Ola de Calor

No se si fué el Calor, o realmente lo vivi, pero fué una de las mejores experiencias de mi vida.

Ola de calor

Por Maxmasters

Miro el reloj de la mesilla ya son las 3 y sigo sin pegar ojo, el calor de hoy es inaguantable, estoy desnudo sobre la cama y separo los brazos y las piernas del cuerpo, sobre la cama el ventilador mueve el aire pero es caliente, No corre ni una pizca de brisa.

10 días yo solo en casa, la familia está de vacaciones y me quedan 5 días para reunirme con ellos, trabajo toda la tarde y por la noche con este calor No duermo.

No lo aguanto más.., Pienso mientras me siento en el borde de la cama, enciendo un cigarrillo y me dirijo a la cocina bebo un gran baso de agua, mientras noto que el sudor recorre mí columna, me dirijo al salón y me asomo por la ventana, maldigo mí suerte mirando la calle, los arboles ni se menean.

Un coche entra en el aparcamiento entre los jardines, quien será, está parando frente al portal, del lado derecho sale una chica, creo que es Sonia la del tercero, se aleja del coche dando un portazo, parece de mal humor, parece que se lo piensa y vuelve hacia el coche y se asoma por la ventanilla, les oigo discutir.

  • Si a ti te parece bien lo que estabas haciendo, pues vuelve con ella y No me vuelvas a mirar a la cara.

Sonia tiene unos 25 años, es alta, poco menos que yo, delgada, con una media melena color caoba, piernas interminables y bien formadas, un culito respingón precioso, y unas tetitas pequeñas pero muy bien puestas, siempre que nos cruzamos me mira sonriendo picara y me pone a cien.

Dando la media vuelta con rabia se dirige al portal, según se acerca mira hacia su casa por si su padre la espera y su mirada se encuentra con la mía, Nos hemos cruzado varias veces por la escalera, charlando en alguna ocasión. Al verme en la ventana me sonríe un poco cortada, yo la sonrío con picardía y desaparece dentro del portal.

La imaginación me hace malas pasadas, y si ella... por despecho a él. Que tontería.

Apago el cigarrillo, me acerco a la puerta de casa y oigo sus tacones subiendo por la escalera, se oyen débilmente pero a mí me retumban en los oídos, un piso, dos pisos, Mi corazón se compasa a los tacones.

Voy contando los descansillos al distanciarse los pasos, ha llegado al suyo, creo que sudo mas de lo normal, los tacones han dejado de sonar debe estar abriendo la puerta pero, que extraño No oigo llaves, quizás este llorando o pensando en él.

Una idea me pasa por la mente, y si piensa en mí, voy a probarla, descorro el cerrojo que con el silencio de la noche retumba por toda la escalera, giro el tirador de la puerta y abro una rendija y dejando así la puerta me dirijo al salón y me vuelvo a asomar por la ventana.

Vuelvo a oír sus tacones, se ha decidido, sé esta acercando a la puerta, se apoya en la puerta, esta se abre

  • ¡Willy, estas ahí, puedo pasa! Oigo que susurra.

  • ¡Pasa Sonia! Le digo en el mismo tono y sin moverme de la ventana.

  • ¿Estabas esperándome? ¡ la puerta estaba abierta!

-¡Esa era mí esperanza, que subieras!

La poca luz que entraba por la ventana le mostraba mí cuerpo al volverme a mirarla y con los ojos como platos me dijo.

  • ¡Pero estas desnudo!

  • ¡Que esperas, solo en casa y con este calor! - La conteste mientras me acercaba a ella, ¡Tienes dos opciones, das media vuelta te metes en tu cama y te abrazas a tu almohada... sola. , O te igualas a mí y sudamos juntos! ¡Tu decides!.

Su imagen era excitante, el reflejo de la ventana me descubría su cuerpo, llevaba una minifalda negra, unos zapatos de medio tacón negros, y un top ajustado que tapaba lo justo, a modo de bolso tenía en la mano derecha una pitillera de cuero donde cabría poco mas que las llaves y algo de dinero.

