!! Todavía te debo un polvo.....

Le gritamos a Olegario que ya terminábamos y me puse a mamársela a toda prisa por suerte a Jacobino todavía le quedaban reservas porque me puso a lo perrito mandándomela hacia adentro con toda facilidad.

El soldadito estuvo un buen rato con el mete y saca hasta que nuevamente oímos el grito de Olegario que nos decía que se iba a bañar porque estaba por llegar su amigo.

Demoró un buen rato en acabar nuevamente mientras yo ya me había derramado mojando toda la cama de Olegario, pero cuando el soldadito se puso muy tenso me di cuenta de que iba a finalizar esa dulce tortura que estaba recibiendo mi ano.

Al sacarse el condón me mostró su cuarta eyaculacción diciéndome que había cumplido.

No sé cuanto duró en verter este último polvo el cual me mostró dentro del condón, pero supongo que fueron como 20 minutos porque Olegario ya se había bañado y pugnaba por entrar a su dormitorio para vestirse.

No nos dio tiempo a bañarnos porque ya eran las 8 de la noche, Olegario estaba impaciente porque en cualquier momento iba a llegar su nuevo amigo por eso nos lavamos un poco y luego de vestirnos nos despedimos del dueño de casa.

De regreso por Gral. Flores le pregunté a Jacobino donde quería que lo dejase.

-Déjame cerca del cuartel porque estoy muy cansado pero antes pará en un supermercado porque tengo sed y quiero comprarme una cerveza.

Le di los $300 pero no bajé con él, me quedé esperándolo en el coche y mientras lo hacía pensaba en cuanto había disfrutado aunque me hubiese gustado llevarlo a mi casa para otro rato más de esparcimiento no lo hice porque estaba muy agotado.

Lo dejé a una cuadra del cuartel con su botella de cerveza la cual estaba tomado y pensaba terminarla antes de entrar.

Me dio su celular diciéndome que estaba a mi servicio cuando quisiera siempre y cuando le diesen libre en el cuartel.

Un abrazo

OMAR

PD: Espero que les hayan gustado mis relatos y que me escriban enviándome fotos y comentarios: omarkiwi@yahoo.com