Ojos negros
Hasta donde se llega po unos ojos. Que tan importantes son?
Ojos negros. ¿Cuántos hay? Puede que muchos, puede que pocos, pero solo unos me persiguen a mi.
Esos ojos negros que veo en la noche por sus brillantes, que veo en el día por que me atrapan y no me dejan ir a un lugar a salvo. Ojos que me siguen y que son mi verdugo, por que yo lo fui de ellos.
Esa noche en la que ocurrió todo. Esa ves que esos ojos me miraron, haciéndome saber mi destino y mi pasado.
Ella con su cuerpo escultural y su manera de andar me estaba esperando en aquella esquina, como siempre, como nunca, su trabajo no me importaba, solo me importaban esos ojos.
¿Cómo la conoce?, no importa, pero lo único que importaba eran esos cotizados ojos negros. Día a día la vi, sin saber que decir, que hacer, o por quien.
No había visto ojos como esos, y ese es el por que de el que soy tan repetitivo con esos ojos.
Y es que aunque no lo pareciera esos ojos me llevaban al borde de la locura, a lo mas salvaje de mi ser, a despertar el animal y matar al hombre, a sacar a atrás al sensible y tibio. Y eso le encantaba a ella.
Pero esa noche, llorando, me di cuenta de que esa situación, ese conflicto no podía llegar a más y solo había una forma de poseer esos ojos
Entramos al cuarto del hotel, todo como si nada, todo quieto, tranquilo, con la soledad que solo un cuarto de hotel puede tener. Ella hizo lo suyo, yo lo mío, y el juego empezó.
Todas las noches en las que había coincidido, ella había gritado mucho, pero esa vez, gritaba como nunca, y fueron esos gritos, la música que me acompaño toda la noche.
Todo cambio, los delirios cesaron, pero esos ojos, por fin le gane a esos ojos, por que puedo decir que son míos. Descansan en mi librero.