Me miraba sin saber que hacer, me recorría de la cabeza a los pies sin dejar detalle de lado, y sin decir ni una palabra se dio media vuelta

El alma me dio un vuelco, pense ya esta, "la jodí, tenía que haberme puesto algo, pero me quede helado cuando en vez de marcharse, tiró el monedero sobre un sillón, llevó sus manos a la parte trasera de la falda y mientras con una mano sujetaba él borde, con la otra fue bajando la cremallera muy lentamente.

Al terminar de bajarla, posó sus manos en las caderas y fue bajando la falda mientras doblaba su cuerpo hasta que acabo con la falda en los pies y sus tetas apoyadas en las rodillas, dejándome el panorama de su cuerpo doblado hacia delante y su culo mirándome incitador.

Lo cubría un mínimo tanga el cual le metía una finísima tira entre los glúteos, según se levantaba, me fui acercando a ella por detrás y colocándola una mano a cada lado de la cintura la dije.

  • ¡Espera que te ayudo!

Y comencé a subirle el top mientras que le besaba la base de la nuca, y noté como se estremecía, ella me facilitó la labor levantando los brazos y mis manos recorrían sus costados arrastrando el top hasta que salió por la cabeza.

Así como estaba, en tanga, la giré y la levanté por la cintura con mí brazo rodeándole la cintura y ella cerro sus piernas rodeándome por la cintura.

Sus labios buscaban mí boca mientras con ella en brazos me dirigía hacia mí habitación, entre mis labios notaba su lengua registrándome por dentro, mezclándose con la mía juntando sabores y salivas.

Yo todavía tenía el sabor del ultimo cigarro y ella de su ultima copa, el sudor nos pegaba el cuerpo nos fundía en un solo cuerpo.

Recorríamos el pasillo y mí lengua le lamía el cuello ella con la cabeza caída hacia detrás, y sus brazos y piernas me rodeaban como queriéndose soldar a mí, parecía No querer caer al abismo, mientras entrábamos a la habitación, yo notaba que mí miembro la iba golpeando el trasero y ella se revolvía frotándose a él.

La deposité en la cama en la postura que llevábamos, parecía No querer soltarse de mí, y mis besos fueron bajando por su cuello hasta llegar a su pecho, ella se fue soltando y se abría a mí dejándome hacer.

Recorría cada centímetro de su pecho, me emborrachaba de su sabor y ella suspiraba, llegue a su pecho derecho y le recorría todo el cortorno acercándome a su centro y encontrándome en él, su pezón totalmente tieso, duro, palpitando de placer, lo golpeaba con la punta de la lengua y le apreté con los dientes, ella dio un profundo suspiro.

Seguí explorando la superficie de su cuerpo, recorriendo por completo sus pechos, bajando hasta su tripa endurecida por la gimnasia, le recorría los costados con la lengua notando como se estremecía mitad por el placer, mitad por las cosquillas y la oí reírse por lo bajo mientras decía.

  • ¡Siiiiii.....! ¡Cómeme toda, devórame, soy toda tuya! ¡No pares por favor No pares te lo ruego! ¡Haz de mí lo que quieras!

Me encontré con su tanga y con ayuda de ella se lo fui sacando mientras le lamía el pubis buscando su cueva de placer, agarrándola los tobillos los levante hasta abrirla del todo y colocárselos en mis hombros y de esa manera quedaba totalmente expuesta a mí.

El escaso pelo que cubría sus pubis tenía un olor embriagador, con un estremecimiento recibió mis labios y mí lengua, con la cuál fui explorando todo su coño, separándole los labios mayores y hundiendo la lengua dentro de su vagina. Le agarré el clítoris entre mis labios, estaba duro y abultado, sus caderas No paraban quietas cerrando las piernas en torno a Mi cabeza, entre las tetas podía verla meterse los dedos en la boca y morderlos y sus pechos subían y bajaban con motivo de la excitación.

Mi atención se centró en el clítoris haciéndola vibrar y bajando hasta el circulo de su ano le lamí metiéndole la punta de la lengua hasta que levantándola las piernas subí hasta dejar mí polla a la altura del precioso coño, le restregaba el capullo mientras ella se sujetaba las piernas totalmente expuesta a mí.

El capullo iba ahondando dentro de ella mientras se estremecía, notaba las palpitaciones de su vagina y la excitación que la tenía totalmente húmeda, la polla la penetraba hasta estar enterrada por la mitad y de un empujón entro el resto, pillándola por sorpresa y la hizo dar un grito, mitad dolor mitad placer.

Comenzamos un "mete saca" acompasado, lento primero, fuimos acrecentando el ritmo poco a poco hasta que con un estremecimiento conjunto reventé dentro de ella y noté que ella también se corría moviendo las caderas como una loca.

Acabamos abrazados en la cama y llenándola el rostro de besos, me incorpore, la tome de las manos y me dirigí hacia el baño con ella.

  • ¡Vamos a darnos una ducha, nos reconfortará!

Sara se deja llevar, esta como en otro mundo, se agarra a mí cintura y besándonos, sobándonos, amándonos, la llegada a la bañera se nos hace eterna. El agua tibia cae sobre nuestros cuerpos sudorosos mientras nos besamos, cojo a Sara por la cintura y la giro sobre sus pies y levantando sus brazos los apoyo contra la pared, de ese modo el agua la cae sobre el rostro y fluye por su espalda, su culo parece una cascada con el agua resbalando por su raja. No dejo de pasar mis manos de abajo arriba, agarro sus tetas y el hueco de sus piernas acoge mí miembro que pugna por colarse por cualquier agujero. La humedad del agua y la calentura de Sara, hacen fácil la entrada en su gruta, la profundidad de ella se traga totalmente el miembro que entra a resguardarse de la lluvia.

La calentura que en ese instante notamos nos hace retorcer, muevo la pelvis intentando profundizar mas, mucho más, mientras mí mano derecha recorre su pecho, la izquierda recorre sus labios y localiza el clítoris y lo comienza a masajear, Sara re retuerce empujándose contra mí.

Poco nos queda, estamos a reventar, una mano pasa furtiva, desde su clítoris hasta la entrada de su ano y comienza a jugar con ella. Entra un dedo ayudado por la humedad, le sigue otro y un tercero, arqueando Sara las caderas, acoge la forzada embestida de ellos, No puedo contenerme mas, salgo de su interior y sacando los dedos de su ano, el pene toma el relevo. Se retuerce dolorida pero No se retira, al contrario empuja mas, y acompaña sus movimientos con gemidos y risa nerviosa.

  • ¡Rómpeme, siiii, quiero sentirte todo dentro hasta que explote....., ya, ya, me viene.............!

Las ultimas palabras las dice en una mezcla de susurro lastimero y el comienzo de un agudo grito que debió despertar a mas de uno, había reventado dentro de ella y como el detonante de un explosivo que activa su carga, la hizo correrse con espasmos de todo su cuerpo y gritos lastimeros.

Gimiendo en esa posición, fuimos resbalando hasta quedar tendidos en el fondo de la bañera, el miembro que iba encogiendo por momentos, salió solo de su cobijo y en esta posición nos quedamos gimiendo y riendo nerviosamente. Con los ojos cerrados, me noto recobrar pero tengo mucho calor, noto una brisa de calor, abro los ojos y veo la calle, donde estoy, veo el aparcamiento desde la ventana del salón, llega un coche, quien será, es Sara la vecina, parece que discute con su novio.

  • ¡Este puto calor me está haciendo enloquecer, será mejor que me dé una ducha!

Toc, toc, toc, suena la puerta.

  • ¡Willy estas ahí, he visto luz, necesito hablar con alguien!

Es Sara.................................

Maxmasters